Diario de Sesiones 33, de fecha 27/4/2016
Punto 5

9L/PNL-0189 PROPOSICIÓN NO DE LEY DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA CANARIO, SOBRE SOLICITUD AL GOBIERNO DEL ESTADO EN RELACIÓN CON LA IGUALDAD SALARIAL ENTRE HOMBRES Y MUJERES.

La señora PRESIDENTA: Por el grupo proponente, señora Rodríguez.

(Rumores en la sala).

Señorías, por favor, ruego silencio, va a intervenir su señoría Rodríguez. Por favor, si son tan amables.

(La señora presidenta abandona su lugar en la Mesa y pasa a ocupar la Presidencia el señor vicepresidente primero, De la Hoz Fernández).

La señora RODRÍGUEZ HERRERA: Buenos días, señorías. Señora presidenta, muchas gracias.

Traemos esta iniciativa hoy aquí porque entendemos que la igualdad entre hombres y mujeres, tanto en el acceso al mercado laboral como en las condiciones retributivas y laborales, continúa siendo un reto en nuestro país y en el resto de Europa. La última encuesta anual de estructura salarial muestra que la remuneración anual bruta de las trabajadoras españolas es casi un 24 % inferior a la de los hombres y esta desigualdad también las sitúa en peor posición en el sistema de protección social, donde esta brecha alcanza hasta el 39 %. Pese a los importantes avances habidos durante los gobiernos socialistas para las mujeres en el ámbito laboral, ya que se aprobó una importante ley, como es la Ley de Igualdad, en el 2007, que obliga a las empresas a negociar planes de igualdad, la realidad es que sigue existiendo una importante brecha salarial entre hombres y mujeres. Esta brecha salarial se ha visto, además, acentuada en esta última legislatura, ya que el Partido Popular ha propiciado un retraso sustancial en el desarrollo de las políticas de igualdad y ha legislado, podemos decir, contra las mujeres. Se ha recortado su capacidad de emancipación y sus derechos sociales, se ha agudizado la precariedad laboral y se las ha sobrecargado con cuidados de personas dependientes debido a recortes importantes en el ámbito social, como ha sido la ley de dependencia.

La crisis ha sido la excusa perfecta para que el Partido Popular haya desplegado sus reformas ideológicas en contra de la igualdad. No creen en la promoción de la igualdad para una sociedad más justa y más democrática. Se han eliminado todos los organismos y todas las políticas de igualdad que se habían puesto en funcionamiento en la anterior legislatura. Los recortes de presupuestos en educación, sanidad y dependencia han causado un retroceso importante en la igualdad de las mujeres. La reforma laboral también agudiza esa precariedad de las mujeres. Y, como digo, reformas ideológicas que se han visto plasmadas en leyes como la Ley de Educación o el anteproyecto de ley del aborto, que hacían retroceder los derechos que habían conseguido las mujeres en legislaturas anteriores.

Corregir esas diferencias salariares supone también mejorar la jubilación y la protección social de las mujeres. El perjuicio de que las mujeres cobren menos salario que los hombres se prolonga a lo largo de toda su vida: menos salario cuando están en activo, menos prestación por desempleo si se quedan en paro y pensiones más bajas cuando se jubilan. La brecha de género en las pensiones es fruto de otras desigualdades, ya que durante sus años de trabajo las mujeres participan en menor medida en el mercado laboral, reciben menos salario e interrumpen sus carreras profesionales y laborales con mayor frecuencia para cuidar a personas dependientes. De media las mujeres tienen un 40 % de pensión de jubilación menos que los hombres, son mayoría las pensiones mínimas y no contributivas y más del 60 % de ellas perciben menos de 600 euros de pensión de jubilación. Por tanto, la ley de igualdad salarial que plantea el Partido Socialista no solo viene a corregir esa injustificable brecha en perjuicio de las mujeres sino que permitirá también mejorar sus protecciones sociales y su futura pensión.

La ley es precisa, no solo para eliminar esa diferencia salarial que se propone, sino que además se pretenden eliminar diferencias en materia de educación y de formación, ya que las mujeres son contratadas de manera temporal más que los hombres, trabajan más que ellos en trabajos a tiempo parcial, se acogen más que los hombres a medidas de conciliación de la vida profesional y familiar o se ocupan más habitualmente que ellos de empleos menos valorados en la escala social, de manera que se perpetúa otra brecha social que tiene que ver con la segregación ocupacional. Mujeres y hombres siguen ubicándose en diferentes sectores, profesiones y tipos de carrera, algo que ocurre desde la selección de la carrera universitaria o de las opciones profesionales, módulos profesionales.

Atacar de raíz todas estas causas añadidas es otro motivo que justifica la necesidad de proponer una ley de igualdad salarial. Así, la ley deberá desarrollar importantes instrumentos para combatir esa discriminación, como puede ser reforzar la actuación de la Inspección de Trabajo y de Seguridad Social en este ámbito; imponer la obligación a las empresas de disponer de un registro actualizado en el que figuren, desagregadas por sexo, todas las retribuciones y todos los conceptos que perciben los trabajadores y las trabajadoras de la empresa; incidir en la necesidad de garantizar la igualdad en el empleo y en la formación; combatir los efectos discriminatorios que generan los contratos a tiempo parcial y los temporales, así como las interrupciones de la vida laboral por motivo del cuidado de hijos o personas dependientes, en el salario y las prestaciones y pensiones de las mujeres; ampliar, además, y concretar las obligaciones respecto de la elaboración de diagnósticos y aprobación de planes de igualdad en las empresas, además de mejorar la regulación actual sobre su aplicación y seguimiento para fortalecerlos, porque, aunque se incluyen en la Ley de Igualdad, muchas empresas siguen siendo reticentes a la aprobación y puesta en funcionamiento de esos planes de igualdad. Asimismo, se podrán establecer medidas de promoción de las empresas que cumplan con sus obligaciones en esta materia.

Desde el Partido Socialista creemos que es importante que las mujeres entren en el mundo laboral, permanezcan en el mundo laboral y además cobren lo mismo por el mismo trabajo desempeñado, por justicia, por democracia y salud de una sociedad moderna. Los estudios demuestran que la diversidad de género es rentable y que las empresas con un porcentaje de mujeres en los consejos de administración obtienen mejores resultados que aquellas cuyos consejos son exclusivamente masculinos. Así, la Comisión Europea establece que la tasa de empleo en Europa de los hombres es de un 75 % y de mujeres, de un 62,1. Por tanto, es necesario alcanzar ese 75 % de empleo femenino y desarrollar políticas decididamente dirigidas a la promoción de la igualdad.

La desigualdad de remuneración es un problema crónico, sutil y difícil de superar si no se entienden claramente los conceptos e implicaciones que tiene tanto en el trabajo como en la sociedad. Más difícil se hace aún aplicar este principio en una época de crisis. Esta crisis ha servido prácticamente para dejar a la mujer en muchos casos fuera del mercado laboral y además víctimas y sujetas a una discriminación frente a los hombres o con relación a la situación de los hombres, siendo difícil en ambos casos.

El principio de igualdad salarial ya aparece recogido, como digo, en los tratados de la Unión Europea y debe ser aplicado por todos los países que forman parte de la Unión Europea.

Desde el Partido Socialista creemos que, además, ayudará a cambiar los estereotipos sobre las aspiraciones y las preferencias, las capacidades y la idoneidad de las mujeres para acceder a determinados empleos. Reducirá, además, la dependencia financiera de las mujeres, para así mejorar su influencia y su situación en la familia y en la comunidad, y además hará que las mujeres y sus familias sean menos vulnerables ante la posibilidad de caer en la pobreza.

Por tanto, planteamos elaborar un proyecto de ley de igualdad salarial entre hombres y mujeres que garantice, de forma real y efectiva, la igualdad salarial y, por tanto, que garantice la igualdad de género en el empleo, en la formación y en la promoción interna de las empresas, removiendo los obstáculos que impiden o dificultan que esto sea una realidad. Una ley que además es necesaria para que no tardemos más tiempo o mucho tiempo en conseguir este objetivo y que se aceleren todos los mecanismos necesarios para que la igualdad sea efectiva en el ámbito laboral y también fuera del ámbito laboral, garantizando la independencia y la autonomía de las mujeres y que puedan tomar decisiones con respecto al trabajo que eligen, a la promoción dentro de las empresas, y garanticen en muchos casos su vida personal y familiar de forma autónoma.

Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señora Rodríguez.

Los grupos no proponentes de la iniciativa, el Grupo Mixto, la señora Mendoza.

La señora MENDOZA RODRÍGUEZ: Gracias, presidente. Buenos días, señorías.

Agrupación Socialista Gomera apoyará esta proposición no de ley, porque es de justicia lo que defiende y porque, de una vez por todas y para siempre, debemos solucionar una situación intolerable que todos conocemos, que todos rechazamos y que aun así todos permitimos y seguimos sin legislar de manera definitiva.

Tenemos la mejor estadística en brecha salarial de género entre todas las regiones españolas, como refleja el último estudio del Instituto Canario de Igualdad. No debe servir de placebo para creer que vamos bien. La cifra de brecha salarial de género a la que debemos aspirar es al 0 % y no al 7,26 % que tenemos en este año.

Estoy segura de que todos hemos leído algún informe o estudio y hasta sabemos de algún que otro caso de mujeres que por necesidad de trabajo aguantan cobrar menos que los hombres; mujeres que pese a su esfuerzo y dedicación llegan a un punto en el que no pueden promocionar más y que, para mayor injusticia, cuando llegan a la jubilación, habrán cotizado menos y, por tanto, seguirán sufriendo las consecuencias de esa discriminación.

Qué decirles de lo frustrante que resulta que solo por cuestión de género una mujer capacitada no pueda llegar al puesto que se merece y qué añadir a lo que todos sabemos sobre el impedimento real que supone la maternidad o la conciliación de la vida familiar y laboral cuando una mujer ocupa un puesto importante. (Se reincorpora a su lugar en la Mesa la señora presidenta).

A ninguno nos son desconocidos los términos brecha salarial de género o igualdad salarial entre mujeres y hombres. ¿Cuántas veces podemos debatir sobre este tema en cada legislatura? El problema está identificado desde el comienzo de nuestra democracia y no creo que hagan falta más estudios estadísticos para confirmar su existencia y proporción. Debemos, en consecuencia, ser valientes, consensuar y llegar a soluciones normativas serias que impidan que se perpetúe esta situación. Y debemos hacerlo porque, a pesar de lo mucho que se ha conseguido, a pesar de conferencias, debates, cursos, asambleas o mítines, a pesar del reconocimiento y de la sensibilización, llevamos años contentándonos con poner parches. ¿Acaso no somos el poder legislativo y no podemos crear normas que den solución a los problemas de nuestra sociedad? ¿Acaso el Congreso de los Diputados no tiene también esa función?

Aseguremos mediante una norma una ley de igualdad de salarios, eliminemos la discriminación por razón de género en el trabajo, fiscalicemos los contratos y las cotizaciones y sobre todo no nos conformemos con hacer leyes para que sea la mujer la que deba acudir a los tribunales. Para evitar que tantas mujeres deban sufrir este destino o, lo que es aún peor, que se vean obligadas a resignarse debemos trabajar más, siempre más, hasta que se consiga la igualdad efectiva.

Reitero, en consecuencia, el voto favorable de la Agrupación Socialista Gomera a esta proposición no de ley, sobre lo que subrayo su importancia y mi deseo de que, de una vez por todas, no la dejemos dormir en ningún cajón.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Mendoza.

Por el Grupo Nueva Canarias, la señora Acuña.

La señora ACUÑA MACHÍN: Gracias, presidenta. Buenos días, señorías.

Por término medio, las mujeres de la Unión Europea ganan alrededor de un 16 % menos por hora que los hombres. La brecha salarial entre hombres y mujeres existe a pesar de que las mujeres tienen mejores resultados académicos que los hombres, en la escuela y en la universidad. Además las mujeres representan el 60 % de los graduados universitarios de la Unión Europea.

El impacto que la brecha salarial tiene sobre las mujeres es que obtienen menos ingresos a lo largo de su vida, lo que conduce a pensiones más bajas y a un mayor riesgo de pobreza en la tercera edad. Por ejemplo, en el año 2012, el 21,7 de las mujeres a partir de 65 años estaban en situación de riesgo de pobreza frente al 16,3 % de hombres de la misma edad. Las mujeres constituyen la mayoría de las trabajadoras a tiempo parcial de la Unión Europea. Un 34,9 de las mujeres trabajan a tiempo parcial frente a solo el 8,6 de los hombres. Todo ello repercute negativamente.

Como causas principales de esta brecha podríamos citar muchas: la discriminación en el lugar de trabajo, diferentes empleos, diferentes sectores, la infravaloración del trabajo y las capacidades de las mujeres, donde me gustaría detenerme un poco más. Las competencias y capacidades de las mujeres están a menudo infravaloradas, especialmente en ocupaciones en las que ellas predominan. Esto se traduce en peores condiciones de remuneración para las mujeres. Los trabajos que requieran esfuerzo físico, que suelen desempeñar los hombres, a menudo reciben una valoración más favorable que otros trabajos realizados más bien por mujeres. Por ejemplo, una cajera de supermercado gana menos que un hombre que trabaja en el almacén del supermercado. Cuando las mujeres constituyen la mayoría de las personas que trabajan en una ocupación determinada reciben salarios más bajos. Esto nos sonará, y podríamos volver a citar el caso de las camareras de piso. La escasa presencia de mujeres en puestos de liderazgo y de alto nivel, y podríamos seguir citando ejemplos, pero no tengo tiempo.

Vamos a apoyar, como no podía ser de otra manera, esta propuesta pero también le recuerdo al Partido Socialista que esta propuesta ya la trajeron, el mismo Partido Socialista, en febrero del 2015. Han cambiado las personas pero no los partidos que sustentan a este Gobierno, por lo que les invito a que hagan un esfuerzo por mejorarlo. Ha transcurrido más de un año, dado que ahora estamos en abril del año 2016, vuelve a venir este tema al Parlamento, además propuesto por el mismo partido político, cosa que agradecemos, pero también nos gustaría animarlos a que empujen al Gobierno a tomar decisiones importantes respecto a lo que afecta a las condiciones de vida de ciudadanos y ciudadanas de nuestra comunidad autónoma.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Acuña.

Continuamos. Por el Grupo Podemos, señora Del Río.

La señora DEL RÍO SÁNCHEZ: Buenos días. Señora presidenta, señorías.

El informe sobre la brecha salarial de género, o discriminación retributiva de las mujeres de Canarias 2016, elaborado con datos del Istac por el Instituto Canario de Igualdad, dice que nuestro archipiélago es el que posee el índice más bajo de toda España en lo que se refiere a las diferencias de salario entre hombres y mujeres, un 7,65. Pero no nos engañemos, esta cifra es tan baja en nuestra tierra por una sencilla razón: las islas poseen los salarios más bajos de todo el conjunto del Estado, a una distancia de cerca de 3000 euros por año, lo que relativiza este 7,65 % y aleja del debate cualquier consideración que sitúe a Canarias como modelo de referencia en cuanto a la brecha salarial por género. Y, para que sirva como ejemplo, tan solo citaré el caso de Euskadi, donde el músculo político destinado al área de igualdad aventaja, y mucho, al implementado por el Gobierno de Canarias, y pese a ello este mismo índice roza el 20 %.

Más datos. Pese a que el número de hombres en activo en el mercado laboral supera ampliamente al de las mujeres, hablamos de una diferencia de más de 100 000 personas, el número de mujeres desempleadas se acerca peligrosamente al de hombres, distanciándose entre sí por poco más de 9000 personas. Y si nos vamos a los datos de la inactividad, vuelven a ganar las mujeres, que representan casi el 60 % de las personas que no poseen una actividad económica reconocida o remunerada, lo cual no quiere decir que todas ellas no trabajen, ni mucho menos.

Los sectores a los que los hombres y las mujeres se dedican profesionalmente es otra fuente de controversia. En todos los sectores, a excepción de los servicios, donde está la cosa algo más equilibrada, la mayoría de los trabajos los desempeñan hombres y lo mismo puede decirse en cuanto al nivel de ganancias que perciben ellos con respecto a ellas en ámbitos como la industria, la construcción y también la agricultura.

También son más mujeres que hombres las que poseen contratos laborales de tipo temporal, contrastando esta realidad estadística con otra información aún más clarividente: las mujeres con estudios de tipo superior aventajan a los hombres. ¿Curioso, verdad? Estamos cansadas de decirlo: la feminización de la pobreza, la exclusión social y la precariedad laboral son alarmantes. Y con los datos en la mano no solo se hace necesario sino imprescindible tejer los cuerpos normativos precisos para transformar, de una vez por todas, esta realidad. Una ley de igualdad salarial urge en las islas desde que el PSOE gobierna aquí, y no hablamos solo de este último periodo electoral, Hernández-Clavijo, sino desde la llegada de la democracia y de la autonomía a esta tierra. Por eso vamos a apoyar decididamente esta iniciativa.

Y acabo con un texto de Kofi Annan: "La igualdad de género es más que un objetivo en sí misma. Es una condición previa para afrontar el reto de reducir la pobreza, promover el desarrollo sostenible y la construcción del buen gobierno". Anótenlo, señorías.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Del Río.

Por el Grupo Popular, señora Luzardo.

La señora LUZARDO ROMANO: Gracias, señora presidenta. Señorías, señora Rodríguez.

El Grupo Parlamentario Popular, que está de acuerdo con que existe una brecha salarial, porque es evidente -y por eso el Gobierno de España aprobó a principios de este año que las madres jubiladas recibirán entre un 5 % y un 15 % más de pensión en función del número de hijos, y que esta medida va a beneficiar a 123 357 mujeres, para intentar igualar en parte lo que es la pensión, teniendo en cuenta que la pensión media en el varón asciende en torno a 1500 euros y en relación con las mujeres en torno a 1096 euros-, pero no compartimos que se tenga que hacer una nueva ley. Nosotros entendemos -y se lo dije, por eso quería presentarla in voce- que en vez de hacer una nueva ley, una nueva ley que no sabemos muy bien el tiempo, solamente el tiempo que tarda en tramitarla, es mucho mejor coger la actual Ley 3/2007, para la Igualdad -además que se llama así-, Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, que la modifiquen las Cortes y sobre todo que se cumpla. Porque esta ley, que es del año 2007, establece, en el artículo 45 y el artículo 46, una serie de medidas precisamente para que las retribuciones sean iguales, evitar la brecha salarial, la ordenación del tiempo, la conciliación, la prevención del acoso sexual, y todas estas medidas, que tienen que recoger los planes de igualdad... Lo que pasa es que las empresas no hacen los planes de igualdad, pero algo mucho peor, que es que la propia Administración, la Inspección de Trabajo, debe fiscalizar, inspeccionar y sancionar los incumplimientos. Y además lo que tenemos que hacer sobre todo es alentar a las mujeres también a que presenten las denuncias y que las propias empresas puedan tener herramientas internas para, si ven que hay alguna brecha, alguna diferencia salarial entre sus trabajadores, poderlo corregir.

Es verdad que los datos, yo los que tengo son los últimos de Eurostat del 2014, establecen que España está por encima de la media, que está en un 16,5%, aunque me sorprende que en algunos países como Alemania la brecha salarial -aunque esto no es ningún consuelo- sea de un 21,5 %. Seguramente por el sector, el desarrollo que tienen ellos de su sector industrial, pero España es el sexto país con mayor brecha salarial de toda la Unión Europea.

Y, señorías, el Gobierno de España también tiene en vigor el Plan estratégico de igualdad con 3127 millones de euros precisamente para que haya empleo, para ir contra la discriminación salarial, la conciliación y la erradicación de la violencia de género. Ustedes también establecieron -digo esto porque antes dijo algo en relación con el Gobierno de España-, el Gobierno de Zapatero también hizo un plan de igualdad, que no sé si lo sabe, que el 70% de ese plan 2008-2011, ¿sabe a qué fue destinado?, a acción exterior y a cooperación. Creo que eso tiene muy poco que ver con intentar eliminar la brecha salarial.

Y termino diciéndoles que el drama es que por ejemplo la pobreza tiene rostro de mujer.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Señora Luzardo, ha hecho una enmienda in voce, entiendo, que no la ha pasado por escrito con antelación a la Mesa, al menos para tener conocimiento. ¿La puede reiterar? Yo lo que ruego es, para poder facilitar el trabajo de la Mesa, no para otra cosa, para poder entenderla, y si el grupo proponente la acepta y los demás también, que no lo sé, señoría, pero les ruego... Ya están bastantes grupos parlamentarios dándola por escrito con antelación, cosa que agradecemos desde la Mesa para facilitar el trabajo.

La señora LUZARDO ROMANO: Pido disculpas, señoría.

La señora PRESIDENTA: No, no, pero dígalo, para ver si así nos vamos acostumbrando.

La señora LUZARDO ROMANO: Sí.

Lo que nosotros proponemos es modificar la actual Ley de Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres, donde quede bien establecido, porque es una ley del año 2007, estamos ya en el 2016... -entre que se constituyen las Cortes, será a mitad de este año-, y que sea una nueva ley, adaptada, moderna y sobre todo con mecanismos que puedan sancionar a las empresas que son las incumplidoras y son las que establecen la brecha salarial.

La señora PRESIDENTA: ¿El grupo proponente acepta la enmienda in voce y el resto de los grupos?

La señora RODRÍGUEZ HERRERA (Desde su escaño): Señoría, entendemos que el procedimiento para la modificación de una ley como podría ser la Ley de Igualdad lleva los mismos trámites que prácticamente una nueva ley y además el asunto de la igualdad salarial tiene la suficiente importancia y enjundia, y además conlleva toda una serie de factores a analizar y a regular, que entendemos que merece una ley de igualdad salarial. Por tanto, no aceptamos la enmienda que propone el Partido Popular.

La señora PRESIDENTA: Muy bien. Muchas gracias, señoría.

Continuamos. Por el Grupo Nacionalista, señora Machín.

La señora MACHÍN TAVÍO: Presidenta. Señorías.

En el siglo pasado fue determinante la lucha que emprendieron miles de féminas por la igualdad entre hombres y mujeres. Hemos tenido grandes avances pero todavía nos queda mucho por lograr y entre ellos está la desigualdad salarial de género.

Señorías, les pregunto: ¿cuántas veces hemos escuchado que por el mismo trabajo las mujeres percibimos menos remuneración salarial que los hombres? Muchísimas veces y lo que es aún más lamentable es que en pleno siglo XXI esto todavía sea cuestión de debate.

Las cuestiones de equidad son variadas pero todos los países coinciden en una cuestión, como son los patrones culturales y las normas de género de la sociedad, que se han venido repitiendo generación tras generación, lo que viene provocando esta desigualdad salarial. Las mujeres tenemos que enfrentarlo a la escasa presencia en los puestos de liderazgo, a conciliar una vida familiar y laboral y en muchas ocasiones a ser infravaloradas por su trabajo y capacidades. Esto se ha agudizado más con la crisis económica.

No basta solo con instrumentos políticos y jurídicos para romper esta brecha salarial, hace falta un cambio de mentalidad, una educación de base y crear un nuevo paradigma que nos lleve a generaciones futuras igualitarias. Es una cuestión transversal que afecta a todos los sectores de la sociedad. Estamos en un momento para reflexionar y profundizar en la necesidad de un mayor compromiso con la desigualdad salarial, la igualdad de oportunidades laborales y de fijar el papel fundamental de la población femenina en el desarrollo económico y la participación política.

Desde el Grupo Nacionalista Canario entendemos que la brecha salarial entre hombres y mujeres es inaceptable. Somos conscientes de que el cambio a la igualdad real de género está sometido a grandes dificultades y resistencias, pero es un camino irreversible que nos permitirá avanzar como sociedad. También se ha demostrado que cuando se han conseguido logros de igualdad en otros temas han supuesto un potente acelerador de transformaciones políticas, sociales y económicas.

Como no podía ser de otra forma, votaremos a favor de esta proposición no de ley, teniendo claro que esto es un deber de todos, de promover y conseguir la igualdad salarial entre hombres y mujeres.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Machín.

Han intervenido todos los grupos. Señorías, vamos a votar la PNL en los términos presentados por el grupo proponente. (La señora presidenta hace sonar el timbre de llamada a la votación). (Pausa).

Señorías, comienza la votación. (Pausa).

Señorías, 47 votos emitidos: 40 síes, ningún no y 7 abstenciones.

Por tanto, queda aprobada esta PNL.

(Aplausos).