Diario de Sesiones 53, de fecha 9/10/2012
Punto 6

· 8L/PO/P-0515 Pregunta de la señora diputada doña Milagros Bethencourt Aguilar, del Grupo Parlamentario Popular, sobre medidas para evitar que el incendio reactivado en La Gomera el 10 de agosto alcanzara Valle Gran Rey, dirigida al señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad.

El señor presidente: Siguiente pregunta: de la señora diputada doña Milagros Bethencourt Aguilar, del Grupo Parlamentario Popular, dirigida al señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad.

Doña Milagros.

La señora Bethencourt Aguilar (Desde su escaño): Gracias, señor presidente.

¿Por qué no se tomaron las medidas necesarias para evitar que el incendio reactivado en la isla de La Gomera el día 10 de agosto alcanzara y asolara gran parte de Valle Gran Rey?

El señor presidente: Muchas gracias, doña Milagros.

Señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad, don Javier González.

El señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad (González Ortiz) (Desde su escaño): Señor presidente. Señorías.

Pues no es cierto que no se tomaran las medidas para evitar que el incendio alcanzara Valle Gran Rey; y, lo que es más importante, afortunadamente se tomaron las decisiones oportunas para evitar daños irreparables, por lo que hoy no tenemos que lamentar la pérdida de vidas humanas.

El señor presidente: Muchas gracias, señor consejero.

Señora diputada, doña Milagros Bethencourt.

La señora Bethencourt Aguilar (Desde su escaño): Gracias, señor presidente.

Señor consejero, no, la realidad no es esa. Mire, todos valoramos que no haya que lamentar la pérdida de vidas humanas, porque la descoordinación y la negligencia -reconózcalo- fue total y absoluta. Le voy a situar, señor consejero. Lo que pasó fue que los vecinos del valle miraban despavoridos desde sus casas cómo amenazaban las llamas en la cabecera del barranco del Agua. Llamas que estuvieron amenazando durante 24 horas y ya, por tanto, desde la noche anterior a vivir el infierno y la caótica evacuación masiva en la madrugada del día 13, permanecían de guardia, aterrorizados, ante que bajara el fuego dadas las condiciones climatológicas. Para que se ubique, el barranco del Agua se halla entre los caseríos de El Cercado y Las Hayas y se abre al barranco de Valle Gran Rey. La realidad, señor Ortiz, es que desde la noche anterior a esa terrible vivencia los vecinos temían que bajara el fuego y durante esas 24 horas los medios, que nos constan eran muchos, no actuaron en la zona, que adquiría a cada minuto más riesgo de que el fuego saltara a Valle Gran Rey. Y la consecuencia de esa imperdonable torpeza llega la noche siguiente, tras arder toda la parte alta, las palmeras van cayendo por el acantilado hacia el barranco de Guadá. El incendio desde lo alto enviaba calor al barranco, el temporal del viento caliente, el fenómeno que se produce en los barrancos cuando se calientan las laderas, la combustión del cañaveral, tenemos, señor consejero, una bomba. Ello produjo que en media hora medio pueblo quedara arrasado; en media hora 90 familias perdían sus casas, animales, huertas, sus recuerdos. No su vida pero sí gran parte de ella.

Lo acontecido en Valle Gran Rey pudo ser evitado, como también pudo ser evitado el incendio, la reactivación el día 10 de agosto. Reconozca sus negligencias, señor consejero, pida perdón a los gomeros y trabaje por ellos. Es lo menos que hoy puede hacer.

Gracias.

El señor presidente: Gracias, doña Milagros.

Señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad, don Javier González Ortiz.

El señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad (González Ortiz) (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Intentando evitar algunas de las consideraciones referidas por la diputada, voy a intentar hacer, brevemente, referencia a lo que ocurrió, porque una cosa es negligencia y otra cosa es intentar utilizar la desgracia de las personas en beneficio político propio.

Mire, en la madrugada del día 11 de agosto la dirección de extinción nos transmitió que la magnitud del frente del fuego de la presa de Cabecita, unida a las previsiones de un viento de componente noroeste, obligaba a ordenar la evacuación de los caseríos de El Cercado, Guarchico, Gerián, Gueleica, Las Hayas, Arure y Valle Gran Rey hasta la altura de la Casa de la Seda. Es decir, ya estaban evacuadas, señorías, ya estaban evacuadas esas personas. El incendio entró en ese momento en una fase estacionaria, en la que en la cuenca de la Cabecita se fue cargando térmicamente hasta que reventó por la zona baja de la presa, con dos direcciones: una hacia la cumbre de Amagú y otra en dirección hasta Guarcho y Guayana.

En la tarde del domingo, y conscientes de la cercanía de ese foco, en la zona alta de Guadá trabajó -por tanto, medidas que se estaban tomando- un equipo Presa del Cabildo de Gran Canaria y 2 autobombas de la UME, realizando una línea de defensa. Sobre las veintidós horas, la dirección de extinción fue informada de humo y resplandor en el fondo del barranco, un incendio movido por vientos muy fuertes. La UME -la Unidad Militar de Emergencias- no pudo continuar en la zona, ya que el calor impedía cualquier tipo de trabajo encomendado a sus efectivos; la ayuda de evacuación y contención del fuego dentro de lo posible.

Mire, en la llamada -que usted conoce- Curva del Queso había agentes de Medio Ambiente, 2 retenes y 4 autobombas que se tuvieron que retirar hacia el túnel de Arure a la espera de poder entrar en Valle Gran Rey.

Señoría, calificar, como usted ha hecho, la actuación de la lucha contra el fuego y pretender, como parece pretender usted, que el hombre pueda detener las fuerzas de la naturaleza es tanto como pretender que ustedes vuelvan como Partido Popular a una actitud colaboradora y no obstruccionista como la que están demostrando.

Muchas gracias.

El señor presidente: Muchas gracias, don Javier González Ortiz, señor consejero.