Declaración Institucional 50 aniversario del golpe de estado en Chile

12/sep/2023

El 11 de septiembre de 1973 es una fecha que está grabada en la memoria de todos los demócratas del mundo. Aquella mañana la cúpula militar chilena, liderada por el General Augusto Pinochet se rebeló contra el gobierno legítimo del presidente Salvador Allende, culminando el levantamiento con el asalto al Palacio de la Moneda, sede de la presidencia de Chile, y la muerte del presidente Allende quien se negó a entregarse y decidió dar su vida por la democracia y la libertad. Las icónicas imágenes del presidente Allende defendiendo el palacio de la Moneda, y la entrada de los militares en el edificio forman parte del ideario de todos los demócratas en todo el mundo como símbolo de la defensa de la libertad y como recordatorio de los frágil que pude llegar a ser la convivencia democrática. Al golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 le siguió una terrible vulneración de los derechos humanos mediante una represión cruel y sanguinaria que produjo miles de asesinados, desaparecidos y torturados. Uno de los ejemplos más dolorosos fue la detención, tortura y ejecución del cantautor Victor Jara, asesinado el 16 de septiembre de 1973, a penas unos días después del golpe en el Estadio de Chile que hoy lleva su nombre, centro improvisado de detención ilegal y tortura de miles de chilenos y chilenas. La tortura a la que fue sometido durante días fue terrible, le rompieron las manos y le obligaron a tocar la guitarra de ese modo mientras recibía las burlas de los torturadores. Su cuerpo fue encontrado con 56 fracturas óseas y 44 impactos de bala. Los paralelismos con el levantamiento militar en nuestro país en 1936 y el asesinato de Federico García Lorca son inevitables. Recientemente la justicia chilena, 50 años más tarde, ha dictado sentencia condenando a los autores de la detención, tortura y ejecución de Víctor Jara. La represión de la dictadura chilena fue tan sistemática, años después del golpe, que se persiguió y ejecutó a opositores al régimen de Pinochet incluso fuera de su territorio nacional, en lo que se denominó la operación Cóndor, cuyo máximo exponente fue el atentado en Estados Unidos que costó la vida a Orlando Letelier, exministro de Salvador Allende. En 1990 la democracia regresó a Chile, tras un plebiscito que abrió paso a la transición democrática hasta nuestros días. Los paralelismo históricos entre Chile y España son más que evidentes, así como los lazos estrechos de carácter histórico y cultural. Por eso, en el 50 aniversario del levantamiento militar contra el Presidente Salvador Allende, desde el Parlamento de Canarias queremos unirnos a esta efeméride, con un mensaje de confraternización con los chilenos y chilenas, y nuestro compromiso con los valores democráticos y de libertad que fueron conculcados hace cinco décadas, siendo conscientes de lo vulnerable que resulta la convivencia democrática y las amenazas de retroceso que se ciernen siempre sobre todos las democracias que tratan de consolidarse para garantizar un espacio de libertad y pluralidad, pero siendo consciente que éstas siempre se terminan abriendo paso, como dijo Salvador Allende en su última alocución radiofónica, siempre se abrirán para ellas las grandes alamedas.