Límites de Expresión Plástica
Obras participantes en la exposición
Límites de Expresión Plástica en Canarias

Acercarnos al límite, rebasarlo, transgredir las formas, los conceptos, el lenguaje, para encontrar tras ellos otras limitaciones transgredibles en un contagioso deseo de alterar los sentidos, la naturaleza de las causas, la razón de los efectos, los sistemas y sus sistemáticos objetivos, de alterar lo visible para convulsionar lo vivible y ya enfermos, marcados por la sed de ser nosotros mismos el único límite posible, caer en una austera adoración del instinto que es todo uno y de nosotros; de nuestras islas, que son los cuerpos que habita nuestro espíritu.

Carlos E. Pinto

Con el párrafo anterior abría Carlos E. Pinto el catálogo de la exposición Límites de Expresión Plástica en Canarias, inaugurada en abril de 1985 en el Colegio de Arquitectos de Santa Cruz de Tenerife, con motivo de la celebración del Año Internacional de la Juventud de Naciones Unidas y patrocinada por el Parlamento de Canarias y la Consejería de Cultura del Gobierno Autónomo. La obra que tienes ante ti participó en dicha exposición junto a la de otros ocho pintores, tres escultores y un músico (Juan Belda), con el apoyo teórico de seis críticos, encabezados por el ya referido Carlos E. Pinto.

Esta exposición se inserta dentro del contexto de reorganización institucional que tuvo lugar al inicio de la democracia y que alcanzó para Canarias su impulso más decisivo en la década de los ochenta del pasado siglo, una vez aprobado el Estatuto de Autonomía de la Comunidad (1982). En estos momentos, el establecimiento de una estructura en la que insertar la producción plástica de las islas y la asunción de una nueva imagen simbólica se convirtieron en las prioridades de las políticas culturales, mediante la creación de infraestructuras expositivas, la elaboración de un programa de exposiciones en el exterior y la concesión de becas y subvenciones a jóvenes artistas, críticos y galeristas.

La juventud era precisamente el común denominador de los participantes de Límites, así como su único compromiso con la ruptura y la puesta en jaque de los límites del concepto y del lenguaje, siendo el instinto (convenientemente puntualizado por la condición insular) su caballo de batalla. Con estas premisas los resultados no podían sino moverse dentro de una acusada estética expresionista, y de un compromiso creativo con la búsqueda y no con el acabamiento. Como bien supo puntualizar Carlos E. Pinto, y atendiendo a lo anterior, el encuentro de este grupo solo podía ser coyuntural y no llegó nunca a existir una Generación de los 80 (al menos no hubo una voluntad por parte de la crítica de generar un frente artístico con este nombre), como sí la hubo la década anterior (la denominada Generación de los 70), cuando el asociacionismo era más un movimiento social que estético.

Bajo la presidencia de Pedro Guerra Cabrera, el Parlamento de Canarias adquirió las siguientes obras participantes en la exposición, que pueden verse tanto en la Sede del mismo como en la Audiencia de Cuentas de Canarias sita en la confluencia de las calles Pérez Galdós y Suárez Guerra.



Pintura

  • Adrián Alemán. Observatorio. 1985

  • Manolo Cruz. San Francisco. 1985

  • Mirian Durango. Sin título. 1984

  • Javier Eloy. Sin título. 1985

  • Cristóbal Guerra. Sin título. 1985

  • José Herrera. Sin título. 1985

  • Luis Palmero. Mediodía en la pintura. 1985

  • Carlos Matallana. La fuente. 1985

  • Sergio Molina. Homo Sapiens. 1984

  • José Luis Pérez Navarro. Virgen de Candelaria. 1985


Escultura

  • Juan López Salvador. Sin título. 1985

  • Roberto Martinón. Sin título. 1985


Alejandra Villarmea López

Colaboradora de la Real Academia Canaria de Bellas Artes

Fuentes

VV.AA. Límites de Expresión Plástica en Canarias. Parlamento de Canarias. Islas Canarias, 1985

CASTRO MORALES, F., PERALTA SIERRA, Y. y QUESADA ACOSTA, A.M. Tradición y experimentación plástica. Dinámicas artísticas. 1939-2000. Historia Cultural del Arte en Canarias. Gobierno de Canarias. Islas Canarias, 2008