Diario de Sesiones 101, de fecha 13/12/2017
Punto 11
9L/PNL-0524 PROPOSICIÓN NO DE LEY, DEL GRUPO PARLAMENTARIO PODEMOS, SOBRE LAS CONDICIONES LABORALES EN EL SECTOR CULTURAL.
La señora PRESIDENTA: Vamos a la siguiente proposición no de ley. A instancias del Grupo Podemos, sobre las condiciones laborales en el sector cultural.
Para la defensa de la misma, el señor Márquez.
Señorías, pido silencio, por favor.
Señor Márquez, cuando quiera. (La señora presidenta abandona su lugar en la Mesa y ocupa la Presidencia el señor vicepresidente primero, De la Hoz Fernández).
El señor MÁRQUEZ FANDIÑO: Muy buenas, señorías.
Antes que nada, agradezco a los grupos enmendantes el interés que han tenido sobre esta proposición no de ley que espero que salga aprobada por unanimidad.
Miren, es bastante común que los artistas -y cuando digo "artistas" me gustaría que se entendiera en el espectro amplio de la palabra, no solo a los músicos, no solo a los pintores, también a los artesanos, a los folcloristas, por supuesto que sí-, cuando un artista o cuando te encuentras a alguien en la calle o conoces a alguien, que suele pasar bastante a menudo, y te dice "¿a qué se dedica?", "¿a qué te dedicas?", dices, "bueno, soy músico, soy artista", dice "bueno, pero me refiero, ¿en qué trabajas?". Es bastante común. Y esto es algo que tenemos que cambiar en nuestra sociedad. Soy artista, soy artista y vivo del arte.
Y esto se ha agravado en la época de la crisis económica. Porque muchos empresarios y, bueno, el sector turístico es un ejemplo, aprovecharon esa coyuntura económica para degradar aún más, precarizar aún más, el trabajo de los artistas, como si fuera casi un hobby, casi una especie de voluntariado que nosotros hacemos porque nos gusta el arte. No. Es nuestra vida, es nuestra profesión y vivimos, y vivimos de ella. Por tanto, es algo que debemos cambiar en el conjunto de nuestra sociedad, por supuesto. Y va a tardar tiempo. Pero desde donde tenemos que impulsarlo y desde donde debemos dar ejemplo es desde las administraciones públicas. Y por eso me motivé a presentar esta proposición no de ley.
Miren, durante estos días, y preparando esta proposición no de ley, yo tengo la suerte de tocar en una orquesta sinfónica, tengo un trabajo fijo y unas condiciones laborales dignas, pero no es lo normal en el sector de la cultura, no es lo normal. Me reuní con compañeros de UnArte, la asociación de artistas de Tenerife. Sé que están por aquí, no sé si se han quedado fuera del pleno. Y ellos me trasladaron una serie de condiciones. Miren, he visto contratos de 30 días por 180 euros, en el sur de Tenerife, en hoteles del sur de Tenerife. Y esto ocurre porque el resto del dinero se paga en negro, se paga sin cotizar a la Seguridad Social, con muchísimas irregularidades que nadie está controlando, que a nadie parecen interesarle. También lo están denunciando los propios sindicatos. Vemos a artistas que trabajan en salas de copas y que cobran según las bebidas que se venden. Esto es inadmisible, señorías. Nosotros somos artistas, no nos dedicamos al negocio de la hostelería. Nos contratan y, por tanto, debemos tener unas condiciones dignas.
Pero lo lamentable es que esto ocurra desde organismos que reciben subvenciones, también desde las administraciones públicas, desde Canarias Cultura en Red. Es un ejemplo. Por lo tanto, nosotros queremos que se haga un código de buenas prácticas para que, desde las administraciones públicas, se exija que aquellos organismos que reciban subvenciones públicas contraten bajo condiciones laborales dignas a los artistas. Y esto tenemos que impulsarlo desde las administraciones.
Aquí hay concejales, alcaldes también, de ayuntamientos de nuestro archipiélago, y ustedes saben y conocen que, cuando se celebra un evento, muchas veces municipal, se contrata una serie de cuestiones que todo el mundo sabe que van: infraestructuras y una serie de elementos que nadie duda que tiene que haber. Pero cuando se contrata o se llama a los artistas, se nos ofrecen muchas veces condiciones laborales absolutamente indignas, y se nos dice aquello que yo he escuchado, se lo digo con toda sinceridad, de "oh, mi niño, es que no podemos hacer nada más, ustedes son canarios, échennos una mano, a ver si podemos sacar esto adelante". ¡Cómo que te eche una mano!, ¡cómo que lo puedas sacar adelante! ¿Y el que te pone el escenario?, ¿y el que trae las sillas?, ¿y el que pone las luces?, ¿y el de los voladores?, también es canario, ¿no te echa una mano?
Siempre se nos ataca a los artistas y se nos intenta que, ¿no?, rebajar nuestras condiciones a través de nuestro salario. Esto no puede ser. Y tenemos que decir "basta" en algún momento, y tenemos que ponerlo, dignificar nuestra profesión, que es tan digna como otra cualquiera, como otra cualquiera. Nadie se imagina que un médico ejerza de médico y tenga que vivir vendiendo copas para poder trabajar de médico, nadie se lo imagina. ¿Por qué lo tenemos que hacer los artistas? Es algo inadmisible.
Por eso presentamos esta proposición no de ley. Miren, si nos vamos, por ejemplo, a la Estrategia de Especialización Inteligente de Canarias, dice una cosa curiosa, mire, dice: "las industrias culturales y creativas están llamadas a jugar un papel de primer orden en la competitividad de la economía de Canarias y en la transición hacia un nuevo modelo productivo, ya que ofrecen un elevado potencial como detonantes de procesos de innovación, activando los recursos, conocimientos y talentos creativos que son definitorios de este sector de actividad. Además, al tratarse de un sector muy intenso en factor trabajo, su desarrollo abre una perspectiva de incremento del empleo de calidad y un impulso notable de la economía basada en la creatividad y el conocimiento". Esto es de la Estrategia de Especialización Inteligente de Canarias 2014-2020. Por lo tanto, si tenemos estas planificaciones, si tenemos estos estudios, vamos a cumplirlos, vamos a cumplirlos. Vamos a garantizar que los artistas en Canarias tienen unas condiciones laborales dignas. No pedimos nada más, sino condiciones laborales dignas.
Sabemos que en el Congreso de los Diputados se ha abierto una comisión del estatuto del artista. Por eso agradezco todas las enmiendas que se han presentado, porque creo que han enriquecido bastante el texto y están todas aceptadas. Y nos gustaría que se elabore en el seno del Consejo Canario de Cultura, y esa es una aportación que hace el Partido Nacionalista y que aceptamos. Es verdad que el Consejo Canario de Cultura hace mucho que no se reúne, y sabemos que no ha tenido una intensa actividad. Esperemos que se le dote de contenidos y también sea la excusa perfecta para que se reúna y para que pueda participar, con base en lo que se esté trabajando en el Congreso de los Diputados, en esa comisión del estatuto del artista, ese código de buenas prácticas que sea de aplicación en toda la comunidad autónoma. También en las corporaciones locales.
Pero es importante -y aprovecho que está el señor consejero, y también le agradezco su presencia, señor consejero- que, desde la consejería que usted preside, de Turismo, Cultura y Deportes, se trabaje también con el sector privado, con los empresarios del sector hotelero, para que entiendan, para que respeten las condiciones laborales de los trabajadores de la cultura. Al igual que no nos gusta que haya kellys, ¿no?, camareras de piso, trabajando por un euro y medio por la limpieza de la habitación, hagamos lo mismo también con el resto de trabajadores que dependen de ese motor económico, que es el sector turístico.
Por tanto, también les instamos a trabajar en coordinación con esas distintas consejerías competentes, con el fin de poner en marcha políticas y actuaciones necesarias para conseguir la mejora de las condiciones laborales de los profesionales del sector de la cultura, tanto en el sector público como en el privado.
Nada más. Les agradezco el interés, repito, que han tenido con esta proposición no de ley y las enmiendas que han enriquecido el texto. Y espero que algún día nadie en Canarias sea preguntado "a qué se dedica, aparte de artista; pero ¿de qué vive?". Espero que eso no ocurra nunca más.
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Márquez.
Esta proposición no de ley tiene tres enmiendas. La primera, del Grupo Socialista. Para su defensa, señora Hernández.
La señora HERNÁNDEZ PÉREZ: Buenas tardes.
Ante la exposición del portavoz de Podemos, a mí me gustaría modificar el lenguaje. Yo hablaría de "trabajadores de la cultura". Trabajadores de la cultura son unos trabajadores. Pero eso de "artistas" lo vamos a dejar un poquito de lado. Yo creo que son trabajadores de la cultura, porque ahí sí que se engloban todos los que en la exposición de motivos parece que usted olvidó, que son las costumbres y tradiciones populares, que son las artes escénicas y que son un montón de elementos de la cultura; que no todo es música, señor Fandiño. Hay muchísimo más, hay muchísimo más, se lo digo con todo el cariño del mundo.
Mire, las enmiendas que presentó el Partido Socialista Obrero Español van en el sentido de que esas buenas prácticas que usted alega en toda su exposición de motivos no se queden como un acuerdo unánime de esta Cámara y no pasen a más, no. La propuesta del Partido Socialista, que llevaríamos a las máximas consecuencias, es que eso se regle, que se lleve a darle una normativa jurídica -y me atrevería a decir, sin consultarlo, a la categoría de una proposición de ley, que les invito a ustedes a estudiarla, a ver si cabe o no cabe, que no lo sé-. Y, además, les invito, ¿saben por qué?, porque el tripartito no va a cumplir lo que acordemos en esta PNL, ¿o es que no lo sabemos?, no lo va a cumplir.
Miren a ver si hay otra manera, porque a los socialistas, a los socialistas, nos preocupan los trabajadores de la cultura tal y como están. Y yo le digo: si yo hubiera tenido que redactar esta proposición no de ley, evidentemente, por seguridad jurídica, algunos de los comentarios que usted pone son para llevarlos directamente a magistratura, y no para traerlos a este Parlamento.
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Gracias, señora Hernández.
Turno del Grupo Nacionalista para defender su enmienda, señor García Ramos.
El señor GARCÍA RAMOS: Uno prepara las intervenciones. Pero, cuando oyes a los intervinientes, modificas siempre lo que tienes escrito, ¿no?
Y a mí el énfasis que le ha puesto al término "artista", en Canarias, en el habla de Canarias, un artista, sobre todo, cuando a uno le recomiendan a un fontanero, "cuidado, que este es un artista" (risas del orador), tiene unas connotaciones peyorativas que, entonces, no sé si prefiero "trabajador de la cultura", "creador" o lo que ustedes quieran.
Esta es una proposición no de ley muy bienintencionada, se llamen "creadores de la cultura", se llamen "artistas" en el otro sentido o se llamen "creadores" o "trabajadores de la cultura". Yo creo que es una proposición no de ley muy bienintencionada: se trata de dignificar el trabajo creador, y me parece muy bien.
Pero, de todas maneras, tenemos que tener en cuenta una cosa, y a lo mejor estas sobremesas o semisobremesas no están para estas cosas, pero la cultura de Canarias, si vamos a la cultura de Canarias, don Juan Márquez, se ha hecho siempre casi al margen de lo que es la profesionalización de la cultura. Desde el cirujano don Antonio de Viana, pasando por el predicador José de Viera y Clavijo; don Teobaldo Power, que también dio clases en academias de música; seguimos con toda la gaceta de arte, don Domingo Pérez Minik, trabajando de contador en la móvil; don Eduardo Westerdahl, trabajando también en la banca de Ahlers, seguimos. Y, esta mañana, una magnífica becaria que tenemos aquí también me recordaba que Pino Ojeda, a quien vamos a homenajear en el próximo capítulo de las letras canarias, tuvo primero una librería, luego tuvo una sala de arte y, por último, terminó con una administración de loterías, que seguramente le hubiéramos ido a comprar todos un pedazo para el próximo sorteo.
O sea que, de todas las maneras, la cultura siempre sale adelante, como nos recordó -como usted también sabrá- don Yeray Rodríguez Quintana, cuando estuvo aquí. Siempre sale adelante, y hay posturas para todos los gustos. Juan Rulfo, que es el gran autor mexicano de Pedro Páramo, decía una cosa: que ningún creador debía siempre presumir de que eso es un oficio, dice, porque "cuando un creador cree que eso es un oficio, gana en artesanía pero pierde en autenticidad".
En cualquiera de los casos, sigo manteniendo que usted está por la dignificación del trabajo creador, con las circunstancias que yo estoy enumerando aquí. Y, en cuanto a la parte propositiva, el código de buenas prácticas, usted me ha admitido que esto se debata -no se sindicalice tanto, sino que se debata- dentro de un órgano como puede ser el Consejo Canario de Cultura, donde va a haber representantes de todos los sectores.
Tengo que decirle también que no tenemos que preocuparnos tanto, porque doña Patricia Hernández, cuando estuvo en el Gobierno, creó lo que se llama una inspección, la inspección laboral, que hace un seguimiento no solo en el sector cultural, sino en todos los otros sectores de la Administración pública. Por lo tanto, ahí también debemos dejar de preocuparnos. Y, por otra parte también, los informes que he solicitado a Canarias Cultura en Red me dicen que, cada vez que se da una ayuda o un patrocinio, se aseguran de que esas empresas cumplen las condiciones laborales que requiere la legislación vigente. Bien es verdad -y yo también he recibido a estos señores, que no sé si están aquí- que trabajan en el sector privado, donde se están dando realmente abusos que hay que denunciar aquí y que hay que corregir. Y, en ese sentido, creo que su proposición no de ley puede ayudar no solo a las posibles deficiencias que haya en el sector público, sino, sobre todo, a las muchas deficiencias que hay en el sector privado.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor García Ramos.
Turno ahora del Grupo Popular, señora Reverón.
La señora REVERÓN GONZÁLEZ: Gracias, presidente. Buenas tardes, señorías.
Lo primero que me gustaría es felicitar al señor Márquez por haber traído esta proposición no de ley. Sobre todo porque, por la parte que a mí me corresponde, pues, me ha tocado estudiarla bastante. Y yo no voy a hablar tanto de la cultura, sino que voy a hablar más de los aspectos jurídicos de esta proposición no de ley.
Miren, señorías, todos somos conscientes y sensibles respecto a las dificultades a las que se enfrentan a diario los profesionales de la cultura, de sus condiciones laborales, de la precariedad que sufren, de las dificultades para conciliar la vida familiar o la brecha salarial aún patente que existe en nuestra sociedad.
Señorías, ya el Partido Popular lo dijo en el año 2015: las cosas tienen que cambiar, y empezando por nosotros. Porque, después de escuchar a los colectivos, estamos de acuerdo en la especificidad fiscal, en las diferencias injustas que se dan en la Seguridad Social, como la imposibilidad de las bajas maternales, y en la necesidad de una representación sindical.
El mundo de la cultura, señorías, no puede seguir considerándose como la maría del colegio. En el ámbito del derecho del trabajo, la actividad profesional del artista tiene cierto protagonismo al estar encauzada de una manera expresa hacia lo que son las relaciones laborales de carácter especial, a las que hace referencia el artículo 2 del Estatuto de los Trabajadores, siempre que se cumpla con unos determinados requisitos. Pero esta percepción laboral del trabajo del artista no cubre, como era de esperar, todo el espectro de las actividades artísticas, creando así un problema de delimitación de fronteras entre lo que son las prestaciones laboralizadas y aquellas que no lo están. E, incluso, entre las prestaciones sometidas al mencionado régimen laboral especial y aquellas otras que, siendo también dependientes y asalariadas, deben discurrir por el cauce general del derecho laboral.
Cabría identificar, si me lo permiten, tres posibles centros de imputación jurídica en lo que es la actividad artística: por un lado, está la obra como tal, con los derechos y cargas que le pudieran corresponder; la condición de artista como dedicación o estatus profesional y como medio fundamental de vida; y las condiciones de trabajo, esto es, las condiciones en que se desenvuelve la correspondiente actividad artística.
Está claro que, en el trasfondo de todo ello, se encuentra que sigue faltando unanimidad para ponernos de acuerdo en el plano jurídico y en el plano legislativo, pero también es justo afirmar que se han dado pasos importantes, y esto se demuestra cuando en el año 2013 entró en vigor el modelo de jubilación activa, especialmente relevante para aquellos creadores que siguen fértiles, si me permiten esta expresión, en términos de inspiración, aunque hayan superado la barrera de los setenta y cinco años. Sirva como muestra que el primer año se dieron de alta 6000 cotizantes en esta modalidad, y a día de hoy ya son 31 000.
Y merece también la pena destacar cómo ha aumentado el empleo cultural. En 2011, las cifras son de 488 000 personas y ahora, en el año, bueno, el año pasado, año 2016, fueron de 544 000.
Señorías, como todos los grupos parlamentarios, como han dicho las personas que me han precedido en la palabra, estamos de acuerdo en la situación de este colectivo. Se llegó a un consenso en febrero de este año en el Congreso de los Diputados para la aprobación de una subcomisión para la elaboración del estatuto del artista, y en la actualidad continúan con los trabajos. También es cierto que ya existen ayuntamientos, por ejemplo el Ayuntamiento de Madrid, donde se aprobó por unanimidad una iniciativa para aplicar un código de buenas prácticas en la contratación de los artistas por parte del consistorio y de sus empresas, y así evitar lo que hoy estamos hablando aquí, que es precarizar este sector.
Por eso entendemos oportuna esta proposición no de ley, como le he dicho al principio de mi intervención al señor Márquez, pero la hemos enmendado en el sentido de utilizar los trabajos y las conclusiones, como ha dicho él, de la subcomisión del Congreso de los Diputados. Por eso, en el apartado primero, quedaría como ya lo ha comentado el señor diputado, pero también entendemos necesario el impulso, en colaboración con el sector y con las diferentes administraciones implicadas; la aprobación de un código de buenas prácticas en la contratación, pero, eso sí, que reconozca la especificidad de todos los profesionales en el ámbito de la cultura, salvaguarde sus derechos como trabajadores y, a su vez, potencie su papel como creadores.
Y por ello proponemos la última enmienda de adición, que es "instar al Gobierno de Canarias a trabajar, en coordinación con las distintas consejerías competentes en la materia, con el fin de poner en marcha las políticas y actuaciones necesarias para conseguir la mejora en las condiciones laborales de los profesionales del sector de la cultura, tanto en el sector público como privado, incidiendo especialmente en el desarrollo de todas aquellas actuaciones necesarias para combatir el fraude en las contrataciones".
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Gracias, señora Reverón.
Señor Márquez, para fijar posición. Tengo un texto aquí y parece ser consensuado. Confírmemelo, por favor.
El señor MÁRQUEZ FANDIÑO (Desde su escaño): Sí. He dicho que sí, que aceptamos todas las enmiendas. Nada más que como ha habido un conflicto con el término "artista", decirle al señor García Ramos que yo también considero que él es un artista (risas del orador).
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Márquez.
Turno de los grupos no enmendantes. Turno del Grupo Mixto, señor Ramos Chinea.
El señor RAMOS CHINEA: Gracias, señor presidente. Buenas tardes, señorías.
Bueno, parece que al final estamos todos entre artistas, ya sean artistas políticos o artistas del sector cultural, pero lo importante es el consenso y poder llegar a solucionar este problema.
Señor Márquez, yo, pues, con usted no estoy nada de acuerdo en cómo quiere usted la sanidad para la isla de La Gomera, por ejemplo, pero estoy totalmente de acuerdo en el sector cultural que usted tiene para Canarias. Lo hemos hablado otras veces y en eso coincidimos casi siempre al cien por cien. De hecho, en el estudio en que tuvimos el honor de participar en la comisión de estudio sobre la cultura, varios artistas y personas del sector nos explicaron los problemas por los que tenían que pasar cada vez que querían realizar su trabajo. Creemos que es necesario que se dignifiquen las profesiones artísticas y que la contratación de artistas y sus empresas sea bajo unas condiciones laborales dignas y adecuadas.
Y yo no sé si sentirme aludido con lo del tripartito, pero la verdad es que a lo mejor la señora Hernández se sorprende, porque, en nuestra exposición, justo también nos preocupaba lo que usted ha comentado desde aquí, y es que, si no se dota a este manual de un régimen jurídico, aunque sea un decreto, pues, tenemos el miedo de que no se lleve a una finalidad. De hecho, por ejemplo, las corporaciones locales son autónomas en sus decisiones. Por lo tanto, tienen la decisión de si lo aplican o no lo aplican.
Algo que nos preocupaba también es resaltar que en ese futuro manual debe establecerse la diferenciación entre el contrato con artistas, personas físicas, y el contrato llevado a cabo con una empresa dedicada a este tipo de eventos musicales que cuente con sus propios trabajadores, porque la contratación es distinta, y de lo que debemos asegurarnos es de que se respeten, asimismo, los derechos laborales de los trabajadores de estas empresas. Le pongo, sin ir más lejos, ejemplos como la contratación de orquestas o grupos musicales ya establecidos, que presentan sus servicios de forma rentable en multitud de eventos y fiestas. No podemos penalizar la opción que podrían tener los músicos de poder asociarse libremente y crear empresas en el sector.
Nos parece muy acertado que se establezca una mesa sectorial en la que estén representados todos los agentes implicados y que, de esta manera, en caso de llevarse a término, se elabore el mejor código de buenas prácticas posible y de manera consensuada.
Ya hemos visto que esta es una iniciativa que se está presentando en varios parlamentos autonómicos y en algunas administraciones a nivel nacional, y que los Ayuntamientos de Madrid y de Barcelona ya han empezado a aplicarlo, por lo que esperamos que esta medida se vaya generalizando y los promotores, festivales, marcas y administraciones promulguen la dignificación del sector cultural y la mejora de los trabajadores del sector musical español.
Muchas gracias.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Ramos Chinea.
Turno del Grupo de Nueva Canarias, señor Campos.
El señor CAMPOS JIMÉNEZ (Desde su escaño): Muchas gracias, señor presidente.
Los que asistimos a la Comisión de Estudio de la situación de la cultura en Canarias y su contribución al desarrollo social y económico pudimos comprobar cómo varias de las personas que comparecieron en las distintas sesiones hacían alusión, precisamente, a este hecho: a la situación de vulnerabilidad y de extrema precariedad, en muchos casos, de las personas que dedican su actividad profesional, de manera regular, al mundo de la cultura.
Y eso ayuda a entender las distintas particularidades de este mundo, que son diversas. Porque es verdad que quizás tenemos una visión -la más genérica- del músico, en cualquiera de sus variables. Pero, incluso en los músicos, mucho más agravado en otros sectores, hay que entender el proceso como un proceso donde la parte creativa empieza muchísimo tiempo antes de la parte en la que uno empieza a vender su obra. Y, durante todo ese tiempo, la generación de ingresos, por tanto, normalmente es nula, cero. Si cuando por fin hemos logrado generar un producto, el que sea, y vamos a ofrecerlo, se nos regatea el precio, la sensación es de absoluta frustración.
Y eso en un sector, el sector cultural, que, en el año 2012 -probablemente, ahora estaríamos en unas ratios superiores- generaba el 2,2 % del PIB canario, que esto es bastante, bastante; más, por ejemplo, que el sector primario. Y un sector que, además, es intensivo en trabajo; además, un sector intensivo en trabajo que favorece la no deslocalización del mismo. Y, al mismo tiempo, poco intensivo, digamos, desde el punto de vista de daño al medioambiente.
Con lo cual, todos estos elementos hacen la actividad de aquellos que se dedican al ámbito de la cultura. Un sector en el que habría que poner muchísimo peso, habría que intentar -de verdad- darle mucha importancia, colocarlo como un eje estratégico en la construcción nacional de este pueblo, por muchísimas cuestiones: por las identitarias, por las propiamente culturales, pero también como uno de esos elementos de diversificación económica que son fundamentales.
Y ponía ejemplos claros, como este de "en función de lo que vendamos hoy, tú cobras". Pero es que las propias administraciones públicas, y esto hay que reconocerlo, durante las épocas de crisis, fundamentalmente, hemos utilizado aquello de "a taquilla: las entradas que tú vendas, finalmente es lo que tú te llevas". Con lo cual, el nivel de incertidumbre es absolutamente enorme. Eso sí, y es cierto, el que colocaba el sonido a este que luego tiene que intentar llenar el teatro, ese, cobraba. A ese no se le cuestionaba.
Por tanto, estamos hablando de un sector con unas potencialidades enormes, extremadamente vulnerable desde el punto de vista de sus condiciones laborales en todo el proceso, desde la fase de creación hasta la fase de, digamos, ofertar su producto. Y, en ese sentido, vamos a apoyar esta iniciativa.
El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Campos.
Llamamos a votación. (El señor vicepresidente primero hace sonar el timbre de llamada a la votación).
Señorías, votamos con el texto transaccional que han pactado los tres enmendantes con el proponente. Lanzamos votación. (Pausa).
Señorías, 50 presentes, 50 votos afirmativos. Se aprueba por unanimidad. (Aplausos).