Diario de Sesiones 147, de fecha 26/11/2014
Punto 9

8L/M-0034 MOCIÓN DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR, CONSECUENCIA DE LA INTERPELACIÓN DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR, SOBRE LAS ACTUACIONES DE POLÍTICA GENERAL EN MATERIA TRIBUTARIA, DIRIGIDA AL SEÑOR CONSEJERO DE ECONOMÍA, HACIENDA Y SEGURIDAD (I-51).

El señor PRESIDENTE: Moción del Grupo Popular, consecuencia de la interpelación, sobre actuaciones de política general en materia tributaria, dirigida al señor consejero de Economía, Hacienda y Seguridad.

Hay dos enmiendas: una -presentadas por este orden- del Grupo Parlamentario Mixto y otra del Grupo Nacionalista.

Para la defensa de la moción, tiene la palabra don Jorge Rodríguez, Grupo Parlamentario Popular.

(El señor secretario primero, González Hernández, ocupa un escaño en la sala.)

El señor RODRÍGUEZ PÉREZ: Señor presidente, señorías.

Pese a lo plúmbeo que puede ser la hora en que se inicia o se reinicia este pleno, para debatir una moción que consideramos importante y que forma parte del leitmotiv de cuantas iniciativas el Grupo Parlamentario Popular ha venido presentando a lo largo de esta legislatura, y que no es otra que la que tiene que ver con todas aquellas medidas colaterales que propicien la creación de empleo.

Y, señorías, he subido esta tarde a esta tribuna para presentar un plan de empleo para Canarias. No, no me he equivocado, he venido a presentar un plan de empleo para Canarias. Y es que la moción que presentamos, relativa a política tributaria, es el mejor instrumento para la creación de empleo en Canarias, para la creación de muchos puestos de trabajo en Canarias. Una reforma fiscal en Canarias para que los canarios y nuestras empresas puedan dejar de estar penalizados por vivir y por invertir en Canarias. Una reforma fiscal que evitaría la huida de nuestras empresas a otros territorios de nuestro país y que provocaría la atracción de empresas de otros territorios hacia nuestra comunidad autónoma. Una reforma fiscal para ganar en competitividad y ganar en desarrollo.

En la presente moción se contienen las medidas tributarias que nos harían más competitivos, que nos harían más equitativos. Unas medidas tributarias que -hemos calculado- dejarían unos 350 millones de euros en los bolsillos de los canarios, que generarían una actividad cercana a los 2.000 millones de euros, y eso haría que pudieran generarse alrededor de unos treinta mil empleos en nuestra comunidad autónoma.

Nuestra reforma se estructura en cinco ejes: la reforma del IRPF, el impuesto general indirecto, el impuesto sobre sucesiones y actos jurídicos documentados, el impuesto sobre sucesiones y donaciones, el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados y, por último, las tasas autonómicas y otras medidas complementarias. Son unas treinta y cuatro medidas aproximadamente, treinta y cuatro medidas tributarias, que tienen todos ustedes en el documento que evidentemente les ha podido llegar a través de la publicación de la iniciativa en el Boletín Oficial del Parlamento.

En cuanto al IRPF, proponemos una reducción del tramo autonómico, que supone, además de la pretendida por el Gobierno de Canarias en el proyecto de Ley de Presupuestos para las rentas inferiores a 12.450 euros, que nos parece, dicho sea con absoluta objetividad, nos parece insignificante esta pretensión... Nosotros vamos más allá y planteamos la rebaja de un punto a las rentas de hasta 33.007 euros y de un 0,5% a las rentas de hasta 53.407 euros. Una medida fiscal progresiva, señorías, como corresponde a nuestro sistema tributario, pero, en cualquier caso, justa.

Además de esta bajada generalizada en la cuota autonómica a una importante parte de contribuyentes canarios, presentamos propuestas de deducciones autonómicas para canarios que tengan rentas bajas o rentas medias, pero para aquellos contribuyentes que ganen menos de 35.000 euros en su declaración individual o de 50.000 euros en su declaración conjunta, bien sea por familia numerosa; por adquisición de libros y material escolar o material de estudio no cubiertos por los servicios públicos; por enseñanza de idiomas -con ello haríamos que mejorara la formación de los canarios y haríamos, por consiguiente, canarios más competitivos-; mejoraríamos la deducción correspondiente a los estudios universitarios; por pago de intereses para préstamos para hacer estudios de posgrado y, por tanto, fomentar la excelencia; proponemos también una deducción por prótesis no cubiertas por la Seguridad Social; por inversión en vivienda habitual de jóvenes en núcleos rurales de Canarias para fomentar de esta manera la residencia de jóvenes en municipios pequeños que se están despoblando.

Y todo esto, señorías, nos parece que es hacer una política tributaria más justa, hacer una política tributaria más equitativa, más solidaria con quienes más dificultades tienen. Es, en definitiva, dar ayuda posible, extraordinaria, para gastos extraordinarios.

En el impuesto sobre sucesiones y donaciones, sencillamente proponemos su eliminación y, por consiguiente, no me voy a entretener en explicarlo más, porque ya lo hemos hecho con anterioridad.

En lo que respecta al impuesto general indirecto canario, proponemos reducir en dos puntos el tipo general y en un punto el tipo reducido.

También planteamos reformas en el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados. Queremos en ese sentido reducir la tributación de las transmisiones que realicen los particulares y favorecer el tráfico mercantil en Canarias. Con esta reducción, ¿qué hacemos? Pues estamos, evidentemente, apoyando la reactivación económica y queremos que esta reducción tributaria afecte especialmente a los jóvenes que compran su primera vivienda. También para la adquisición de viviendas de protección oficial, a las familias numerosas y a las personas con algún grado de discapacidad.

Señorías, nuestra reforma fiscal propone también una reorganización de las tasas autonómicas. ¿Para qué?, pues para hacerla más simple, para hacerla más eficaz y, sobre todo, para hacerla más accesible a los ciudadanos. Impulsar de esta manera la presentación electrónica modernizando la Administración y reduciendo los tiempos y costes para ciudadanos y empresas, así como para modular la fijación de las tasas existentes a la capacidad económica de aquel que tiene que abonarlas, de aquellas personas que deben satisfacerlas, hombre, cuando así lo permitan, evidentemente, las características de la exacción del tributo.

Como ven, señorías, esta moción supone una auténtica reforma fiscal para una tributación más justa y más competitiva en Canarias. Afecta, a nuestro juicio, a la esencia de nuestra estructura impositiva autonómica. Supone una reforma progresiva en la que quienes más renta tienen más contribuyen y en la que se establecen beneficios fiscales para las personas más vulnerables de nuestra sociedad canaria. Es una reforma sensata; nos parece que es una reforma coherente, que tiene mucho que ver con lo que hemos venido defendiendo a lo largo de esta legislatura, porque pensamos que Canarias no puede seguir siendo la comunidad con la tasa de paro más alta de Europa, juntamente con la de Andalucía, y además en la que se paga un importante nivel de impuestos.

Señorías, lo hemos dicho más de una vez, y ustedes lo saben, no es función del Gobierno la creación de empleo. El Gobierno de Canarias tiene, eso sí, que obligarse a crear las condiciones adecuadas para que el empleo en Canarias sea posible. Por eso esta reforma fiscal, a nuestro juicio, es el mejor plan de empleo para Canarias.

Confío en que sus señorías reflexionen sobre la necesidad de favorecer el desarrollo económico de Canarias, que reflexionen sobre la necesidad de fomentar la riqueza y la creación de empleo en Canarias y en la necesidad de que, una vez creada esa riqueza, esa actividad añadida, pues, se pueda hacer más justa la redistribución a favor de aquellas personas que más necesitan el apoyo público, que es, en definitiva, el apoyo que le daría toda la sociedad.

Señor presidente, nada más, muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Jorge Rodríguez.

Hay una enmienda por el Grupo Parlamentario Mixto. Don Román Rodríguez.

El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ: Señor presidente, señorías, muy buenas tardes.

Desde luego, al señor Jorge Rodríguez se le podrán criticar muchas cosas, pero, desde luego, lo de la persistencia sí que lo tiene como un valor, ¿no?

Yo creo que estamos en el terreno de la lucha ideológica, de la lucha de las ideas, y esta es la razón por la que nosotros no dejamos pasar una al señor Rodríguez. Es decir, cuando él dice que bajar impuestos genera riqueza, empleo y bienestar y nosotros sostenemos que eso es una verdad a medias, y solo hay que mirar para los países del sur: usted se va a Zimbabue, no se pagan impuestos y la tasa de paro debe estar en el 70%, ¿no?; y si se va a los países del norte -escúcheme, escúcheme-, si se va a los países del norte de Europa, se encuentra presiones fiscales del 56-57% y con tasas de empleo altísimas.

De manera que esto no es así. La economía es más complicada que todo eso y, desde luego, el sistema fiscal no solamente juega un papel en la economía, sino juega un papel en el modelo de sociedad que nos articula, en la defensa de los derechos y en la defensa de un Estado que debe garantizar a la ciudadanía un conjunto de derechos básicos, y solo se hace con la fiscalidad.

Nosotros no hemos aceptado nunca la tesis de que aquí la presión fiscal sea más alta que en otras comunidades, porque no es verdad. Nadie podrá demostrar eso. Tenemos un diferencial fiscal histórico que debemos mantener; que hemos perdido, por cierto, distancia con la presión fiscal española en virtud de que nuestros incentivos fiscales funcionan cuando hay crecimiento y ahora no crecemos y se ha reducido el diferencial fiscal, pero seguimos siendo el territorio del Estado español y de la Unión Europea con menor presión fiscal, en virtud del reconocimiento de unos derechos fiscales históricos que hay que conservar y seguir peleando.

Pero, dicho eso, tampoco es verdad que España se encuentre a la cabeza de la presión fiscal de los países de nuestro entorno. No hay ni un solo informe oficial ni un solo dato que lo contraste. Seguimos estando con una presión fiscal de entre siete y ocho puntos por debajo de la media de los países de la Unión Europea quince y por debajo de los países de la OCDE. De manera que esto no es verdad. Y además tenemos un agravante, y es que la distribución de la presión fiscal en España es especialmente injusta. Especialmente injusta porque es escasamente progresiva, porque carga sobre las rentas del trabajo esencialmente lo sustancial de los ingresos y sobre el consumo. La imposición indirecta tiene el inconveniente de que no es progresiva y, por lo tanto, es injusta. Compran los bienes y servicios básicos con los mismos impuestos, los que tienen mucho, que los que no tienen nada o casi nada. De manera que no solamente no tenemos mayor presión fiscal que los países de nuestro entorno sino que la presión fiscal se recarga sobre las rentas del trabajo, sobre el consumo en el caso español.

Y nosotros, por lo tanto, estamos en contra de esta filosofía, que es una visión de la economía interesada, que es gobernar, en definitiva, para la minoría. Nosotros somos firmes partidarios de un modelo fiscal, en España y aquí, en el que pague más quien más tiene, porque lo dice la Constitución y porque es de justicia que así sea; y un modelo fiscal que exija que todo el mundo pague en función de su renta, que también lo dice la Constitución y tampoco se cumple.

De manera que sobre esta base de exigir un sistema fiscal más progresivo y que garantice que todo el mundo pague y paguen los que más tienen es sobre lo que basamos todas nuestras propuestas en esta materia, sean de orden estatal o de orden canario.

Y, por lo tanto, combatimos en el terreno de las ideas los planteamientos que usted hace, que son planteamientos que, desde nuestro punto de vista, el efecto sobre la economía está más que contrastado. No es verdad que los países con menos presión fiscal de Europa sean los que mejor enfrenten la crisis. Ahí están los datos de la OCDE, son indiscutibles, los datos del propio Ministerio de Hacienda cuando compara con los países de nuestro entorno. Esto no está contrastado, esto es filosofía liberal, pero no está contrastado. Y lo que decimos es que la presión fiscal en España debe incrementarse por la parte alta de los contribuyentes. Aquí las rentas del capital, las rentas del patrimonio, tributan poco y, además, de lo poco que tributan...; muchos no tributan nada, porque existe una evasión fiscal masiva. Dicen, el otro día leía un informe de que en los paraísos fiscales que están radicados en la Unión Europea hay 5,8 billones de euros que han salido de manera ilegal de los países del entorno y que de España salen cada año, en previsiones, en estimaciones, 40.000 millones. Pues esos 40.000 millones tendrán que llegar al fisco y para eso hay una cosa que se llama perseguir el fraude fiscal. La mejor política fiscal en estos momentos sería perseguir la bolsa de fraude fiscal, que alcanza, en el caso español, el 25% del PIB y, en el caso de Canarias, tres puntos y pico más, casi el veintinueve por ciento.

Esta es la primera cuestión que hay que exigir: perseguir el fraude fiscal y para eso necesitamos agencias tributarias profesionalizadas lo más independientes posible, bien dimensionadas, para buscar los recursos de aquellos que escaquean su compromiso con la colectividad.

Y, en segundo lugar, ir revisando el sistema fiscal para hacerlo más progresivo, y eso significa que los impuestos directos tienen que incrementarse en función de la renta de los ciudadanos y, por supuesto, de las rentas de las empresas. Y en ese sentido hemos reiterado que había que tocar los tramos altos del IRPF -el Gobierno lo ha hecho tarde, nosotros lo dijimos desde el primer año de esta legislatura-; habría que mejorar, aumentar el impuesto, de manera progresiva también, el impuesto del patrimonio de las personas físicas; lo propio del IGIC, que se hizo deprisa y corriendo por parte del Gobierno, pero nosotros sostenemos que todavía en los tramos incrementados cabe seguirlo aumentando; y de la misma manera que planteamos que en el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados debemos ir a la media de las comunidades autónomas, porque seguimos a la cola. Y hemos apuntado una nueva figura tributaria, en este caso la tasa turística, que la tiene la inmensa mayoría de los destinos turísticos del mundo, que además no recaería sobre los consumidores canarios, ni siquiera sobre las empresas, sino sobre los visitantes, y que pudiera permitirnos una recaudación significativa, que nosotros proponemos que debe revertir de forma clara en el propio sector en manera de inversión, que es como podemos salir de esta.

Y luego plantear que esta tesis de que la rebaja fiscal es el mejor plan de empleo está muy bien para la galería, pero eso no se acompaña empíricamente con ejemplos que lo pongan en evidencia. Y, además, dudo de que con esta rebaja que usted propone aquí solo se dejen de recaudar 300 millones. Yo no he hecho los cálculos, tendría que hacerlo la Consejería de Hacienda, pero yo creo que si se hace esto, con los datos precisos, yo sostengo que esto no baja de 600 millones de euros. Y le digo: sean 300 o sean 600, las consecuencias de eso es que esta comunidad, que rebaja el presupuesto este año, la única que tiene un presupuesto de retroceso con 158 millones menos, porque el resto de las comunidades autónomas de España y también el presupuesto del Estado, exceptuando Castilla y León, que baja un 0,3, todas incrementan el gasto presupuestario el próximo año. Nosotros retrocedemos el 2,5%, 158 millones; con su propuesta, retrocederíamos 458 millones, si la tesis de los 300 millones fuera aceptable. 458 millones menos de recursos disponibles en la Ley de Presupuestos en tramitación obliga a cerrar centros sanitarios, obliga a poner más gente en la calle, en definitiva, a no prestar los servicios.

Y luego hay una contradicción flagrante en el discurso del Partido Popular, y es que propone rebajar los impuestos de manera significada y paralelamente exige al Gobierno de turno que gaste más en educación, en sanidad o en carreteras. Y este círculo no hay manera de cerrarlo, es imposible que con este marco fiscal, con este marco fiscal, se pretenda exigir más capacidad de gasto. Los que decimos que hay que generar más gasto público productivo en materia de inversión y en materia de gasto social, los que decimos eso siempre planteamos que paralelamente, además de exigir los derechos que nos corresponden de la financiación autonómica y de los presupuestos generales del Estado, hacemos siempre propuestas concretas de mejora de los ingresos fiscales vía persecución y vía, evidentemente, de incrementos fiscales, insisto, a las rentas del capital, a las rentas altas, porque, si no, no se puede exigir más gasto con menos impuestos, porque eso es sencillamente confundir a la ciudadanía y hacer imposible la solución.

Y ya ni le cuento el cuento este de la multiplicación de los panes y los peces: de 300 millones nos vamos a 2.000, de 2.000 a 30.000 empleos; pues si bajamos 900, resolvemos el paro en un año y medio con esta tesis. Desgraciadamente la economía no funciona de esa manera.

Muchísimas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Román Rodríguez.

La otra enmienda es del Grupo Nacionalista Canario. Don José Miguel González Hernández.

El señor GONZÁLEZ HERNÁNDEZ: Buenas tardes, señorías. Buenas tardes, señor presidente.

Hablar de tributos y sus modificaciones es expresar un modelo ideológico, hay una ideología detrás. Por ejemplo, trasladémonos a un país lejano, a Estados Unidos, Tea Party, republicanos de ultraderecha, ellos dicen, "no, es mejor que el dinero esté en manos de los ciudadanos y que el Estado se cruce de brazos, porque no tiene que intervenir". Muy bien, pero eso significa que hay 50 millones de personas que no tienen atenciones sanitarias. O puede también hablarse, porque hay otros que dicen, "no, la curva de Laffer", que es una curva que se dice, que, efectivamente, cuando usted reduce los impuestos recauda más, pero recauda más en un tramo muy chiquitito y además en casos muy concretos, por ejemplo cuando hay una demanda que está amordazada. El Plan Prever, por ejemplo, todo el mundo quería comprarse un coche y no podía y se lo han bajado, bueno, lo aprovecha. Pero el pensar que bajar los impuestos incrementa la recaudación, si de ahí parte la base, mal nos va.

Desde luego yo no entiendo de dónde saca usted la cifra de que Canarias tiene la imposición mayor que el resto. ¡Es que no es verdad! Pero es que para eso... Hay cosas que, como son cualitativas, se pueden opinar, pero eso es una cosa cuantitativa. Mire usted... (ininteligible.) el Istac: cuál es el porcentaje de los impuestos que se pagan sobre el PIB y cuál es el que se paga en el resto de España y en las otras comunidades, y desde luego Canarias está mejor, como es lógico, porque es una compensación a una serie de circunstancias desfavorables.

Pero también yo le noto siempre en sus intervenciones una cierta descoordinación. Es decir, se pide "reduzca usted impuestos, reduzca impuestos" y luego usted o sus compañeros o compañeras presionan: "¡gaste más!". Pero, bueno, si usted ni revisa el sistema de financiación, si usted quiere que se reduzcan los impuestos, me quiere usted decir cómo se puede gastar más. ¿Endeudándose?, no se puede uno endeudar, ustedes mismos han puesto una Ley de Estabilidad Presupuestaria que lo prohíbe. Por lo tanto, sean coherentes. Oye, cuando ustedes planteen una reducción fiscal, digan a la ciudadanía que están pidiendo, van a plantear también una reducción de los servicios prestados a la sociedad actual. Y no hay otra manera, hay que ser serio. Si usted le pregunta a un ciudadano, "hombre, que le bajo los impuestos"; todo el mundo, "hombre, qué magnífico"; pero dice, "no, pero es que le voy a bajar los impuestos pero usted va a tener peor sanidad y va a tener problemas con la educación y con los servicios sociales", ¿cuál sería la reacción? Entonces a mí me da la impresión de que a veces, cuando ustedes hablan, lo que están es cayendo en el populismo de decir las cosas en plan demagógico. A la gente, claro, ¡bájenme los impuestos", "mañana!"; "ah, ¿pero eso qué quiere decir?": "que hay menos dinero, que el presupuesto no funciona, que los servicios esenciales se desatienden y ustedes estén peor atendidos". Y, perdonen, ¿ustedes creen sinceramente, sinceramente, que, con esas reducciones que tengo -que son desde luego, en mi opinión, superiores a esa cantidad, ya veremos, que habría que calcularlo-, usted cree que esto va a potenciar la actividad económica de tal manera que se recupera? Usted lo que está haciendo es detrayendo recursos para poderlos utilizar en los servicios públicos.

Y, por otro lado, yo creo que hay que ser serios y no caer en el populismo, que hay otros grupos políticos que lo están desarrollando. No caigan ustedes en la misma línea. Seamos razonables.

Por eso yo planteo lo siguiente: que el Parlamento -primero-, visto que se ha modificado el sistema tributario a nivel del Estado y que ni siquiera, pese a que se ha pedido por las comunidades autónomas, ni se ha actualizado el sistema de financiación ni tampoco se compensa a las comunidades autónomas por que se reduzca, hombre, por lo menos veamos aquí cuáles son los efectos que tiene eso sobre la financiación de las comunidades autónomas, sin promover medidas compensatorias, porque es que no dan ustedes medidas compensatorias bajan los impuestos y no se compensa a las comunidades, ¡arréglense la vida!

Hay que evaluar el tema de qué efecto tiene eso sobre las exigencias del principio de progresividad. Es decir, ¿somos todos conscientes de que un sistema justo, en una sociedad moderna, tiene que ser que pague más el que más tiene?, ¿o es que alguien lo pone en duda? ¿Esa medida lo consigue o al revés? Va en contra del principio de progresividad. Luego, parece lógico que intentáramos aquí compensarlo de alguna manera, si es que fuera posible, porque también las posibilidades que tiene la comunidad autónoma, desgraciadamente, son chiquititas.

Entonces, como yo creo que el tema de tributos es un tema muy serio, yo lo que digo es que por qué no hacemos un análisis sistemático de la situación, desde los tributos propios, de los cedidos e incluso del IGIC, que es un tributo de carácter estatal de aplicación única en Canarias, y cuáles son las modificaciones y modulaciones que pudiéramos introducir, siguiendo los siguientes criterios:

Primero, capacidad recaudatoria para financiar los servicios esenciales. No podemos hacer que caigan por debajo del dinero que necesitamos para poder mantener la calidad de vida de los ciudadanos, a la que tienen pleno derecho.

Considerar los tributos sobre la actividad económica. A veces se olvidan. No es, no hay un impuesto u otro arriba y abajo, eso puede ser un aprendiz de brujo trabajando. A veces solo se hacen medidas que lo que hacen es distorsionar el mercado y perjudicar al que se pretende favorecer. Cuidado con eso, eso no se puede hacer a la ligera.

Búsqueda de la equidad distributiva entre los distintos sectores, o sea, hay que buscar la equidad de los tributos, que pague más el que más tiene, y que todos los sectores estén implicados y no que unos escapen bien y otros lo sufran todo.

Reducir las aportaciones de las rentas del trabajo a la recaudación total. Ustedes saben que es profundamente injusto que un porcentaje muy importante de los tributos en España se paga con cargo a las nóminas y que hay empresarios que escapan y hay actividades económicas, que no son ni siquiera ilegales, pero que utilizan los agujeros típicos que tiene el sistema fiscal para evadir el pago de lo que les corresponde.

Luego hay que ver si los créditos fiscales... Están ustedes tramitando el presupuesto, vean ahí los créditos fiscales. ¿Esos créditos fiscales son los adecuados en la situación de crisis en que estamos ahora o debemos revisarlos? Pero eso hay que hacerlo con cuidado, con precaución y viendo los efectos.

Hay que intentar negociar con el Estado alguna manera para que se reduzcan las cuotas de la Seguridad Social y se compensen a través de los tributos generales del Estado, porque eso sí que es una presión profunda sobre el coste del salario, que el productor no lo nota pero el empresario sí, y eso desaconseja fuertemente la contratación. Hay que intentarlo hacer, hay que buscar solución para eso.

Y yo, desde luego, por supuesto -coincido totalmente con lo que decía el portavoz del Grupo Mixto-: lucha contra el fraude y contra la economía sumergida. Y para ello hay que darle medios a esa agencia tributaria que ustedes critican, y que no entiendo por qué la critican, porque además le atribuyen el coste total sin darse cuenta de que gran parte del coste es el que tenía antes, en otra estructura. Será la diferencia o incremento, no lo que allí se gasta. Si nosotros tenemos una agencia tributaria eficaz, que trabaje en coordinación con la agencia tributaria estatal, porque inciden muchas veces las dos sobre la misma actividad económica en las mismas empresas, tiene que ser coordinada...

Luego, hombre, mejorar, mejorar, se está en ese camino, hay que mejorar el uso de las nuevas tecnologías en los tributos. Al ciudadano que se le está pidiendo dinero hay que facilitarle que lo pague como quiera y pueda y que no sea sometido a procesos complicados y trámites y esperas en ventanilla.

Y, por último, hombre, nosotros instamos al Estado para que de verdad revise el sistema de financiación y lo pusiera, yo pongo aquí al 1 de enero de 2015, miren, me conformaba con que fuera el 1 de agosto de 2015.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don José Miguel González, muchas gracias.

Cinco minutos para fijar la posición sobre las dos enmiendas, don Jorge.

El señor RODRÍGUEZ PÉREZ: Señor presidente.

Señor Rodríguez, señoría González, miren, mi responsabilidad, y desde luego también la de mi grupo, es mejorar Canarias, y eso hacemos con esta propuesta.

En este Parlamento a muchas de sus señorías les sería necesario algo de aprendizaje de lo que es una empresa, de lo que le cuesta a la empresa sobrevivir en el contexto económico que estamos viviendo y, sobre todo, las trágalas que tiene que hacer para poder tirar para adelante y seguir manteniendo el nivel de empleo que tiene.

Mire, la avaricia rompe el saco. Cuando se quiere crear más impuestos que en otros sitios, la recaudación es cero, entre otras cosas porque simplemente las empresas se van. Queremos que la legislación canaria, que la legislación tributaria autonómica, no sea precisamente el elemento determinante de que las inversiones se vayan a otros territorios en lugar de quedarse en Canarias, que es lo que tendríamos que procurar. Que la actividad económica pueda desarrollarse en Canarias con las mejores condiciones posibles: ese tiene que ser nuestro objetivo.

En algo coincido con usted, señor González, y con el señor Rodríguez, y es que una moción de estas características nos permite debatir, evidentemente, de forma ideológica, sobre la distinta concepción que tenemos las fuerzas políticas aquí representadas en algo tan esencial como es un sistema impositivo y, por consiguiente, las fuentes de recaudación con las que luego procurar los servicios públicos que la propia sociedad demanda y necesita. Y acaso el contexto de una moción, desde el punto de vista del Reglamento, sea escasa, en lo que a tiempo se refiere, para debatir algo de tanta entidad.

Mire, la política tributaria de este Gobierno de Canarias, de Coalición Canaria y Partido Socialista, a nuestro juicio, ha sido un rotundo fracaso. No han conseguido, desde luego, construir en nuestra comunidad un tejido empresarial fuerte, un tejido empresarial sólido y desde luego potente, que es lo que necesitamos. Ni han conseguido, por tanto, procurar las condiciones necesarias para que la creación de empleo sea absolutamente casi automática. Nos han traído pobreza, nos han traído ustedes atraso económico y nos han traído, evidentemente, el desempleo que tenemos, y yo creo que está en nuestras manos cambiar esta situación. Mientras aquí estamos debatiendo esta moción, en el resto de comunidades autónomas están actuando, están favoreciendo la inversión, están favoreciendo la creación de empleo. Mientras nosotros hablamos y debatimos y perdemos el tiempo en hablar y debatir, los demás están actuando. Señorías, estamos en la comunidad con la más alta tasa de paro de toda Europa. Estamos a 10 puntos por encima de la media nacional. Mientras nosotros hablamos, otros están actuando y están aventajándonos en ese sentido.

Los canarios tenemos que tener muy claro, y se lo digo a todos quienes nos están siguiendo, los canarios deben tener muy claro que estas medidas se van a aplicar en Canarias. Si ustedes ahora las rechazan, perderemos un tiempo precioso, sin duda alguna, pero los canarios pueden estar seguros de que el próximo Gobierno de Canarias, en el que posiblemente esté el Partido Popular, las pondrá en marcha. No les quepa a ustedes ninguna duda. Pueden ustedes estar seguros de que cuando hereden el piso de sus padres no van a tener que pagar ningún tipo de impuesto; de que, cuando tengan que afrontar algún gasto extraordinario, sus familias van a tener la ayuda necesaria para que ese gasto extraordinario pueda ser posible. Pueden estar ustedes seguros de que, cuando una empresa, una empresa canaria en particular, decida invertir en Canarias y crear empleo en Canarias, va a tener todas las condiciones necesarias para poder hacerlo. En definitiva, el Gobierno próximo del Partido Popular no va a castigar a ningún contribuyente canario, no va a castigar a ninguna empresa que invierta en Canarias y que cree empleo en Canarias.

Por consiguiente, las enmiendas que han presentado tanto el Grupo Mixto como Coalición Canaria están absolutamente en el punto contrapuesto de lo que el Grupo Popular ha venido planteando. Por consiguiente, las consideramos en este acto desestimadas y, por consiguiente, no vamos a aceptar ninguna de ellas, aun pensando que, efectivamente, se trata de posiciones ideológicas diferentes.

Nada más, señor presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias.

Para fijar posiciones, Grupo Socialista Canario, don Ignacio Álvaro.

El señor ÁLVARO LAVANDERA (Desde su escaño): Gracias, presidente.

Señorías, dice la teoría que el fin de un sistema impositivo es permitir el incremento de los gastos sociales, ya que estos favorecen la redistribución de la renta y conllevan una mayor igualdad en derechos y oportunidades. Admitir que la bajada de impuestos fomenta el crecimiento económico es una falacia que los hechos han demostrado a lo largo de la historia y si, además, observamos que el crecimiento no es igual a desarrollo aún, todavía es menos evidente que sea beneficiosa la bajada de impuestos. El desarrollo significa no solamente crecimiento económico sino impulso a la educación, sanidad, investigación y otras actuaciones de políticas sociales, así como obtener una redistribución de la renta, una sostenibilidad del medio ambiente y el avance en la igualdad de género, en derechos y oportunidades. Yo lo digo, señorías, para llamar la atención y sentar las bases sobre lo que realmente deberíamos estar discutiendo ahora, que no es otra cosa que buscar fórmulas eficaces para aumentar la carga impositiva de los más ricos y del capital financiero.

Señorías del Partido Popular, no puede ser, realmente, de verdad, no sé si realmente se pueden llegar a creer que en la moción -y les leo textualmente- digan que la presión fiscal en Canarias es alta y que necesita converger con aquellas más ventajosas establecidas para el resto de españoles en sus comunidades autónomas. No sé en qué evidencia se sujetan para poder afirmar eso. Canarias, junto con Ceuta y Melilla, tiene la menor presión fiscal por habitante de toda España. Por el contrario, las tres primeras son Madrid, Cantabria y Extremadura. Esta es la verdad, por lo que hacer converger la tributación autonómica con las de las otras comunidades, pues, sería en el sentido contrario del que usted pretende.

Ahora bien, si lo que se quiere es seguir la política fiscal del Gobierno de España, deberían empezar por recordar cuál ha sido la política tributaria del Partido Popular en esta legislatura, en la que han realizado más de treinta subidas de impuestos. Han subido hasta en cinco ocasiones el impuesto sobre la renta de las personas físicas; han subido el tipo reducido del impuesto del valor añadido del 8 al 10%; han subido el tipo general del 18 al 21% y, no contentos con esta subida, han trasvasado productos del tipo reducido al tipo general, como es el caso del IVA cultural. Han aumentado las tasas universitarias, de forma que se ha producido una subida media de hasta 540 euros más por primera matrícula; han incrementado dos veces el impuesto sobre bienes inmuebles, la más importante en diciembre del 2011, con una subida de los tipos impositivos entre el 4 y el 10%; han implantado el impuesto a la enfermedad y a la vejez con el copago farmacéutico a los pensionistas; han creado otros copagos sanitarios, como la farmacia hospitalaria; han eliminado la deducción para el gasóleo profesional; han prorrogado el impuesto sobre el patrimonio; han creado el copago en la justicia; han modificado hasta cuatro veces el impuesto de sociedades, entre otros aspectos, se ha subido del 8 al 10% el importe de los pagos fraccionados y se ha creado un gravamen especial del 5% para la actualización de balances de las empresas. Y así podríamos seguir durante todo el pleno si quisiéramos mencionar todas las subidas impositivas que ha hecho el Partido Popular en esta legislatura.

Pero, como no podía ser de otra manera, en su último año, antes de perder las elecciones -porque no solo no van a gobernar aquí sino tampoco van a gobernar allí-, antes de ser desalojados del poder, entre tanta mentira y desmantelamiento del Estado del bienestar, plantean una reforma fiscal del Gobierno de España, actualmente en tramitación, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, en la que las rentas más favorecidas serán las que sobrepasen los 175.000 euros, mientras que el resto apenas lo notará. Eso sí, sin olvidar reducir en 5 puntos el impuesto de sociedades a la explotación de hidrocarburos.

Señor Rodríguez, yo entiendo que estamos en Navidad y nos trae usted aquí una carta de los Reyes Magos, pero lo que no nos podemos permitir son esos regalos y no seguir prestando los servicios públicos, sobre todo a los que más los necesitan. Esta es la verdadera política y no venir aquí a hacer un mitin preelectoral.

Yo le animo, mire, no le digo ni 300 millones ni 600 millones, vamos a hacer un término medio, 450 millones, le animo a que en el debate presupuestario usted presente enmiendas para un plan de empleo, como usted lo quiera gestionar, un plan de empleo por 400 millones de euros y que presente solo bajas, solo bajas, y me diga qué es lo que recorta del presupuesto. 450 millones de euros para un plan de empleo.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, don Ignacio.

(El señor presidente hace sonar el timbre de llamada a la votación. Pausa.)

Señorías, vamos a proceder a la votación de la moción del Grupo Parlamentario Popular, consecuencia de la interpelación sobre actuaciones de política general en materia tributaria. Se vota la moción, toda vez que las enmiendas no han sido admitidas. Comienza la votación. (Pausa).

Resultado: 49 presentes; 20 a favor, 29 en contra y ninguna abstención.

Queda rechazada.

(Rumores en la sala.)

Vamos a hacer una cosa, señorías... Señorías, por favor, estamos votando, por favor. Vamos a hacer una cosa: vamos a comprobar si por tercera vez es verdad que se quiere cambiar de bando. Vamos a anular la votación, vamos a repetirla... (Prosiguen los rumores en la sala).

Señorías, vamos a votar y vamos a comprobar de verdad lo que quiere votar cada quién y sabremos dónde está.

Moción del Grupo Parlamentario Popular. Comienza la votación. (Pausa).

Resultado: 49 presentes; 19 a favor, 30 en contra y ninguna abstención.

Queda rechazada y queda claro dónde está cada quién.