Diario de Sesiones 37, de fecha 8/5/2012
Punto 3
· 8L/PO/P-0395 Pregunta de la señora diputada doña María Australia Navarro de Paz, del Grupo Parlamentario Popular, sobre la aprobación el 4 de abril de 2012 del concurso público de licencias de radio, dirigida al señor presidente del Gobierno.
El señor presidente: Siguiente pregunta al señor presidente del Gobierno, de la señora diputada doña María Australia Navarro de Paz, del Grupo Parlamentario Popular.
Doña María Australia.
La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Señor presidente, ¿qué valoración hace de la aprobación del concurso público de licencias de radio?
El señor presidente: Muchas gracias, doña María Australia.
Señor presidente del Gobierno, don Paulino Rivero.
El señor presidente del Gobierno (Rivero Baute) (Desde su escaño): Muchas gracias, señor presidente.
Señora diputada, pues, seguramente la misma valoración que usted haría si en lugar de estar sentada en los bancos de la Oposición estuviera sentada en los bancos del Gobierno, porque usted, su partido, el Partido Popular, participó inicialmente en la convocatoria del concurso, en la aprobación de las bases del mismo, de los baremos que se aplicaron y en la mesa de contratación, que tenía todas las competencias para adjudicar las frecuencias que salieron a concurso.
Muchas gracias.
El señor presidente: Muchas gracias, señor presidente del Gobierno.
Doña María Australia.
La señora Navarro de Paz (Desde su escaño): Gracias, señor presidente.
Mire, pero con una diferencia: si nosotros llegamos a estar en el Gobierno no hubiese pasado lo que pasó el pasado 4 de abril. ¿Y sabe qué es lo que pasó? Porque lo conocimos a través de una filtración, tal vez interesada, y me pregunto de quién, cosa que esperaba que aclarase hoy aquí, en sede parlamentaria, hemos conocido que esta aprobación se produjo solo por el apoyo de los consejeros de su formación política. Mientras estos lo apoyaban, los otros, sus socios, los consejeros del Partido Socialista, vamos, protagonizaron una espantada histórica, señor Rivero, una espantada histórica para vergüenza de la propia formación de ellos y sobre todo, y lo que a nosotros nos preocupa, para vergüenza de este Gobierno.
Es más, tras esa espantada de sus socios de Gobierno, destacados dirigentes de su propia formación, de Coalición Canaria, como el señor Perestelo, que hoy nos acompaña, o la señora Oramas, manifestaron respecto a este concurso que les parecía que no respondía a lo que se necesitaba; en definitiva, literalmente, que no les gustó nada.
Pero es más, es que ahí no queda la cosa, es que el señor Ríos, una persona que se puede considerar responsable en gran medida de este concurso -y leo literalmente-, manifestó: "lo que ninguno nos podíamos creer es que el resultado fuese tan raro"; para puntualizar después: "si hubiésemos querido manipular, lo hubiéramos hecho mejor". Sí, señor Rivero.
Y yo le voy a hacer una pregunta y le ruego que me conteste de manera clara: ¿cómo puede usted defender públicamente un concurso, la adjudicación definitiva de un concurso, que hace avergonzar, porque es lo que ha pasado, hace avergonzar a sus propios socios de Gobierno, hasta el punto de abandonar el Consejo de Gobierno? ¿Cómo justifica usted, señor Rivero, que un cargo de la comunidad, que está bajo su dependencia -y estoy hablando del señor Ríos-, asegure públicamente que si hubiesen querido manipular, lo hubiesen hecho de otra manera? Y yo me pregunto, señor Rivero, ¿es que saben hacerlo ustedes mejor, señor Rivero, saben hacerlo mejor? ¿Qué opinión le merecen, señor Rivero, las palabras de sus propios compañeros, del señor Perestelo, de la señora Oramas, que manifiestan que este concurso no va a traer empleo ni nada a Canarias?
Mire, señor Rivero, no me malinterprete. Yo no le estoy acusando de ninguna irregularidad. Para eso están los tribunales de justicia. Como también se encargarán de establecer, si las hay, las indemnizaciones oportunas. Pero lo que yo sí le digo es que al Partido Socialista, a su socio, este concurso...
El señor presidente: El señor presidente del Gobierno, don Paulino Rivero.
El señor presidente del Gobierno (Rivero Baute) (Desde su escaño): Muchas gracias, señor presidente.
Seguramente los concursos públicos desde el punto de vista político nos pueden gustar más o menos. Son concursos públicos que tienen un sustento técnico-jurídico. El concurso impulsado para la adjudicación de las frecuencias de radio tiene, desde mi punto de vista, mucha consistencia, desde el punto de vista técnico-jurídico, aunque no responda a una expectativa política.
Mire, la cláusula decimosexta del concurso que el Partido Popular convocó con Coalición Canaria cuando formaba parte del Gobierno dice que quien tiene la competencia para adjudicar el concurso es la mesa de contratación. Es inusual, es atípico, sin capacidad ninguna del Gobierno para introducir ningún tipo de enmienda o de corrección en la propuesta de la mesa de contratación. El Gobierno de Canarias, consciente de que hay muchas empresas en Canarias que tienen dificultades, muchas empresas del espacio radiofónico, que no han tenido la posibilidad de acceder a su frecuencia en este concurso, trabaja ya intensamente para, en lugar de quejarnos, intentar dar soluciones. Y las soluciones tienen que venir dadas por el planteamiento que hemos hecho al Gobierno del Estado de la ampliación del plan de frecuencias en 77, plan que en estos momentos -técnicos...-, que tenemos muy avanzado y donde caben otras 77 frecuencias en el espacio radioeléctrico de Canarias; y, en segundo lugar, impulsando mecanismos que tienen que ver con la puesta en marcha de una inspección rigurosa para que todos aquellos adjudicatarios que no cumplan con las normas, con el rigor que se deriva de ese concurso, pues, puedan formalizarse en una nueva adjudicación y que podamos abrir, en todo lo posible, la posibilidad de que accedan a frecuencias aquellas empresas que están en el mercado radiofónico canario y que han quedado lamentablemente fuera en esta primera fase de la adjudicación de frecuencias.
El señor presidente: Muchas gracias, señor presidente del Gobierno.