Diario de Sesiones 147, de fecha 26/11/2014
Punto 11
8L/PNL-0394 PROPOSICIÓN NO DE LEY DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA CANARIO, SOBRE LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
El señor PRESIDENTE: Siguiente proposición no de ley, del Grupo Socialista Canario, sobre la violencia de género.
Doña Belinda Ramírez, por el Grupo Socialista Canario, tiene la palabra. Tampoco tiene enmiendas.
La señora RAMÍREZ ESPINOSA: Gracias, señor presidente. Muy buenas tardes, señorías.
Ayer celebrábamos el Día Internacional contra la Violencia de Género y hoy el Grupo Socialista trae a esta Cámara una proposición no de ley, a instancias de mi compañera María Dolores Padrón, ante la continua necesidad de redoblar los esfuerzos contra esta lacra social.
Señorías, la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género cumple una década, una ley que fue pionera y supuso un paso firme respecto a la lucha contra la violencia de género en todos sus aspectos. Se cumplen diez años de aquel día histórico de su aprobación, no solo por el voto unánime favorable de los 320 diputados del Congreso, sino además porque era la primera vez que la mujer víctima de violencia machista se convertía en el eje de reformas sociales, sanitarias y judiciales.
Una ley que nació con el principal objetivo de apoyar y proteger a las víctimas de género y a sus hijos e hijas menores, que también son víctimas de género, de violencia de género, perseguir a los maltratadores, prevenir y erradicar este tipo de violencia, este tipo de terrorismo, y sensibilizar a la sociedad española de la necesidad de combatirla, dejando atrás siglos de opresión y dejando atrás siglos de silencio cómplice.
Una ley, señorías, por la que España recibió en Ginebra una de las menciones de honor del premio de políticas de futuro, por considerarla una de las más importantes para combatir y erradicar la violencia sexista en todo el mundo.
Diez años de andadura que han servido, además, para desmontar totalmente esos prejuicios que argumentaban algunos detractores de esta lucha, como era el tema de las denuncias falsas. Y al respecto hay que decir que la última memoria de la Fiscalía General del Estado despeja cualquier duda, porque afirma que el escaso porcentaje de causas incoadas cada año por delito de acusación o denuncia falsa supone un 0,018%, cifra que, evidentemente, rebate esas voces que se alzan en torno a la prevalencia de denuncias falsas en materia de violencia sobre la mujer.
Pero, lamentablemente, señorías, ha sido una década en la que 613 mujeres han muerto en manos de sus parejas o de sus exparejas y en la que se han interpuesto más de un millón de denuncias, según datos del Consejo General del Poder Judicial. Cifras que indican que, a pesar de la utilidad y del reconocimiento internacional recibido por la ley integral, las mujeres continúan sufriendo violencia de género y que desgraciadamente el número de asesinatos también está aumentando. En el último año han muerto 46 mujeres; solo durante el mes de agosto pasado 8 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, las cifras más elevadas de los últimos cuatro años.
Es de máxima preocupación, señorías, que exista más violencia pero que se denuncie menos, como también lo es el hecho de que muchas de las mujeres víctimas vuelvan con el agresor, siendo la causa principal la falta de recursos económicos. Por todo ello, nos sorprenden y nos preocupan al máximo, al Grupo Socialista y a la población en general, las políticas que desde el Gobierno del Estado se están llevando a cabo y que amenazan de frente, a bocajarro, a la ley integral, porque ya no es solo el hecho de que el Partido Popular ni siquiera hable en su discurso de la lucha contra la violencia de género, sino que además tenemos que soportar cómo, en uso de esa mayoría absoluta, aprueban y aplican recortes presupuestarios, aprueban y aplican políticas y reformas legislativas que atentan directamente contra esta lucha y contra la propia ley integral. Recortes presupuestarios que en materia de igualdad en general alcanzan el 33% en esta legislatura y en materia de violencia de género en particular ya van por el 22% desde la llegada al Gobierno del Partido Popular. Reformas legislativas que suponen un atentado contra esta ley y contra esta lucha; un despropósito, desde luego, total y absoluto.
La reforma laboral, un claro ejemplo de ello, tachada por las distintas organizaciones sindicales de injusta, de ineficaz y discriminatoria por razones de género; la ley de calidad educativa, la llamada Ley Wert, elimina la asignatura de Educación para la Ciudadanía, que formaba en valores a los futuros y futuras ciudadanas y ciudadanos, valores como son el respeto y la dignidad de las personas y la igualdad entre hombres y mujeres. Elimina, señorías, la mejor medicina contra la violencia de género, que es la prevención. Muchos expertos lo dicen: la prevención es la gran asignatura pendiente. Pero resulta que tenemos un Gobierno en el Estado, una derecha radical, que, en sentido contrario a las recomendaciones de los expertos en un tema tan delicado como es la prevención de la violencia de género, el Partido Popular lleva a cabo reformas educativas totalmente contrarias a esa prevención. Y por si fuera poco, por si fuera poco, señorías, apoyan la educación segregada por sexos, argumentando nada más y nada menos que el rendimiento escolar es mayor. Señorías, lo que parecía un reducto de la educación católica más conservadora hasta hace apenas una década, esta es la educación del Partido Popular, señorías, la que hace alimentar estereotipos y la que hace afianzar el sexismo.
Otra, la ley de reforma local, impuesta por el Gobierno del Partido Popular, que ha calificado como impropias las competencias que los ayuntamientos y las entidades locales venían ejerciendo en materia de igualdad y violencia de género, de manera que alejan los servicios públicos de la atención de las mujeres y suprimen la labor de detección, denuncia y apoyo específico que realizaban los servicios sociales municipales.
También el proyecto de reforma del Código Penal, que elimina completamente el concepto de violencia de género de su articulado, rebaja la gravedad del delito de lesiones y sigue permitiendo la mediación en los supuestos de violencia de género. Además, se exige que se presente una denuncia para poder perseguir las lesiones menores, cuando estas son los primeros indicios o alertas de posibles casos de violencia de género.
La Ley del Estatuto de la Víctima del Delito, que obliga al reembolso de los gastos causados a la Administración en caso de absolución o sobreseimiento, cuando resulta que el 40% de las sentencias dictadas en violencia de género son absolutorias, simplemente por la dificultad de pruebas que ello conlleva.
Y tantas otras que atentan contra el espíritu de la ley integral y que atentan contra las garantías de protección de las víctimas, que suponen un cúmulo de despropósitos tremendo e incomprensible.
El Gobierno del Partido Popular, en una irresponsabilidad tremenda, está poniendo a la sociedad española en una encrucijada muy, muy peligrosa, porque está desmantelando sistemáticamente la lucha contra la violencia de género a base de recortes. La política ultraliberal del PP, que conlleva instaurar sus principios patriarcales, falta de financiación, disminución en la atención a la dependencia, modificación de la ley del aborto, son tan solo algunas de las pruebas de cómo nos afectan a las mujeres, de forma alarmante, las políticas ultraliberales que están imponiendo unilateralmente.
Señorías, la salida de la crisis tiene que ser solidaria, manteniendo estas políticas sociales. La crisis no puede servir como excusa para el desmantelamiento de los avances conseguidos en materia de igualdad. De la crisis hay que salir con más igualdad y no con menos, que es el camino que estamos llevando.
Carmen Monreal, psicóloga, pedagoga y profesora de universidad, manifestó al respecto de esta ley que, aunque supuso un referente, fue una ley mucho más avanzada que las mentalidades, mucho más difíciles de cambiar, evidentemente. Esta ley echó a andar por delante de una sociedad en la que, en determinados ámbitos, se mantiene la creencia de que las mujeres son menos capaces. Y este es el problema, señorías, que muchos aún creen que somos menos capaces y nos consideran carentes de los derechos mínimos de libertad, de respeto y de capacidad de decisión. Por eso insiste también la profesora en que la única manera de combatir esto es la educación y la prevención. Es una reivindicación esto ante los nuevos datos, que indican que los adolescentes imitan y reproducen los patrones machistas, y ya se está produciendo un incremento de víctimas de violencia de género en menores de edad. Esto es tremendamente preocupante. Hoy ese machismo central se encuentra incluso en las redes sociales o los móviles.
Además, las situaciones de violencia sobre la mujer afectan a los menores y a las menores que se encuentran dentro del ámbito familiar. Son víctimas de esta violencia. Es una forma de maltrato infantil y, en consecuencia, se les debe dar la protección por parte de las administraciones a los menores en la misma medida que a las mujeres que padecen la violencia de género.
Por todas estas razones, se hace necesario redoblar los esfuerzos contra la violencia de género; volver a colocarla como prioridad política y exigir que se restituya el sistema de protección para las mujeres víctimas y todos los recursos y medidas que se han ido desmantelando en los últimos años.
Todas estas reivindicaciones que hacemos desde esta tribuna, señorías, están recogidas en el texto expositivo de esta proposición no de ley, para la que esperamos contar con el apoyo de todos los grupos porque, desde luego, entendemos que no hay argumentos para votar en contra. Señorías, solo avanzando en igualdad podremos hablar de una sociedad verdaderamente libre en la que los hombres y las mujeres se relacionen sin dominio, sin sumisión y sin violencia. La tolerancia cero, señorías, porque mientras ahora estamos debatiendo esta proposición no de ley, hay muchos agresores que están pensando en cómo maltratar e incluso en cómo asesinar. Es duro pero no es nada exagerado lo que estamos diciendo, porque es la realidad, es el día a día, y esta realidad es la que nos obliga a todos a ser conscientes y a poner todo de nuestra parte para luchar contra esta lacra social que estamos viviendo.
Muchas gracias, señorías.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, doña Belinda.
Fijación de posiciones. Grupo Parlamentario Mixto, don Román Rodríguez.
El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): Expresar nuestra coincidencia absoluta y felicitar a la proponente, no solamente por lo que dice sino por cómo lo dice, ¿no?, porque cuando las cosas se creen se dicen de manera distinta de cuando tocan. De manera que coincidir absolutamente.
Estamos ante un problema que las sociedades modernas están tratando de abordar yo creo que de forma fracasada. Los resultados son malos. La ley, reivindicando a Zapatero en sus aspectos positivos, fue una ley avanzada y todo el mundo reconoce que un acierto, y seguramente una ley que va más allá de la conciencia colectiva. El parlamento ahí fue vanguardia, digamos, sobre el propio nivel de conciencia de la ciudadanía. Pero los resultados no son buenos y los recortes, digamos, están generando problemas para abordar la problemática una vez generada. Pero me parece muy interesante la reflexión que hace, porque creo que es la clave, la prevención. La clave aquí está en la cultura, en la educación y, si no atacamos el problema de base, se reproduce. Los datos sobre la juventud en esta materia son enormemente preocupantes, enormemente preocupantes. Primero, porque se reproducen valores que incluso padres y abuelos podríamos haber ido paliando a lo largo de los años en este proceso de debate que hemos tenido en la sociedad española y canaria en los últimos años y ahora hay un rebrote del machismo más ultramontano en las generaciones juveniles, y esto solo se puede combatir con educación. Y, por lo tanto, elementos como Educación para la Ciudadanía, que se han eliminado y que eran elementos fundamentales en la cultura cívica, de convivencia, no solamente entre géneros sino entre otras variables de la convivencia, digamos, justa, se han eliminado.
Me parece que el esfuerzo que hagamos en materia educativa será el esfuerzo más estratégico y que podrá conseguir mejores resultados sobre los problemas que ya vivimos, evidentemente, que disponer de los medios para proteger a las víctimas, primero de sus agresores y luego de la sociedad que las margina y las excluye, desde facilitarles la vivienda al trabajo. Pero eso es actuar ya sobre el problema consolidado, pero si queremos evitarlo solo hay un mecanismo eficaz, en este y en otros problemas de patología social, que lo es la violencia, actuando sobre el origen, sobre la educación, sobre la cultura. Y ese es un elemento absolutamente vital, donde yo creo que todos andamos comprometidos, al menos en lo teórico, el asunto es aterrizar y recuperar en el sistema educativo, digamos, espacios para la formación en esta dimensión absolutamente vital para la convivencia.
Por lo tanto, reiteramos nuestro compromiso con esta justa y fracasada lucha, diría yo, porque los resultados son catastróficos, a pesar de los medios, a pesar de la conciencia, a pesar de las leyes; y, por lo tanto, persistir en la necesidad de destinar recursos. Aquí se ha mantenido el presupuesto a duras penas, de 8 millones estamos en 7.600.000. Cierto es que los programas concretos de violencia se han mantenido; sin embargo, en el orden estatal las reducciones han sido muy importantes y en el ámbito municipal también, primero porque los ayuntamientos menos conscientes han retirado los servicios de ayuda al maltrato, en esta materia tenemos algunos ejemplos muy notorios, en esa materia, pero también porque ahora la nueva ley genera dificultades, la nueva Ley de Racionalización y Sostenibilidad local genera dificultades a los ayuntamientos para mantener servicios como este. De manera que en ese terreno tendremos que seguir avanzando, pero me parece que es muy destacable el asunto de la formación, de la educación, como elemento básico para revertir una situación que no solamente no remite sino que rebrota, como estamos viendo, desgraciadamente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Román Rodríguez.
Por el Grupo Nacionalista Canario, doña Flora Marrero.
La señora MARRERO RAMOS: Muchas gracias, señor presidente.
Lógicamente, el Grupo Parlamentario Nacionalista va a apoyar, como no podía ser de otra manera, esta proposición no de ley.
Y un poco para completar las intervenciones a mí me gustaría, de manera muy gráfica, leer unos datos de una tesis doctoral sobre la violencia contra la mujer de la Universidad Autónoma de Madrid, de don Jorge Zurita Bayona, que me parece interesante porque da los datos de la violencia de género en España. No los voy a explicar sino simplemente a enumerar, porque me parece que es importante y muy gráfico. Uno, hay más agresores que víctimas en el paro; dos, apenas el 3% de las víctimas y agresores están titulados en universidades; tres, tanto agresores como víctimas suelen tener un hijo. De ahí -nosotros lo hemos dicho algunas veces- la necesidad de que los hijos y las hijas sean considerados víctimas de violencia de género; cuatro, la edad de las víctimas y agresores oscila entre 31 y 45 años. Bien es verdad que se están dando muchos casos además, cada vez más, en la tercera edad; quinto, el porcentaje de violencia entre los extranjeros es más alta; y, sexto, la mayoría de los casos violentos se dan en matrimonios y parejas, y esto es una realidad también que vemos.
¿Qué quiero decir con ello?: que en el año 2014 cuarenta y dos mujeres han sido asesinadas, a lo largo de lo que va de año, una de ellas en Canarias.
Ya nos hemos olvidado, porque no está de actualidad -a nivel mundial me refiero-, de las doscientas niñas nigerianas que fueron secuestradas, muchas de ellas fueron vendidas a menos de 10 euros, y todavía está ese caso de violencia de género y no han sido encontradas esas niñas. Cada quince segundos en el mundo una mujer es víctima de violencia de género y cada tres de cuatro mujeres en el mundo, a lo largo de su vida, sufre una situación de violencia de género. A nivel europeo, el 33% de las mujeres europeas ha sufrido violencia de género y la mayoría no ha denunciado o calla. Hay más muertes de mujeres víctimas de violencia de género que por cáncer, malaria, accidentes de tráfico y guerras juntos.
Es verdad que hay un incremento en los recursos de la atención a las víctimas de la violencia de género, pero no es suficiente. ¿Por qué digo esto?, porque hay que trabajar -y esto lo relaciono con lo que se ha dicho anteriormente- en lo que es la formación y la prevención, porque desde luego son las únicas herramientas que nosotros entendemos que son efectivas.
Y quiero hacer un llamamiento -y yo creo que esto tiene que ser fruto de una iniciativa parlamentaria, una PNL- a lo que se denomina "las nuevas formas de violencia de género", y estamos hablando -se ha mencionado aquí- de las redes sociales. Ya está reconocido y plasmado en el Observatorio contra la Violencia de Género. Estamos hablando de que cada vez más los adolescentes sufren situaciones de acoso sexual por parte de desconocidos, a través de las redes sociales, de Tuenti, de Facebook. Los wasaps son una herramienta muy poderosa y peligrosa de control de las parejas. El doble clic azul famoso hace muchísimo daño en los casos de violencia de género. Y después no olvidemos lo que se denomina el ciberacoso, el child grooming, que es cuando un adulto se hace pasar por un menor para ganarse la confianza y después abusar sexualmente.
Y después los datos son que el 2,9% de los chicos sufren violencia, son víctimas de ciberacoso, frente al 7,9% de las chicas.
Y no olvidemos un aspecto importante. Hay unas situaciones de violencia de género, que no es lo que se manifiesta, a la agresión física me refiero, sino que hay unas situaciones de violencia de género -yo le voy a hacer al consejero una pregunta en el pleno-, es lo que se denomina "el machismo benévolo", que está haciendo muchísimo daño, y lo que se denomina "el micromachismo". Son situaciones de violencia de género, que es el embrión de esta lacra social que estamos padeciendo.
El señor don Román Rodríguez hablaba en la comparecencia anterior, en la moción, de la enmienda del Sáhara, que nosotros apoyamos completamente, como no puede ser de otra manera, pero quiero aprovechar también para el caso de la mujer de 25 años, de Darya, que está retenida por su familia, que no la dejan decidir dónde quiere vivir, que para mí, aparte de una violación de los derechos humanos, también es una situación de violencia de género.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, don Emilio Moreno Bravo, Grupo Parlamentario Popular.
El señor MORENO BRAVO: Muchas gracias, señor presidente. Señorías.
Como no puede ser de otra manera, el Grupo Parlamentario Popular de esta Cámara está comprometido en la lucha contra la violencia de género, y la batalla contra dicha lacra debe hacerse desde todos los frentes. Eso sí, todos juntos, sin exclusión.
De ahí que deba empezar haciendo saber que el texto de esta proposición no de ley, más que un paso hacia adelante en esa importante lucha, es un discurso dirigido a criticar la política que contra la violencia de género se ha llevado a cabo durante estos últimos años por el Gobierno de la nación del Partido Popular, y en esto no podemos estar de acuerdo, sintiéndolo mucho.
Solo quiero recordar a los intervinientes que, en marzo de este año, el Consejo de Ministros aprobó el Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades 2014-2016, que presenta como gran objetivo alcanzar la igualdad real y eliminar cualquier discriminación por razón de sexo que pudiera persistir. El plan cuenta, ni más ni menos, con 224 medidas y con una dotación de 3.127 millones de euros. El mayor presupuesto de cuantos planes de igualdad se han presentado en España. Se constituye como uno de los ejes estratégicos de este plan la lucha contra la violencia de género. Y en esta misma línea, el Gobierno de la nación ya había comenzado a trabajar en este tema, tras haber puesto en marcha, en el año 2013, la primera estrategia nacional para la erradicación de la violencia sobre las mujeres, dotada ni más ni menos que con 1.500 millones de euros. Y esa es la verdad de las cosas y deben ser dichas sin temor.
Por tanto, la línea que mantiene su PNL no se corresponde con la realidad, pues el Gobierno del Partido Popular no ha desmantelado nada, como usted dice, señora Ramírez, y la autora de la iniciativa, la señora Padrón. Le recomiendo a ambas que corrijan esta falsa obsesión que pudiera corresponder a sus errores ideológicos y simbólicos, señorías.
Pero hay algo más que hace que estemos en desacuerdo absoluto, nuevamente, con su propuesta. Y en este punto quiero seguir las alegaciones que se vertieron en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados el 30 de abril de 2014 por parte de la diputada Martín Pozo, diputada del Grupo Parlamentario Popular. Voy a hacer una referencia expresa al texto y luego lo vuelvo a aclarar: "... la única conclusión que usted saque de la lectura de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local sea que hay una limitación en las competencias de las corporaciones locales en materia de violencia de género y que va a conllevar graves consecuencias en perjuicio de las mujeres -eso es lo que ustedes extraen-. Pues, mire, nada más lejos de la realidad. Por ello le recomiendo una lectura de la mencionada ley para que pueda reconocer su error. Lejos de llevar aparejada la supresión de servicios a los ciudadanos, con esta reforma lo que se hace es garantizar la prestación de los servicios a los ciudadanos, con independencia del lugar de residencia. Eso sí, con la finalidad de evitar duplicidades administrativas, se establece en la ley un régimen de atribución de competencias que obliga a aclarar cuál es la administración responsable del servicio, pero con una garantía añadida, señorías, pues debe ir acompañada de la dotación de recursos necesarios para asegurar la suficiencia financiera de las entidades locales". Y ese es el objetivo de la Ley 27/2013, que considera imprescindible -cómo no- el papel de las corporaciones locales en la lucha contra la violencia de género y en la atención de las víctimas de violencia de género.
Por tanto, señora Ramírez, siguen manteniéndose las competencias en el ámbito de servicios sociales en las entidades locales. Concretamente, la atención inmediata de las personas en situación de riesgo, donde se encuentran, como bien sabrá usted y como bien sabrán los demás diputados, las víctimas, mujeres víctimas de violencia de género como colectivo vulnerable. Y habrá, además, la posibilidad de ejercer competencias distintas a las propias siempre que hayan sido atribuidas por delegación, cuando se cumplan los requisitos previos que ya le he expuesto anteriormente, le he aclarado.
Otra cosa más, me permito recordarles, y lo permito recordar a esta Cámara, que fue un gobierno del Partido Popular el que, por primera vez, tipificó en un código penal el delito de maltrato no habitual y que se recogió en la reforma dada por la Ley Orgánica 11/2013.
Quiero acabar solo con unas palabras del presidente del Gobierno, don Mariano Rajoy, en La Tercera de ABC, que dicen así: "Quiero dirigirme a las mujeres que están sufriendo en primera persona este drama. Y quiero decirles que no están solas. Que no solo cuentan con el apoyo total del Gobierno, sino con el respaldo de todo un país. Su causa es nuestra causa y sus denuncias activarán toda nuestra ayuda para que por fin puedan vivir su vida tal y como merecen: sin miedos ni amenazas y en plena libertad".
Nada más y muchas gracias.
(El señor presidente hace sonar el timbre de llamada a la votación.) (Pausa.)
El señor PRESIDENTE: Sí, señorías, por favor, ocupen sus escaños. Vamos a proceder a la votación de la proposición no de ley, del Grupo Parlamentario Socialista Canario, sobre la violencia de género. Comienza la votación. (Pausa).
Resultado: 47 presentes; 29 a favor, 18 en contra y ninguna abstención.
Queda aprobada.
Yo, si me lo permiten, la señora portavoz y los señores portavoces, ¿se pueden acercar un momentito a la Mesa, si son tan amables?
(Los señores portavoces y el señor representante del Gobierno atienden el requerimiento de la Presidencia. Pausa.)