Diario de Sesiones 15, de fecha 30/11/2011
Punto 8
· 8L/PPL-0004 Debate de toma en consideración. Proposición de Ley de los Grupos Parlamentarios Nacionalista Canario (CC-PNC-CCN) y Socialista Canario, de Modificación de la Ley 5/2002, de 3 de junio, del Consejo Consultivo de Canarias.
El señor presidente: Siguiente proposición de Ley, de los Grupos Parlamentarios Nacionalista Canario (CC-PNC-CCN) y Socialista Canario, de Modificación de la Ley 5/2002, de 3 de junio, del Consejo Consultivo de Canarias.
Para la defensa, ¿la van a compartir los grupos o...? ¿Señor Ruano? (Pausa.)
Sí, miren, señorías, siempre, en las proposiciones de ley, como les dije antes, hay que fijar la posición del Gobierno y normalmente habría que leerla, pero se les anuncia aquí y como la tienen en la documentación la pueden ver, salvo que alguien quiera que se lea. En este caso el Gobierno no tiene oposición a que se tramite la proposición de ley, en este caso.
Entonces para la defensa del proyecto de ley el señor Ruano, don José Miguel Ruano, del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario, y luego los demás grupos tendrán un tiempo de fijación de posiciones.
El señor Ruano León: Señor presidente. Señorías.
El fundamento de esta proposición de ley que hemos presentado conjuntamente los Grupos Parlamentarios Nacionalista Canario y Socialista Canario está expresado en su propia exposición de motivos. Durante muchos años, ya demasiados, las instituciones estatutarias, o de relevancia estatutaria, han visto aplazada la elección de sus titulares porque no ha habido acuerdo suficiente en este Parlamento para proceder a su sustitución. Es conocido por todas sus señorías cómo se han producido debates en esta Cámara, con el propio titular de la institución del Diputado del Común, que en el día de hoy hemos renovado, porque esta Cámara no era capaz de producir el relevo del titular de la institución. En este momento las otras dos instituciones de relevancia estatutaria, la del Consejo Consultivo, que motiva esta proposición de ley, y la de la Audiencia de Cuentas tienen superados en más de un mandato, en más de un mandato, la responsabilidad de sus actuales titulares. Por tanto, hay un incumplimiento flagrante de las previsiones de la ley en torno a la legitimidad que otorga justamente este Parlamento cuando designa a los titulares de una institución.
El propósito de esta proposición de ley -quiero dejarlo claro- no es entablar confrontación. Quiero que, en ese sentido, quienes hasta ayer compartían conmigo tareas de gobierno conozcan que nuestro propósito, el del Grupo Nacionalista Canario, y el del Grupo Socialista Canario, no es establecer confrontación sobre temas sobre los cuales es posible alcanzar acuerdos. Pero es posible alcanzar acuerdos desde la confianza, lealtad mutua, y es posible que lo hagamos sobre un régimen jurídico que es el común a la mayoría de las instituciones constitucionales, en el ámbito del Estado, o las estatutarias, en el ámbito de nuestra comunidad autónoma. Por tanto, quiero que estas palabras sirvan de precedente en orden al entendimiento correcto del texto que se presenta para su debate.
Creo que hay tiempo, oportunidad, condiciones, para retomar el diálogo interrumpido. No puedo compartir la ausencia de un grupo, que constituye el grupo -Grupo Popular-, uno de los grupos más importantes de este Parlamento, porque eso son prácticas extraparlamentarias o, si usted quiere, prácticas que se realizan o se han visto o se conocen en otros parlamentos por los grupos que representan a minorías, no voy a decir marginales, pero sí a minorías que no se corresponden con quienes tienen responsabilidades, han tenido responsabilidades de gobierno y pueden volver a tenerlas en cualquier momento cuando se produzcan condiciones políticas, cuando los ciudadanos les den la confianza, o incluso ahora que van nada menos que a tener la altísima responsabilidad de ejercer el Gobierno de España en estas dificilísimas condiciones políticas y económicas. Por tanto, en ese escenario, no puedo compartir, no compartimos en absoluto actitudes de ausencia cuando ustedes la negativa hacia un candidato o hacia un procedimiento lo pueden manifestar a través del voto negativo del que disponen, como todos, cuando queremos manifestar una posición contraria al asunto que se debate.
Por tanto, señorías, esta es una cuestión previa que creo que es fundamental para entender el alcance de la proposición de ley.
En el supuesto incluso de que tuviéramos un acuerdo absoluto en la renovación de todas las instituciones estatutarias o de relevancia estatutaria, de todas, en ese supuesto también esta proposición de ley es una proposición de ley necesaria. ¿Por qué? Señorías, porque nos equivocamos. El Parlamento puede, hizo una ley, la hizo modificando la ley del año 84, la Ley 5/2002, estableciendo un requisito para la elección de los miembros, en este caso del Consejo Consultivo, de dos terceras partes de la Cámara, que no se corresponde con la cualificación que se tiene en el ordenamiento jurídico constitucional respecto a las instituciones estatales o en el ordenamiento jurídico de esta comunidad, respecto al conjunto de las instituciones. La rigidez, que es una condición que se establece en la normativa vinculada a la necesidad de conservar, es decir, la Constitución, por ejemplo, tiene partes que son muy rígidas, partes que requieren dos tercios de las Cortes, y a su vez después derivan en un referéndum constitucional per se, pero hay otras partes que no tienen esa rigidez, y esas otras partes tienen solo un requisito de tres quintos de los miembros de las cámaras y después incluso no requieren un referéndum si no se alcanzan determinadas condiciones. Esto ha ocurrido muy recientemente con el artículo al que se referían en el debate anterior, el nuevo artículo 135 de la Constitución española. Por lo tanto, mayorías de tres quintos.
Para que se hagan una idea sus señorías, decirles que en ese marco de mayorías-minorías, el propio Estatuto para su reforma requiere la mayoría absoluta de este Parlamento, el Reglamento de la Cámara requiere la mayoría absoluta de este Parlamento, y lo que hacemos, cuando cualificamos la elección de determinadas personas, es intentar alcanzar un número suficiente de apoyos para que las instituciones realicen las funciones institucionales que tienen encomendadas, es decir, para mantenerlas alejadas del debate político en su contenido, en su forma, en el funcionamiento ordinario de la institución. Por eso es por lo que se pide una cualificación, y la cualificación ordinaria, la cualificación normal, es la de tres quintos. La cualificación es de tres quintos cuando en la Constitución española el artículo 159 de la Constitución requiere tres quintos para la elección de los miembros del Tribunal Constitucional. La Constitución requiere también tres quintos, en el artículo 122.3, para la elección del Consejo General del Poder Judicial. El artículo 2 de la Ley Orgánica del Defensor del Pueblo requiere tres quintos para la elección del Defensor del Pueblo. El artículo 30 de la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas requiere tres quintos para la elección de los miembros del Tribunal de Cuentas. Ni siquiera es equiparable el supuesto del Consejo de Estado, porque el Consejo de Estado es un órgano asesor del Gobierno que es elegido por el Gobierno de España. Por lo tanto, ni siquiera traemos ese ejemplo que es de menor rango en relación con el tema que debatimos hoy, como es el del Consejo Co nsultivo. Que realiza funciones dobles, funciones de asesoramiento al Gobierno, pero también funciones de asesoramiento a esta Cámara en relación con los proyectos legislativos.
Por tanto, señorías, lo que estamos haciendo es corregir un error derivado de una cualificación excesiva que bloquea el funcionamiento de una institución, en tanto no renueva, con la legitimidad democrática que da la Cámara, no renueva a los miembros de un órgano estatutario o de relevancia estatutaria.
Creo que, por tanto, incluso, aunque tuviéramos un acuerdo político máximo entre los cuatro grupos parlamentarios que componen esta Cámara, esta sería una proposición de ley necesaria. Y si alcanzamos ese acuerdo, esta ley la deberíamos traer, la deberíamos aprobar también, porque se acomoda al funcionamiento general de las instituciones estatutarias o de relevancia estatutaria.
No quiero marcharme de la tribuna... reiterando ese ofrecimiento. Hay condiciones políticas suficientes, pero tenemos una responsabilidad. Y les digo ahora lo que ahora sí pueden escuchar y dije en la Comisión de Gobernación, Justicia y Desarrollo Autonómico con motivo del debate mantenido en relación con la idoneidad o no del candidato al Diputado del Común. Dije entonces y repito ahora que requerimos acuerdos sobre personas, requerimos idoneidad y no cuotas. No se trata de que al Grupo Nacionalista Canario le correspondan tantos, al Grupo Popular le corresponden tantos, al Grupo Socialista tantos o al Grupo Mixto; se trata de que seamos capaces de que, estableciendo esa relación, porque tiene que ver con la proporcionalidad en la Cámara, estableciéndola por tanto, no renunciando a esa situación, podamos hablar de la idoneidad de las personas. De la idoneidad de las personas para cumplir la función estatutaria que el Estatuto otorga al Consejo Consultivo, que es el caso que debatimos, para la adecuación de los proyectos de ley a la normativa estatal y autonómica, la Constitución, a los parámetros de constitucionalidad estatal y autonómicos, o a la normativa reglamentaria o al propio control de algunos actos del Gobierno, como son los de la responsabilidad patrimonial y tantos otros que corresponden al Consejo Consultivo.
Se estableció en el 2002 un modo de funcionamiento de las secciones del Consejo Consultivo que propicia que la ingente tarea que ha producido la jurisprudencia del Tribunal Constitucional en relación a que el Consejo Consultivo informa la mayor parte de los actos de contenido reglamentario que emanan del Gobierno pueda hacerse de manera que sea operativo, funcionando en dos secciones de tres miembros y un presidente, que en caso de empate dirime ante el Pleno. Es un funcionamiento normal de una institución. Estamos, insisto, en condiciones de alcanzar acuerdos que respeten la proporcionalidad, pero que se haga sobre la idoneidad de las personas. Y para hablar de la idoneidad de las personas tenemos que saber cuáles son las personas.
Señorías, creo que la proposición de ley que hoy debatimos se corresponde con un marco necesario, adecuado a nuestro Estatuto de Autonomía. Y, por tanto, cualquiera que sea el alcance del acuerdo que podamos tener respecto del conjunto de las instituciones y su renovación es una proposición de ley necesaria, adecuada al marco constitucional en el funcionamiento de los órganos constitucionales y adecuada al marco estatutario en el funcionamiento de las instituciones de la comunidad canaria.
Señorías, por tanto, pido para ustedes el voto favorable a su toma en consideración.
Muchas gracias.
El señor presidente: Muchas gracias, don José Miguel Ruano.
Fijación de posiciones de los grupos. Grupo Parlamentario Mixto... (La señora Navarro de Paz solicita intervenir.)
Sí, dígame, doña María Australia.
La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Gracias, presidente.
A efectos de que se me aclare: si estamos ante una proposición de ley, no existe turno en contra.
El señor presidente: Doña María Australia, por favor.
La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Aclárelo.
El señor presidente: Acuerdo de la Junta de Portavoces de enero del 2008, que no se ha variado, donde usted estaba de portavoz del Grupo Parlamentario Popular, y ese es el acuerdo que hay.
Grupo Mixto, fijación de posiciones.
Y usted tendrá al final el turno de fijación de posiciones de su grupo.
¿Sí?
La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): ...(Sin micrófono.)
El señor presidente: Y se debatió igual, no hubo turno en contra. No hubo turno en contra: fijación de posiciones.
La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): ...(Sin micrófono.)
El señor presidente: Muchas gracias, doña María Australia.
Diez minutos, fijación de posiciones.
Ha habido turno de presentación... Cuando hay una proposición de ley, la presenta el grupo, igual que... Vamos, que tiene un trámite distinto que un proyecto de ley.
Don Román Rodríguez tiene la palabra, por el Grupo Mixto, para fijación de posiciones. Diez minutos.
El señor Rodríguez Rodríguez: Señorías, nosotros vamos a votar a favor de la toma en consideración porque, al margen de la coyuntura y las motivaciones, sí reconocemos que la mayoría reforzada que se precisa para designar a este órgano es exagerada, es desproporcionada. Y, por lo tanto, al margen de la coyuntura -insisto-, parece razonable que se equipare la mayoría reforzada a otras que ya sirven para designar otros órganos de la propia comunidad autónoma.
Pero hay que reconocer que lo que ha motivado este cambio es la coyuntura, son las circunstancias de que los dos grupos que apoyan al Gobierno generaron, en relación a los órganos de esta comunidad, un proceso negociador con el Grupo Parlamentario Popular que no fructificó. No cerraron un acuerdo y esto puso en evidencia que no se puede continuar una década sin sustituir a los órganos que se supone que están, entre otras cuestiones, para controlar lo que se hace en el Gobierno, lo que se hace en este propio Parlamento. Si este hecho no se hubiera dado, yo puedo llegar a dudar -no tengo por qué hacerlo- de que esta proposición de ley hubiera surgido como ha surgido. Ha surgido después de la ruptura de negociaciones entre los grupos que apoyan al Gobierno y el principal grupo de la Oposición, porque hay dos: uno grande y otro chico, pero dos. De manera que me parece que lo importante es que el texto de la ley o de la modificación de la ley es razonable, es proporcionado, es equiparable al resto de los órganos, a lo que pase a nivel de los órganos del Estado, a lo propio de otras comunidades. Por lo tanto, nada que objetar y nosotros estaremos en ello.
Lo que sí digo es que sería deseable, y me alegra el llamamiento del portavoz de los grupos que apoyan al Gobierno, que se incorporara al consenso de la designación de las personas que deben estar en estos órganos el Partido Popular. Me parece muy relevante, porque el Partido Popular -al portavoz de los grupos que apoyan al Gobierno le cuesta más, a mí me cuesta menos-, el Grupo Popular es el grupo con más apoyo electoral de esta Cámara. Es el principal grupo de esta Cámara, aunque tenga el mismo número de diputados que el Grupo Nacionalista, y parece poco razonable que en órganos que son de todos, que trascienden la coyuntura, que no están vinculados a la acción del Gobierno sino a la acción de esta institución, el Partido Popular no esté.
Yo sé, porque he seguido más o menos el debate, que pueden llegar tiempos mejores para el sosiego y la tranquilidad, pero a mí me parece razonable, oportuno y necesario que, al margen de la modificación de la ley que se puede hacer después de esta toma en consideración, el Partido Popular se pueda incorporar al consenso para elegir a las personas con el perfil profesional, con la solvencia pertinente, para desempeñar estas funciones, porque estas son las cosas que ayudan a acercar lo que hacemos a la ciudadanía. Por lo tanto, me gustaría que eso fuera así.
Aprovecho la circunstancia para decir que sería también deseable que esta diligencia, generar mayorías para desbloquear situaciones, se produjera en otro orden de cosas que al que les habla le preocupan de manera relevante, y es la necesidad de llegar a un acuerdo aquí para la dichosa reforma electoral. Sé que aprovecho la circunstancia, pero estoy hablando de una mayoría reforzada, en este caso no en una ley sino en nuestro Estatuto, absolutamente desproporcionada, injusta y poco democrática. Y el único resquicio que nos queda hasta tanto se modifique el Estatuto es que pusiéramos de acuerdo aquí al menos a dos tercios de la Cámara para producir esa modificación que a mí me parece, de todos los elementos en relación a la democracia, el más relevante que tiene pendiente esta comunidad. Una ley electoral que se adecue de verdad a las necesidades, a los tiempos, a la pluralidad, a la diversidad ideológica y política que se pueda dar en un país como el nuestro. Por lo tanto, sé que está aparentemente poco vinculado, pero también aprovecho para hacer un llamamiento para que en el siguiente periodo de sesiones, porque este lo tenemos bastante agotado ya con las tareas pendientes, entremos a debatir de verdad, los cuatro grupos parlamentarios, la necesidad de buscar un punto de encuentro que nos permita, hasta tanto se modifique el Estatuto, una modificación de nuestro sistema electoral a través de una ley de este Parlamento. Que en este caso sí los dos tercios son inevitables porque es mandato estatutario, que supongo que también en el nuevo Estatuto esto lo debiéramos rebajar.
Dicho eso, acabo reiterando el deseo de que esta modificación no solo esté vinculada a la necesidad de desbloquear este tema en este momento, sino que esta modificación no impida que se pueda llegar a un acuerdo entre todos los grupos de la Cámara para hacer posible que estos órganos tengan a las personas más adecuadas para desempeñar su función y que en el siguiente periodo de sesiones pudiera darse este espacio de encuentro, de consenso, entre todos los grupos. También el mío, cierto es que el nuestro es pequeño en número de diputados y, por lo tanto, la influencia que pueda tener en la toma de decisiones va a ser menor. Pero también aprovecho para decir que sería bueno que los grupos que soportan al Gobierno, que están absolutamente legitimados para decidir lo que consideren oportuno sobre la orientación y la acción del Gobierno, no confundan eso que es partidismo y que es legítimo, que es regla de cualquier parlamento, con los acuerdos institucionales, los acuerdos que trascienden al gobierno de turno, a las mayorías de turno. Y me refiero, porque ha habido dos desarrollos en este sentido, a la conformación de los otros órganos de este Parlamento, a las comisiones, donde nosotros, que seguramente no hubiésemos tenido mucha oportunidad de tener presencia, no fuimos ni siquiera citados a ese debate y estuvimos absolutamente excluidos de todos los órganos de las comisiones de este Parlamento. Y tampoco fuimos citados, hasta que no se rompió el consenso, para la sustitución de los órganos de este Parlamento. Digo esto sin ánimo de reprochar; lo digo porque creo que es lo positivo, lo inteligente, lo más democrático y lo que nos pudiera incluso facilitar otros consensos.
Por tanto, señorías, apoyaremos la toma en consideración. Estamos seguros de que la mayoría de este Parlamento no la va a utilizar como un rodillo frente a la Oposición. Al menos eso espero, lo ha dicho claramente el portavoz de los grupos que apoyan al Gobierno. Yo deseo que el Partido Popular se incorpore al consenso, porque sería una quiebra que no fuese así. En órganos de esta naturaleza es bueno que las sensibilidades estén representadas. Y espero que el espíritu que anima a esta reforma se extienda, se contagie a la necesidad de una de las reformas más importantes, más sentidas, en el terreno democrático, que es la reforma electoral, que nos permita un sistema más plural, más diverso, más democrático, porque creo que ese sí sería un avance sensible.
Muchísimas gracias.
El señor presidente: Muchas gracias, don Román Rodríguez.
Grupo Parlamentario Socialista Canario, señor Fajardo Palarea, tiene la palabra.
El señor Fajardo Palarea: Buenas tardes. Señorías.
En primer lugar, decir que, como ya ha explicado el señor Ruano, se propone en principio a través de esta iniciativa legislativa, presentada hoy para su toma en consideración, la modificación de los apartados 1 y 3 del artículo 4 de la Ley 5/2002, de 3 de junio, del Consejo Consultivo de Canarias. De tal suerte que, tras la modificación que se insta, la mayoría necesaria para elegir a aquellos cuatro, de los siete miembros que lo integran, a elegir por el Parlamento de Canarias pase a la mayoría necesaria de dos tercios a tres quintos. Volviendo así al quórum que fue primigeniamente el que se estableció para dicha elección en la Ley 4/84, de 6 de julio, primera que reguló el Consejo Consultivo de Canarias.
El motivo no es otro, lo ha explicado muy bien el señor Ruano, como es habitual, queda explicitado por él, y que, en definitiva, no es sino la constatación del fracaso de una fórmula que, lejos de conseguir lo que se proponía, mayor consenso, ha traído en la práctica el bloqueo del mecanismo de designación de los miembros que componen la institución. Hecho que nos compele, a través de esta propuesta, para desbloquear los nombramientos, normalizar democráticamente la renovación periódica de los miembros del Consejo Consultivo y homogeneizar -también habló el señor Ruano de esta cuestión- las mayorías exigibles de las distintas instituciones dependientes bien de la comunidad autónoma bien de este Parlamento.
Decía al principio de mi intervención que todo esto lo es en principio. Hoy -ya lo ha hecho el señor Ruano- desde la tribuna vuelvo a reiterar al Partido Popular y a proponer al Grupo Mixto, al Grupo Mixto, la búsqueda de mayor consenso, del mayor consenso posible, para que cuando se apruebe esta proposición de ley la misma tenga el respaldo del total del Parlamento con el contenido que hoy se somete a debate de toma de consideración y aquel otro, aquel otro del que podamos hablar durante el periodo de enmiendas. Estamos dispuestos a hablar de todo.
Esto no es nuevo. Aquí ya se intentó una modificación de la Ley del Consejo Consultivo, que regula el Consejo Consultivo, en el año 93. Una proposición de ley que presentó el Partido Socialista y que fue rechazada, donde se habló de proporcionalidad, donde se habló del número de miembros a integrar el Consejo Consultivo, donde se habló también del número de miembros que podía elegir el Gobierno y del número de miembros que podía elegir el Parlamento. Es cierto que se tardaron dos años después de la sentencia a la que se hace referencia en la exposición de motivos, sentencia de noviembre del 92, hasta el 2002, para reformar la ley del Consultivo. Es cierto también que durante este periodo se reformó, hubo una reforma del Estatuto de Autonomía. Pero que quede en el Diario de Sesiones la voluntad inequívoca del Grupo Socialista de llegar a ententes, de llegar a acuerdos, a acuerdos... (Ante un comentario que efectúa la señora Navarro de Paz desde su escaño.) Señora, es que usted con sus intervenciones, es que se desdice de la toma de acuerdos. Es que es difícil de poder llegar a consensos cuando se interrumpe en el uso de la palabra. Un poquito de educación, nada más.
Bien. Todo ello sin límites, sin prejuicios y con la única hoja de ruta de mejorar la calidad democrática de este Parlamento podemos hablar, como he dicho, de todos los temas que he mencionado.
Señorías, el grupo que represento, con el máximo respeto para el resto de fuerzas políticas que tienen cabida en este Parlamento, además tiene un plus de legitimidad. Tiene un plus de legitimidad para poder hablar de consenso, de modificación de esta ley y del sentido de la equidad a la hora de aplicar la proporcionalidad representativa obtenida para la designación de los miembros a elegir por este Parlamento en las distintas instituciones, porque después de más de cuatro años ha estado este grupo, desde el 2007 al 2011, que tenía 26 diputados, con una representación proporcional de 17 diputados. Tenemos ese plus de legitimidad. Todos tienen legitimidad, pero nosotros tenemos ese plus, y lo tienen que reconocer, lo tienen que reconocer todas las fuerzas políticas representadas en este Parlamento.
Hemos olvidado este salto en el tiempo, lo digo con sinceridad. Olvidado está. Debemos poner nuestro interés general por encima del interés partidista. Nos debe guiar la calidad democrática. No hemos buscado culpables ni los vamos a buscar. Todos hemos tenido parte de culpabilidad, pero, señorías, ya está bien de que este Parlamento pase más tiempo sin renovar los órganos. No se merece este Parlamento, no se merecen los ciudadanos de Canarias que esto esté pasando. ¿Qué imagen podemos dar si no nos damos, no llegamos a estos acuerdos para la renovación de estos órganos frente a la ciudadanía que nos está viendo para los grandes temas, que algunos de ellos ha esbozado el señor Rodríguez en su intervención?
Señorías, los consensos se intentan y se alcanzan o no, no siendo de recibo la no normalización democrática de las instituciones. Señorías, las negociaciones se llevan a cabo en tiempos prudenciales y no pueden servir de coartada para desplegar maniobras tendentes a bloquear lo que es el objeto de negociación, las cuotas a las que se refería el señor Ruano. Señorías, cualquier negociación versa siempre sobre un objeto, por lo que quien discute en una negociación es muy raro que a posteriori ponga en duda la propia existencia del objeto, porque si yo negocio, por ejemplo, la figura del Diputado del Común, su designación y los miembros que podrán acompañarlo en su equipo, lo raro es que, después de estar dos meses discutiendo, discutan la propia existencia del Diputado del Común. Eso solamente puede indicar dos cosas: o que no se intentaba llegar a acuerdos o que se estaba dilatando en el tiempo ese acuerdo.
Pero vuelvo a repetir: no nos merecemos esto. Nos merecemos que haya consenso en este tema. Les lanzo el guante. En el periodo de enmiendas podemos hablar de todo, podemos incluso sentar las bases para las reformas que haya que hacer para las otras instituciones. Y no me olvido del Grupo Mixto -a veces "el pequeño -dice la canción-, el pequeño ganó, o el chico ganó" al grande-, también es parte de esta institución y tiene el mismo derecho a participar en las negociaciones de renovación, y también porque mi partido no renuncia a esa reforma de la ley electoral canaria.
Miren, los que tengan curiosidad intelectual me gustaría que vieran los debates del año 93. Allí no intervinieron cuatro fuerzas, allí intervinieron muchas más fuerzas, y habría que ver lo que dijeron algunos. Bueno, es cierto que la trayectoria de determinados partidos, de determinadas personas... bueno, han ido madurando, han ido cambiando de posición. Léanse el Diario de Sesiones de este Parlamento, porque es muy curioso. Y también léanse el debate producido cuando se operó la modificación del año 2002.
Termino. Termino con una referencia al respeto de las minorías. Yo respeto a las minorías de este Parlamento. Mi grupo y el Grupo de Coalición Canaria, o el Grupo Nacionalista Canario, respeta las minorías de este Parlamento. Señorías, pero esta frase no es mía, no la acuño yo. El respeto de las minorías pasa primero por el elemental respeto de las mayorías.
Nada más. Muchas gracias.
El señor presidente: Muchas gracias.
Y para concluir el debate el turno de fijación de posiciones del Grupo Parlamentario Popular. Doña María Australia Navarro tiene la palabra.
La señora Navarro de Paz: Gracias, presidente. Señorías.
En el día de hoy estamos asistiendo a un asalto organizado de los Grupos Parlamentarios de Coalición Canaria y Socialista a las instituciones del Diputado del Común, de la Audiencia de Cuentas y del Consejo Consultivo. Un asalto, señor Ruano, sin precedentes en la historia autonómica, que margina, además, a la primera fuerza política y parlamentaria de Canarias: al Partido Popular. Un asalto institucional en toda regla, que desprecia el consenso, y nosotros entendemos que ese consenso es un criterio básico en la composición de unas instituciones que, por su naturaleza, poseen un papel arbitral y gozan de una presunción de independencia respecto al poder ejecutivo que ejerce el Gobierno. Un asalto, en definitiva, señorías, que rompe con una tradición de entendimiento y consenso de esta Cámara, imprescindible, al menos a juicio de nuestro grupo, para salvaguardar la legitimidad y la credibilidad de estas instituciones. Un asalto, señorías, que, por mucho que se empeñen los grupos de Coalición Canaria y el Partido Socialista, y que lo intenten además justificar, como ha hecho el señor Ruano, con argumentos pueriles, incluso creo que insultan hasta la inteligencia de los canarios, tiene una finalidad muy concreta, que no es otra que el control absoluto por parte del Gobierno de estas instituciones autonómicas, que con esta modificación legislativa dejarán de estar al servicio de los intereses generales de Canarias y de todos los canarios para estar al servicio y al dictado del Gobierno y de los dos grupos parlamentarios que lo apoyan.
Señorías, reducir la mayoría cualificada para la elección de los miembros del Consejo Consultivo de dos tercios a tres quintos... es curioso, ¿no? Vamos a ver, digamos las cosas claras, se pretende una modificación, que es la siguiente: una nueva mayoría, que coincide exactamente con la mayoría que ustedes, Coalición Canaria y el Partido Socialista, ostentan en la actualidad en esta Cámara. En pocas palabras, nos traen hoy aquí una modificación legislativa para adecuar la mayoría a exigir en la elección de los miembros del Consultivo a su propia mayoría, y para mí, para mi grupo, esto no es otra cosa que una burla del sistema democrático.
Señorías, todos ustedes, miembros de los grupos de Coalición Canaria y el Partido Socialista, ustedes son responsables de este ataque frontal contra nuestro sistema democrático y plural y la excusa que ustedes ponen hoy sobre la mesa -que, insisto, insulta a la inteligencia de los canarios, y además la traen recogida en la exposición de motivos de esta vergonzosa iniciativa- es que la mayoría cualificada, es decir, los 40 diputados que la ley establece, "en los últimos años -y leo literalmente- ha producido efectos no deseados, debido al bloqueo en la renovación de los miembros de la citada institución", y eso es falso, absolutamente falso. El bloqueo en la renovación de los órganos parlamentarios en los últimos años no se ha debido en ningún caso a esa mayoría de 40 diputados que ustedes pretenden ahora rebajar a 36. Con esta reducción a 36 diputados hubiera ocurrido, por ejemplo, lo mismo en la anterior legislatura, y eso lo saben ustedes perfectamente, aunque ahora prefieran, pues, mirar a otro lado. Y lo digo porque todavía resuenan en esta Cámara los ecos de las grandilocuentes manifestaciones de algunos dirigentes socialistas que hoy se sientan cómodamente en el Gobierno y que quedaron registradas en el Diario de Sesiones y en los medios de comunicación, que obran en las hemerotecas. Estos días más atrás he tenido la ocasión de revisar, señorías, las manifestaciones que sobre el particular hacía, insisto, hace tan solo unos meses el señor, por ejemplo, el señor Hernández Spínola, hoy consejero de Presidencia del Gobierno, cuando dramatizaba sobre la calidad democrática -¿recuerda?- en esta Cámara y calificaba -y leo literalmente- que la renovación de estos órganos sin el concurso del PSOE es un desprecio a los ciudadanos de Canarias. Lo decía, lo decía en aquel momento y está aquí recogido.
También en la primera reforma de la Ley del Consejo Consultivo de Canarias, que aprobamos todos por unanimidad, en la que se incrementó la mayoría cualificada, el entonces portavoz, el señor Julio Cruz, don Julio Cruz, que actuó en aquel momento, insisto, de portavoz, manifestó -que también está aquí el Diario de Sesiones-: "la composición del Consejo Consultivo debe reflejar la representación de las distintas fuerzas políticas con representación en este Parlamento, como traslación -decía literalmente-, como traslación de la representación social". Pero, vamos, todavía decía más: "debemos excluir de las tensiones políticas al Consejo Consultivo de Canarias, y este es nuestro objetivo, y por eso, y desde esta perspectiva, es bueno que abordemos la reforma -que en aquel momento se trataba- desde el consenso". Pero encima, en la misma sesión parlamentaria, el entonces portavoz de Coalición Canaria, el señor don Miguel González, decía también -y aquí también está el Diario de Sesiones-: "en cuanto a la llamada del consenso, yo creo que es la mejor muestra del deseo de consenso"... ¿Cuál es?: pues que hemos elevado los porcentajes de elección. Es decir, decía el señor González claramente, cuando hemos pasado a los dos tercios desde los tres quintos, porque, insisto, decía, es mucho más difícil conseguir los dos tercios que los tres quintos. Luego, la actitud de consenso, insisto, seguía diciendo, no solo se ha manifestado en la confección de un texto, sino en la manera y en la forma en que este texto ha quedado reflejado.
Señorías, está claro que para algunos las palabras se las lleva el viento y que sus principios están subordinados a sus propios intereses partidistas. ¿Tanto ha cambiado, señorías del Partido Socialista y Coalición Canaria, que donde antes pregonaban el consenso ahora practican el rodillo?, ¿tanto ha cambiado?
Y además para modificar una ley que hace nueve años se modificó ya con el consenso de todos los grupos parlamentarios, con su apoyo unánime ante esta Cámara y con un dictamen -que hay que recordarlo también- del propio Consejo Consultivo -que aquí está también-, de fecha 24 de abril de 2002, Dictamen 50/2002. Que textualmente decía ese dictamen que querían resaltar la relevancia que tiene el hecho del ejercicio de la iniciativa legislativa conjunta por todos los grupos parlamentarios, constituyendo dicha iniciativa -recoge ese informe-, consensuada, la expresión más genuina del respeto a la exigencia estatutaria de imparcialidad e independencia del órgano, en beneficio de la obligada e indispensable neutralidad que han de tener todas las actuaciones del Consejo.
Es evidente, señorías -y hay que decirlo claro-, no existe ninguna justificación objetiva para esta modificación legal. Ustedes, socialistas y Coalición Canaria, y señores de Coalición Canaria, entienden... -y lo digo con el máximo respeto, pero es como lo siente mi grupo-, están cometiendo un fraude ético y político, porque solo así se puede calificar el que hoy promuevan la reducción de una mayoría cualificada cuando en el 2002 hicimos justamente lo contrario, con el consenso de todos, por unanimidad y con el dictamen favorable del Consejo Consultivo.
Y, señor Ruano, con nuestro grupo -y ya he oído al portavoz del Grupo Mixto- tampoco se contó ni siquiera para hablar de una posible modificación relativa a la que hoy estamos tratando aquí.
En definitiva, nada sustancial ha cambiado desde entonces y nada justifica, desde el entender de nuestro grupo, esta modificación legal. Hoy ustedes pretenden cambiar esta ley sin más motivo objetivo que la defensa de sus propios intereses partidistas, sin consenso, sin el mínimo respeto a las reglas del juego y sin garantizar la independencia y la pluralidad democrática del Consejo Consultivo de Canarias. Un órgano que, no hay que olvidar, sirve a los intereses generales y que no puede estar nunca supeditado al interés de los grupos parlamentarios que hoy apoyan al Gobierno: Coalición Canaria y el Partido Socialista.
Muchas gracias.
(El señor Ruano León solicita la palabra.)
El señor presidente: Dígame, don José Miguel Ruano.
El señor Ruano León (Desde su escaño): Señor presidente, le pido la palabra por el artículo 82.1 del Reglamento en relación con determinadas expresiones que tienen que ver con la conducta emotiva de la propia proposición de ley. No voy a entrar en el contenido sino sobre expresiones como "asalto, conducta desviada, fraude ético, falsedad...". Estas son las palabras utilizadas por la portavoz en la fijación de su posición.
El señor presidente: No. El debate, evidentemente en los términos políticos que hay cada uno ha expresado su opinión, señor Ruano, de verdad, está concluido. No veo motivos. Hicieron también alusiones al Gobierno, al señor Hernández Spínola, pero quedan dentro del marco de lo que es el debate. Los argumentos usted los defendió, bueno, a criterio yo creo que de la Cámara muy bien, desde luego a criterio mío muy bien y no hay motivo para reabrir un debate, de verdad.
Muchas gracias.