Diario de Sesiones 38, de fecha 7/6/2016
Punto 30

9L/C-0555 COMPARECENCIA DEL GOBIERNO -CONSEJERO DE SANIDAD-, INSTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO, SOBRE LA ATENCIÓN A LOS PACIENTES CRÓNICOS Y CONVALECIENTES MAYORES DE 65 AÑOS.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Siguiente comparecencia, al consejero de Sanidad, sobre la atención a los pacientes crónicos y convalecientes mayores de 65 años, del Grupo Mixto.

El proponente, señor Curbelo.

El señor CURBELO CURBELO: Gracias. Buenas tardes, presidente, señorías, señor consejero.

Hoy quizás hemos hablado bastante de los temas que más preocupan a los ciudadanos canarios, de los tres asuntos que más preocupan a los ciudadanos canarios, o al menos dos. Uno es la sanidad, esta mañana y ahora es objeto de comparecencia. Otro, las políticas activas de empleo. Pero qué duda cabe de que la sanidad es un servicio esencial, y las políticas activas de empleo, ninguna de las dos cosas se puede llevar a cabo si no hay recursos. Y la tercera cuestión es la financiación, de la que todos han hablado mucho hoy aquí.

Digo todo esto porque la sanidad, señor consejero, no puede crecer sin financiación. A mí se me antoja pensar que el nuevo sistema de financiación autonómica no va a llegar prácticamente en esta legislatura... Sí, 2016 se tuvo que negociar, tenía que haberse negociado en el año 2014 y no ha sido así. En fin, el Gobierno tomará posesión, llegará 2017.

En fin, digo esto porque la sanidad canaria ha pasado de una situación de disponer de unos recursos a sufrir de una cierta descapitalización, que la ha capitalizado de alguna forma con recursos propios la Comunidad Autónoma de Canarias con esos 400 millones que ha incorporado a los servicios esenciales.

Y digo todo esto porque, de 3000 millones en el año 2009, pasó el pasado año a 2600 millones de euros y usted dice, señora consejera, que no se siente concernida por lo que vaya a hacer el Gobierno de España, pero es que lo hacen y no le van ni a preguntar, como de hecho lo han hecho en otras ocasiones en otros asuntos de relevancia que afectan a la comunidad canaria, ¿no?

Por tanto, mi grupo trae una petición de comparecencia que tiene que ver con todo esto, tiene que ver con recursos, tiene que ver con buena gestión, tiene que ver con la planificación a la que esta mañana me refería cuando le hacía la pregunta al señor presidente del Gobierno. Y, en fin, tiene que ver con todo, con las listas de espera quirúrgica, con los colapsos en los servicios sanitarios, con la falta de cuidados paliativos, y tiene que ver con un sector de la población, que son los pacientes crónicos y mayores de 65 años, cuya esperanza de vida, cada vez más -esa es una de las ventajas de la sociedad moderna-, incrementa y, lógicamente, si no tomamos una buena planificación para este segmento de la población, pues podemos colapsar cada vez más los servicios que presta la sanidad canaria.

Y de eso se trata, fundamentalmente, ese es el objeto de la petición de comparecencia. Porque, indudablemente, señor consejero, es verdad que la sanidad, si no se le inyectan medios, pues prestará los servicios que realmente puede, pero es conveniente que hagamos una articulación y una estrategia de planificación con las restantes instituciones públicas canarias. Y me refiero a la Consejería de Empleo, Servicios Sociales y Vivienda de su homóloga y vicepresidenta del Gobierno, me refiero a los ayuntamientos y cabildos canarios, porque entre todos sí podemos hacer una planificación razonable para atender a los mayores de 65 años y evitar la cronicidad y, por tanto, el colapso de esas personas para las que no haya habido una planificación de ser atendidas. Y, lógicamente, tendrán que acudir incluso quienes no tienen reconocida esa realidad, porque tienen que acudir al médico para ser atendidos de la dolencia o la queja que puedan tener.

Por tanto, este es un asunto que me preocupa y, fíjese, le voy a dar solo un dato: el 55 % de los ingresos hospitalarios, al año, son mayores de 65 años; el 55 %. E incluso el 25 % de las urgencias, al año, son también mayores de 65 años y crónicos. Por tanto, con una buena planificación con los ayuntamientos, con los cabildos y el Gobierno podríamos hacer mucho ante las dificultades económicas que vienen.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Curbelo.

Para su primera intervención, el consejero de Sanidad.

El señor CONSEJERO DE SANIDAD (Morera Molina): Buenas tardes. Gracias, señor presidente.

Esta mañana preguntaba usted, señor Curbelo, por el tema de planificación al señor presidente y, desde luego, este es un tema que yo creo que hace ver la necesidad y la importancia de esa planificación.

El cambio demográfico de mayor influencia sobre el sistema sanitario en las últimas décadas ha sido el envejecimiento de la población, resultado de una esperanza de vida más larga y de la disminución de la natalidad. El envejecimiento implica un aumento de la demanda de atención sanitaria por el incremento de la prevalencia de enfermedades crónicas, y enfermedad crónica es aquella de larga duración, normalmente entendemos en medicina la que dura más de seis meses, que tiene lenta progresión, por lo general.

No todas las personas mayores de 65 años tienen enfermedades crónicas ni las enfermedades crónicas afectan exclusivamente a mayores de 65 años. Hay personas jóvenes con enfermedades crónicas y personas mayores sin enfermedades crónicas. Por tanto, aunque la longevidad es un factor esencial en el aumento de la cronicidad, las personas mayores no son las únicas afectadas por las enfermedades crónicas y no sería, por tanto, correcto asociar sin la necesaria matización persona mayor y enfermedad crónica.

En Canarias, actualmente, la población con más de 65 años supone el 15 % de las tarjetas sanitarias, en España supone el 18,4 %. Pero, por ejemplo, en su isla, señor Curbelo, tiene un 19,5 % de personas mayores de 65 años y en La Palma significan un 20,21 %, y El Hierro, que es la que más, un 22,26 % de personas con más de 65 años.

Se estima que en el año 2050 las personas mayores de 64 años, o sea, de 65 en adelante, conformarán un 32 % de la población total española, duplicando los niveles que teníamos en el año 2001. Las cifras están ahí: cada persona entre 65 y 74 años tiene una media de 2,8 enfermedades crónicas, elevándose a 3,23 enfermedades crónicas para las personas mayores de 75 años. El 94 % de estos está polimedicado y tiene una elevada tasa de frecuentación de los servicios asistenciales sanitarios.

Los servicios sanitarios públicos dedican un porcentaje importante de su capacidad y recursos y, por tanto, del presupuesto del que disponen, a las personas con enfermedades crónicas, tanto en atención primaria como en los hospitales, en ingresos, consultas, pruebas diagnósticas y prescripción farmacéutica. Suponen algo más del 55 % de las estancias hospitalarias, como usted decía, y suponen el 54 % del gasto en recetas farmacéuticas. El gasto medio en farmacia, en Canarias, de las personas entre 65 y 75 años fue en el año 2015 de 699 euros al año; el de las personas que tienen entre 75 y 80 años, 978 euros al año; y el de personas mayores de 80 años, 1130 euros al año. Esto en receta farmacéutica, excluyendo incluso la farmacia hospitalaria.

Las demandas sociales, asimismo, son crecientes por el aumento de personas en situación de dependencia. Estos pacientes requieren un modelo asistencial desde luego diferente al que teníamos hasta ahora. El modelo no se ha adaptado a los cambios sociodemográficos y epidemiológicos que han acontecido en los últimos treinta años.

Como decía recientemente Rafael Bengoa, que fue consejero de Salud en el País Vasco y actualmente asesor de salud de la Unión Europea y también del presidente Obama, este modelo no previene la entrada del paciente con patología crónica en un hospital, ni facilita su salida.

Bueno, ¿qué estamos haciendo en Canarias con la atención a la cronicidad? El Servicio Canario de la Salud ha definido una estrategia: la estrategia de abordaje a la cronicidad en Canarias. Esta estrategia tiene entre sus objetivos adaptar el funcionamiento del sistema sanitario de Canarias a la nueva realidad que supone la demanda asistencial creciente derivada de la cronicidad, y se centra fundamentalmente en seis principios. Reorientar la existencia hacia un modelo proactivo focalizado en la prevención, superando la reactividad actual de la atención del paciente agudo. Situar al paciente como centro del sistema, pivotando los recursos en función de sus necesidades de formación, información y/o asistencia. Un enfoque de salud poblacional, personalizando la atención a partir de una identificación y segmentación de la población de acuerdo con el nivel de cuidados a aplicar por el riesgo y el nivel de desarrollo de patologías crónicas. Aumentar la resolutividad a partir de una mayor capacidad en atención primaria, siendo esta el eje principal sobre el que se centra la atención al paciente crónico. Una efectiva integración de la atención al paciente crónico entre niveles asistenciales, asegurando, asimismo, la continuidad con el ámbito sociosanitario. El empoderamiento y la autonomía del paciente, impulsando su participación y competencia, la corresponsabilidad en la gestión de su patología y el autocuidado empleando las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.

El control de los procesos crónicos, no solo a mayores de 65 años, sino en cualquier edad, debe acertar en atención primaria. En una atención primaria que disponga de condiciones y medios que le permitan una elevada capacidad resolutiva en el ámbito más accesible y seguro para los pacientes, y cuyos referentes serán los profesionales de medicina y enfermería de atención primaria cercanos y de su confianza. Para abordar el control y el seguimiento del paciente en todas sus etapas contarán con profesionales en otros niveles asistenciales cuando sea necesario. La reorientación del sistema es igualmente imprescindible, pasando de un sistema fragmentado, superespecializado, centrado en el profesional, con compartimentos estancos y atención fundamental a episodios agudos, a un sistema donde el usuario sea el centro, un usuario que deberá capacitarse para mejorar su cuidado, y unos profesionales motivados y altamente formados que le atienden.

La integración de las tecnologías de los sistemas informáticos y de información, que deben ser interpretables y permitir intercambiar datos y facilitar la comunicación entre profesionales y pacientes, es un punto importante a destacar en el abordaje del paciente crónico. En este sentido, se han ido desarrollando en los últimos años importantes herramientas con el fin de dar una continuidad a la asistencia que se presta al paciente crónico. Cabe destacar la receta electrónica -que ya está implantada en atención primaria desde hace unos años, ahora ya en las áreas de consulta de los hospitales y que estará implementada a lo largo de este año en las áreas de hospitalización de los hospitales de nuestra comunidad- como una vía de comunicación importantísima entre profesionales de los distintos niveles asistenciales. Otros desarrollos que se están llevando a cabo son la comunicación entre profesionales de atención primaria y atención hospitalaria mediante interconsulta a través de la historia clínica electrónica, lo que denominamos consultores virtuales.

Los pasos que se han ido dando para lograr los objetivos marcados en la estrategia son: en febrero del año 2015, en febrero del año pasado, se presentó la estrategia de abordaje a la cronicidad de la comunidad autónoma canaria. Esta estrategia es difundida a través del portal Drago Atención Primaria y del portal del Gobierno de Canarias. Se presentó personalmente en las distintas gerencias de atención primaria y atención hospitalaria y se confeccionaron 3000 ejemplares y 5000 trípticos que se entregaron a los profesionales sanitarios de la comunidad.

En septiembre del 2015, y siguiendo con la implantación de la estrategia, se crea el grupo de trabajo para la atención a los pacientes de alta complejidad. Se pretende desarrollar el protocolo que después se pondrá en marcha en atención primaria y atención hospitalaria para el 0,5 % de pacientes que han obtenido la más alta puntuación en el grupo de morbilidad ajustada. Estos pacientes pueden ser o no mayores de 65 años.

En la valoración que ha hecho a nivel interno el Servicio Canario de la Salud en relación con su adaptación a los retos que le plantea la cronicidad, sale identificado que el nivel de adaptación a esta nueva realidad está en una fase muy inicial, y se ha considerado clave que haya un compromiso por parte de toda la organización en la mejora de la atención a este tipo de pacientes para evolucionar de una cultura de curar a una cultura de cuidar; esto es, pasar de una asistencia reactiva, fragmentada y focalizada en el proceso agudo a un nuevo modelo de atención que permita afrontar de forma sistemática e integral el reto que supone el abordaje de la cronicidad, reorientando los recursos para lograr una atención al paciente más proactiva y eficiente, que prevenga su deterioro y que garantice la continuidad del tratamiento, incidiendo, en última instancia, en una mejora de los resultados en salud.

A finales del año pasado, se estratifica a la población canaria con la herramienta GMA o los grupos de morbilidad ajustada, observándose la distribución de la población de la siguiente manera.

El GMA divide la población en siete categorías, de las que las tres primeras se consideran pacientes que son no crónicos, entre ellos incluidos los pacientes que están sanos, en los que debería hacerse hincapié en la promoción y la prevención, y, dentro de cada categoría, se dividen diferentes grados de complejidad, siendo el número uno el menos complejo y el número cinco el más complejo. O sea, que tendríamos siete categorías y cinco niveles de complejidad. Esta estratificación se irá añadiendo a las historias clínicas de Drago Atención Primaria y Atención Especializada próximamente con el fin de que todos los profesionales intervengan en dichos usuarios según sus necesidades y no según sus patologías.

Se sigue colaborando con el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en los diferentes grupos de trabajo creados a raíz de la elaboración de la Estrategia para el abordaje de la cronicidad en el Sistema Nacional de Salud; también en el proyecto de sistemas de indicadores, del que se presentó el documento a final de este mes de mayo; o en el proyecto de mejora del abordaje del dolor crónico en el Sistema Nacional de Salud.

Y, bueno, lo voy a dejar aquí. Me quedan algunas actuaciones que, si puedo, las cuento en la segunda intervención y ya les voy respondiendo a lo que vayan preguntando.

Gracias, presidente.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Gracias, señor consejero.

Por el Grupo Nueva Canarias, señor Rodríguez.

El señor RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (Desde su escaño): Gracias, señor presidente.

Señorías, no cabe duda de que el envejecimiento de la población es un reto para la sociedad moderna, en sanidad y en todos los ámbitos. En los servicios sanitarios sin duda alguna, no solamente porque hay más enfermedades crónicas con la longevidad, sino porque hay pluripatologías, es decir, te encuentras en las personas de 80 años no un problema de salud, sino tres o cuatro problemas de salud y su tratamiento tiene que ser complejo e integral.

Está muy bien la planificación, y es imprescindible; la organización y la gestión de los servicios, esencial, pero el esfuerzo fiscal debe acompañar. Es decir, es imposible atender decentemente a la gente con el esfuerzo fiscal que hacemos. Y les voy a exponer un dato que antes no me dio tiempo. Esto de las comparecencias tiene el inconveniente de que el último que habla es el Gobierno y dice lo que quiere y luego se va, y forma parte de las reglas y yo las acepto. ¿Saben ustedes cuánto se ha pasado del déficit autorizado la comunidad de Cataluña en estos cuatro años de ajuste fiscal? Entre 14 y 15 000 millones por encima de lo autorizado, ¿y saben dónde han ido esos 14 o 15 000 millones? A la sanidad, a la educación y a los servicios sociales. ¿Sabe lo que nos ha pasado a nosotros en ese mismo periodo? Que nos han sobrado 300 millones. Esta es la contradicción. Ni un extremo ni el otro, pelear por ajustar el gasto razonablemente y por ingresar más.

Tenemos un problema de organización, tenemos un problema de gestión, tenemos un problema de planificación, pero, sobre todo, tenemos un problema de esfuerzo fiscal en la sanidad, en la educación y en los servicios sociales, y eso se nota. Y esta sociedad, si no se organiza, si no planifica, si no hace un esfuerzo para invertir en los servicios esenciales, el deterioro de los sectores más débiles -y serán los más débiles los mayores-, va a sufrir las consecuencias. Por lo tanto, es oportuno hacer esta reflexión, pero no puede ir solo acompañada de planificación, de organización y de gestión, sino de esfuerzo fiscal, y eso significa pensar las políticas con rigor y no dejarse llevar por las corrientes, no apuntarse medallitas que te duran tres meses, sino apuntarse por mejorar el bienestar de nuestra gente.

Nosotros hemos recortado los servicios públicos como nadie y ahora se presume de que no tenemos deuda o de que tenemos menos deuda y menos déficit, ¿pero a costa de qué?, ¿a costa de qué? Yo les invito... Bueno, a esto no se puede invitar. Pregunten ustedes en patologías complejas cómo te atienden los hospitales de Cataluña y cómo te atienden los de aquí. Yo les aseguro que mejor que los de aquí, y tengo ejemplos concretos, que no son la casuística medida, pero yo le aseguro que cuando se recortan 400 millones al sistema sanitario en cuatro años los resultados no son buenos, y eso de que se hace más con menos es un cuento.

De manera que muy bien la planificación, muy bien la gestión, organizarse mejor, pero mayor esfuerzo fiscal y unas políticas presupuestaria y fiscal que ayuden a apostar por la integración de los sectores débiles, y los mayores lo serán, lo seremos, señor...

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Gracias, señor Rodríguez.

Por el Grupo Podemos, señora Del Río.

La señora DEL RÍO SÁNCHEZ: Buenas tardes, señor consejero.

Efectivamente, estamos ante un grave problema, que es, como bien han comentado anteriormente, el envejecimiento de la población. Y es un problema que no tiene una respuesta adecuada en Canarias.

Por un lado, está muy bien que tengamos mayor esperanza de vida, pero de nada nos sirve tener una mayor esperanza de vida si esa vida no tiene unos mínimos de calidad, y esto es lo que hay que abordar. El problema no es solamente que las personas mayores de 65 años con enfermedades crónicas, sobre todo mayores de 75, tengan que estar medicalizadas, si están bien tratadas, están bien diagnosticadas ese no es el problema; el problema es que, por una falta de atención adecuada, caigan en sistemas de dependencia, y ahí, cuando están discapacitadas, cuando tienen que depender de terceras personas, es cuando el problema se agrava.

Los planes, programas y estrategias para personas con enfermedades crónicas de nuestro sistema ni son suficientes ni están dando la respuesta necesaria a un problema que, lejos de menguar, va en aumento en todas y cada una de las islas como usted bien ha señalado.

Entre el 50 y 60 % de las personas que van a las consultas son personas mayores. Cualquier situación un poco especial, un invierno un poco más frío hace que colapsen las urgencias, como hemos vivido en este último año.

Las y los profesionales que tratan estos pacientes lo tienen muy claro: los problemas de salud de las personas mayores no solo no se resuelven en las urgencias, sino que, al contrario, a veces se agravan, siendo peor el remedio que la enfermedad. Necesitamos más geriatras y hospitales con servicio de geriatría especializado. En pleno siglo XXI, a ninguno de nosotros se le ocurriría no mandar a nuestras niñas y a los niños al pediatra cuando tienen una enfermedad. ¿Por qué nuestras personas mayores no van a tener el mismo derecho a unos profesionales especializados en geriatría? Creemos que ahí tenemos un gran déficit.

Por tanto, aunque el tema es complejo y tenemos poco tiempo, vamos a intentar hacer un pequeño resumen, señalando lo que consideramos los problemas más destacados y las posibles soluciones, si nos da tiempo.

Primero, insuficiencia de recursos, tanto humanos como materiales. Humanos lo hemos dicho antes: faltan geriatras, médicos de familia con formación suficiente, enfermeras, auxiliares, trabajadores sociales. Y materiales: hay que mejorar las condiciones de habitabilidad de las viviendas residenciales y hospitales. Por poner un ejemplo, en las barriadas de muchas ciudades, de las más pobres, tenemos ancianos que hace años que no pueden salir de sus casas. Ahí tenemos un gran problema.

Segundo, mala atención de los centros privados. Residencias o miniresidencias en manos privadas, con centros concertados -y me voy a ir rápido, porque se me va- que son bastante desoladores.

Descoordinación entre sectores sanitarios, servicios sociales, etcétera. Y escasa aplicación y desarrollo de la ley de dependencia, acentuada también con la crisis de los ayuntamientos, que se han visto obligados a reducir los servicios de ayuda a domicilio, que ayudan a muchas personas.

Y, por último, ¿esto qué significa? Sobrecarga en las mujeres que, al final, son las cuidadoras tradicionales. Esta falta de ayuda de la dependencia y de profesional adecuado de nuevo cae sobre las mujeres.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señora Del Río.

Por el Grupo Popular, señor Díaz.

El señor DÍAZ GUERRA (Desde su escaño): Gracias, presidente. Consejero, buenos días.

La cronicidad, efectivamente, muchas veces a lo que nos lleva es a limitaciones funcionales, nos lleva a la dependencia, afecta de manera muy significativa a la calidad de vida de la población, implica un uso, un consumo de recursos, un incremento de gasto sanitario.

Que la sanidad y el modelo asistencial están cambiando porque el futuro que nos viene es muy diferente al presente actual y que tenemos que prepararnos es algo que nadie puede discutir. Muchos de nosotros, espero que todos los que estamos aquí, vamos a cumplir 65 años, unos antes otros después, y, además de toda la sabiduría que acumulemos de aquí a entonces, pues también vamos probablemente a adquirir nuevas patologías que nos harán dependientes o nos harán crónicos el día de mañana.

Es cierto que no todos los mayores de 65 años son enfermos crónicos y no todos los enfermos crónicos tienen más de 65 años, pero como esta comparecencia hablaba de la cronicidad y de las medidas del Gobierno a partir de los 65 años, pues a ellos me voy a referir.

Usted ha reconocido públicamente, consejero, que una de las principales debilidades del sistema público de salud es la atención a los pacientes crónicos y convalecientes. El modelo actual se ha centrado en curar a los pacientes agudos, a tratar las enfermedades agudas y eso ha hecho que despistemos recursos, reduzcamos los esfuerzos en la prevención, en la promoción y en la educación para la salud, que son los pilares básicos para una población sana y saludable en el futuro.

La población está envejeciendo y eso no es discutible, son las cifras, son los datos que nos arroja cualquier estudio estadístico al que tengamos alcance. Y que el perfil de demanda de atención sanitaria, por tanto, evoluciona y se está modificando también es una realidad. Decía usted que hoy en día en Canarias un 15 % de la población tiene más de 65 años. Lo que necesitan los pacientes crónicos en Canarias, y, en concreto, los de más de 65 años, es que ustedes dinamicen esa estrategia, ese abordaje para los crónicos de Canarias, que hoy en día suponen el 55 % de los ingresos hospitalarios y el 25 % de los ingresos por urgencias hospitalarias. ¿Esto qué está implicando? Pues nos está dando el dato significativo de que la atención primaria está fallando, que hoy por hoy la atención primaria ya no puede atender a las demandas de pacientes con patologías no vitales y crisis recurrentes, en concreto a las urgencias primarias, de ahí que se haga una mención especial en la urgencia hospitalaria.

El plan de salud ya recoge una mención al ámbito de intervención de potenciación del Servicio Canario de la Salud en atención a los crónicos. Lo dice el plan de salud que estamos tramitando ahora, porque ese plan de salud, redactado en su día ya en gran medida por el Partido Popular, ya veía venir lo que era la necesidad de una estrategia de crónicos, y el anterior Gobierno, recogiendo también el guante del Partido Popular, el trabajo iniciado por el Partido Popular, hizo esa estrategia.

Nosotros vamos a estar muy pendientes de que ustedes desarrollen esos protocolos integrados de atención primaria, especializada y sociosanitaria, porque solo en el abordaje de las tres patas encontraremos solución a esta materia.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Díaz.

Por el Grupo Socialista, señor Hernández.

El señor HERNÁNDEZ GUILLÉN: Gracias, presidente. Buenas tardes.

Voy a intentar dar una visión un poco más abierta del tema, no tan pesimista. Que es verdad que necesitamos avanzar en algunas cosas, pero creo que otras están en el camino adecuado.

Es verdad que para hablar de lo que estamos hablando tenemos que hablar de la estructura poblacional; y es verdad que hay una transición demográfica clara, donde la posibilidad o, en este caso, la certeza de que hay menos mortalidad y también a la vez menos fecundidad, pues lo que va a dar de por sí será un descenso de la natalidad y el descenso también a la vez de la mortalidad general en todos los grupos de edad, que han condicionado y siguen condicionando la variación de la estructura por edades de población.

Algún dato: según el INE, la tendencia demográfica indica una reducción progresiva del crecimiento poblacional en las próximas décadas y el crecimiento natural de la población se hará negativo a partir del 2020; es decir, eso está a la vuelta de la esquina. Ahora bien, el envejecimiento -y lo recordaba el señor consejero- se traduce en una disminución de la capacidad funcional, pero eso no implica, por sí mismo, enfermedad. Bien es cierto que, a más edad, los procesos crónicos son cada vez más frecuentes, pero disminuyen curiosamente los procesos agudos sobre la morbilidad y la mortalidad. Por otro lado, sería falsear la realidad si pensáramos que solo las personas longevas son las únicas afectadas por las enfermedades crónicas: un 60 %, según algunos datos indican, son personas incluso mayores de 60 años.

Otro dato significativo apunta que las enfermedades crónicas son la causa del 80 % de las consultas de atención primaria, con lo que ello supone para el servicio sanitario. Entiéndase con eso un porcentaje importante de la capacidad y recursos de los servicios sanitarios en la atención de estas personas con enfermedades crónicas.

Lo importante, señor Curbelo, es que desde el Servicio Canario de la Salud se tiene definida una estrategia, como bien se ha indicado, para el abordaje de la cronicidad en nuestra comunidad autónoma, atendiendo a esos cambios de la estructura poblacional a que hacía alusión anteriormente. Una estrategia basada en la prevención, situando al paciente como centro del sistema, aumentando la resolutividad a partir de una mayor capacidad en atención primaria, junto con el empoderamiento y autonomía del paciente, impulsando su participación y competencia. También la integración de las tecnologías, que aquí no se ha indicado, está coadyuvando a una mejor atención a los pacientes crónicos, y la implementación de la receta electrónica es un claro ejemplo de ello.

Y, por supuesto, también debemos destacar que el servicio de continuidad de cuidados en la atención domiciliaria, que está en nuestra cartera de servicios desde principios del año 2002, creo recordar, donde desarrollan los profesionales su tarea en las 65 zonas básicas.

Por tanto, sí que hay un conjunto de actuaciones, hay un conjunto de acciones destinadas a estos pacientes. Siempre quedará mucho por hacer y estaremos en ese...

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Hernández.

Por el Grupo Nacionalista, la señora Luis.

La señora LUIS DOMÍNGUEZ: Gracias, señor presidente.

Señorías, señor consejero, en Canarias se observa un gradual envejecimiento de la población, de forma que la población de más de 65 años supera ya a la población de menos de 14 años, y, aunque no se debe identificar -aquí ya se ha dicho- envejecimiento con enfermedad, en las personas mayores aumenta la incidencia y prevalencia de muchas enfermedades, que se refleja en el uso general de los servicios del sistema de salud.

Es indudable que el envejecimiento de la población se traducirá en los próximos años en un incremento del gasto, y debe dejar de estar orientado hacia los pacientes agudos para centrarse en los crónicos y en los cuidados a largo plazo. En este sentido, las medidas preventivas se revelan como la mejor opción para favorecer el envejecimiento activo y saludable.

Por tanto, es imprescindible reorientar el sistema a la atención a la cronicidad y a los cuidados a largo plazo, y por eso el Servicio Canario de la Salud ha definido, como usted bien ha dicho, la Estrategia de abordaje de la cronicidad en la Comunidad Autónoma de Canarias. Y en ese mismo sentido está orientado el Plan de Salud de Canarias, como aquí también se ha comentado, que, como sabemos, es el instrumento de planificación que marcará la hoja de ruta en materia de salud y que esperamos que el próximo mes de julio se pueda aprobar en este foro.

Es un plan novedoso porque precisamente trabaja sobre los determinantes de la salud, con una visión mucho más amplia que la pura asistencia sanitaria, donde la promoción, la prevención y la educación para la salud van a jugar un papel determinante, y que incorpora en el ámbito de intervención dos, como también se ha dicho, potenciar el sistema canario de salud centrándolo en el paciente, en la atención a las enfermedades crónicas y en la integración de servicios, e incluye el anexo II, que incorpora, además, el modelo de gestión de enfermedades crónicas.

Por otro lado, el plan de urgencias canario, que desde el Grupo Nacionalista Canario defendemos que la atención primaria, como puerta natural de entrada de nuestro sistema sanitario, debe garantizar la atención adecuada y la continuidad de los cuidados que reciben los pacientes, también en urgencias, para racionalizar la presión de la asistencia en los servicios de urgencia hospitalarios, pero, sobre todo, pensando precisamente en cómo se evoluciona hacia la cronicidad y hacia los cuidados de larga duración, donde será cada vez más necesario acercar los servicios y donde la atención sanitaria domiciliaria va a jugar un papel muy importante.

Por tanto, desde el Grupo Nacionalista Canario consideramos que hay que potenciar la atención a la cronicidad. Hay que mejorar el diagnóstico precoz, el tipo de seguimiento y el cuidado a los enfermos crónicos, hay que reforzar los programas Paciente Activo y Paciente Experto y los servicios de atención domiciliaria, la coordinación entre primaria, especializada, 1-1-2 y la farmacia comunicativa, y hay que mejorar la atención de los pacientes con la coordinación desde el abordaje de la cronicidad, desde la atención sanitaria, la sociosanitaria y el tercer sector.

Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Gracias, señora Luis.

Por el grupo proponente de la iniciativa, señor Curbelo.

El señor CURBELO CURBELO: Muchas gracias, presidente.

Señorías, vamos a ir concluyendo, que hoy hemos tenido una jornada larga.

Le he escuchado, señor consejero, al mismo tiempo que al resto de los grupos que han intervenido en este debate, y creo que todos tenemos más o menos identificados los problemas que tiene la sanidad para gestionar la atención de los pacientes crónicos y el envejecimiento de la población de cada una de las islas Canarias. No lo tenía previsto, pero, después de escuchar al señor Román, probablemente en el futuro próximo como consecuencia de ese pesimismo que yo introduje vamos a tener que utilizar el esfuerzo fiscal de todos los canarios para mantener de una forma excepcional los servicios esenciales, con toda seguridad.

Y la conclusión lógica que uno puede sacar después de oír todas las diferentes medidas -usted en su primera intervención habló de algunas, continuará ahora-, yo creo que es que hay que seguir trabajando y entendiéndose para aplicar el eslogan de que es mejor prevenir que curar. Porque si este problema creciente no se trata de forma conjunta por todas las administraciones que trabajan con los mayores y con los enfermos crónicos, no vamos a avanzar en la solución: se seguirá colapsando la atención primaria, habrá más pacientes crónicos y las personas con dependencia no reconocida acudirán también, como no puede ser de otra manera, a la sanidad pública para poder recibir la ayuda necesaria.

En la estrategia pública de atención a la cronicidad dan cifras alarmantes, ya lo decíamos hace un rato. Indica que los pacientes suponen más de la mitad de los ingresos hospitalarios de nuestros centros, que es muy importante, y, además, su atención ocupa más del 70 %, prácticamente, del presupuesto que se gasta en la sanidad. Fíjense si es importante planificar la prevención.

Y si todo esto es así como acabamos de mencionar, debemos actuar y cambiar el modelo. Yo no sé si es cambiar el modelo, reforzar el modelo actual o hacer un modelo diferente, pero hay que cambiarlo. Y se lo digo con el convencimiento de que lo necesario es una acción transversal que debe tocar todas las consejerías, debe hablar con los cabildos canarios e incentivar la acción con los cabildos canarios, con los municipios canarios, sobre todo con la atención sociosanitaria, y en esto debemos colaborar todos. Fíjense que estamos hablando con los cabildos canarios para hablar de un convenio de un concierto de plazas sociosanitarias, que la tenemos muy limitada en las islas, ¿no?, lo digo por La Gomera. Es un trabajo conjunto, insisto, del Gobierno, de la Fecai, de la Fecam, del Ministerio de Sanidad. Y con este nuevo modelo conseguiremos que se realicen actuaciones a través de otras consejerías como la de Educación, donde los profesionales pueden aportar una mejor formación destinada a los docentes para especializarlos y concienciar, educando en hábitos saludables, también a nuestros jóvenes.

Debemos incidir en nuestros centros más, mucho más, en la educación física, potenciar la función didáctica incluso en los comedores escolares y en campañas para evitar el consumo de productos dañinos para la salud. Si no, ¿cómo se van a prevenir la obesidad y el consumo de alcohol o el de tabaco, factores de riesgo que inciden directamente en el problema? Y esta formación y las actividades de hábitos saludables deben llegar también a nuestros mayores y deben conocerlas. Debemos ofrecerles actividades terapéuticas en sus centros que aumenten su calidad de vida y reduzcan la cronicidad, porque cualquier política que no cuente con las personas a las que va destinada o no conozca su realidad está condenada al fracaso. La política y las estrategias del servicio público deben ponerse a la altura de los ciudadanos y ser resolutivas y no quedarse orbitando, de forma abstracta, a veces, en los despachos. Y debemos dar cursos a todos los trabajadores, de la sanidad, de los asuntos sociales, de educación, como decía antes, de las corporaciones locales, para que renueven conocimientos y estén continuamente actualizados para la atención sanitaria, que no es algo estético, sino que se innova continuamente.

Usted como profesional lo sabe: los métodos y los medios se renuevan, se manejan resultados y la atención se vuelve más eficaz y eficiente. Si abrimos estos canales de comunicación, señor consejero, y de formación de los servicios asistenciales, vamos a subir de una forma notoria, de una forma exponencial la eficacia en los servicios que vamos a prestar.

Y no será la primera vez que se hable de que es necesario sumar con los asuntos sociales, con la sanidad; en el tema que nos ocupa están tan íntimamente unidos que los límites competenciales a veces se llegan a difuminar. Porque con una buena atención sociosanitaria, con más centros en las islas apoyando a los que tenemos en activo, el resto de administraciones rebajaremos significativamente el gasto de la sanidad pública y podremos dar una mejor atención a los dependientes y a nuestros mayores.

Y, por supuesto, desde la propia sanidad hay herramientas útiles. Las mejores soluciones actualmente son las asistenciales, que debemos impulsar las consultas virtuales, que lo acabo de mencionar, los accesos telefónicos como forma de aumentar el acceso a la sanidad y dar respuesta a los habitantes de zonas que actualmente no tienen toda la asistencia especializada que necesitan, ocurre mucho en zonas rurales.

Podemos invertir, una vez más, por todos los hospitales que se necesitan de día o la hospitalización a domicilio, que es una práctica que no se está llevando mucho y puede evitar el colapso. Lo digo por Nuestra Señora de Guadalupe, en La Gomera, donde el número de plazas está limitado y se atiende a unos pacientes crónicos y queda colapsado el centro, cuando esto se puede hacer atendiendo a domicilio para ofrecer la atención continua que necesitan los pacientes crónicos que tengan una condición invalidante. Y dar un mayor peso a la atención primaria, potenciando el uso de las pruebas diagnósticas cuando haga falta y el ingreso dirigido para no colapsar la atención hospitalaria ni las urgencias, para no realizar traslados innecesarios a los hospitales de referencia, un asunto grave, aún más, en los habitantes de las islas no capitalinas por los traslados.

Y, si vamos a remodelar el sistema, tampoco es posible pararnos en la planificación y quedarnos en ese punto. Ya hablamos antes en la pregunta de la falta de aprobación de los diferentes planes que deben regir la actuación de la sanidad en Canarias. Una cosa que indudablemente falta es, como ya se ha reconocido, la planificación, pero nos consta que se está trabajando en ella de una forma constante y, previsiblemente, la tendremos próximamente.

Yo le tiendo la mano, señor consejero. Creo que la mejor forma es esta colaboración integral y transversal de las administraciones canarias, y esto es algo que debemos afrontar todos, no ustedes solos, y los trabajadores de todas las consejerías y todas las instituciones públicas. Necesitamos un trabajo colaborativo y de evaluación sistemática y continuada. Tenemos distintas consejerías y actuaciones que se desarrollan en distintas administraciones públicas insulares y locales que, en el seno de sus competencias, pueden aportar sus experiencias asistenciales al sistema y así elaborar un modelo común, o al menos un modelo más adecuado a la necesidad de cada una de las islas.

Le pido que sea más resolutivo con los medios de los que se dispone en este momento y que usted tiene en su mano. Este no es un asunto, insisto, que se resuelva con el paso del tiempo, sino todo lo contrario: la población envejece y la no adecuación del sistema genera una población con mayor riesgo de padecer una dolencia crónica, incluso un grado mayor de dependencia. Y no le estoy pidiendo un cambio radical del sistema, sino acciones transversales, lo que hacemos por coherencia con lo limitado de los presupuestos que sabemos que tiene su consejería.

Es una atención, insisto, más adecuada y eficiente, que aporte soluciones a todos los actores implicados, que incida realmente en el problema y mejore el sistema.

Señor consejero, con la planificación que el Gobierno está poniendo en marcha, en el sentido más amplio: el plan de urgencias, el plan de salud, el plan de recursos humanos, el plan correspondiente de infraestructuras y grandes equipamientos, el plan de atendimiento a los crónicos y el plan de salud mental, unidos a un plan estratégico de cooperación con todas las administraciones públicas canarias y una política fiscal cuando toque -todavía no toca-, cuando ya haya un agobio excesivo por parte del Gobierno de España, el que llegue. Que, por cierto, el Gobierno de su partido político, decía su máximo responsable cuando vino a Canarias "quedará a Canarias en función de lo que deje Rajoy", o sea que cada uno habla en función de lo que puede o previsiblemente va a poder. Por tanto, con toda esa realidad y una estrategia de cooperación de todas las administraciones públicas, yo estoy completamente seguro de que mejoraremos la sanidad en las islas.

Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Curbelo.

Señor consejero, para finalizar esta comparecencia.

El señor CONSEJERO DE SANIDAD (Morera Molina): Gracias, señor presidente.

Intento a ver si puedo acabar algunas de las actuaciones para que conozcan las que estamos llevando a cabo desde el Servicio Canario de la Salud.

Está en marcha desde el año 2000 un programa de atención a las personas mayores en atención primaria. Está dirigido específicamente a toda la población de 65 años o más, estableciendo las pautas de actuación fundamentalmente en el ámbito de la prevención y la promoción de la salud, como algunos de ustedes han comentado en sus intervenciones, y actuando sobre los factores de riesgo, fomentando una vejez positiva y vital.

El programa de atención a personas mayores se centra en el objetivo clave de identificar a la persona mayor frágil o en riesgo de dependencia y definir su plan de intervención, considerando siempre que el mejor predictor para la fragilidad de una persona mayor es su funcionalidad. Este programa se está desarrollando en atención primaria y cubre el cien por cien de las zonas básicas de salud en este momento.

Tenemos también en marcha el servicio de continuidad de cuidados de atención domiciliaria. Se oferta desde el año 2002 en la cartera de servicios de atención primaria, siendo en la actualidad cubiertas 65 zonas básicas de las 116 que tenemos en Canarias, o sea, que no tenemos todas cubiertas. El proveedor principal es la enfermera o el enfermero comunitario de enlace, y su trabajo es la gestión de casos de pacientes en atención domiciliaria, cuya situación se caracteriza por la complejidad y fragilidad de los mismos, no específicamente mayores de 65 años, pero sí en su mayoría. El objetivo prioritario es mejorar y utilizar la atención domiciliaria de los equipos de atención primaria. Este servicio es un modelo de coordinación sociosanitaria que tiene como función central, como decía antes, la gestión clínica de los cuidados domiciliarios de forma coordinada con todos los profesionales de la atención primaria de la zona básica de salud. Se ha ido ofertando de forma gradual en Canarias durante estos últimos siete años y para ello se ha ido dotando a las plantillas de atención primaria de plazas de enfermeros o enfermeras de enlace. Como decía antes, en este momento solo tenemos -ya nos gustaría que fueran más- 54 enfermeros de enlace en toda Canarias.

Actualmente, y dentro de la estrategia de abordaje a la cronicidad en nuestra comunidad, se plantea la reorientación del rol que desempeñan estos profesionales, así como la población diana a la que atienden. La estrategia quiere enfocar este instrumento como enfermeros gestores de pacientes de alta complejidad.

También se están haciendo actuaciones, acciones, de educación grupal para la salud desarrolladas con la población mayor.

Respecto a los datos del año 2015, de lo que se ha hecho en el año 2015, la relación a los servicios de atención a personas mayores de atención primaria estaba incluidos el 49,13 de las personas mayores de 65 años, siendo el porcentaje del grupo de edad de 80 o más años del 83,55 % a las personas que teníamos incluidas en ese programa.

Y, referente al programa de atención domiciliaria, los servicios correspondientes a personas inmovilizadas alcanzaron una cobertura del 62,87 %, y cubríamos también, que antes hacía referencia creo que la señora Del Río, el 92,86 % de las personas cuidadoras de estas personas inmovilizadas.

En cuanto a la actividad de la enfermería de enlace, se atendió, el año 2015, a 34 353 pacientes: 11 634 eran personas confinadas, 13 825 eran personas cuidadoras de estas personas confinadas y 8894 eran personas no confinadas y no cuidadoras, que suponían el 26 % aproximadamente.

En cuanto a los servicios de vacunación de esta población, cubrimos el año pasado el 30,36 % de las personas de más de 65 años, que ya quisiéramos que fuera mucho más que esto. Y en cuanto a la vacunación antineumocócica, cubrimos el 22,41 % de esa población mayor de 65 años.

Por otro lado, la atención a los pacientes con patología crónica es la que concentra gran parte de la actividad de los equipos de atención primaria. En este apartado cabe reseñar que, durante 2015, un total de 559 860 personas estaban incluidas en el programa de prevención y control de enfermedad cardiovascular, es decir, el 33,47 % de la población mayor de 14 años.

Bueno, para ir finalizando, está claro que estos programas y actuaciones que hemos comenzado recientemente necesitan, como han dicho casi todos ustedes, más recursos. Recursos que ahora mismo son escasos y que claramente tienen que ir a más. Yo soy de los que piensa que una sociedad, una comunidad puede y debe ser juzgada por cómo trata a sus ancianos y a sus enfermos, y en ese sentido creo que tenemos que hacer el mayor esfuerzo posible para que esta parte de la actividad sanitaria esté cubierta adecuadamente. Debemos asumir como ineludible la tendencia de nuestra población hacia el envejecimiento durante los próximos cuarenta años, aproximadamente, después de ese punto las proporciones se compensarán algo más, y comprender que son enfermos costosos, pero que la sostenibilidad de su adecuada atención pasa por un modelo en el que su atención integral y continua evite su reiterada reagudización, como alguno de ustedes también ha comentado en estos momentos.

Yo creo que es importante -este es el documento (mostrando un documento a la Cámara), lo tienen ustedes en la web del Servicio Canario de la Salud- que este documento, que se elaboró al final de la legislatura pasada -es un documento muy interesante-, no quede en el cajón y pueda llevarse a efecto adecuadamente.

Respecto a las intervenciones que han tenido ustedes. Señor Rodríguez, exactamente puso usted como ejemplo el modelo de Cataluña. Sinceramente, no me parece que sea un modelo a seguir. Sabe usted que es un modelo que tiene más del 25 % de su presupuesto dedicado a actividad concertada. Y comentaba usted la capacidad de este modelo. Yo, sinceramente, hace diez años sí que podía pensar con rotundidad que en Cataluña podían tener mejor atención sanitaria que en Canarias; en este momento le puedo garantizar que no es así, y se lo digo con conocimiento de causa certera.

Hablaba usted, y no está la consejera de Hacienda, de ajustar el objetivo de déficit. Ya le digo que para el Gobierno ha sido sumamente complicado ajustar las cifras del objetivo de déficit, y, cuando se manejan presupuestos tan grandes, ajustar las décimas es muy complicado. Yo soy de los que piensa que es importante cumplir, cuando uno paga se siente satisfecho y está claro que nos tenemos que ceñir a las reglas del juego. Hay quienes no se han ceñido a ellas, pero desde luego no son un ejemplo a seguir.

En cuanto a la intervención de la señora Del Río, ya le conté que, efectivamente, estoy de acuerdo con usted en que, además de a los pacientes crónicos, tenemos que dedicarnos también a sus cuidadores. Que el modelo tiene que ser integral, como decía usted, y está perfectamente recogido en la estrategia, se trata de evitar que los pacientes acudan reiteradamente a urgencias, tratándolos de una forma integral y continua, y eso está, insisto, perfectamente recogido en la estrategia.

El señor Díaz Guerra y el señor Curbelo también han insistido en la importancia de la prevención. Efectivamente, estoy totalmente de acuerdo en que lo ideal sería que no llegáramos a la situación de enfermedad crónica y para eso la labor de prevención y promoción de la salud es importantísima. Desgraciadamente, a pesar de que eso se hace, aunque podríamos hacerlo más, se llega a enfermedad crónica y tenemos que tratarlo.

Comentaba usted, señor Díaz Guerra, que no está por aquí ahora... Comentaba el señor Díaz Guerra que el plan de salud, efectivamente, recoge en muchos de sus apartados el tema de cronicidad, y es cierto que ese plan de salud, que empezó su trayectoria en la época en la que el PP llevaba la Consejería de Sanidad, contó con un importante asesor en materia de cronicidad, que es el señor Bengoa.

La señora Luis ha insistido, y yo creo que con mucho sentido, en que el plan de salud recoge en muchos de sus apartados la atención a la cronicidad. Yo creo que es importante que finalmente tengamos aprobado el plan de salud; como dice usted, el Parlamento es posible que lo apruebe en las próximas semanas. Es trascendente no solo por el hecho de esta atención a la cronicidad, sino por su contenido global, y yo creo que marcará un hito en la atención sanitaria en Canarias que contemos con ese plan de salud que recoge estas cuestiones.

Y el señor Curbelo volvía a insistir en su intervención, referente a la financiación, y no puedo estar más de acuerdo, en que todo esto que estamos contando hoy aquí necesita más dinero. Lo cierto es que, cuando uno elabora presupuestos, tiene que establecer unas prioridades. Yo creo que este Gobierno ha establecido claramente prioridades en los asuntos sociales, incluida la sanidad, pero, cuando uno tiene que repartir dinero, tiene que quitar de un sitio para poner en otro, y tiene que generar unos equilibrios que a veces son muy difíciles de hacer. A mí me gustaría, como he manifestado en muchas ocasiones, que sanidad tuviera más presupuesto, pero entiendo que hay otras áreas del Gobierno de similar o muy parecida importancia que merecen también su financiación.

Ha nombrado usted, señor Curbelo, las alternativas de atención a los pacientes crónicos y, entre ellas, la atención domiciliaria, la hospitalización domiciliaria. Este es un modelo que está recogido en la estrategia, está recogido en el plan de salud y yo creo que hay que trabajar en esa línea porque es una de las herramientas que en el futuro nos darán salida a la masificación que tenemos en los hospitales.

Y, con respecto a la colaboración, por supuesto, tendidos todos los puentes necesarios para, en las competencias que tienen los cabildos, poder apoyarnos para llevar a cabo toda esta estrategia.

Está claro que, cuando acabe esta legislatura y tengamos todos esos planes que usted ha citado hoy aquí en marcha, estarán sentadas las bases para que la sanidad en Canarias crezca adecuadamente.

Insisto, lo importante es que esta estrategia elaborada no quede en un cajón y podamos...

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor consejero.

Damos por finalizada la sesión plenaria. Nos vemos mañana a las nueve de la mañana, muchas gracias.

Señorías, empezaremos con la comparecencia de la consejera Ornella Chacón, de Obras Públicas y Transportes, sobre captación de tráficos vinculados a la reparación naval.

Nueve en punto. Gracias.

(Se suspende la sesión a las veinte horas y treinta minutos).