Diario de Sesiones 24, de fecha 15/2/2012
Punto 6

· 8L/M-0007 Moción del Grupo Parlamentario Popular, consecuencia de la interpelación del Grupo Parlamentario Popular, sobre reducción de empresas, fundaciones y organizaciones públicas, dirigida al señor presidente del Gobierno (I-3).

El señor vicepresidente segundo (Fernández González): Vamos a proceder, yo creo que es la una y media todavía, con la moción que viene ahora a continuación, de iniciativa del Grupo Popular, consecuencia de la interpelación.

Don Miguel Jorge tiene la palabra. Diez minutos.

El señor Jorge Blanco: Gracias, señor presidente.

Quiero, en primer lugar, recordar que esta es una moción consecuencia de una interpelación debatida por la señora Del Rosario, de nuestro grupo parlamentario, que por las circunstancias que todos conocen no ha podido estar hoy tampoco con nosotros. Por tanto, quiero reconocer públicamente que el mérito de todo el trabajo es el mérito de ella y no el mío. Me corresponde, en cualquier caso, defenderla en nombre del Grupo Parlamentario Popular, porque así la portavoz lo decidió.

Esta moción, consecuencia de la interpelación, es desde mi punto de vista, en relación con la necesidad de reducir el sector público empresarial, es un mal endémico que afecta, señorías, a todas las administraciones públicas de España.

¿Cuáles son las causas de este fenómeno? ¿Por qué se produce o se ha producido esta circunstancia? Sin duda debe ser un objeto de profunda reflexión y de análisis de por qué en toda España se ha producido un crecimiento desmesurado de una Administración pública paralela a la Administración pública oficial. Una obsesión que las distintas comunidades autónomas han convertido en una norma de habitual comportamiento.

¿Y cuáles son esas razones a mi juicio? Quizás por un mejor funcionamiento de la Administración pública a través de órganos ajenos a las intervenciones previas de fiscalización o quizás son producto de reflexiones basadas en la falaz búsqueda de la afirmación autoidentitaria de cada uno de los trozos de España, cuantos más entes públicos nuestros, más propios de la filosofía del "mi, me, conmigo" que de la necesidad real para resolver problemas. Seremos a lo mejor más vascos, seremos más catalanes o seremos más canarios, ¿no?, y siempre además poniéndolo en superposición o en contraposición, mejor dicho, a lo que significa lo español. Y hoy se ha demostrado eso como un error y hoy eso nos está pasando factura, porque si se crearon para salvar la ineficacia propia de la Administración oficial, lo que se debiera haber hecho es reformar la Administración oficial y no acudir por la puerta de atrás o con atajos para resolver algunas cuestiones o gestionar algunas competencias. Porque estas entidades, y esta es la verdad, no dejan de ser públicas también, por más que se muevan en el Derecho privado, y por ósmosis -y ustedes lo saben bien- normalmente vienen a absorber la ineficacia propia del ente matriz, que es la propia Administración pública.

Y porque la creación de estos entes paralelos no ha supuesto la disminución de una Administración pública oficial; antes al contrario, la Administración pública ha seguido creciendo y ampliándose de medios humanos y de competencias, confundiéndose a veces el papel incluso de esa Administración con el ente público o el organismo público creado.

Y tan grave como lo anterior es que ha supuesto un aumento asombroso del déficit público y de la deuda pública en España, tan de moda hoy en día. Y cuando había dinero en caja para pagarla todo el mundo se callaba y ahora que no lo hay es cuando llegan los problemas.

Señorías, no he querido a propósito introducir el debate partidista en este tema, porque todos hemos sido culpables. Cierto es que hay unos más culpables que otros y más cierto aún es que las comunidades autónomas gobernadas por los nacionalistas han sido las campeonas, fundamentalmente por esa afirmación identitaria de la que antes hablaba, pero he de reconocer que todos han participado en esta fiesta en mayor o menor medida.

La diferencia entre opciones políticas viene en el diferente camino entre unos y otros para poner coto y solución a este desmadre. Mientras algunas comunidades autónomas lo hacen tímidamente anunciando pequeños recortes, como, por ejemplo, el del 6,2%, caso de la comunidad canaria, otras como Castilla-La Mancha anuncian recortes del 55,8; Baleares, del 52,8; Murcia, del 47,3 o Galicia, del 28,8. Todas ellas, por cierto, comunidades gobernadas por el Partido Popular.

Señorías, y quiero además incluir o incidir en otro aspecto que me parece tanto o más preocupante que el que he mencionado hasta ahora. ¿Se crea el sector público empresarial en Canarias, y en otras comunidades también, para incidir en el juego del mercado?, ¿se crea para hacer competencia desleal a la iniciativa privada? (Se reincorpora a su lugar en la Mesa el señor presidente.) Evidentemente la respuesta es no o, mejor dicho, debe ser no, porque no debiera ser así. Los entes empresariales y organismos públicos deben crearse, y solo en casos muy justificados, para mantener y ayudar a gestionar los servicios públicos esenciales de todos los canarios. Solo para eso, señorías. Y he de decir, en opinión nuestra, en opinión del Grupo Parlamentario Popular, que eso no se está cumpliendo. Lo que se produce en Canarias hoy es que con dinero público, pagado con impuestos de todos, hay determinadas empresas públicas que compiten deslealmente con el sector privado. Incido: compiten deslealmente con el sector privado, y eso hoy en el mundo solo pasa en la Cuba de Raúl Castro, en la Venezuela de Hugo Chávez y, permítanme la expresión, en la Canarias de Paulino Rivero. ¿Qué hace Gesplan funcionando como consultoría de ingeniería o de arquitectura, destruyendo un tejido empresarial y profesional en Canarias que con gran arraigo ha aportado innovación y tecnología a nuestra tierra? ¿Qué hace Gesplan compitiendo con pequeñas empresas constructoras canarias, haciendo pequeñas obritas y servicios aquí y allí, en todos los rincones de Canarias, cuando eso lo tienen que hacer las empresas constructoras canarias? ¿Está haciendo Grafcan competencia desleal a empresas radicadas en Canarias especializadas en vuelos cartográficos? Sí, señorías, hay competencia desleal contraviniendo hasta los principios propios de la Unión Europea.

Decía el señor consejero de Hacienda en su intervención el otro día -bueno, no, hace unos meses ya, en esta interpelación- que "Grafcan -y leo textualmente-, Grafcan es una empresa puntera en el ámbito de España. Es tan puntera que incluso sale al exterior, que tiene contratos y ejecuciones en México y en Cabo Verde". Y esa, desde mi punto de vista, es una afirmación perversa, señorías. ¿No puede pensar el señor consejero que a lo mejor Grafcan le quitó el contrato ese del que hablaba a una empresa canaria en Cabo Verde, una empresa que crea riqueza y empleo en Canarias y que le hubiera ido mejor si hubiera tenido ese contrato en Cabo Verde? ¿Una empresa que debería haber visto a la Administración canaria como aquella que le ayuda a abrirse camino en Cabo Verde y que ha visto todo lo contrario, unos gobernantes que se enorgullecen por haberle quitado el contrato que probablemente a él le hubiera salvado el año?

Ese no es nuestro modelo, señorías, no es el modelo del Partido Popular. Podrá ser el modelo del Partido Socialista, de ATI, de Coalición Canaria, el modelo del Gobierno canario, pero desde luego no es el del Partido Popular y, si pudiéramos, tengan la seguridad de que lo cambiaríamos. Este es el método perverso de que con fondos públicos se destruye en Canarias tejido empresarial privado.

¿Y qué decir de otras empresas públicas que existen en Canarias y que evidentemente por falta de tiempo no me he podido referir?

Termino, señor presidente, termino, señorías, hay dos cuestiones en el texto de la moción que me gustaría reformular. Una es el apartado de los Puertos Canarios y el reconocimiento por nuestra parte de que su constitución, primero, es una obligación legal y, por tanto, hay que cumplirla; y, en segundo lugar, es el reconocimiento de la participación de los cabildos, que, como ustedes saben, tienen también competencias, de acuerdo con la Ley de Cabildos, en puertos de refugio y en puertos deportivos. Una competencia que viene a resultar muy gravosa en su gestión para determinados cabildos insulares y que parece lógico que, desde el punto de vista de la racionalización del sistema, es apropiado unirlos a todos, los de interés general de la comunidad autónoma y los de interés insular de cada uno de los cabildos, en un ente único que encima permite la participación de la actividad privada. Por eso digo que me gustaría reformularla y suprimirla del texto de la moción. Pero, eso sí, desaparición inmediata de la estructura orgánica de la comunidad autónoma de la Dirección General de Puertos.

Y, en segundo lugar -y con esto termino, señorías, si la voz me lo permite-, al estar ya aprobados los Presupuestos, no tiene sentido mantener una frase en el segundo punto del texto de la moción. Por tanto, suprimir esa parte de ese texto y dejar el tema como está.

Y ya termino como empecé, deseándole a nuestra compañera Aurora del Rosario que se reincorpore pronto a sus trabajos en esta Cámara, que todos la echamos de menos.

Gracias, señor presidente.

El señor presidente: Muchas gracias, don Miguel.

Hay una enmienda del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario. Don José Miguel Ruano.

El señor Ruano León: Muchas gracias, señor presidente. Señorías.

Señor Jorge, con dignidad ha representado usted a su grupo en una moción ciertamente insustancial, débil y con falta de fundamento. Lamento no haberle hecho estas observaciones a quien presumo que ha sido la autora material, que no se encuentra aquí por razones personales y a la cual también manifiesto nuestro más sentido pésame en nombre del grupo parlamentario.

Pero, mire, vamos a intentar hablar del sector público y también vamos a hablar de lo que decía respecto a la competencia con el sector privado, incluso de las referencias partidarias que hacía usted en su intervención. En este asunto hay que seguir siempre la misma línea. Quiero decir, uno debe ser coherente con lo que ha hecho cuando está aquí o cuando está allá, y no es ningún reparo, porque yo he formado parte de algún gobierno en el cual compartí asiento con muchos de sus compañeros y, entre otros, con el que hoy es ministro de Industria, Energía y Comercio. Y en ese plano, la política que seguimos entonces y que ha continuado desarrollando el Gobierno actual en materia de reestructuración del sector público empresarial es una política que va a dar resultados.

Y yo creo que lo más importante, incluso refiriéndome a la interpelación que en su momento se sustanció en este Pleno, es lo que se dice en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de enero de este año, de 17 de enero de este año, que incorpora la frase siguiente: "el objetivo que se persigue...". Bueno, leo el acuerdo: "es por el que se adoptan compromisos en materia de reordenación y racionalización del sector público instrumental autonómico y de control, eficiencia y reducción del gasto público gestionado por el mismo". Dice, entre otros, en su parte expositiva, que motiva el acuerdo: "el objetivo que se persigue es disciplinar la actividad de las administraciones públicas, sin menoscabo de la calidad de los servicios públicos que prestan, de manera que, junto con el eje principal de medidas de reducción de la dimensión del sector público autonómico, se promueva la adopción de otras dirigidas a controlar su actividad y racionalizar su organización". Y hemos estamos hablando en esta Cámara en muchas ocasiones, y lo ha hecho el señor Hernández Spínola en nombre del Gobierno, el señor consejero de Presidencia en nombre del Gobierno, en relación con, digamos, la Administración sustantiva; y lo ha hecho el consejero de Economía, Hacienda y Seguridad, en la materia que se refiere al sector público empresarial.

Por tanto, primera cuestión, está mal planteado, mal redactado mezclar entes de naturaleza administrativa, como se hace en la moción, con sector público empresarial; es decir, eso es una mezcla indebida desde el punto de vista de que... Por ejemplo, usted mismo, personalmente, presentó alguna iniciativa, una moción sobre reducción de la Administración, en la cual podía haber hablado, por ejemplo, de la Dirección General de Puertos y de otros organismos, como, por ejemplo, habla del ICAP, la fusión del ICAP con la Escuela de Servicios Sanitarios y Sociales... Es decir, no se puede hacer ese planteamiento, porque es que esto no se puede votar. Si votáramos eso, estaríamos votando un disparate y, por tanto, no es coherente en el planteamiento que ustedes hacen. Pero no voy a hacer, no quiero hacer ahora en eso especial hincapié. Lo que sí quiero decir es que hay que mantener una línea.

Mire, siendo el objetivo del Consejo de Política Fiscal y Financiera, lo que no va a hacer, lo que no vamos a hacer en ese plano, es decir, que no estamos haciendo, que el Gobierno no está haciendo y que nosotros como parlamentarios, el papel que nos corresponde de control de esa actividad del Gobierno... y es que lo importante es que esa Administración, que usted llama paralela, sirva a los objetivos. Es decir, ¿qué hacemos con el servicio de emergencias, que representa el 112? O lo articulamos a través de una empresa, que es como lo tenemos hecho, o lo hará la Administración de forma directa. De una u otra manera ese servicio tiene que funcionar 24 horas al día, y tiene dos salas; y, a su vez, hay todo un dispositivo de personal sanitario que atiende el Servicio de Urgencias Canario y que está contratado por una empresa pública. Es decir, al final lo importante son los servicios públicos. Y en esa medida lo que tiene que hacer el Gobierno y lo que se ha propuesto hacer el Gobierno es racionalizar el sector público en relación con aquella parte del sector público que no cumple las finalidades públicas por el que fue creado y, en segundo lugar, que esté equilibrado desde el punto de vista económico, que no sean espacios de opacidad. Que es verdad, que es verdad, en algún momento se ha planteado por parte de algunas empresas públicas o algunos gerentes de empresas públicas, y a la tarea de descubrir o levantar el velo a esa opacidad se ha empeñado el Gobierno en relación con un conjunto de medidas. Que además -esta moción, como sabe, fue aplazada por la razón que usted indicaba-, que además, digo, el Gobierno aprobó el pasado viernes un acuerdo que ha de cumplirse y que va muy en la línea de la enmienda que nosotros hemos planteado, naturalmente directamente a suprimir determinadas empresas públicas muy concretas ya, otras que están vinculadas, concretamente Saturno, por la disolución judicial del Proyecto Monumental de Tindaya, que sabe que tiene dos socios: la comunidad autónoma y un señor particular por todos conocido. Y lo que quiero decir es que tenemos que plantearnos siempre las cosas en términos de racionalización.

Mire, voy a referirme a una cuestión que es muy importante en la interpelación y que tiene que ver con la propuesta o las propuestas que se han dicho aquí. Mire, se ha exhibido, no lo ha hecho usted hoy pero se exhibió en la interpelación precedente, hubo una especie de plan, se pretendía que fuera un plan, por la señora portavoz de su grupo en aquel momento, mire, como si aquello hubiera sido realmente una propuesta del entonces vicepresidente y consejero, señor Soria, y le voy a decir: aquello nunca existió, nunca existió. ¿Por qué? Porque normalmente, normalmente, en estos asuntos el señor Soria y yo hacíamos las cosas de forma conjunta, entre otras cosas porque la propuesta en esos asuntos al Gobierno es conjunta, y aquella propuesta era un bodrio y se ha exhibido por parte del Grupo Popular como si aquello fuera realmente una propuesta. ¿Y sabe por qué era un bodrio? Porque venía, venía de la mano de la consejera insular, entonces viceconsejera de Hacienda, la señora Rosa Rodríguez, que ve el mundo en blanco y negro, y el mundo tiene colores, tiene matices, tiene cosas que se pueden hacer desde el punto de vista político en relación a los fines públicos que tiene el sector público empresarial. Por tanto, en ese sentido, en ese sentido, señor Jorge, comentarle que lo importante es hacer propuestas serias de control del gasto público y saber si ese sector público empresarial cumple los fines.

Le voy a decir otra cosa. No se debe hacer, no debe hacer una organización pública, ni el Gobierno ni mucho menos el Parlamento, una determinación concreta de "disuélvase esto". ¿Sabe por qué? Porque cuando usted lo dice y lo acuerda cuesta la mitad. ¿Y a quién se la vamos a vender? O sea, si usted dice "esto hay que disolverlo", y lo fuerza desde el punto de vista público, usted ha hecho que el valor de las acciones caiga. Y nosotros tenemos una responsabilidad; si queremos enajenar parte de ese sector público o disolverlo, tenemos que hacerlo en condiciones de rentabilidad, rentabilidad económica, que al final es rentabilidad social porque son fondos públicos. Por tanto, es una temeridad, algo insustancial, hacer una propuesta como la moción que ustedes nos señalan.

Mire, en una política seria esa propuesta, que está copiada, es que la moción lo que hace es copiar el plan de doña Rosa Rodríguez, que eso no se lo traga nadie. No se lo tragó el señor Soria, claro, el primero, no se lo podía tragar. Por tanto, tengan cuidado cuando invocan el pasado, porque algunos también hemos participado de ese pasado y lo conocemos bien.

Por tanto, en este plano juguemos a la responsabilidad actual. Ustedes son hoy la Oposición en el Parlamento de Canarias, nosotros estamos en el Gobierno, en otra alianza política, necesaria para obtener la mayoría política, y lo que quiero decirle es que seamos coherentes con las propuestas que trasladamos a la ciudadanía. Y en eso vamos, nosotros vamos, en eso nosotros vamos a concurrir también con el Partido Popular cuando encontremos propuestas serias sobre la mesa.

Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, don José Miguel Ruano.

Sí, don Miguel Jorge, a efectos de intervenir sobre la enmienda. ¿Lo va a hacer desde el escaño? Muy bien, pulse ahí.

El señor Jorge Blanco (Desde su escaño): Gracias, señor presidente.

Mire, el Partido Popular no va a admitir la enmienda, porque, en definitiva, la enmienda no refleja para nada cuál es el espíritu. No solo el espíritu sino el contenido de los distintos puntos del acuerdo o del texto nuestro de la moción.

Tengo que hacerle alguna serie de consideraciones. En primer lugar, no se refiere usted para nada a algo que es muy preocupante, que yo dije en la tribuna, y es al hecho de cuál es el papel de la empresa pública canaria en el mercado canario, en el mercado español; en definitiva, en el juego que hacen haciendo esa competencia desleal, que antes refería, a las empresas privadas. Y creo que eso es clave también para redefinir el funcionamiento del empresariado público canario, ¿no? Porque, de verdad, me parece gravísimo que eso se pueda producir.

En segundo lugar, el plan de reducción de entidades públicas, organismos, en fin, etcétera, al que usted se refiere como bodrio, fue un plan elaborado por la Consejería de Hacienda, de la que formaba parte el Gobierno de Coalición Canaria. ¿Qué pasa?: que el señor presidente del Gobierno en aquella época estaba en otro minuto, ¿no? Para él todo lo que ahora, de manera tímida, está iniciando el Gobierno de Canarias en aquel momento eran ocurrencias, sugerencias divertidas, en fin, algo como muy gracioso. Pero lo que el señor Soria, siendo consejero de Hacienda, predijo o propuso ante ese Consejo de Gobierno se está cumpliendo minuto a minuto, por las dificultades financieras que tiene nuestro país con la Unión Europea, a las que se suma, lógicamente, todo el déficit de las comunidades autónomas. Se está cumpliendo en estos momentos. Si se hubiera hecho el trabajo cuando se tenía que haber hecho, probablemente hoy no estaríamos hablando de este tipo de cosas en este Parlamento de Canarias.

Mire, es una pena que Rosa Rodríguez no esté aquí para, en fin, defenderse de las cosas que usted le ha dicho en la tribuna, pero, bueno, no se preocupe, que yo se las traslado, se las trasladaré para que tenga un debate abierto y, en fin, sincero y correcto con el señor presidente del Grupo Parlamentario de Coalición Canaria. Pero, en fin, la señora consejera, viceconsejera de Hacienda en aquel momento, elaboró un programa, mandatado por el propio Gobierno de Canarias, para reducir ese tipo de empresas públicas y de organismos autónomos, que, insisto, lamentablemente no se tuvo en cuenta.

La propuesta del Partido Popular es una propuesta más ambiciosa, señor Ruano, que la que propone el Gobierno de Canarias y, por tanto, en síntesis, nosotros no vamos a aceptar esta enmienda. Sí rogaría que los grupos parlamentarios...; según me informan los servicios de la Cámara es necesario la unanimidad para suprimir algunas cuestiones del texto de la moción a las que yo me refería en la tribuna, y, en fin, y si es posible, pues, que se supriman y después se vote el resto del texto de la moción.

Gracias.

El señor presidente: Sí, muchas gracias, señor Jorge.

Por los grupos no proponentes. Grupo Parlamentario Mixto, don Román Rodríguez.

El señor Rodríguez Rodríguez: Señorías, este es un debate que yo no voy a rehuir nunca aunque no me guste, porque me parece demagógico, simplificador, demonizador de lo público y arma arrojadiza de la que no se libra casi nadie. Tampoco el Partido Popular, tampoco el Partido Popular, y me voy a remitir a datos incontestables.

Veamos la estructura del déficit o de la aportación del déficit público de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos. ¿Saben qué marca política se lleva el gato al agua?: el Partido Popular. ¡La mitad, la mitad de la deuda de los ayuntamientos de España la tienen Madrid y Valencia, gobernados por el PP desde hace una década y media! Y esto es así. De los 31.000 millones que deben los ayuntamientos, Madrid y Valencia tienen la mitad de la deuda. Pero si ponemos las comunidades autónomas que tienen el mayor déficit en relación al peso específico de su demografía, es Valencia.

¡No hagan ustedes demagogia, no jueguen con las cosas de comer! A mí es un tema que me enerva. Me saca de quicio la demagogia, la simplificación, la mentira, la demonización de lo público. Y además, les digo más: esto no lo hacen ustedes cuando gobiernan. Aplíquenselo en Gran Canaria. ¡No se lo va a decir usted a doña Rosa, se lo he dicho yo ya! En Gran Canaria ustedes tienen 56 personas liberadas, 56 personas liberadas. Aplíquense el cuento cuando gobiernan, porque no es verdad. ¡No se puede hacer demagogia con estas cuestiones!

Miren, nosotros no vamos a votar ni la propuesta de ustedes ni la del Gobierno, porque el Gobierno tiene que gobernar y hacer lo que le corresponde, y ser eficiente y aceptar las reglas. En algunas de ellas yo me rebelaría contra ellas, pero las acepto. Y, por lo tanto, es el Gobierno quien tiene que decidir qué empresas sí, qué empresas no, qué entes públicos continúan y cuáles no, y los ciudadanos le juzgarán en función del gobierno que haga de las cosas.

Y por supuesto a esa simplificación demagógica sobre lo público que hacen ustedes yo me opongo y me rebelo, porque, miren ustedes, a lo que estamos asistiendo es a trasladar a la ciudadanía un falso debate porque interesa para satisfacer intereses políticos cortoplacistas. Los problemas, los problemas de la economía española, los problemas de la economía española no están lastrados por el peso del sector público. Aunque este tenga que mejorar en su eficiencia, no están lastrados por el sector público. Si ustedes estudiaran un poco, cosa que no hacen, comparan a este país en gasto absoluto y, por supuesto, relativo, y se encontrarían con más de una sorpresa. Y si no lo debatimos aquí. Yo tengo poca cuota para venir a este Parlamento y aprovecho las de ustedes, como saben bien, pero no se pueden hacer afirmaciones gratuitas sin sustentarse en datos, porque se convierte en demagogia, en trasladar a la ciudadanía impresiones equívocas del papel del sector público. El sector público es fundamental para prestar servicios, garantizar derechos, libertades, etcétera, y lo que se está comprometiendo aquí con este discurso irresponsable son estas cuestiones. Cuando la ley que prorroga, el real decreto-ley ya convalidado, el presupuesto estatal y reduce la tasa de reposición -lo dije en esta tribuna- al 10% para los servicios esenciales se ha cargado de un plumazo 110.000 puestos de trabajo en el sector público español, que son médicos y médicas, enseñantes, policías, jueces y fiscales, porque ahí está el 85% de la estructura del sector público. Y yo sé que ustedes dicen eso porque toca decirlo, pero no lo hacen donde gobiernan; no lo hacen en Madrid, no lo hacen en Valencia, no lo hacen en Gran Canaria, no lo han hecho durante todas estas décadas, porque ustedes han despilfarrado igual que todos.

Y, mire, poca autoridad moral -yo no soy de los que creen en esto de "tú más que yo"-, pocas enseñanzas el Partido Popular a quien les habla y a la gente que comparte este proyecto político, poca, porque para austeridad, si quiere lo comparamos, los ayuntamientos que gobierna mi partido. Cuando usted quiera comparamos si ha habido austeridad, no ahora, ¡siempre!, ¡defensa del interés general!

Por eso yo no puedo aceptar esta lógica, esta dinámica, este discurso simplificado y demagógico que lo que hace es echar tierra sobre un sector clave de los intereses generales, que es el sector público. Que debe funcionar con eficiencia, el Gobierno tiene que liquidar las empresas que no son útiles, pero tiene que mantener los servicios básicos a la ciudadanía, tiene que mantener los derechos y libertades, y el garante es el aparato del Estado, con todas sus consecuencias. Y si hay que cortar y recortar, que se haga con rigor, con solvencia, sin demagogia, sin simplificación, sin que se convierta en un arma arrojadiza, porque en el fondo la economía no depende de esto, porque si no sería fácil, sería muy fácil. Si les hiciéramos caso a ustedes, mañana estaríamos en la gloria, en el crecimiento y en el empleo, ¡y eso es mentira!

El señor presidente: Muchas gracias, don Román Rodríguez.

Por el Grupo Parlamentario Socialista Canario, don Manuel Fajardo Palarea.

El señor Fajardo Palarea: Sí, buenos días, señor presidente. Buenos días, nuevamente, señorías.

Señor Jorge, para evitar discusiones posteriores, ya le aviso que la modificación que usted intenta, a través de una enmienda in voce, autoenmendándose a la moción, decirle que nosotros no la aceptamos. Ya le adelanto que no vamos a votar tampoco a favor de la moción y evitamos la discusión sobre la admisión o no a trámite de la enmienda in voce.

Decía el señor Rodríguez algo en que tiene mucho de razón: para poder traer a esta Cámara una moción como la que ustedes traen tendrían que tener ustedes los precedentes de la coherencia y de la credibilidad. Ustedes, que, como ya les dijo mi compañero Iñaki Lavandera, son capaces de nombrar directoras del gabinete del director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, por ejemplo, no nos pueden dar lecciones de ningún tipo a los grupos que apoyamos al Gobierno sobre el nombramiento de personal.

Pero estamos hablando de empresas públicas. Y usted bien decía, señor Jorge, que esta moción deviene de una interpelación que fue defendida por la señora Del Rosario Vela, a la cual voy a nombrar lo imprescindible porque no está en la Cámara -y yo me uno al pésame que dimos el otro día a nivel particular con respecto al hecho luctuoso que sucedió en su familia-. Pero decía la señora Del Rosario Vela: "el monstruoso aparato que es la Administración pública del Gobierno autonómico"; y la pregunta, la primera pregunta que me hago yo es, ¿el monstruoso aparato que es la Administración pública del Gobierno autonómico, ustedes se dieron cuenta de esto después del 10 de octubre de 2010, que es cuando salieron del Gobierno, o en los 18 años y 4 meses que estuvieron gobernando? ¡No!, no es lo mismo, porque para poder hablar con credibilidad hay que haber actuado con coherencia con anterioridad.

Hablaban ustedes también, hablaban ustedes... ¡Pero si este debate es la quinta vez que lo traemos a este Parlamento! Ustedes venga el guineo, el guineo y el guineo, porque creen que con este tema van a sacar algún tipo de rédito electoral. Usted ha hecho una comparación incluso aquí de las comunidades en las que ustedes gobiernan y la reducción de empresas públicas, pero lo que no ha dicho era el número de empresas públicas que tenían ni la situación financiera en la que tienen ustedes a esas comunidades, que están, que están en la peor situación financiera de toda España.

Incluso me extraña en usted, señor Jorge, porque usted y yo hemos tenido debates, yo creo que buenos debates, en la comisión, en la legislatura pasada sobre ordenación del territorio y ahí hablamos mucho de Grafcan y Gesplan, y usted era un defensor a ultranza de Gesplan y de Grafcan, ¡a ultranza! Yo preguntaba al consejero que cómo se estaban haciendo las contrataciones, si había subcontrataciones, y se me decía, "hombre, no hay competencia desleal, porque hay subcontratación en más de un 70% y, por tanto, no se perjudica a las empresas". ¡Un poquito de coherencia!

Ustedes parece que se cayeron del caballo después de que se marcharon del Gobierno. Esta mañana atisbé algo de autocrítica cuando alguien del Partido Popular hablaba de que, bueno, todos hemos tenido culpa. Incluso usted habló de eso, pero de repente, gobiernos nacionalistas. O sea, ustedes que estuvieron 18 años y 4 meses en el Gobierno es como si no estuvieran. También es cierto que a veces se les notó poco, pero como si no estuvieran. Tenían un vicepresidente que, al parecer, según decía la señora Del Rosario Vela, llevó un plan, que hoy nos hemos enterado de que ese plan nunca existió, pero ustedes se aprovechan, se aprovechan, se aprovechan, se aprovechan, de lo que pasa en los consejos de Gobierno. Por cierto, no sé cómo entienden ustedes el tema del secreto de las deliberaciones del Consejo de Gobierno para después... Ya lo hicieron incluso, incluso llegaron a acusar al Gobierno de Canarias de falsificar los Presupuestos.

Pero es más, es más, es más, aparte de Grafcan y Gesplan, yo convengo con su compañera de partido. ¿Sabe lo que decía su compañera de partido, señor Jorge?: que el número no era importante. Le cito: "lo importante no es el número, estamos en la misma línea". Se lo decía la señora Del Rosario Vela al consejero. Lo importante tampoco es la figura jurídica de la que se hagan valer dentro de la legalidad. Pues si estamos de acuerdo en el número, estamos de acuerdo en que el número no es lo importante, ¿cuál es el problema? Sin embargo, ustedes dan una rueda de prensa previa a esta comparecencia donde lo único que destacan es el número, ni más ni menos. Es un problema de concepto, señor Jorge. De perlas, de eso saben ustedes bastante.

Señor presidente, señorías del PP, han vuelto ustedes con esto. Les voy a tener que recordar. Hablan ustedes de encomiendas y de competencia desleal con las empresas. ¿Saben ustedes cuáles fueron las dos consejerías que más encomiendas de gestión realizaron en el 2009?: Economía y Hacienda, 151, por valor de 11 millones de euros, y la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, 105, por valor de 28 millones de euros. ¿Quién dirigía esas consejerías?: el señor Soria y la señora Merino. ¿Y ustedes nos vienen a dar lecciones a nosotros de encomiendas, nos vienen a dar lecciones a nosotros de competencia desleal con el sector privado? Ninguna, señor Jorge. Es que no tienen ustedes ni legitimidad ni trayectoria ni coherencia por...

El señor presidente: Un minuto para ir terminando, don Manuel.

(Rumores y comentarios en la sala.)

El señor Fajardo Palarea: Quiere opositar a la Presidencia, pero, claro, al presidente lo elegimos nosotros, no se pone.

Bien. De todas maneras muchas de las cuestiones que usted plantea, incluso, en su moción, señor Jorge, usted ha de reconocer que ya están iniciadas por el Gobierno de Canarias. Ya hay empresas que están sin actividad, empresas que se están liquidando, se le ha explicado por activa y por pasiva. A lo mejor nos vemos en el futuro con una cesta.

Miren, señorías del PP, lo que ustedes plantean como la panacea que va a resolver los problemas de Canarias no es sino otra medida que está acometiendo el Gobierno de Canarias, ni más ni menos. ¡A ustedes les gustaría estar aquí, pero no están, están allí! Pues, bueno, pues, eso es lo que hay, ni más ni menos.

Y, miren, yo creí que ustedes iban a hacer en este tema una oposición útil y creo, creo -y se lo digo con todo el respeto del mundo-, que esta quinta vez que traen ustedes este tema obedece más al cubrimiento del cupo que tienen ustedes para llevar los asuntos al Pleno.

Gracias.

(El señor Jorge Blanco solicita intervenir.)

El señor presidente: Gracias.

Sí, sí, dígame, señor Jorge.

El señor Jorge Blanco (Desde su escaño): Señor presidente, medio minuto porque ha aludido a inexactitudes producidas por mí en algún...

El señor presidente: Venga, tiene un minuto.

El señor Jorge Blanco (Desde su escaño): No, yo decirle a don Manuel que le reto a que traiga a este Parlamento si en algún momento haya dicho yo o haya hecho una defensa a ultranza, en las comisiones a las que usted se ha referido, de la figura de entidades públicas como Gesplan o como otras. Entre otras cosas no lo pude haber dicho porque mis principios ideológicos me impiden decir cosas de ese tipo.

Gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, don Miguel.

Señorías, vamos a votar, significándoles que no se admite, por el grupo proponente de la moción no se admite la enmienda que tenía el Grupo Nacionalista y por los Grupos Socialista y Nacionalista no se admite tampoco la in voce que usted proponía. Por lo tanto, se vota el texto de la moción tal como está.

Bueno, pues, votamos, no sé si llamar (El señor presidente hace sonar el timbre de llamada a la votación).

Bien. Entonces, como digo, vamos a votar la moción del Grupo Parlamentario Popular, sobre reducción de empresas, fundaciones y organizaciones públicas, consecuencia de una interpelación. Comienza la votación (Pausa).

Resultado de la votación: 50 presentes, 18 a favor y 32 en contra.

Queda rechazada.

Señorías, yo quisiera oír a ver a qué hora reanudamos esta tarde. En principio en la Mesa nos planteamos a las cuatro. A las cuatro, de acuerdo. Gracias.

(Se suspende la sesión a las catorce horas y catorce minutos.)

(Se reanuda la sesión a las dieciséis horas y diez minutos.)

El señor presidente: Señorías, muy buenas tardes.

Reanudamos la sesión.