Diario de Sesiones 141, de fecha 21/10/2014
Punto 25
8L/C-1713 COMPARECENCIA DEL GOBIERNO -CONSEJERA DE SANIDAD-, A PETICIÓN PROPIA, SOBRE LA SITUACIÓN DE LA INFECCIÓN POR ÉBOLA.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Se reanuda el pleno con la comparecencia del Gobierno, de la señora consejera de Sanidad, a petición propia, sobre la situación de la infección por ébola.
Para la primera intervención, por parte del Gobierno, la señora consejera de Sanidad, doña Brígida Mendoza, por tiempo de diez minutos, tiene usted la palabra.
La señora CONSEJERA DE SANIDAD (Mendoza Betancor): Señor presidente, señorías.
Quiero comenzar esta comparecencia, solicitada a petición propia, agradeciendo a todos los compañeros y compañeras que han intervenido en las dos situaciones en las que hemos tenido que activar el protocolo por probable enfermedad por virus del Ébola: una en julio, en el Hospital Doctor Negrín, y la otra el pasado día 16 de octubre, para un paciente que se encuentra ingresado en el Hospital Nuestra Señora de la Candelaria. Nuestros compañeros y compañeras nos han dado de nuevo una lección de profesionalidad y compañerismo, estando por encima de todo tipo de políticas, de todo tipo de miedos, y hoy podemos decir que su profesionalidad y su compromiso ya no solo es con la sanidad canaria, sino que se extiende más allá, a toda la ciudadanía, e incluso, teniendo en cuenta la importancia que tiene todo esto, en nuestra proyección en el exterior. Y, cómo no, desearle a la persona que se encuentra todavía ingresada, y, afortunadamente, su analítica, su segunda analítica, ha sido negativa para el virus del Ébola, ingresada en el Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, y también a la persona que se encuentra ingresada en el Hospital Carlos III, en Madrid, la auxiliar de enfermería, y desearles, a uno por la enfermedad que tiene y a la otra por como ha evolucionado, una rápida mejoría y que vuelvan lo más pronto posible a sus domicilios.
También, una vez más, hacer una llamada a la tranquilidad, a la confianza en nuestro sistema sanitario, a la calma, y desde luego también recordar un buen uso, un uso adecuado por parte de la población, de los números de teléfono, tanto del 012 como del 112, para no dejarse llevar por bulos o rumores infundados que puedan aparecer en redes sociales o que escuchemos de alguna u otra manera.
Desde un principio, en el mes de abril, tras la comunicación por parte de la Organización Mundial de la Salud del brote de ébola por parte de las autoridades de Guinea Conakri, los Estados miembros de la Unión Europea y la Comisión Europea, con el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades y el Comité de Seguridad Sanitaria, se activó el Protocolo de Fiebres Hemorrágicas, dando una respuesta inmediata a una situación preocupante en el marco de la coordinación de la Organización Mundial de la Salud.
El 8 de agosto, la directora general de la Organización Mundial de la Salud declaró que el brote de ébola, que en ese momento había acabado con la vida de más de un millar de personas en varios países de África, era una emergencia de salud pública que generaba preocupación a nivel internacional.
La Comunidad Autónoma de Canarias, al igual que el resto de las comunidades autónomas, se ha estado preparando para este tipo de situaciones. La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias y sus homólogos de las comunidades autónomas mantienen permanente comunicación con el ministerio y han consensuado protocolos de actuación a partir de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y el centro de control de enfermedades europeo. Desde el comienzo, desarrollamos estos protocolos en los distintos niveles de nuestra red asistencial e informamos de los mismos a los centros privados, públicos, concertados y no concertados, así como a sindicatos y colegios profesionales. Los protocolos están colgados en la intranet del Servicio Canario de la Salud a disposición de todos los profesionales, tanto de atención primaria como de especializada.
En el desarrollo y activación de estos protocolos y procedimientos de actuación se ha tenido muy en cuenta la situación de fragmentación y lejanía de las islas, por lo que se han adaptado de forma específica a cada uno de los centros e islas.
También designamos como hospitales de referencia al Hospital Universitario de Gran Canaria, Doctor Negrín, que cuenta con cuatro camas de aislamiento, ampliables a seis, y al Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, que tiene tres camas de aislamiento.
Por otro lado, el Hospital Universitario Materno Infantil de Gran Canaria cuenta con protocolos específicos para el posible abordaje de menores, con dos camas, que también son ampliables, y el Hospital Universitario de Canarias, aunque no es hospital de referencia, ha desarrollado un protocolo específico en caso de que un paciente se trasladara a sus instalaciones.
El Servicio de Urgencias Canario también cuenta con procedimientos de actuación, está formado y dispone de los recursos de intervención necesarios, que constan de equipos de protección individual, dos cámaras de aislamiento para camillas y arcones de material sanitario.
Se ha establecido un acuerdo con la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo para la evacuación desde las islas periféricas a través del helicóptero de salvamento Helimer Canarias.
Por otro lado, se ha efectuado la formación de los profesionales sanitarios en el protocolo específico de la enfermedad y se han llevado a cabo cuatro simulacros en todos los centros hospitalarios de Canarias designados como centros de referencia para abordar casos de ébola, con trajes especializados, y se han forrado paredes, efectuado simulacros de transporte terrestre y aéreo para determinar cómo se debía actuar ante un posible caso. En estos simulacros ha intervenido personal de la Dirección General de Salud Pública, Prevención de Riesgos Laborales, Servicio de Urgencias Canario, Cruz Roja Española, mandos intermedios, equipos directivos, servicios de medicina preventiva y equipos de guardia.
Los cursos de formación se han impartido a los profesionales sanitarios que podrían estar involucrados en la atención a los pacientes con enfermedad por virus del Ébola y se ha formado a los intervinientes por parte del 112 y de los centros hospitalarios, y principalmente esta formación ha ido dirigida a los servicios de urgencias, medicina interna, unidades de infecciosos y medicina intensiva.
El número de charlas y cursos realizados por las diferentes gerencias y dirigidos a las distintas categorías ha sido de 116, llegando a participar más de mil trescientos profesionales. En las próximas semanas se tiene previsto realizar al menos 6 simulacros más de actuación y más de treinta cursos, entre charlas y cursos de formación, así como 18 reuniones específicas.
En todos los hospitales se cuenta con equipos de protección individual impermeables, de uso químico y biológico, y en la actualidad se han distribuido equipos completos entre las distintas gerencias de atención primaria y entre los distintos hospitales del Servicio Canario de la Salud. Además hay almacenados tanto EPI como buzos, calzas, mascarillas y guantes. Asimismo, se cuenta con equipos de desinfección. Y hemos establecido, desde el mes de agosto, un sistema específico de vigilancia epidemiológica para el ébola. Se trata de un teléfono del sistema de alerta epidemiológica, activo las veinticuatro horas del día, con el objeto de gestionar las alertas que se puedan producir como consecuencia de la detección de posibles sospechas de enfermedad por virus del Ébola en el sistema sanitario de Canarias.
En cuanto al control de puertos y aeropuertos, hay que recordar que es el Estado el que decide los medios en puertos y aeropuertos, ya que se trata de una competencia del Gobierno central. En este sentido, indicar que se han llevado reuniones de coordinación específicas entre la Consejería de Sanidad, la Delegación del Gobierno de Canarias y subdelegaciones y mandos de Policía Nacional y Guardia Civil en la comunidad autónoma.
Asimismo, también hemos desarrollado reuniones periódicas con el Ministerio de Sanidad y comunidades autónomas, a través de la Comisión de Salud Pública, con centros directivos y gerencias de atención primaria y especializada del Servicio Canario de la Salud, con las siete áreas de salud, con gestoras de residuos, limpieza, funerarias, Cruz Roja, etcétera.
Se han llevado a cabo reuniones de coordinación interna, dentro de cada uno de los hospitales, y en Atención Primaria, entre directivos y servicios relacionados con el proceso asistencial.
El total de reuniones llevadas a cabo desde agosto para este tema ha sido de 87.
También, y como parte de nuestras reuniones periódicas, he reunido al Consejo de Dirección del Servicio Canario de la Salud y a los gerentes de hospitales, de los servicios sanitarios y de atención primaria del archipiélago.
El pasado 10 de octubre, acudí al pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. El pasado 13 de octubre, emplacé para su constitución al Comité Ejecutivo de Canarias para la preparación y respuesta frente a situaciones de emergencia sanitaria, en el que, aparte de los representantes de la Consejería de Sanidad, están otros departamentos del Gobierno como medios de comunicación, seguridad y emergencias, educación, turismo, asuntos sociales, hacienda, Fecai y Fecam. Convoqué, el mismo día 13, el Consejo Canario de la Salud con todos sus representantes. Asimismo, mantuve el 14 de octubre una reunión informativa con todos los directores de los medios de comunicación.
Dos días más tarde, el 15 de octubre, constituimos, en una reunión presidida por el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, el Comité Científico de Canarias para la preparación y respuesta frente a situaciones de emergencia sanitaria. Dicho comité científico está integrado por miembros de la Consejería de Sanidad, del instituto de enfermedades tropicales de Canarias, las dos universidades canarias, los colegios profesionales de ambas provincias de médicos, enfermería y farmacéuticos...
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Señora consejera, tiene usted un minuto para concluir, por favor.
La señora CONSEJERA DE SANIDAD (Mendoza Betancor): ...y la presidencia del comité ha recaído en el director del instituto de enfermedades tropicales, el doctor don Basilio Valladares.
Por otro lado, el Consejo de Gobierno celebrado el día 16 de octubre aprobó un decreto que regula la estructura organizativa para la preparación y respuesta frente a la posible aparición de emergencias sanitarias, a propuesta conjunta del consejero de Presidencia, Justicia y Seguridad y de la consejera de Sanidad. La estructura organizativa tiene carácter multisectorial, dada la importancia de una actuación coordinada, que se verá reforzada por una estructura de grupos de trabajos formados por científicos, asesores y técnicos, que servirán de apoyo.
El nuevo decreto crea y pone en funcionamiento del Comité Ejecutivo de Canarias para la preparación y respuesta frente a situaciones de emergencia sanitaria, así como su órgano asesor, el Comité Científico. Y, asimismo, establece las funciones de los distintos órganos. Tras ser activado el 16 de octubre el Protocolo de Ingreso Hospitalario para el estudio del virus del Ébola...
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Sí, señora consejera, sabe que tiene un segundo turno de otros diez minutos y los tiempos son para todos.
Gracias, señora consejera.
Señorías, pasamos a las intervenciones de los distintos grupos parlamentarios.
En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Mixto, don Román Rodríguez, por tiempo de diez minutos tiene usted la palabra.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Señor presidente. Señorías.
Primero agradezco al Gobierno la comparecencia. Era obligado venir a este Parlamento a explicar una situación que ha generado una alarma generalizada, no justificada seguramente, pero alarma al fin y al cabo, que incluso puso en un brete al Gobierno. Mira que este Gobierno -me refiero al Gobierno de España- tiene problemas, ¿no? Hubo ahí cuarenta y ocho horas que hicieron tambalear al Gobierno de España. Un caso de una grave enfermedad que está matando a miles de personas a unos cientos de kilómetros de aquí desde hace veintisiete años. Primera consideración: qué cinismo, el de nuestra sociedad, el de nuestra cultura, el nuestro, qué doble moral, qué manera de percibir los problemas de los seres humanos en función de que a uno le afecten o no. Un solo caso en un país desarrollado, relevante, importante, sanitariamente de los más desarrollados del mundo, el caso español, hizo tambalear los cimientos del Gobierno, de la opinión pública, de los medios de comunicación, cientos de tertulias, miles de páginas, y ahora que este caso, afortunadamente, y yo creo que de forma esperada, ha evolucionado bien cae la atención, cae la preocupación. No me refiero al sistema sanitario, me refiero al conjunto de nuestra sociedad.
Los problemas de salud pública y los problemas de orden infeccioso no tienen fronteras. Los virus no respetan ni continentes ni carreteras y, en este caso, aunque sea de manera muy moderada, lo hemos visto, ¿no? No tenemos problemas con el ébola ni en París ni en Fránkort ni en Nueva York ni aquí y muy, muy mal se tendrían que poner las cosas para que algún día tuviéramos un problema de salud pública serio sobre fenómenos como el que estamos comentando. El problema lo tiene África. No toda África, lo tienen, por ahora, tres países de África, que son el 2% de la población africana. Tres países que son 20 millones de mil.
Y la primera conclusión, además de ese cinismo que nos caracteriza en las sociedades opulentas, esa doble moral, esa manera de percibir las cosas cuando nos afectan como extraordinarias y olvidarnos absolutamente cuando pasan a nuestro lado, es que hay que actuar sobre donde está el problema, y el problema está en África. Este es un problema controlable. Ahora con medidas higiénico-sanitarias y en su momento, si se pone la investigación al servicio, con medidas estrictamente terapéuticas o vacunales, que ya veremos cuál va a ser la solución.
Por lo tanto, mi primera conclusión aquí esta tarde es que debiéramos tomarnos en serio eso de la cooperación al desarrollo, que, por cierto, ha desaparecido de los presupuestos. La cooperación al desarrollo es un deber moral, ético, pero es además muy inteligente hacerlo, porque los problemas de salud pública, los problemas infecciosos, son problemas globales y actuar sobre el origen es la única manera de ser eficaz. Y espero que, aunque sea modestamente, en el presupuesto próximo -nosotros cada año presentamos enmiendas en esta materia-, volvamos a recuperar, aunque solo sea por vergüenza, algo de la cooperación al desarrollo a los países más empobrecidos del planeta, que casi todos están aquí al lado, en este continente, con el que nos llenamos la boca.
Yo estoy convencido de que las cosas se han hecho razonablemente bien. Además de algún exabrupto, alguna salida de tono... Los protocolos no son perfectos, incluso los protocolos perfectos a veces no se cumplen. Y seguro que, si entráramos al detalle de lo acontecido, nos podíamos preguntar que el protocolo diseñado, para llegar un caso de ébola a países como el nuestro, debió tener un mecanismo de control de las personas que tenían relaciones con ese infectado, y eso no pareció funcionar. Pero esto no es lo relevante, de eso se tiene que aprender, del procedimiento, de los tiempos, etcétera. Pero nosotros, insisto, ni con un caso de ébola ni con cincuenta, tenemos un problema serio, irresoluble. Nuestra capacidad, nuestra fuerza, nuestros medios, nuestro nivel de desarrollo, nuestro nivel sanitario, el nivel de nuestros profesionales garantiza que este tipo de problemas van a ser controlables, manejables. Lo que sería deseable es que esto no solo ocurriera en nuestros países y razonablemente ocurriera en los países empobrecidos, como estos tres que ahora están afectados por este tema.
La relajación va a ser total. La curación de la trabajadora -parece ya casi confirmada-, los negativos del resto de los trabajadores públicos -casi seguros- harán que en semanas desaparezca de nuestras inquietudes, preocupaciones, el ébola y sus consecuencias sobre la salud humana, y yo creo que si solo aprendiéramos un pelín de lo que hemos vivido, habremos hecho un gran favor a la gente que más nos necesita, que es la de los países empobrecidos. El otro día leía un artículo y decía que, sobre estos tres pequeños países afectados, un fondo de ayuda sanitario de 250 millones de dólares, que no es nada, permitiría controlarlo, como ha hecho Senegal o como ha hecho Nigeria. Países también pobres pero que, con medidas rápidas, organizadas y profesionalizadas, y con medios, no con las escafandras ni las virguerías que vemos en los países más desarrollados, con medios básicos, han logrado parar este proceso.
Yo sé que somos una comunidad pequeña y nuestra fuerza limitadísima, pero debiéramos poner también algo a nuestro lado en esta materia. Lo vamos a hacer, aunque no se nos haya consultado, pero estoy convencido de que es elemental que las infraestructuras aéreas del archipiélago puedan contribuir como puente aéreo a ayudar a esos países y sus necesidades. Pero debiéramos nosotros también aquí apuntar... -y sé que el Gobierno ha hecho algún gesto, ya ha mandado incluso algún material, que ha tenido poca trascendencia pública-, pero debiéramos aprender de esta crisis, que ha sido una crisis pequeña, menor, de impacto mediático y, si ustedes quieren, político, pero debiéramos aprender; y sobre todo debiéramos aprender a recuperar uno de los parámetros que yo creo que nos dignifican como pueblo, como personas y que además es profundamente inteligente, y es actuar sobre el origen de los problemas.
Habrá más brotes víricos en los próximos años. En este caso ha sido un virus que se contagia difícilmente, con una altísima mortalidad, sin ninguna cura que no sea la propia capacidad inmunitaria de las personas, pero habrá más episodios de este tipo, lo dicen todos los científicos, lo han dicho siempre, o sea, que no estamos sino repitiendo la historia. A ver si aprendemos de ello y somos capaces de poner en valor que la cooperación al desarrollo es una estrategia justa, inteligente y eficaz y que desde aquí, desde esta tierra nuestra, nosotros podemos hacer muchas cosas, porque no hay que ser ningún genio para cooperar en materia de salud pública con los países en vías de desarrollo, los países empobrecidos. Es perfectamente posible con nuestras capacidades, con nuestros técnicos, con los medios al uso, ayudar a estos países a desempeñar esa función.
Y solo hacer una última consideración sobre las personas y los países que son capaces de apostar por esto. En estos momentos, en los territorios afectados por el ébola, hay muy pocos países del mundo que hayan desplazado, no material, que sería razonablemente fácil, sino personas. Concretamente dos: Estados Unidos y Cuba. Y luego las ONG y los religiosos. Esos religiosos que se juegan la vida defendiendo y luchando por los demás, pero también organizaciones como Médicos sin Fronteras, que lleva veinte años trabajando al pie del cañón, con medios limitados, pero con una alta profesionalidad.
Solo acabo diciendo que me alegro de la curación de esta trabajadora, me alegro de los negativos que se están produciendo en la gente bajo sospecha, pero sobre todo me alegraría de que aprendiéramos la lección y no nos olvidáramos de que podemos hacer mucho para evitar esto allí donde se producen estos problemas, y para que no nos afecten aquí, porque solo nos afectan aquí, porque allí hay dificultades severas que creemos que son perfectamente...
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Tiene usted un minuto para concluir, señor diputado.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Y espero que, aunque solo sea simbólicamente, nos tomemos en serio esto en el próximo presupuesto, porque por donde primero se ha recortado en todos los presupuestos ha sido por aquí, pero hasta llevarlo a la desaparición. Aunque solo sea simbólicamente y a lo mejor aunque solo sea para estos tres pequeños países. Sería muy interesante y habríamos aprendido algo si fuéramos capaces en el presupuesto del año 2015, aunque solo sea simbólicamente, volver a recuperar la cooperación al desarrollo, la solidaridad con los pueblos que peor lo pasan, porque es justo, porque nos llenamos la boca de estas cuestiones casi todos los días, pero luego, a la hora de la verdad, hacemos lo de siempre: olvidarnos cuando los problemas no son nuestros. El ébola ha sido importante para nosotros cuando afectó a una ciudadana española; hasta entonces no fue nada y dejará de ser nada si no mantenemos una conciencia comprometida.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Gracias, señor diputado.
Por parte del Grupo Parlamentario Socialista Canario, don Jesús Morera, por tiempo de diez minutos tiene usted la palabra.
El señor MORERA MOLINA: Muchas gracias, señor presidente.
Creo que es oportuno volver a tener ese momento de recuerdo para la profesional sanitaria Teresa Romero, contagiada por la enfermedad del Ébola mientras realizaba su trabajo, y nos alegramos de su progresiva mejoría y lamentamos los duros momentos que ha tenido que pasar. De la misma forma, extendemos nuestro recuerdo para el enfermero canario que ha estado en vigilancia, como caso en investigación, tras haber estado realizando labores de cooperación en África.
Creo que es nuestra obligación no contribuir a sembrar dudas ni inquietud en la opinión pública y estoy seguro de que en eso estamos todos, y estamos convencidos de que la situación está controlada y que, más allá de algún caso puntual que podamos recibir, como hablábamos esta mañana, no hay motivos para pensar que esos casos que pudieran tratarse en nuestra comunidad no vayan a ser eficazmente controlados.
Como ya hemos dicho todos, creo que es importante insistir en que se trata de un germen con una mortalidad muy alta cuando se adquiere la infección, pero con un índice de contagio muy bajo, inferior a enfermedades comunes como la gripe o el sarampión. Y, por tanto, con las medidas oportunas, su difusión es poco probable y fácilmente controlable en un sistema de salud avanzado como es el nuestro.
No deja de ser cierto que la situación sufrió un cambio, una inflexión, a raíz de la detección del contagio de la auxiliar clínica en Madrid a principios de octubre y que el país, las comunidades autónomas se pusieron a trabajar de verdad en aquel momento, cuando se detectó que fallaban los protocolos, que las medidas que se estaban tomando no eran las oportunas. A pesar de que, como ya dije esta mañana, se había anunciado que el país estaba preparado, obviamente no era así en aquel momento.
Considero también oportuno en esta comparecencia hacer una reflexión sobre la trascendencia de la salud pública. Eso que para algunos es una pura entelequia, pero que, en situaciones como esta, se demuestra lo importante que es, cuando la puesta en riesgo de la salud de uno solo de los integrantes de la comunidad repercute sobre la comunidad en sí misma; cuando adquiere trascendencia, que los que más tienen contribuyan a la salud de los que menos tienen. Porque la salud de todos es la salud de cada uno de los individuos de la comunidad y la comunidad realmente, pues, somos todos los que vivimos juntos en una misma ciudad, en una misma autonomía, en un mismo país, en un mismo mundo.
Y de esa reflexión nos vamos a la otra, que ya comentaba el señor Rodríguez también: ¿los países desarrollados hemos hecho lo suficiente por África? Y me gustaría recordar una frase que ha dicho recientemente Basilio Valladares, uno de nuestros grandes científicos: que si hubiéramos gastado el 10% de lo que vamos a gastar ahora en las medidas que vamos a tomar los países desarrollados con el ébola, si hubiéramos gastado ese 10% en prevenir esto desde hace unos años en África, no hubiéramos estado en esa situación. Es lamentable que sea así. En este sentido también quiero posicionarme en nuestro apoyo a la instalación en nuestra comunidad autónoma de esa plataforma de puente aéreo para que la usen las organizaciones humanitarias que están realizando su labor en África, esa plataforma que ha solicitado la ONU. Creo que es nuestra obligación humanitaria y, además, es una oportunidad estratégica de mostrarnos a África como siempre hemos querido: como un nexo de unión entre continentes. Es otra oportunidad para ser ese hub que siempre hemos deseado ser y estar para las duras para también, cuando sea el momento, poder estar para las maduras.
También quiero aprovechar esta comparecencia para manifestar nuestro respaldo a los profesionales sanitarios, que trabajan ya de por sí en condiciones extraordinariamente difíciles por las situaciones económicas que vivimos, ya que son ellos los que de verdad afrontan esta alerta sanitaria, esta crisis sanitaria. Son los que, sin duda, tendrían que afrontar los mayores riesgos atendiendo a los pacientes que tuviéramos que atender. Hay que entender, como dije esta mañana, a estos profesionales en sus demandas de que les demos las mejores herramientas, las mejores medidas, para poder luchar contra la enfermedad y para poderse proteger de ella.
Y pedíamos también esta mañana, y vuelvo a reiterarlo ahora, que haya claridad, información, información rigorosa, solvencia para garantizar la seguridad sanitaria de nuestra comunidad.
Creo, sin duda, que hay que aprender de los errores de los demás y de lo ocurrido en Madrid, donde los recortes sanitarios y los procesos de desmantelamiento han condicionado, sin duda, la deficiente respuesta a ese problema de salud pública. Debe ser un aviso de lo que significa llegar al músculo del sistema con esa dieta de adelgazamiento que son los recortes. El Hospital Carlos III de Madrid, que era de referencia en el tratamiento de enfermedades infecto-contagiosas, había ya sufrido un recorte y un desmantelamiento de lo que era su función originaria, exactamente antes de que se mostrara su franca necesidad.
Yo reniego de la tecnocracia, pero hay momentos en los que la mejor decisión política es poner en manos de técnicos cuestiones que lo merecen y no me cabe duda de que este era un tema para expertos. Poner al mando de una crisis de este tipo a un grupo de entendidos creo que no es una opción sino que es una obligación. Y no hay que ir muy lejos, yo creo que contamos en nuestra comunidad con avezados científicos y profesionales competentes en esta materia.
En resumen, creo que debemos transmitir serenidad y tranquilidad a la ciudadanía, porque existe solvencia para resolver esta crisis, porque las características del virus favorecen su control, dentro de un sistema de salud desarrollado como el nuestro. Manifestar y reiterar ese apoyo, y darles todas las garantías a los profesionales sanitarios de que vamos a poner las herramientas adecuadas en sus manos. Volver a insistir en la importancia que tiene la salud pública, y este es un ejemplo claro. El tema de que ha hecho bien la consejería, el Gobierno de Canarias, en poner en manos de expertos las decisiones y criterios que se están evaluando para poner las medidas en acción. Y que exista una continua comunicación, con claridad y con rigor, en esta información que se da.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Gracias, señor diputado.
Por parte del Grupo Nacionalista, doña María del Mar Julios, por tiempo de diez minutos tiene usted la palabra.
La señora JULIOS REYES: Muchas gracias, señor presidente. Buenas tardes, señorías.
Quiero resaltar también en mis primeras palabras por un lado la oportunidad, señora consejera, y agradecerle esta comparecencia y la información que nos ha dado.
También trasladar la satisfacción de mi grupo por la mejoría de Teresa, la profesional que ha estado, bueno, que está en estos momentos ingresada, y también la satisfacción porque ninguno de los casos investigados, tanto aquí como en la Península, pues, no están infectados, y eso es una buena noticia.
Estamos, señorías, ante una de las crisis de salud pública yo creo que de las más importantes que se han producido en estos últimos tiempos a nivel internacional y sin duda que también nos ha tocado a España, en donde, desgraciadamente, hemos tenido, pues -entre comillas, ¿no?-, el honor de ser el primer país de Europa en donde hemos tenido el primer caso de un contagio de ébola. Pero, a pesar de todo ello, no nos debemos olvidar de que la tragedia, como han dicho los portavoces que me han precedido en el uso de la palabra, la tragedia donde verdaderamente se está produciendo es en África.
Quiero también trasladar, pues, en nombre mío y en nombre de mi grupo, el agradecimiento a todos los profesionales sanitarios del sistema, y especialmente a los del Sistema Canario de la Salud, salud pública, epidemiología, los dos hospitales que se han visto implicados, pues, la labor, la espléndida labor que están realizando.
Me preguntaba un periodista hace poco, cuando ha salido toda esta crisis, que qué repercusión iba a tener en la imagen de Canarias el hecho de que hubieran aparecido o se estuviera investigando un caso, el caso este último de La Candelaria, cómo iba a afectar eso a la imagen; y yo le contestaba que dependía de nosotros, que dependía ni más ni menos que de todos nosotros. Si nosotros creamos alarma, la alarma se transmite a la población y de aquí hacia el exterior.
Por lo tanto, yo creo que los principios en toda crisis sanitaria son el principio de precaución, el principio de responsabilidad y, yo diría, el de sentido común, que es el que creo que hoy nos asiste a todos los aquí presentes.
Quiero también resaltar que los casos sospechosos que ha habido en Canarias, el más reciente que recordamos es el de la Candelaria, nos han puesto de manifiesto -y eso es lo que creo que hoy tenemos que poner en valor- que nuestro sistema sanitario en Canarias está preparado como el que más para dar una respuesta adecuada, y eso tiene que servir para ayudarnos a transmitir tranquilidad a la ciudadanía. Se ha actuado, se han puesto en marcha adecuadamente los protocolos, se han puesto en marcha las medidas de seguridad, las medidas de aislamiento, existe una dotación de material suficiente para ello, se han investigado los posibles contactos, se ha investigado a los convivientes, se les ha aislado preventivamente, se ha utilizado adecuadamente el transporte sanitario. Afortunadamente, contrastando esto con lo que ocurrió en el caso de Madrid, creo que vamos aprendiendo. Y, desde luego, en Canarias la comunicación, señora consejera, ha sido también mucho mejor, porque inmediatamente de que estaba la información en la calle de posibles casos sospechosos usted y parte de su equipo estaban trasladando información veraz a la ciudadanía, y yo creo que eso es importante.
Reflexiones que creo que debemos hacer entrando en contenido político y social si me permiten.
Yo utilizaría la palabra hipocresía, desde un punto de vista autocrítico. Hipocresía la del mundo desarrollado, porque la alarma ha saltado ahora cuando nuestro mundo se ve amenazado por uno o dos casos secundarios que han aparecido, pero ya desde abril la Organización Mundial de la Salud venía reclamando ayuda por la existencia de un brote incontrolado que estaba ocasionando miles de muertes en África. Actuar en el continente africano es mucho más económico, es mucho más eficaz y sobre todo, y lo más importante, hubiera podido evitar las miles de muertes que en estos momentos se están produciendo y se han producido. Y ahora tenemos que invertir los países desarrollados aquí, en casa, tenemos que invertir, pero no con el resultado que hubiéramos querido, porque invertimos, invertimos un montón de dinero ante uno o dos casos de sospecha y no fuimos capaces de invertir cantidades semejantes cuando lo que teníamos que haber hecho era evitar, no uno ni dos casos, sino miles de casos, que están muriendo en estos momentos en África.
Yo creo que -lo dicen los expertos- tenemos que aprender de esto de verdad, porque es que -lo dicen los expertos, insisto- el hombre está metiéndose en zonas de selva en donde empezamos a tener contacto con virus que nunca habían tenido contacto previamente con el ser humano, por así decir, ¿no?, y los virus ya sabemos que se comportan como se comportan, es decir, que muchas veces no sabemos cómo se comportan. Por lo tanto, nos tiene que servir para aprender, porque esta circunstancia se puede volver a producir.
En España la cooperación al desarrollo en esta legislatura -estamos hablando del Estado-, desde que se inició hasta ahora, ha disminuido en el presupuesto un 78%. Prácticamente casi ha desaparecido y nos tiene que hacer reflexionar. Estaba leyendo una noticia de Médicos sin Fronteras, que reclamaba que había habido una respuesta nula por parte del Gobierno de España ante la crisis de ébola en los países afectados. Una respuesta nula, cero. Canarias ha contribuido en lo que podemos, pero no es lo mismo que intervenga una comunidad autónoma que intervenga todo un Estado. Lo digo por España y lo digo por los demás países europeos también desarrollados, que tendrían que hacer un mayor esfuerzo.
Otra reflexión. Sinceramente, creo que lo tengo que decir, creo que es absolutamente reprobable la actitud del consejero madrileño de Salud. No es un ejemplo el que dio y además no es un ejemplo el que no haya sido cesado fulminantemente, y lo dejo ahí. Pero, señorías, de verdad, estas cosas no se pueden producir. Son los profesionales sanitarios los primeros que están en riesgo ante una situación como esta y no se puede ni culpabilizar al profesional que ha sido contagiado ni mucho menos llamarle en público "mentirosa". Creo que esto merece una respuesta contundente por quienes tienen la responsabilidad de poner y quitar los consejeros en una comunidad autónoma. Los profesionales sanitarios y los parasanitarios, no nos olvidemos del personal de limpieza, que está corriendo un riesgo importantísimo para dar respuesta a este problema, y en ese sentido necesitan tener el arrope. Tienen que tener la seguridad de que se les dan todos los medios y que además nunca se les va a culpabilizar, inclusive aunque hubiera habido un error humano, como siempre puede ocurrir.
Me parece importante que se revise entre el Ministerio de Sanidad y la Comunidad Autónoma de Madrid qué fue lo que pasó. No es el momento de buscar culpables, insisto, pero hay que aprender de los errores. Ante una crisis sanitaria, hay que saber dónde están los fallos para poder aprender de los errores, los errores humanos, los errores del protocolo. En fin, cosas que son las que hacen que superemos en mejores condiciones las próximas crisis, que ojalá no, en las que nos podamos ver envueltos.
Señorías, insisto, no podemos seguir desmantelando el Sistema Nacional de Salud, lo han dicho algunas de las personas que me han precedido. El Hospital Carlos III era de referencia nacional para enfermedades infecciosas. Se procedió a ser desmantelado para esta tarea superespecializada por parte de la Comunidad de Madrid, se estaba reconvirtiendo en hospital de media y larga estancia. Se tuvo que retomar deprisa y corriendo para poder dar respuesta a esto. Yo no digo, ni tan siquiera cuestiono, que se haya hecho ni bien ni mal, no lo cuestiono, de verdad, pero creo que esa circunstancia estuvo en la calle, esa información estuvo en la calle, y eso, señorías, generó incertidumbre, incertidumbre que transmitían los propios profesionales, y en una situación de emergencia sanitaria como esta esas situaciones hay que evitarlas. Insisto, creo que se trata de aprender de los errores y de no castigar por ello a nadie, pero ser constructivos y ser responsables.
Señorías, insisto, el descenso en los presupuestos en lo que vamos de esta legislatura, la legislatura del Estado, ha pasado, la financiación del Sistema Nacional de Salud, de 68.000 millones de euros que había en el 2012 a unos 53.000 que había en el 2014. El 22% de descenso. Insisto, señorías, tenemos que hacer una reflexión: el sistema sanitario tiene que estar preparado para situaciones de emergencia y no se puede estar en un proceso de recortes...
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Sí, señora diputada, tiene usted un minuto para concluir, por favor.
La señora JULIOS REYES: Muchas gracias, señor presidente. Voy concluyendo.
No se puede estar con unos recortes presupuestarios tan importantes como los que se están haciendo y cuando ocurren cosas como esta es cuando nos damos cuenta.
Importante que Canarias contribuya, siendo ese puente de enlace que nos ha pedido Naciones Unidas. Yo también digo que hay que compaginar solidaridad con seguridad. Y es importante, señora consejera, que la Administración del Estado, el ministerio o los ministerios implicados, le trasladen a esta comunidad autónoma, a usted, al Gobierno de Canarias, la información suficiente para podernos coordinar y para no cometer los errores de comunicación que se produjeron en otros lugares, como fue el caso de Madrid, porque no podemos permitirnos errores de comunicación en Canarias. Y eso es importante, que estemos coordinadas las dos administraciones, el Estado y la comunidad autónoma.
Finalizo, señorías...
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Gracias, señora diputada. Ha concluido su tiempo.
Por parte del Grupo Parlamentario Popular, doña Mercedes Roldós, por tiempo de diez minutos tiene usted la palabra.
La señora ROLDÓS CABALLERO: Muchas gracias, señor presidente. Señoras y señores diputados.
En primer lugar, agradecer al Gobierno esta solicitud de comparecencia a petición propia para comparecer en un tema de primera magnitud como ha sido la emergencia de salud pública declarada el pasado 8 de agosto por la Organización Mundial de la Salud, referente al brote de ébola en el África Occidental. Por lo tanto, nos parece muy oportuna la decisión del Gobierno de venir a comparecer.
En segundo lugar, me van a permitir que muestre la satisfacción por la recuperación y la negatividad en la carga viral de la paciente Teresa Romero, que se recupera en el Hospital Carlos III, de Madrid. Y también en algo que nos afecta de cerca, que un caso sospechoso, un caso en vigilancia, de un cooperante, de un profesional sanitario de aquí, de Canarias, que todavía a día de hoy está en el Hospital de la Candelaria, tratado de otra dolencia, en este caso de malaria, haya sido finalmente negativo en los dos análisis sucesivos y confirmatorios de virus del Ébola. Por lo tanto, reconocer a este canario su capacidad de solidaridad y de ayudar a los que más sufren en África, incluso a riesgo de su propia salud.
En tercer lugar, señorías, decirles que la lucha contra el ébola en nuestro país a día de hoy se ha saldado con éxito. Y se ha saldado con éxito porque la prioridad ha sido la atención a la paciente que ha sido contagiada, porque la coordinación ha funcionado desde el primer momento de manera impecable, por la formación específica a los profesionales, por el refuerzo de los protocolos. Por lo tanto, esa ha sido la clave de la lucha contra el ébola en nuestro país, que a día de hoy, afortunadamente, ya no somos un territorio susceptible de contagio de ébola.
Señorías, decirles también que España tiene uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, que estábamos y estamos perfectamente preparados para una situación como esta. Que, según la Organización Mundial de la Salud, el riesgo era muy bajo; a día de hoy el riesgo ha desaparecido, en el día de hoy. Y, por tanto, ante ese riesgo tan bajo, tan bajo, derivado de que... Es verdad que el ébola es una enfermedad con una altísima mortalidad, más del cincuenta por ciento, pero, sin embargo, tiene una muy baja contagiosidad o transmisibilidad, afortunadamente, porque no se transmite por agua, porque no se transmite por vía aérea, sino por un contacto íntimo y directo, a través de sangre, secreciones y fluidos de los propios pacientes; y, por lo tanto, se limita de manera muy importante el contagio entre personas. Además destacar también que esa alta mortalidad también se acompaña de una alta infectividad, es decir, una vez que hay contacto, la infectividad sí que es muy alta para las personas. Pero, afortunadamente, yo creo que las cosas han ido bien y hoy podemos hablar con la tranquilidad que tendríamos que haber tenido todos desde el primer momento. Yo recuerdo muy bien, porque me tocó vivir una crisis sanitaria, en el año 2009 tuvimos, no un brote, como ha sido este, no una declaración de emergencia de salud, sino una pandemia, una pandemia. Y ante una pandemia yo recuerdo muy bien las palabras de un técnico de salud pública, de un profesional, de aquí, canario, que me parecen muy acertadas, entonces y ahora; y me decía: "hay que estar alertados pero no alarmados". Y alertados quiere decir que hay que estar preparados, que hay que poner, como decía la señora Julios, sensatez y cabeza, que hay que tener la formación necesaria de los profesionales para proteger a los profesionales y que también hay que ser sensatos, responsables y prudentes a la hora de comunicar, de comunicar a la población. Lo decía usted muy bien, señora Julios, cuando decía y hablaba de la posible repercusión exterior de un caso sospechoso o en vigilancia que tuvimos en Canarias, que cuál podía ser la repercusión internacional, que al final no deja de ser una repercusión económica para nuestra comunidad autónoma; y usted decía: "depende de nosotros". Le doy toda la razón, porque la verdad es que hemos oído algunas voces que mejor es que se hubieran estado callados, porque en estos casos quien tiene que hablar son las autoridades sanitarias, y las autoridades sanitarias, desde luego, siempre acompañadas, reforzadas y asesoradas, como se ha hecho a nivel nacional y como se ha hecho también aquí, en Canarias, por los técnicos, por los especialistas.
Y, señorías, yo tengo que recordar aquí, una vez más, que España ha seguido todas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Ha seguido las recomendaciones en cuanto a medidas de vigilancia, en cuanto a protocolos de actuación. Saben ustedes que luego, a instancias de España, en España se han reforzado esos protocolos de actuación, y a nadie tiene que extrañar que los protocolos de actuación sean cambiantes ante situaciones cambiantes, tienen que ser así los protocolos. Que ha seguido todas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud en cuanto a acciones de coordinación. Hemos estado perfectamente coordinados entre la Organización Mundial de la Salud, el CDC europeo -el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades europeo- y también la magnífica coordinación entre el Ministerio de Sanidad y las diecisiete comunidades autónomas. Yo me alegraba mucho de la sensatez de los consejeros de Sanidad de España cuando la semana pasada, como una piña, suscribían la declaración de la ministra de Sanidad, como hicimos en su día con Trinidad Jiménez cuando el virus de la gripe A. Igual.
Y les decía que hemos seguido las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, incluso, porque era recomendación de la Organización Mundial de la Salud, la repatriación de ciudadanos españoles que se habían infectado del virus del Ébola. Yo me siento orgullosa de un país como España, que repatrió a gente que estaba trabajando fuera de España, que estaba trabajando con los más débiles, con los que más lo necesitaban, y que hizo todos los esfuerzos por traerlos aquí y por darles atención. Y les decía, señorías, que algunas voces un poco miserables sí que hemos oído cuando decían que había que haber dejado morir a esas personas que habían ido a ayudar a los demás. Yo me siento muy orgullosa de mi país y les digo que era una recomendación de la Organización Mundial de la Salud, y eso es importante.
Yo creo que es el momento de agradecer, de reconocer y de poner en valor los magníficos profesionales que tiene el Sistema Nacional de Salud y también el Servicio Canario de la Salud, por su labor, por su preparación, por su dedicación y por su capacidad.
Decía antes, y lo reitero de nuevo, que cuando hay una crisis de salud pública lo que hay que hacer es transparencia, comunicación, buena información, formación a los profesionales para proteger a los profesionales y a la población y coordinación, mucha coordinación, con los agentes institucionales, científicos y sociales. Y ahí, señorías, quisiera destacar que la labor de los medios de comunicación es esencial, para no crear alarmas innecesarias, para que estemos alertados, preparados, pero no alarmados.
Por lo tanto, señorías, afortunadamente, vemos cada día que hay diferentes países que están siendo libres del virus del Ébola; hace unos días Senegal, ayer mismo Nigeria, que por la importancia del número de población que tiene es muy importante; Senegal, muy importante por nuestra cercanía y nuestras relaciones; España, que ya ha superado en estos momentos esta crisis y que ha demostrado que está preparada, que está alertada y que nos garantiza un buen control de una crisis de salud pública como es esta.
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Gracias, señora diputada.
Por parte del Gobierno, para concluir esta comparecencia, la señora consejera de Sanidad, doña Brígida Mendoza, por tiempo de diez minutos tiene usted la palabra.
La señora CONSEJERA DE SANIDAD (Mendoza Betancor): Señorías.
Finalizaba antes diciendo que el pasado 16 de octubre, tras ser activado el protocolo de ingreso hospitalario para estudio por virus del Ébola de un varón que había regresado de Sierra Leona, el 17 de octubre me volví a reunir tanto con el comité ejecutivo como con el comité científico para trasladarles de primera mano la situación en referencia al caso en estudio por posible virus del Ébola que había ingresado en el Hospital Nuestra Señora de Candelaria y que ese mismo viernes, en la primera analítica, resultó negativo y que anoche, pues, ya en la segunda, de comprobación, pues, como todos conocen, se confirma el negativo y se sigue tratando de su patología. Así que hemos trasladado de primera mano toda la información, y de forma actualizada, de todo lo que se ha realizado en cada momento. Y ahora estamos también, ya hemos procedido a la convocatoria de nuevo del Consejo Canario de la Salud y hoy hemos reunido a la Mesa Sectorial de Sanidad.
Señorías, la Consejería de Sanidad ha tenido muy en cuenta desde el mes de abril, al empeorar y extenderse la enfermedad por virus del Ébola en el continente vecino, en el continente africano, no solo la posición geográfica que tenemos sino las comunicaciones, cada vez más frecuentes, las relaciones crecientes, con los países africanos, que hacen que nuestra ciudadanía y otras personas de distintos países, y por distintos motivos, utilicen nuestras islas como puente hacia África. Por ello, y teniendo en cuenta que la enfermedad por el virus del Ébola es una enfermedad viral sin tratamiento hasta el momento, con una mortalidad superior al cincuenta por ciento, entendimos que teníamos que prepararnos por la posibilidad de un salto de la enfermedad fuera del continente africano y, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, adoptamos los protocolos de las fiebres hemorrágicas desde ese mismo momento y comenzamos las acciones formativas.
A partir del 8 de agosto, cuando fue declarada por Margaret Chan como emergencia internacional ante el número de muertes tan importante, más de un millar, que conociésemos, pusimos en marcha el protocolo específico ante el virus del Ébola y realizamos una evaluación de las acciones que debíamos tomar e intensificar las actuaciones.
Se incrementó la formación dirigida a aquellos profesionales que, por su especialidad, por su ocupación, fuera más probable que, en caso de enfermedad por virus del Ébola, debieran verse afectados, como decía, como las urgencias de atención primaria, especializada, internistas o intensivistas y, evidentemente, todo el personal del Servicio de Urgencias Canario. Personal que, además, ya contaba con una formación específica.
Se valoraron los hospitales, se plantearon los hospitales de referencia, se establecieron reuniones periódicas y se realizaron simulacros, y sobre todo, y teniendo en cuenta que podía ser, evidentemente, un grave problema de salud pública y ante la necesidad de mantener unos protocolos y criterios sin fisuras, se estableció una guardia de epidemiología, dependiente de la Dirección General de Salud Pública, a fin de poder gestionar las alertas y trabajar de forma coordinada y ayudar en todo lo posible a aquellos profesionales que estaban en los centros de salud o en los hospitales.
Todo ello unido a la coordinación permanente con el resto de las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, con los que hemos venido trabajando y en ello continuamos. Y este, este es el ejemplo de que las actuaciones en materia de sanidad deben estar por encima de políticas y de partidos, y así hemos trabajado, te tal forma que, a la vista de la evolución de los acontecimientos, solicité, en dos ocasiones, por escrito, el día 2 de septiembre y el 18 del mismo mes, la convocatoria del Consejo Interterritorial, dada la importancia que estaba tomando la enfermedad y nuestra posición geográfica y nuestras relaciones con África. Esto se abordó en una reunión informal de consejeros con la ministra de Sanidad en Santiago, a la que asistí por haber establecido este punto entre los debates que se habían establecido. Y, finalmente, tras el primer contagio de una profesional de la sanidad madrileña, el ministerio convocó el Consejo Interterritorial con ese único punto en el orden del día y que se celebró tras la comisión preparatoria de la misma fecha, es decir, el día 10 de octubre.
Aún más, a la vista de ese hecho y antes aun de esa convocatoria, nosotros ya estábamos convocando las diferentes reuniones que expuse en mi primera intervención y que se celebraron, por cuestión de tiempos preceptivos de convocatoria, durante los días 13 y 14 de octubre.
Los acontecimientos se han precipitado y tuvimos la pasada semana una alerta y hospitalizamos a una persona, en aquel momento en investigación y, afortunadamente, ahora negativo, desde aquella noche negativo, confirmado en la noche anterior y hoy tratándose de su otra patología. Diagnóstico realizado en menos de veinticuatro horas y desde aquí vuelvo a desearle una rápida recuperación.
Hemos intensificado aún más la formación, los simulacros, establecido aulas abiertas en los centros de atención primaria y especializada, aun sin ser de referencia, entendiendo que el aspecto de la formación ayuda en gran medida a bajar el nivel de alarma del personal y tranquiliza a la población, puesto que nuestros profesionales, sea cual sea su categoría, se siguen formando y están preparados, como así lo han demostrado.
Y, efectivamente, hubo un momento en el mes de julio en que se solicitó ayuda, tal como suponía su señoría, el señor Rodríguez, se solicitó ayuda y se remitió material, que fue utilizado por profesionales de la Orden de San Juan de Dios y alguna fundación en África, en Sierra Leona. Y vaya de nuevo el reconocimiento hacia los profesionales, porque en cuestión de cuatro horas a partir de la llamada, un viernes, desde las cuatro a las ocho de la tarde, prepararon el material y fue remitido, porque no tenían nada para poder aislarse y evitar un potencial contagio.
Dije la semana pasada en rueda de prensa que nuestras prioridades eran dos, y siguen siendo dos: el paciente y la seguridad de nuestros profesionales sanitarios. Y nuestros profesionales continúan superándose a sí mismos. Son un ejemplo de lo que deberíamos ser todos en materia sanitaria. Se apoyan unos a otros, se enseñan, nos enseñan en el cuidado que están dando al paciente, a las personas que fueron aisladas en ese momento por ser personas consideradas de alto riesgo, siguiendo las modificaciones que se establecieron en el protocolo, aprobadas el día 10 de octubre en ese Consejo Interterritorial. Ese protocolo puede que vaya variando puesto que va mejorando y cada comunidad que se vea enfrentada a un caso similar va detectando y aportando su experiencia y detectando aquellos puntos en los que podríamos seguir mejorando. Aun así, falta por apagar el origen de esta catástrofe que están viviendo los países vecinos de África: Liberia, Guinea Conakri, Sierra Leona, donde, según el último informe del Ministerio de Sanidad, la situación sigue empeorando. Es importante redoblar los esfuerzos para detener esta situación y es necesaria más que nunca la colaboración de la comunidad internacional.
Hemos tenido conocimiento, por los medios de comunicación, puesto que no ha habido comunicación oficial, de la designación de las bases militares de Rota y Morón para el envío de material y personas a África, a estas zonas afectadas por el virus del Ébola, y del aeropuerto de Gando, en Gran Canaria, como lugar de paso también para mercancías y para las idas o el regreso del personal. Nos gustaría conocer las condiciones en que esto se lleva a cabo. Entendemos que debemos conocer en profundidad las condiciones de los acuerdos que se vayan llevando, de los que no hemos sido informados, y por ello exigiremos desde el Gobierno de Canarias el máximo nivel de garantías para nuestra población al Gobierno de España.
Y, desde luego, lo que sí podemos asegurar también es que tenemos un sistema sanitario canario preparado, porque así todos lo hemos demostrado. Estamos preparados para afrontar una situación hasta ahora desconocida y que nuestros ciudadanos y ciudadanas pueden estar tranquilos, pueden guardar la calma y seguir haciendo una vida normal, porque los profesionales de la sanidad canaria, una vez más, han demostrado estar más que a la altura de las circunstancias. Y vaya mi compromiso, como consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, de que, desde luego, no bajaremos la guardia. Continuaremos formándonos, continuaremos preparándonos e informando a la población de forma veraz y transparente.
Volver a repetir que nuestras prioridades son los pacientes, la seguridad de nuestros profesionales, la seguridad de nuestra ciudadanía. Volver a lanzar el mensaje de tranquilidad y de calma a nuestros ciudadanos. Y vaya desde aquí mi más sincero reconocimiento a todas y cada una, a todas y cada una de las personas que están trabajando por la tranquilidad de nuestra ciudadanía, y les pido a sus señorías que se unan a este justo reconocimiento.
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (Cruz Hernández): Gracias, señora consejera.