Diario de Sesiones 53, de fecha 9/11/2016
Punto 2

9L/PNL-0287 PROPOSICIÓN NO DE LEY, DEL GRUPO PARLAMENTARIO NACIONALISTA CANARIO (CC-PNC), SOBRE EXPOSICIÓN PERMANENTE DE OBRAS DE PEDRO GONZÁLEZ EN LA LAGUNA.

La señora PRESIDENTA: Vamos ahora, señorías, tal y como habíamos acordado ayer en la junta que en torno a las diez de la mañana pasaríamos a ver la PNL-287, a instancia del Grupo Nacionalista Canario, sobre la exposición permanente de obras de Pedro González en La Laguna.

Saludamos a los familiares que hoy nos acompañan. Gracias y sean bienvenidos, bienvenidas, a esta su casa.

Para la defensa de esta PNL, el señor García Ramos.

(Rumores en la sala).

Señorías, vamos a comenzar esta iniciativa, si son tan amables.

Gracias.

El señor GARCÍA RAMOS: Gracias, presidenta. Señorías.

Para mí es una honra defender hoy aquí la personalidad de un hombre nacido en La Laguna, en mi ciudad también, un 4 de febrero de 1927 y fallecido recientemente el 14 de mayo de este mismo año.

Sinceramente, lo que traemos aquí algunos de los seguidores y admiradores de Pedro González, sobre todo del Pedro González artista y profesor, es la reclamación de un anhelo que tuvo en vida y es la de tener un lugar permanente de exposición de su obra en su ciudad natal, en La Laguna. Se trataría de buscar un sitio, quizá transitorio, nosotros estamos proponiendo en la PNL que sea la antigua sala de arte Juan Cas, que está en la plaza de La Concepción, que hoy en día, pues, está dentro de la jurisdicción de la Fundación CajaCanarias, tutelada en su momento por el Gobierno de Canarias, es una sala de arte, digo, que tiene el nombre de un gran rector de la caja de ahorros, cuando las cajas de ahorros eran las cajas de ahorros, y, digo ese lugar como transitorio, luego aspiraríamos a lo mejor, y si es posible, a que en el palacio de Nava se alojara una exposición permanente de la obra de don Pedro González.

Yo creo que el problema que tenemos en Canarias, y muchas veces lo he recordado es la amnesia sistemática que le aplicamos a nuestros grandes hombres y a nuestras grandes mujeres y tenemos la obligación de tener ordenados los prestigios. Yo sé que a lo mejor en esta Cámara, donde tan acostumbrados estamos a IGTE, a REF, a techo de gasto y regla de gasto, pues estas cosas suenan un poco extrañas, pero yo creo que hay que humanizar estas paredes. El otro día estuve en la inauguración de la exposición que se hizo de los fondos de esta Cámara y, aparte de asombrarme la locuacidad como crítica de arte de nuestra presidenta, y que no sea esto coba, tenía detrás de ella una gran obra, que es La Montaña, de Pedro González, que está dentro de nuestros fondos y que fue adquirida en su momento. Quizá esa es una de las etapas de Pedro González, por citar solamente una, que abre precisamente el siglo XXI, empezó esa obra, esa gran serie es del año 2000.

Pero Pedro González -hay que recordarlo aquí- es un hombre que tiene un capítulo especial dentro de la historia del arte y dentro de la historia de las ideas de Canarias. Fue profesor de la antigua Escuela de Artes Aplicadas, fue luego el primer decano y fundador de la Facultad de Bellas Artes, y realmente ha sido un hombre premiado y reconocido por la crítica más especializada, la crítica seria, críticos que yo he conocido, entre ellos, Eduardo Westerdahl, que venía de otra generación, hombres tan indiscutibles como Emilio Lledó, como un gran crítico, ya fallecido y padre de un hoy gran redactor de El País, Santiago Amón, o el actual crítico oficial de El País, que es Francisco Calvo Serraller, es decir, la crítica que mereció la obra de Pedro González fue una crítica unánime y una crítica que nadie puede poner en cuestión. Pedro se quedó en Canarias, como se quedó su hermano Antonio González, premio Príncipe de Asturias de investigación, por su gran amor a las islas. Él tiene una índole atlántica, como a mí me gusta decir, porque desde 1955 a 1960 estuvo de emigrante en Venezuela, allí demostró lo que puede ser, y lo digo en estos términos entrecomillados, su "esquizofrenia profesional", doctor en Bellas Artes y al mismo tiempo licenciado en Ciencias Químicas, que era lo que se estudiaba en La Laguna, porque eran pocas las carreras que se ofertaban desde ese primer centro docente. Pero en esa experiencia que tuvo en Venezuela, que digo que es una experiencia atlántica como muchos otros artistas han tenido, regresó y en 1960 empezó realmente a remover los cimientos de lo que era la intelectualidad de Tenerife. Fundó en 1964 el grupo Nuestro Arte, acompañado del entonces director del museo de Santa Cruz, Pedro Tarquis, del secretario, Antonio Vizcaya Cárpenter, de otro pintor como Enrique Lite, y también fueron acompañados luego por firmas como la de María Belén Morales o la de José Abad, en ese grupo Nuestro Arte. Ese grupo Nuestro Arte realmente removió los cimientos en esos años -1964- de lo que era la adormecida pintura que había o se hacía en Tenerife, la hacía sobre todo Bonnín, que era una pintura especialmente paisajista y academicista. Pedro vino y removió todo con la vocación abstracta que tenía en esos momentos y que inauguró en 1961 con la serie que denominó Icerses. Y luego siguió trabajando y evolucionando, y después haré a lo mejor una enumeración de sus distintas etapas, pero lo interesante es que fue el escalón que dialogó con el movimiento anterior, con el movimiento de los miembros de Gaceta de arte. Yo tengo pocos años, pero pude disfrutar de cómo ese diálogo entre intelectuales se dio, de cómo se sentaban en Sotomayor, luego aquí en El Águila, se sentaban en la misma mesa Eduardo Westerdahl, Domingo Pérez Minik, Pedro García Cabrera, y al mismo tiempo se sentaban el citado Tarquis, Antonio Vizcaya, Pedro González, Ernesto Salcedo, que también se vinculó a ellos en esos momentos. Fue un diálogo de generaciones, y yo creo que un diálogo fecundo, con personas que tenían grandes caracteres, es decir, tanto Westerdahl, con él era difícil dialogar, él era un gurú y ejercía de gurú..., y en realidad también Pedro González, fue el gran líder de ese movimiento de nuestro arte de los años sesenta. Pero era una etapa realmente de enriquecimiento intelectual, donde se pusieron sobre la mesa no solo problemas estéticos, no solo problemas literarios, no solo problemas de otra índole filosófica, sino también problemas de libertad, de ejercicio de la libertad política, que en aquellos momentos estaba un poco secuestrada y que estas personas mantuvieron viva y nos transmitieron a nosotros. Pedro González, como dije, fue un líder no solo en la fundación de lo que fueron los estudios de Bellas Artes en Tenerife, sino fue un líder también en sus manifestaciones políticas, fue el primer alcalde democrático después de la Transición, pues democracia hubo antes en el siglo XX en España, después de la Transición fue alcalde de la ciudad de La Laguna en dos ocasiones, en dos legislaturas, en un tiempo en el que las alcaldías las ocupaban intelectuales, es decir, era el tiempo de Tierno Galván, en Madrid, y el tiempo también, aunque con un año de diferencia, de Juan Rodríguez Doreste, en Las Palmas de Gran Canaria. Yo creo que fue un momento que él supo interpretar y que lo llevó a hacer de la ciudad de La Laguna una ciudad mucho más hermosa, se ocupó también de otras cosas quizás no tan brillantes ni tan de superficie como el saneamiento, en una ciudad que tenía grandes problemas de saneamiento, fue un alcalde con una trayectoria impecable y todos lo recordamos en este sentido. No solo se ocupó de dirigir la Facultad de Bellas Artes sino que también inspiró, además, la dirección de la Facultad de Bellas Artes, ejerciendo una docencia que tenía en cuenta no solo lo que era la teoría academicista sino lo que era la práctica, lo que era la acción, y esto se lo enseñó a sus discípulos. Yo creo que es el padre de lo que es la generación de los setenta, la generación de lo que hoy ya reconocemos como Fernando Álamo, que también lo tenemos en esta Cámara representado, Juan José Gil, Valcárcel, Gonzalo González, es decir, esta generación del setenta un poco es hija directa de Pedro González. Y, además, digo que a lo largo de su vida siempre desarrolló una potencia, como dicen ahora los ejecutivos, una potencia creadora que no lo dejó, que no lo dejó hacer varias cosas a la vez -el ejercicio de la política, el ejercicio de la docencia académica y el ejercicio de la creación-. Pues si recorremos sus etapas nos damos cuenta que pasa desde los Icerses del principio de los años sesenta al Cosmoarte, donde se plantea problemas existencialistas y problemas donde le da a la pintura una dimensión de expresionismo, y luego pasa por sus grandes series, que se llaman El mar, El bosque, Coches, hasta esa cita que he hecho de La Montaña, que podemos también nosotros, bueno, degustarla en cualquier momento los que estamos aquí en esta Cámara.

Por lo tanto, lo que pedimos es que el anhelo que tuvo en vida Pedro González se concrete y se le busque en La Laguna, e intercediendo el Gobierno de Canarias, un espacio digno para la exposición de sus obras, para que puedan ser visitadas por los muchísimos visitantes que tiene hoy La Laguna, que donde, además, no se abren sino tascas y donde no se abren sino cafeterías y tiendas de franquicias, pues que esa sala de arte Juan Cas pueda ser un sitio, por lo menos transitorio...

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor García Ramos.

Hay un grupo enmendante, el Grupo Socialista. Para la defensa de esa enmienda, señor Matos.

El señor MATOS EXPÓSITO: Señorías, buenos días. Presidenta.

Buenos días a la familia de Pedro, gracias por estar aquí.

Primero empiezo con una anécdota, si me la permite mi compatriota de municipio, lagunero también. La PNL está firmada el 14 de septiembre, no debe ser casualidad que está firmada el día del Cristo, así que el ambiente lagunero hoy probablemente impregna esta sala de plenos.

Quiero, en primer lugar, dar las gracias a mis compañeros del Grupo Parlamentario Socialista por concederme el privilegio y el honor de intervenir en representación del grupo parlamentario en esta proposición no de ley, que como comprenderán como socialista y lagunero tiene para mí una connotación muy especial.

Pedro González forma parte de la mitología de mi infancia, de esa mitología de niñez que todos tenemos y que hace que nuestros recuerdos infantiles queden grabados en una especie de nebulosa temporal de vivencias que forja luego quiénes somos, y a la que acudimos siempre cuando ya de adultos las incertidumbres nos hacen dudar qué hacer en cada momento.

Mis primeros recuerdos de Pedro, en los primeros años 80, se los debo precisamente a mi padre, de la mano de quien recorrí los barrios de La Laguna, mítines románticos preciosos donde yo escuchaba a Pedro, al alcalde, y desde aquel entonces como socialista, como lagunero, cualquiera no tenía otro anhelo en la vida que parecerse a aquella persona que uno escuchaba y que era tan respetado, tan querido por todos los ciudadanos del municipio, probablemente el mejor alcalde que ha tenido La Laguna y probablemente el mejor alcalde que nunca tendrá.

Eran unos años de efervescencia democrática, de ilusión, que Pedro consiguió de alguna manera aglutinar en torno a su figura. Como han dicho, era un intelectual que consiguió un gobierno progresista, de izquierdas, distinto en aquel municipio, en aquellos inicios de los años 80, aquellos principios democráticos en el municipio.

Años después, cuando fui candidato a la alcaldía de La Laguna, no lo pude hacer sin antes recibir su bendición en su casa, en su salón. Ya estaba, en fin, con algunas dificultades, pero me recibió con cariño, me dio algunos consejos, algún tirón de orejas también, que los guardo para mí y que forman parte de mi forma de entender la política y de moverme en el espacio público. Y, además, fue, como diría Domingo Pérez Minik, que lo definió como intranquilo, disidente y conflictivo, decía Pérez Minik: nunca nos deja en reposo.

Pedro, además, era una personalidad, para quien le conoció, que transmitía y sabía transmitir esos valores de inconformismo, de rebeldía, de libertad, era sobre todo una persona libre, algo que hoy por hoy es difícil de encontrar en la política, gente que sea capaz de pensar por sí misma, que en ocasiones tenga, digamos, que disentir en libertad, algo que supo transmitir a su familia, especialmente a su hijo Pedro Zerolo, que quiero también recordar aquí. Pedro falleció, además, solo unas horas después de que el Ayuntamiento de Madrid le dedicase una plaza, en una mañana lagunera en la que tuvimos ocasión de recibirle en el ayuntamiento en el que tantos años estuvo.

Es verdad que su estilo como pintor varió de la abstracción más rabiosa hasta el testimonio más comprometido, pero jamás abandonó ni sus colores ocres, volcánicos, rojos, marinos, ni su manera de concebir el arte como un fenómeno en movimiento que no puede estar ajeno a la influencia exterior ni a la naturaleza del alma del artista.

Luis Ortega, por ejemplo, cuando inauguró su exposición final sobre las pateras, lo comparó a otros artistas del dolor como Goya, como Munch o como Picasso; o también Carlos Díaz Bertrana, uno de sus grandes estudiosos, que dijo de él que "siempre ha estado comprometido con el arte y con la sociedad de su tiempo"; o también, como diría Fernando Delgado, "contra la turbiedad de la mirada indiferente pinta Pedro González".

Hay dos anécdotas, que termino, por contarles, transmitirles, que seguramente todos conocen, pero que definen bien quién era Pedro y por qué merece esta propuesta. Todos recordarán cuando pintó la catedral de rosa, la de La Laguna, y no sin polémica, pero él estaba decidido a que esto fuera así y cuando le preguntaban él decía que el blanco no era un color y que, por tanto, las cosas deberían tener color y que la catedral, pues, tenía que estar pintada de rosa, y, bueno, esa fue una decisión que luego se ha retrocedido, pero fueron unos años bonitos, bohemios, intelectuales. O cuando se declaró en huelga de hambre para evitar que en su municipio se instalase un vertedero ilegal por una conciencia medioambiental adelantada a su tiempo.

Por eso felicitamos por la propuesta, la vamos a apoyar y pedimos el apoyo a la enmienda, que simplemente dice que cualquier cosa que se haga se haga siempre...

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Matos.

Para fijación de posición de la enmienda, el Grupo Nacionalista, para fijación de posición respecto de la enmienda. ¿La acepta?

Para que quede constancia en el registro sonoro para la transcripción. Muchas gracias.

El señor GARCÍA RAMOS (Desde su escaño): (Sin micrófono). (Asentimiento).

La señora PRESIDENTA: Gracias, señor García Ramos.

Grupo Mixto, señor Ramos Chinea.

El señor RAMOS CHINEA: Gracias, señora presidenta. Buenos días, señorías. Buenos días también a la familia de don Pedro González y agradecerle todo lo que don Pedro ha hecho y ha dado a nuestro archipiélago.

También creo que no hay un diputado en esta Cámara tan capacitado como el señor García Ramos para presentar y llevar a cabo esta iniciativa, y, sinceramente, después de escuchar también al señor Matos, seguramente tampoco habrá otro enmendante como él para haber propuesto esta enmienda.

Para nadie pasa desapercibida la obra de uno de los artistas más relevantes de la historia cultural canaria. Considerado el pionero del arte abstracto en España que a lo largo de su trayectoria como pintor mantuvo la fidelidad a lo abstracto y a la nueva figuración. Los colores suaves y las formas son lo esencial de su pintura, donde cobra especial referencia la figura humana.

Presidente de la Real Academia Canaria de Bellas Artes desde 1983 hasta 1999, reconocido con el premio Canarias de las Bellas Artes en 1988 y nombrado académico de honor en 2001, desde que comenzó su andadura artística a principios de los años 50 del siglo XX hasta 2011, han sido numerosas las exposiciones pictóricas de Pedro González, como las dos series no figurativas Icerses y Cosmoarte, la serie más extensa del artista, que le conceptuaron como un clásico del arte abstracto.

Pedro González pasó por diversas etapas, como muchos artistas. Su obra, como bien se ha expuesto en el texto de la proposición no de ley, está muy valorada nacional e internacionalmente, estando sus cuadros en las mejores galerías y precisamente altamente cotizados.

Son innumerables los estudios realizados por los críticos sobre la pintura de uno de los mejores artistas que tiene Canarias e indudablemente su huella quedará imborrable. Entre otras cosas se dice que su pintura reinterpreta la tradición pictórica española que arranca de Velázquez y Goya, cultivó incluso el retrato, hizo denuncia social en sus obras, como ilustró en El hambre o en Pateras, y se dice que mandó pintar de rosa la catedral, como ya nos explicó muy bien el señor Matos, que llenó de agua los canales de La Laguna y que ideó las bases para conservar lo que es hoy San Cristóbal de La Laguna, convertida hoy en Patrimonio de la Humanidad.

Agrupación Socialista Gomera, como no puede ser de otra manera, va a apoyar la presente iniciativa, pues, consideramos que el legado de Pedro González debe perdurar en la memoria de Canarias y qué mejor manera que que se le dedique un espacio permanente en su ciudad natal, que además contribuirá a que su obra sea conocida no solo por los canarios sino por todos aquellos turistas que nos visiten.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Ramos Chinea.

Turno ahora de Nueva Canarias, señor Rodríguez.

El señor RODRÍGUEZ PÉREZ (Pedro Manuel): Muchas gracias, presidenta. Buenos días, señorías. También quiero aprovechar para darle la bienvenida y enviarle un saludo a la familia de don Pedro González desde el Grupo de Nueva Canarias.

Desde nuestro grupo queremos aprovechar esta proposición no de ley para expresar nuestro reconocimiento a la figura de don Pedro González, premio Canarias de Bellas Artes e Interpretación, quien nos dejó, como ya se ha dicho, el pasado mes de mayo a sus 89 años, y que ha sido y seguirá siendo un insigne lagunero y un hijo ilustre de Canarias.

El señor García Ramos, proponente de esta proposición no de ley, junto también a los que me han precedido en el uso de la palabra, pues ya ha realizado una exhaustiva biografía de don Pedro González; desde luego, resaltar nuevamente a ese gran político, a ese gran pintor y gran profesor, sin lugar a dudas, un referente cultural en Canarias y a nivel nacional, que mantuvo siempre la coherencia con sus ideas, un claro ejemplo a seguir por quienes como yo ostentan en estos momentos la responsabilidad también de llevar la alcaldía de un municipio.

Por tanto, señorías, no voy a extenderme y manifestar desde nuestro grupo, Nueva Canarias, pues nuestro apoyo a esta proposición no de ley porque entendemos que contar con un espacio permanente para su obra es una oportunidad para darla a conocer, para ponerla en valor en el municipio que lo vio nacer y en el municipio también en que, como primer alcalde democrático, contribuyó a su transformación y ayudó a sus vecinos en todo lo que él pudo durante sus años de mandato.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Rodríguez.

Grupo Podemos, señora Arnaiz.

La señora ARNAIZ MARTÍNEZ: Gracias, presidenta.

En primer lugar -bueno, saludar a la familia-, comentarle al señor García Ramos que no nos parece apropiado traer un tema de tipo local como este instando al Ayuntamiento de La Laguna cuando hace unos plenos, sin embargo, nosotros no pudimos traer aquí, a esta misma Cámara, una PNL de vital importancia como es la oncología, por ser de carácter insular. Estas son las mañas que se utilizan en este Parlamento, y está bien saberlo y sobre todo volverlo a comprobar.

Por otra parte, y entrando en el tema, nos sorprende también que no haya presupuesto para exponer de forma permanente las obras del Cabrera Pinto, aquellas por las que todos nos rasgábamos las vestiduras porque el Museo del Prado quiere llevarse y, sin embargo, estamos pidiendo dinero para estas otras. E insisto: si la sala del Cabrera Pinto no se abre de forma permanente y con unas medidas mínimas de conservación, el Prado tendrá argumentos más que suficientes para llevársela por negligencia e incumplimiento.

A día de hoy, en el museo municipal de Santa Cruz ya existe una sala dedicada a Pedro González de forma permanente, lo que pasa es que parece ser que esto no es suficiente; y esta decisión está creando problemas de tipo museográfico ya que esto no deja lugar físico para realizar otras actividades que se venían haciendo antes.

Este ejemplo pone de manifiesto el debate actual que existe hoy en día con el arte contemporáneo y la colección de objetos. El debate se encuentra, insisto, con la obra contemporánea, entre el modelo de museos, que son espacios donde se jerarquizan los objetos y donde las obras de arte elevan su precio de compra, y el modelo de los centros de arte, que son lugares de encuentro de los agentes culturales del momento, de movimientos de jóvenes artistas, que, además, están muy necesitados de estas dinámicas. En estos centros se puede trabajar, se puede producir obra, se pueden compartir experiencias, crear sinergias y corrientes, en definitiva, crear cultura activa frente a los museos que son espacios estáticos.

La creación de este tipo de espacios que se proponen en la PNL suele suponer inversiones millonarias que deben financiarse con los escasísimos fondos públicos que tiene la cultura, por ejemplo, crear un inmueble, hacerse con un legado, mantenerlo, etcétera. En Podemos creemos que debemos usar los fondos públicos para generar cultura social activa y viva, apostando por los centros de arte públicos e independientes, sobre todo independientes de los poderes políticos que suelen tener la manía de convertirlos en herramientas para devolver favores y crear redes clientelares.

Tenemos otros artistas en Canarias de trascendencia internacional como Manolo Millares, que su viuda renunció en Las Palmas a una fundación para que la obra de este artista siguiera siendo cosmopolita y viajando, u Óscar Domínguez, que tampoco cuenta con ningún centro.

Nosotros creemos que deberíamos dejar, dar a tiempo a que la obra de Pedro González encuentre su lugar más allá del ámbito local antes de encerrarla en un museo, e invertir los escasos fondos que tenemos en la conservación y la exposición de la obra antigua o en centros de arte, que son la esperanza para el...

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Arnaiz.

Continuamos. El Grupo Popular, señor Díaz.

El señor DÍAZ GUERRA: Señorías, buenos días. Buenos días a la familia de don Pedro González.

En cambio, al Grupo Popular le parece maravilloso, estupendo y felicita que haya traído usted esta iniciativa a esta Cámara y, además, agradece que sea traída una iniciativa con tanto corazón y que la haya defendido con tanto sentimiento, señor García Ramos.

No conocí a don Pedro González, pero después de escucharle a usted y de hablar con algunas personas que lo conocían me hubiese gustado haberlo conocido. Y le adelanto, por supuesto, que nosotros vamos a votar a favor de esta iniciativa.

Me contaban de Pedro González que era un hombre público, eso lo sabemos todos, pero que fue un hombre público que pintó al hombre solo, un hombre -decían- intranquilo, demócrata, comprometido, humano y que se definía a sí mismo como un hombre realista, con pocas ilusiones pero de mucho, de bastante trabajo. Hay quien lo definió también como el pintor de la democracia, también como gestor pasó a la historia como una persona generosa, un alcalde generoso, que hizo de La Laguna aquello que no daba votos pero que era útil para la ciudad como eran las infraestructuras de saneamiento y de canales de agua, por lo tanto, demostró su personalidad en su forma de hacer las cosas. Fue la persona que revolucionó La Laguna y revolucionó Canarias. Nosotros, le decía, vamos a apoyar esta PNL, señor García Ramos, por la persona, por el pintor, por la familia y porque La Laguna lo merece.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Díaz.

Señorías, una vez han intervenido todos los grupos, voy a llamar a votación.

(La señora presidenta hace sonar el timbre de llamada a votación).

Señorías, votamos. (Pausa).

Señorías, 52 votos emitidos: 52 síes, ningún no, ninguna abstención.

Aprobada por unanimidad. (Aplausos en la sala).

Muchas gracias, señorías, momentos como este merecen siempre la pena.