Diario de Sesiones 95, de fecha 15/11/2017
Punto 3

9L/I-0027 INTERPELACIÓN DEL GRUPO PARLAMENTARIO PODEMOS, SOBRE LAS MEDIDAS, PLANES Y OBJETIVOS EN MATERIA DE VIVIENDA PARA 2018, DIRIGIDA AL GOBIERNO.

La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA (Tavío Ascanio): Señorías, hemos concluido esta comparecencia, pasamos al turno de las interpelaciones.

Para la presentación de esta interpelación, tiene la palabra su señoría, la señora diputada del Grupo Parlamentario Podemos, doña María del Río Sánchez.

La señora DEL RÍO SÁNCHEZ: Buenos días a todas y a todos. Señora presidenta, señora consejera.

Hacía tiempo que teníamos ganas de hacer esta interpelación y fíjense que la pedíamos al Gobierno porque realmente pensamos que va más allá de su consejería lo que queremos plantear y que es una responsabilidad del Gobierno en general, no solamente de la Consejería de Políticas Sociales, pero, bueno, ustedes han decidido que sea usted la que dé la cara y la abordaremos. Me da pena que no esté el consejero de Turismo, porque creo que era también importante su presencia aquí.

Pronto va a hacer dos años y medio que muchas de las personas que estamos aquí prometimos, algunas, otras juraron, nuestro cargo en esta Cámara y yo quiero empezar hoy mi intervención como parlamentaria recordando una frase del maestro Saramago que espero que nos interpele y nos haga reflexionar sobre por qué, para qué y para quiénes estamos hoy aquí. Decía Saramago: "somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos, sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizás no merezcamos existir". Y lo digo a nivel político, porque aquí estamos para resolver problemas y a veces es muy frustrante, y ahora podemos hacer este balance después de dos años y medio, intentar abordar cosas que sabemos que están preocupando, que se están haciendo cada día más grandes y que no llegamos a resolver para la gente que de verdad lo está pasando peor, que se supone que es para lo que el Gobierno gobierna y para lo que las personas parlamentarias estamos ayudando, para resolver ese carro.

A lo largo de este tiempo han sido numerosas las ocasiones en que hemos hablado del problema de la vivienda. Usted sabe bien que -pronto cumplirá también un año como consejera- desde el primer minuto le planteamos la preocupación que teníamos al respecto. Y la teníamos además no solamente por el problema general de la vivienda, que pasa en todas las islas Canarias y que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo, que tiene que ver con la crisis, con los recortes y con toda la situación que ha vivido la ciudadanía en estos últimos años, sino por algo que estaba empezando a ocurrir y se empezaba a ver, cada vez poniéndose de manifiesto en determinadas islas, especialmente en Lanzarote y en Fuerteventura. Este problema ahora ya nos ha explotado en la cara. Son los daños colaterales, las consecuencias imprevistas ocasionadas por lo que consideramos que ha sido una pésima gestión de esta nueva modalidad de turismo basada en el alquiler de vivienda vacacional. Una modalidad que en sí misma no tiene por qué ser negativa para la población y que tiene aspectos también muy interesantes, como es un mejor reparto de la riqueza y la democratización de los beneficios del turismo, pero que desgraciadamente puede generar efectos perversos cuando se establece sin estudios previos, sin control y sin fundamento. Y ahí tenemos que asumir una responsabilidad grande, porque todo esto no se ha hecho.

La situación de la vivienda en Canarias ha superado con mucho los límites de lo que consideramos un problema general. Las consecuencias de la burbuja inmobiliaria que hemos sufrido en todo el Estado y de las medidas austericidas impuestas por el Gobierno durante los años de la crisis. Unos gobiernos que, por cierto, obedeciendo, sumisos, a las consignas que venían de Europa decidieron que había que reducir gastos recortando en servicios esenciales para la población mientras financiábamos el rescate de los bancos, auténticos responsables de la crisis financiera.

Todas conocemos el coste, no solo económico, y las secuelas que esta crisis ha ocasionado en una gran parte de la población. El sufrimiento, la angustia y el miedo que han provocado en numerosas familias los desahucios. Depresiones, rupturas e incluso suicidios, en el máximo nivel de desesperación. Algún día desde la historia contemporánea estudiaremos en profundidad las consecuencias y efectos de esta crisis en muchos aspectos todavía ignorados o silenciados.

A esta durísima realidad, de la que estábamos intentando salir, tenemos que añadir ahora un nuevo elemento, una nueva causa que viene a desestabilizar aún más el precario equilibrio existente entre la oferta y la demanda en torno a la vivienda. Hablamos del brutal encarecimiento de los alquileres de viviendas para uso residencial, cuyos precios han ido aumentando escandalosamente, y de la escasez de la oferta, que desde hace poco más de dos años, mes a mes, ha generado un problema añadido. Las cifras son alarmantes, hablamos de alquileres cuyos precios literalmente se han duplicado, de alquileres que la mayoría de las familias, aun teniendo un trabajo, no pueden pagar. Familias que, pese a recibir uno o incluso dos salarios, algunos más precarios que otros, no encuentran vivienda en alquiler a un precio asequible, a un precio que puedan pagar. Familias, muchas de ellas familias numerosas, con niñas y niños a su cargo, que miran con miedo el calendario, porque sus contratos de alquiler se acaban y ya les han advertido de que no les van a renovar porque sus viviendas serán destinadas al turismo vacacional. Familias con personas enfermas, en situaciones extremas, recibiendo tratamiento de radio o quimioterapia, a las que ya les han enviado una carta comunicando la finalización del contrato de alquiler y la decisión de la propiedad de no volverles a renovar.

Y todo esto, de verdad, ante la incomprensible pasividad y tal lentitud de reflejos que hemos visto por parte de este Gobierno. Han sido muchas las causas. Habría que haber establecido mecanismos de prevención que hubiesen minimizado las consecuencias de un fenómeno que, si bien afecta a toda Canarias, está siendo especialmente dramático para la población de las islas orientales de Lanzarote y Fuerteventura, como ustedes bien saben.

Les voy a dar unas pinceladas de lo que estamos viviendo en estas islas. La situación de la vivienda en Lanzarote y en Fuerteventura se resume en dos palabras -ya lo hemos dicho otras veces-: emergencia habitacional. La situación es dramática. Pero no solo en los núcleos turísticos, como nos señalan los compañeros de Fuerteventura, también en ciudades como Arrecife, en Lanzarote, el estallido de la burbuja del alquiler vacacional ha aumentado los precios de los alquileres hasta llegar a doblarlos y sobre todo reduciendo de forma alarmante el parque de viviendas en alquiler de larga duración en el mercado. Hemos detectado un fenómeno nuevo: la adquisición de gran número de viviendas residenciales por parte de particulares u empresas para su uso exclusivo como turismo vacacional. En muchos casos rescindiendo contratos, no renovando o directamente desahuciando. Tenemos datos de urbanizaciones completas que están en este proceso, haciendo obras de remodelación, algunas de ellas incluso sin permiso, para cambiar el uso de la vivienda residencial a vivienda vacacional. Por poner un ejemplo, los datos oficiales del Cabildo de Fuerteventura señalan unas 800 viviendas en alquiler vacacional cuando simplemente en una de las web más conocidas en este campo anuncian más del doble.

Existe una falta de previsión de un parque de vivienda social a precios razonables para la población trabajadora y las familias con bajos recursos, y esto a pesar de la continua insistencia de su necesidad por parte de colectivos sociales relacionados con la vivienda, como la PAH en Fuerteventura, la Plataforma por una Vivienda Digna en Lanzarote, que están haciendo un gran trabajo con las personas y familias que se encuentran en las situaciones más extremas.

Las familias, cada vez más desesperadas, piden consejo y ayuda, algunas, las menos, acuden a los servicios sociales de sus ayuntamientos, otras muchas ni se atreven, pues temen que en esta situación les puedan también quitar a sus hijas o hijos. Otro tema del cual tendremos que hablar también algún día despacio.

No olvidemos que además tenemos distintas realidades, que más de un cincuenta por ciento de las familias monoparentales, la mayoría de ellas encabezadas por mujeres con niñas y niños a su cargo, están en riesgo de pobreza y exclusión social. Lo que resulta incomprensible es que, junto a esta alarmante escasez de viviendas asequibles tanto en Lanzarote como en Fuerteventura, exista también un enorme parque de vivienda vacía, la mayor parte de ellas en manos de la Sareb, el banco malo, y otras entidades financieras. Muchas de estas edificaciones se encuentran a medio construir o en estado de abandono, contribuyendo además a dar una imagen lamentable en estas islas turísticas.

Todo esto ha hecho aparecer dos nuevos fenómenos: la gentrificación, la expulsión por incapacidad de competir en el precio de gran parte de la población trabajadora, que al no poder hacer frente al alquiler recurre al apoyo de la red familiar, quienes la tienen, se hacinan en viviendas pequeñas y de menor calidad o directamente se ven obligados a buscar alternativas en poblaciones lejanas a sus centros de trabajo, colegios, etcétera. Se crean, por otro lado, guetos de personas trabajadoras en situación precaria, mientras que las zonas más céntricas o con mejores servicios se destinan exclusivamente al turismo o a las clases económicamente privilegiadas, o definitivamente deciden marcharse de estas islas, con la repercusión que esto puede tener para el mantenimiento de los servicios turísticos, ya sabemos, motor básico de nuestra economía.

Nos encontramos ante un nuevo perfil: el de la persona o familia desahuciada, familias estructuradas -no era antes este perfil-, con trabajo, con salarios medios y fuertes vínculos con la población pero incapaces de hacer frente a alquileres que rondan los ochocientos euros. Esto ha generado un hecho diferencial con respecto a otras islas también con problemas de desahucios, como Gran Canaria o Tenerife.

Asombro que la semana pasada percibió una compañera abogada que vino a Lanzarote a asesorar jurídicamente a las familias, una asesora de la PAH, y que cuando se encontró con la realidad de Lanzarote decía: "me lo habían contado pero no me lo podía creer", porque era, esto que decimos, gente absolutamente de clases medias, que tampoco pueden, que no están incluidas en las personas que son susceptibles de recibir atención de los servicios sociales pero que tienen un problema que está sin resolver.

En la segunda parte profundizaremos un poquitín más en esto y en las medidas que queremos plantear. Tenemos soluciones, tenemos ideas y haremos una moción como consecuencia de esta interpelación para ponerlas por delante.

Ahora lo dejamos y la escuchamos.

La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA (Tavío Ascanio): Tiene la palabra la señora consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, doña Cristina Valido García.

La señora CONSEJERA DE EMPLEO, POLÍTICAS SOCIALES Y VIVIENDA (Valido García): Buenos días de nuevo, señoras diputadas, señores diputados.

Efectivamente, esta es una preocupación que, desde luego, desde mi llegada me ha trasladado la diputada María del Río y hemos tenido muchas reuniones, también con otros diputados pero debo reconocer su insistencia en este tema, del que ya hemos hablado muchas veces. Yo comparto su preocupación, pero, es más, me atrevo a decir que el cien por cien de esta Cámara comparte su preocupación.

La cuestión es que hay cosas que nosotros, en el ámbito de la legislación que tenemos que acatar, no podemos hacer o no podemos evitar. Yo le puedo contar a usted cuál es el plan de trabajo y cuáles son nuestras líneas, digamos, estratégicas o prioritarias, pero después hay cuestiones que pasan por que el Estado apruebe una nueva forma de relacionarnos con la propiedad privada y el derecho a explotación, con el tema del alquiler vacacional, cuestiones que nosotros no podemos abordar. Podemos abordar un cierto régimen, organización de decreto del alquiler vacacional, para tratar... Hay medidas, efectivamente, que se pueden poner en marcha y, bueno, me gustará ver esa moción y ver, de esas medidas, las que aquí podemos poner en marcha, pero hay medidas que son de carácter estatal, como usted bien sabe, para poder poner verdadero límite a cuestiones que están convirtiendo de nuevo... Otra vez con la burbuja inmobiliaria, que ya nos dio un susto una vez y que ya empieza otra vez a inflarse, y que algunos no tenemos posibilidad de parar. Además nos estamos enfrentando a ella. Cuando yo le digo que tenemos como planteamiento tratar de sacar algunos concursos para adquisición de viviendas en determinadas islas, ya le digo que en algunas islas va a ser imposible, porque no les interesa, porque no hay, porque pagamos poco y esas viviendas se venden muchísimo mejor de forma privada en este momento. Pero es que además hay sitios donde no nos queda otra que construir y tenemos que plantear recalificaciones de suelo y modificaciones, porque no tenemos suelo para promover construcción, porque nuestras islas, gracias a Dios, tienen una alta protección.

Canarias es la segunda comunidad autónoma de todo el Estado español, tras el País Vasco, en parque público. Estamos hablando de 15 000 viviendas en alquiler, a las que se suman 4500 pertenecientes a Visocan. En este momento tenemos necesidad de adquirir nuevas viviendas para poder responder a todas esas personas a las que la crisis ha dejado en situación de no poder acceder a una vivienda y poder ampliar nuestro parque público, pero para ello, y atendiendo a las necesidades y a las especificidades de cada isla, en las que usted además entra a menudo hablando de la situación de las islas orientales, hemos empezado por elaborar un borrador, que ya hemos visto con la Fecam, que estamos esperando sus aportaciones, y que luego veremos con la Fecai. Esa estrategia vendrá al Parlamento, primero a cada uno de los grupos, con quienes queremos trabajar y de quienes queremos recibir las propuestas necesarias para tratar de hacer una estrategia de vivienda que nos sirva como base para un nuevo plan canario de vivienda y que nos defina ya cuáles son las medidas que vamos a priorizar, cuáles son las líneas de trabajo en las que vamos a invertir la mayor parte de nuestros recursos y que sea una decisión que tomemos consensuadamente, con un documento que nos lleve a diseñar un panorama diferente de la vivienda en Canarias para los próximos años, siendo conscientes de cuál es la situación en un territorio tan limitado y con una población tan vulnerable como es la nuestra. Esa estrategia, que, como le digo, ya está en marcha, yo espero que no tarde mucho tiempo en llegar a los grupos y que la directora del Instituto Canario de la Vivienda se reúna con cada uno de ustedes, con el documento ya visto por la Fecam y por la Fecai, para que puedan hacer sus aportaciones.

Como les decía antes, algunos de nuestros planes de adquisición de viviendas en algunas islas empiezan a peligrar porque los precios están subiendo de manera muy rápida y con lo que hace dos años se podía adquirir equis ahora se puede adquirir un tercio de equis, con suerte, y las viviendas que nos ofrecen no siempre están en el mejor estado.

Tenemos, además, un compromiso enorme con estas casi veinte mil viviendas de rehabilitación, que es otra partida millonaria que tenemos que buscar, porque, como usted sabe, muchas de estas viviendas ya tienen muchos años y la situación es insostenible, y tenemos que invertir en la rehabilitación de todas esas viviendas.

Estamos iniciando, con una pequeña partida que en el 2018 espero que podamos reforzar, un censo y una revisión de la ocupación del parque público, porque es algo que no se ha podido hacer en los últimos años. Y, aunque mucha de nuestra gente sigue cumpliendo con todos los requisitos para contar con esa vivienda en esas condiciones especiales, tenemos denuncias de los mismos vecinos que, en ocasiones -todo hay que revisarlo-, creen que la situación de otros ha cambiado, y tenemos que ser justos y tenemos que revisar que las personas que estén ocupando nuestro parque público sean las que realmente cumplen y no aquellas cuya situación ya no tiene nada que ver con el momento en el que accedieron a esa vivienda.

Acabamos de cerrar acuerdos para construcción de viviendas en La Palma, en El Paso, en Alajeró. Evidentemente estos son planes y proyectos que no se han hecho en dos meses, que venían de atrás. Y con el Cabildo de Lanzarote estamos cerrando...; no exactamente con el cabildo, aunque el cabildo fue el primero que reclamó -en una reunión hace muchos meses, que además usted conoce- una inversión en materia de vivienda, y que el Ayuntamiento de Arrecife nos ha planteado un suelo en el que podemos desarrollar una promoción de viviendas, que estamos viendo la edificabilidad de la parcela y en breve podré decirles cuántas viviendas podemos sacar ahí. Viviendas que tienen un requisito para el acceso y que son para las familias más vulnerables, efectivamente las que no tienen ingresos o no pueden llegar a la ocupación. Lo digo porque muchas veces se mezcla esto con la demanda de vivienda para profesionales, para gente que va a trabajar y que no cumple los requisitos. Nosotros no podemos invertir en construcción de viviendas para personas... Aunque sea una línea y una estrategia necesaria para poder tener recursos humanos en determinadas zonas, el Gobierno no puede en este momento, con la demanda de familias en exclusión que tiene pidiendo vivienda, dedicarse a construir viviendas para ese otro perfil. El objetivo del dinero público en este caso está bien definido; por tanto, irán a las familias con más necesidades de la isla.

Le he comentado que estamos tratando, estamos teniendo algunas conversaciones, hay algún cabildo que ya lo tiene en marcha, con otros cabildos tratamos de ver si se puede poner en marcha, para poder financiar y trabajar con los cabildos el programa de acompañamiento a las familias que sufren desalojos. En Tenerife ya hay una experiencia y, en fin, estamos tratando de formar, formar no, crear una línea de trabajo que nos sirva para toda Canarias, no solo en Tenerife, y estamos viendo el modelo que podemos cerrar, con apoyo, con compañía de los cabildos, para tener recursos, acompañamiento y, de alguna manera, ayudar a estas personas a evitar nuevos desalojos y ayudarlas a tratar de integrarse en la vida normalizada.

Estamos también planteando, en mayores y en menores, unas líneas para la adquisición de vivienda -menores, perdón, hablo de jóvenes, personas jóvenes-, una línea de subvención para la adquisición de vivienda, y también para personas mayores con escasos recursos, que en ocasiones están en viviendas que ni siquiera son accesibles, que no tienen ascensores y que necesitan trasladarse a viviendas adaptadas. Hay casos en los que estos mayores disponen incluso de la propiedad de la vivienda, disponen de algunos ahorros, están dispuestos a mudarse, pero necesitan ayuda para poderlo hacer. Y estamos valorando también poder poner en marcha líneas que apoyen a estos dos sectores de población, a jóvenes y a mayores, con una situación de vulnerabilidad o de incapacidad para enfrentar lo que consideramos que es urgente, que es el cambio de vivienda.

Hemos cerrados veintiún acuerdos, veintiún ARRU, en las últimas semanas. Son 25 millones de euros que, como sabe, se financian entre el Estado y el Gobierno de Canarias para actuaciones en todas las islas, en espacios públicos con vivienda pública, donde también vamos a poder, en algunos lugares, actuar en infraestructuras sociales que están en ese...

La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA (Tavío Ascanio): Para una segunda intervención en esta interpelación, tiene la palabra la señora diputada del Grupo Parlamentario Podemos, doña María del Río Sánchez.

La señora DEL RÍO SÁNCHEZ: Voy a intentar ahorrarme los lugares comunes, los derechos que tenemos, la Constitución, los derechos humanos y todas esas cosas que todas sabemos para ir un poquito más al grano.

De las respuestas que usted me ha dado...; y yo no la quiero responsabilizar de todo lo que lleva ocurriendo desde hace muchos años porque usted lleva menos de un año aquí, pero sí a este Gobierno, a este partido que lleva gobernando mucho más tiempo, porque lo que no puede ser es que no tengamos un censo de viviendas vacías. ¿Por qué no lo tenemos? ¿Por qué no lo tenemos? ¿Qué ha pasado en estos últimos años? Es decir, hemos tenido una crisis que era una ocasión estupenda para ponerse al día de muchas cosas y ver qué es lo que teníamos. Y ahora me dicen -y es verdad que lo sabemos- que no sabemos cuántas casas de las viviendas públicas que están en alquiler realmente están utilizadas por familias que lo necesitan, que en su momento fueron dadas de buena voluntad y que ahora sabemos, sospechamos, que no todas están siendo bien utilizadas. ¿Cómo no se puede saber esto? Es decir, estamos hablando de una gestión política, de algo superimportante, del derecho a la vivienda. Y ahora resulta que tendríamos que intentar, porque no da tiempo, porque para solucionar los problemas concretos de aquí y ahora de la gente no podemos decir "vamos a comprar solares, vamos a fabricar, vamos a construir y dentro de tres o cuatro años igual hay las viviendas".

No podemos seguir desahuciando a personas, no podemos ir desalojando a personas sin tener una alternativa habitacional. Eso no se puede consentir, ni desde este Gobierno ni del de España ni desde ninguno. Y si hay que cambiar las normas habrá que cambiarlas, sean donde sean, pero hagámoslo todos, todas y todos, o sea, aquí tenemos que hacer un clamor popular. Estamos en un parlamento para exigir que se cumplan derechos. No podemos mirar hacia otro lado cuando la gente se queda en la calle. De verdad, yo no sé si algunas de ustedes nunca se han reunido con la gente en situaciones de desesperación. A mí no me dejan dormir estas situaciones y creo que a cualquiera de ustedes...; yo les doy la misma capacidad y sensibilidad social. Vamos a ver, ¡no puede ser! Hay mucho dinero que se está...; tenemos los presupuestos más millonarios, ¿y no somos capaces de solventar estos problemas, de darle respuesta a la gente que peor lo está pasando? Bueno, de verdad...; o sea, yo creo que esto no es de recibo. No vale una contestación negativa, hay que buscar una solución. A la gente no se la puede desalojar y echarla a la calle.

Eso desde luego para la gente más vulnerable, pero después es verdad que tenemos el otro problema, el que hemos generado por haber hecho un decreto tan mal hecho como el que se hizo con el turismo vacacional y que ahora nos deja a una clase media, médicos, médicas, profesores, profesoras, que van a ocupar una plaza a estas islas y no pueden ir, y está pasando en Lanzarote y Fuerteventura porque no hay viviendas. ¿Qué consecuencias trae esto para la población? ¡Ya no teníamos problemas, pocos teníamos en la sanidad y la falta de cobertura de profesionales para que encima, cuando por fin conseguimos gente dispuesta a venir, tampoco pueda venir...!

¿Pero es que además han pensado, hemos pensado, en qué pudiese significar que la gente, el trabajador y trabajadora de las clases más bajas pero que trabaja en la hostelería y en el turismo, no pueda pagarse su casa y se vaya?, ¿cómo vamos a atender al turismo de nuestras islas?, ¿de qué manera? O sea, yo creo que deben pensar que esto puede convertirse en algo muy muy gordo, cuando ya no haya gente que pueda atender a la gente. ¿Vivimos del turismo y no lo vamos a cuidar, aunque sea porque vivimos de él, para que estas cosas no ocurran? ¿Hasta cuándo tenemos que esperar, hasta qué momento? ¿Qué nos tiene que estallar, más de lo que ya está estallando? Es decir, llevamos advirtiéndolo con mucho tiempo. No se puede seguir esperando eternamente. Cambiemos lo que tengamos que cambiar.

Aquí hay aprobada una proposición no de ley del Partido Socialista para dotar con 70 millones para la compra de vivienda de parque público. Que además se puede negociar, porque hay viviendas que son de protección oficial, otras que están a medio acabar, que se pueden renegociar, que se puede hacer un justiprecio, que hay maneras y hay mecanismos de comprar toda esa vivienda vacía, que ahora ya la está utilizando la Sareb también para ponerla en alquiler vacacional. No, compremos esas viviendas que están ya unas construidas y otras a punto de construir y démoslas a la gente que las necesita, con un alquiler. Y cuando no es gente que tiene necesidades básicas, que está en el umbral más bajo, cuando es clase media y tampoco tienen acceso a una vivienda, ¿por qué no hacer que el Instituto Canario de la Vivienda también sirva de intermediario? A precios razonables, que alquilen una vivienda por 500 euros, no por 900 o por 1000. ¿Saben cuáles son los precios que están cobrando por una habitación? Los más bajos en Lanzarote, 200 euros por una habitación; 350, en Playa Honda; 450, en Playa Blanca. ¡Por una habitación! Los alquileres, de 900, de 1000.

¿De qué estamos hablando? ¿Qué islas, qué población, qué cuidado de nuestra gente estamos haciendo de esta manera? Es decir, son cosas en que realmente hay que tomar decisiones serias y buscarlas. Porque, ¿qué pasa?, ¿la parte que tiene que ver con el turismo vacacional por qué no la regulamos de una vez, bien hecha? ¿Por qué no analizamos, primero, antes de hacer una ley, la capacidad de carga, cuánta gente cabe para el turismo vacacional -además del turismo que ya tenemos- en una isla, cuánta gente en un municipio, en qué municipios, cuánta gente en un barrio, cuánta gente en un edificio? ¡Hagamos números! Hagamos las cosas para que no vayamos otra vez...; que nos pase, como ya ha pasado en otros lugares, como ha pasado en Baleares, como ha pasado en Barcelona, y tengamos los fenómenos de gentrificación. Se convirtió Barcelona en una ciudad fantasma, solamente de turistas, porque la gente de Barcelona se tuvo que ir a los extrarradios porque la expulsaron. Sabemos lo que ha pasado en estos sitios cuando no se han hecho las cosas bien. ¡Tomemos medidas y cambiemos! Podemos rectificar, podemos aprender, ya que llegamos tarde en algunas cosas, lleguemos bien aprendiendo de los errores que en otros sitios se han cometido. Es decir, demos licencias razonables. ¿El turismo vacacional es para beneficiar a las familias?, ¡pues una licencia por familia! ¡Nada de cien licencias a los grandes tenedores y a los dueños de las casas y a la Sareb y a los bancos y a toda la gente...! Es decir, hay recursos, hay maneras de hacer, hay maneras legales de convertir esto en algo que funcione bien. Que no nos oponemos, no decimos que no a todo, pero hay que hacer las cosas bien hechas.

Y desde luego la parte que tiene que ver con el Gobierno de Canarias nosotros se la vamos a exigir, la parte que tiene que ver, de cumplimiento de decisiones que se han tomado en este Parlamento, también y la parte que haya que exigirle al Gobierno de España, señores y señoras del Partido Popular, también. Yo creo que nos tenemos que poner todas en serio a...

La señora VICEPRESIDENTA SEGUNDA (Tavío Ascanio): Para finalizar, turno de la señora consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, doña Cristina Valido García.

La señora CONSEJERA DE EMPLEO, POLÍTICAS SOCIALES Y VIVIENDA (Valido García): Buenos días.

No voy a perder el tiempo en discutir cosas en las que estamos de acuerdo; en lo que no está bajo mi competencia no está y he empezado diciendo que hay cuestiones de carácter legislativo que hay que modificar y decretos que hay que revisar. Yo en ese aspecto creo que he intervenido muchas veces en esta Cámara y usted nunca me ha oído decir otra cosa.

Y comparto con usted la situación a la que esto nos está llevando y el debate que tenemos que tener en Canarias y en el Estado español con el asunto del alquiler vacacional. Yo no tengo ninguna duda de que si eso no se regula ninguna Administración pública va a poderse hacer con un parque público de viviendas a un precio que se le pueda explicar a la ciudadanía, no tengo ninguna duda, porque ya hemos pasado por una burbuja inmobiliaria y sabemos cómo estaban estas cosas. Y ya estamos en el caminito de nuevo, y lo estamos viviendo, porque eso que usted me pide que hagamos, que intervengamos, que hablemos con bancos, que hablemos con no sé qué, ya lo estamos haciendo; y porque estamos viendo los cambios entre lo que ofrecían hace dos años y lo que nos están pidiendo ahora. Y estamos viendo por dónde va el ya no tanto interés en que compremos sus promociones inacabadas, embargadas en su momento, sobre todo en determinados sitios donde, claro, donde más las necesitamos nosotros. Porque, claro, a ver, me pueden ofrecer viviendas en municipios donde yo no tengo ningún demandante y ninguna necesidad, pero donde la tengo, no me las pueden ofrecer al precio que me las están ofreciendo, porque la Administración pública no puede, ni debe, pagar eso. Y eso ya es una opinión muy particular y entraríamos en otro debate de cómo se han ido produciendo todos esos embargos por parte de las entidades bancarias y cuánto nos ha costado a los españoles esa situación y que muchos de ellos sigan con sus puertas abiertas, y ahora vamos a volver a hacer negocio con esas viviendas.

Esa es una situación complicada que estamos tratando de torear, pero en el caso de Lanzarote, a la vista de la complicación enorme que algunas islas están viviendo, nos hemos lanzado ya a pedir el suelo, y estamos haciendo el plan de edificabilidad. Y nuestra intención, que lo dirá el plan, es sacar aunque sea 400 viviendas, de las que podamos poner 200 en parque público para esas familias más vulnerables y 200 en promoción privada para lo que usted decía, para poder ofrecer esas viviendas con alquileres razonables, en promoción privada, explotadas por Visocan, con alquileres que desde luego no son alquiler vacacional.

Pero nos va a costar hacerlo todo, atender a uno y atender a otro, y vamos a ver cómo podemos. Porque si en los últimos años no se ha hecho nada, yo no voy ni a criticar ni a defender, pero hay un escenario económico del que no nos podemos ausentar. Nos quedamos sin convenios, nos quedamos sin dinero. ¿O los 26 millones de euros de la ley de crédito extraordinario que nos han tenido que dar para pagar deudas pendientes fueron porque es que no sabíamos a qué? Hipoteca Joven, hipoteca usada, promoción, construcciones sin pagar... Usted lo sabe, porque forma parte de esa comisión y sabe cuál era la deuda. Nosotros estamos tratando de pagar la deuda, de ponernos a cero y de empezar a correr, con un plan pactado, consensuado y a la vez ya intentando que en aquellos lugares en los que podemos disponer de suelo construir, porque, aunque pudiéramos tener dinero para comprar, y es una línea que explotaremos en la medida en que podamos, insisto, no vamos a comprar a cualquier precio y tendremos que plantearnos en algunos sitios, como en Lanzarote, construir, porque no vamos a tener otra opción.

Usted dice que cuando habla con esas personas no duerme. Yo llevo muchos años sin dormir, por vivienda y por otras muchas cosas, porque llevo muchos años en asuntos sociales escuchando esas situaciones, y son muchas cada día y durante mucho tiempo. Por muchos motivos, no solo por una cuestión de vivienda. Y yo le aseguro que no le preocupa a usted más que a mí o más que a los diputados de esta Cámara, porque estoy convencida de que para todos esto es un tema de máxima preocupación.

Pero venimos de diez años catastróficos en los que no sabíamos cómo íbamos a mantener abiertos los servicios públicos esenciales sin eliminar servicios y personal y no se ha podido, en el momento en el que esas viviendas estaban a un buen precio, no se ha podido acudir a la compra de esas promociones porque no había dinero para ello. Empezamos ahora a tener algo de margen.

Deme un voto de confianza y participe en la estrategia de vivienda cuando llegue el momento de que su grupo participe. Veamos en su moción todas las cosas que podemos apoyar, porque esta es una preocupación de todos, pero creo que, al margen de todo lo que podamos hacer y de más dinero que nos den, si no ponemos límites a los precios de las viviendas en determinados sitios y a determinadas condiciones de venta de los bancos de bienes hipotecados, sobre todo de bancos salvados con los impuestos de los españoles, difícilmente, difícilmente, Canarias o el Instituto Canario de la Vivienda va a poder hacer el milagro de resolver esta situación tan compleja.

En nuestras manos, desde luego, todo lo que está está claro y nuestra responsabilidad es clara, pero es ahora cuando empezamos a tener recursos para pagar lo que debemos y para empezar a trabajar y a proyectar promociones que iremos pagando en los próximos años y empezar a construir ya.

No tengo viviendas en los cajones, hay que construir. Compraremos lo que podamos, pero le digo que cada vez es más difícil, y en eso estamos con las entidades. Necesitamos también un apoyo legislativo que ponga topes...

(El señor vicepresidente primero, De la Hoz Fernández, ocupa un escaño en la sala).