Diario de Sesiones 41, de fecha 12/6/2012
Punto 13
· 8L/PO/P-0442 Pregunta del señor diputado don Fernando Figuereo Force, del Grupo Parlamentario Popular, sobre los autos del Tribunal Supremo relativos al real decreto que convalida la autorización de investigaciones de hidrocarburos, dirigida al señor vicepresidente del Gobierno y consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad.
El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Pasamos a la siguiente pregunta: del señor diputado don Fernando Figuereo Force, del Grupo Parlamentario Popular, sobre los autos del Tribunal Supremo relativos al real decreto que convalida la autorización de investigaciones de hidrocarburos, dirigida al señor vicepresidente del Gobierno y consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad.
Para la formulación de la pregunta el señor diputado tiene la palabra.
El señor Figuereo Force (Desde su escaño): Buenos días, señor presidente.
Señor Pérez, después de conocer los autos del Tribunal Supremo, ¿sigue defendiendo que el real decreto que convalida la autorización de investigaciones de hidrocarburos se ha cargado la legalidad, como aseguró públicamente el 24 de marzo de 2012?
El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señor diputado.
Por parte del Gobierno, el señor vicepresidente, tiene usted la palabra.
El señor vicepresidente del Gobierno y consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad (Pérez García) (Desde su escaño): Gracias, presidente.
Pues, efectivamente, sigo manteniendo, después de leer atentamente ambos autos, que lo efectuado por el real decreto de este año del Gobierno de España es contrario a legalidad -esa es mi opinión- y desde luego es contrario al interés general.
El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señor vicepresidente.
Señor diputado, tiene usted la palabra, don Fernando.
El señor Figuereo Force (Desde su escaño): Gracias, señor presidente.
Señor Pérez, reconozco que usted tiene un problema, y dicho esto en términos políticos, y le compadezco, de verdad. Comprendo que es difícil, si no imposible, encontrar un resquicio de coherencia en su posición respecto a las prospecciones, y eso dentro y fuera del Gobierno.
Recordarán todas sus señorías cómo el señor Pérez en las semanas previas a las elecciones del 2011 confesaba públicamente que apoyaría las prospecciones "con los ojos cerrados", decía el señor Pérez. Más tarde, una vez instalado cómodamente en el Gobierno, como no podía ser de otra forma, y entregado -para vergüenza propia y ajena- a don Paulino Rivero, cambió por completo ese criterio y se opuso frontalmente. Eso sí, sin el entusiasmo del señor Rivero, aunque tampoco se lo reprocho, señor Pérez. Entusiasmo, entusiasmo, usted no tiene mucho.
Al recordarle su contradicción, usted, de natural huidizo a los problemas, se refugió en el carácter presuntamente ilegal del real decreto de autorización de prospecciones, aprobado por el Consejo de Ministros.
Como acreditan los periódicos, decía usted hace menos de tres meses, el 24 de marzo de 2012 -y cito textualmente-: "el decreto se ha cargado la legalidad"; al parecer el decreto del Gobierno del PP no se ajustaba a Derecho y sí los reales decretos firmados por el Partido Socialista para las prospecciones en Andalucía, Castilla, Cantabria y Valencia, todo ello en el 2010. Y ahora, señor Pérez, venimos a conocer que el Tribunal Supremo convalida plenamente la legalidad de la autorización de las prospecciones que aprobó el Partido Popular y usted se vuelve a esconder como los conejos y mientras se desploman sus argumentos, busca unos nuevos.
Señor Pérez, lo de su admirado Paulino es ridículo, pero lo suyo ya -lo digo con todo el cariño- es patético. ¿Hasta cuándo, señor Pérez, va a deambular el Gobierno de Canarias en apasionantes batallitas de su presidente? ¿Hasta cuándo, señor Pérez, el PSOE, un partido de ámbito nacional, que ha ejercido responsabilidades de gobierno en España, también en esta materia, va a consentir que Paulino Rivero... (Sin micrófono.)?
El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señor diputado.
Por parte del Gobierno, el señor vicepresidente, don José Miguel Pérez, tiene usted la palabra.
El señor vicepresidente del Gobierno y consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad (Pérez García) (Desde su escaño): ...respuestas a los epítetos y calificativos o descalificaciones que usted me hace. Sí, sí.
Vamos a ir al fondo de la realidad, porque bastante desprestigio tiene ya el debate parlamentario en algunos círculos para poder contribuir a ello. Pero sí quiero decirle lo siguiente. Mire, he leído su pregunta. Con respecto a su pregunta, si usted se lee atentamente esos autos del Supremo -espero que los haya leído, pero deduzco que no-, se dice literalmente que el real decreto no puede convalidar. Lo dice textualmente. Razonamientos jurídicos del auto correspondientes al 4 de junio. Punto número quinto: "en cuanto a lo propiamente anulado por nuestra sentencia -referida a la del año 2004-, el Real Decreto 547/2012 lo que hace es modificar -y dice-, no convalidar". Sí, porque en el preámbulo del real decreto que el Ministerio de Industria sacó habló de que estaba convalidando.
Pero, en fin, esas son dudas jurídicas que a uno le suscitan las cosas. En todo caso hay recorrido judicial para el tema y no prejuzgaré yo lo que vaya a suceder. Afortunadamente en un Estado de Derecho ni yo ni nadie va a poder determinar lo que va a hacer el Tribunal Supremo.
Pero vamos al tema político. Mire, no confunda posiciones políticas con lo actuado por el Ministerio de Industria. Pretender que ese real decreto, en el que se modifican algunas de las condiciones de las autorizaciones del año 2001, por ejemplo, permitiendo prospecciones en un número mayor a lo establecido en el año 2001, estableciendo -ojo, que esto es muy importante para el interés general- que el precio del barril Brent es el del año 2001, treinta y pico euros... ¿Saben a cuánto está en estos momentos? Lo digo por la tasa posible a aplicar en el caso de que se lleven adelante estas circunstancias y estas extracciones, ¿no? Por eso sigo pensando que políticamente es realmente nefasto en relación al interés general ese real decreto. Y esa ha sido mi posición política, plenamente coherente con mi posición...
El señor vicepresidente primero (Cruz Hernández): Gracias, señor vicepresidente.