Diario de Sesiones 115, de fecha 24/4/2018
Punto 5
9L/PO/P-2064 PREGUNTA DEL SEÑOR DIPUTADO DON ASIER ANTONA GÓMEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR, SOBRE CONTROL Y SEGUIMIENTO DE LOS MENORES TUTELADOS POR LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DURANTE LOS PERMISOS DE FIN DE SEMANA, DIRIGIDA AL SEÑOR PRESIDENTE DEL GOBIERNO.
La señora PRESIDENTA: Continuamos. Turno ahora para el señor diputado don Asier Antona Gómez, del Grupo Parlamentario Popular, sobre control y seguimiento de los menores tutelados por la comunidad autónoma durante los permisos de fin de semana, dirigida también al presidente.
Señor Antona, cuando usted quiera.
El señor ANTONA GÓMEZ (Desde su escaño): Gracias, señora presidenta.
La doy por formulada.
La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Antona.
Señor presidente.
El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Clavijo Batlle) (Desde su escaño): Gracias, señora presidenta. Señor Antona.
La guarda de los menores de centros está delegada en los directores de los mismos, que además tienen la potestad de conceder permisos de salida o régimen de visitas comunicándoselo a la dirección general.
La señora PRESIDENTA: Gracias, señor presidente.
Señor Antona.
El señor ANTONA GÓMEZ (Desde su escaño): Gracias, señora presidenta.
Señor presidente, es un tema muy sensible y, por tanto, no vamos a estar aquí reprochándonos nada, pero sí poniendo la alarma en esta Cámara de lo preocupante del hecho.
Hace poco más de una semana conocimos un nuevo y terrible caso de corrupción de menores bajo la tutela de la comunidad autónoma y, lamentablemente, no es el primero. Por eso mi grupo parlamentario nos vemos en la obligación de formular hoy la pregunta a la que antes hacía referencia. En este caso concreto, el Cuerpo Nacional de Policía, como usted bien sabe, liberó en Lanzarote a tres jóvenes que eran obligadas a drogarse y a prostituirse en varios locales nocturnos de la isla. Los hechos por sí solos son terriblemente alarmantes, ¿no? Por eso, como todavía los hechos están como están...; estas jóvenes estaban, como digo, bajo la protección de la comunidad autónoma. Centros para la protección y la integración que acaban convirtiéndose, señor Clavijo, en todo lo contrario. Y no es un reproche a su Gobierno, ni es un reproche al Gobierno ni es un reproche a ninguna institución. Esto es un asunto lo suficientemente terrible, serio y sensible como para no estarnos tirando los trastos a la cabeza. Le diré más: su Gobierno y el cabildo tenían la obligación de proteger y garantizar la seguridad y el bienestar de esas menores. Pero no solo ustedes, también esta Cámara, la obligación de hacerlo, también el resto de las instituciones y la sociedad canaria al completo tenemos esa misma responsabilidad.
La protección del menor no es una opción, es una exigencia moral y una obligación legal que no excluye absolutamente a nadie. Por eso, señor Clavijo, tenemos que preguntarnos qué está fallando para permitir que casos como este no se vuelvan a repetir en ningún lugar de este archipiélago, qué estamos haciendo mal para que los más vulnerables no estén bajo la efectiva protección de la sociedad. Canarias tiene, como usted bien sabe, en torno a treinta mil menores en situación de desamparo, según reveló recientemente la directora general de Protección del Menor y la Familia, muchos de ellos residiendo en pisos tutelados, otros en familias de acogida temporal y el resto en centros de menores.
Por tanto, señor Clavijo, le pregunto, le preguntamos, qué piensa hacer para garantizar que los menores canarios gocen de los derechos y libertades que tienen reconocidos y para ayudarlos a superar las situaciones de vulneración y marginación social.
Muchísimas gracias.
La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señor Antona.
Señor presidente.
El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Clavijo Batlle) (Desde su escaño): Gracias, señora presidenta.
Efectivamente, señor Antona, es un tema muy delicado que no se debe ni politizar ni hacer demagogia ni de ninguna manera estigmatizar.
La realidad es que estas menores, en el caso concreto de las de Lanzarote y otros muchos, no están con medidas judiciales, es decir, están en pisos tutelados, por distintas circunstancias, y en los fines de semana van con sus padres. Y es en ese momento donde no pueden, no pueden, porque no pueden legalmente, los monitores poder vigilarlos ni hacerles el seguimiento, les correspondería a sus padres.
Precisamente el sistema funcionó, el sistema funcionó porque son los propios monitores los que hacen la denuncia a la Policía Nacional hace cinco meses, no hace tres días ni cuando salió el titular. Y, a partir de ahí, los tutores o los trabajadores, que vieron ropa de marca, relojes, uso de dinero, algo inapropiado para los menores, ponen la denuncia y el trabajo conjunto con la Policía Nacional permite desarticular esta banda. Con lo cual yo creo que, con lo desgraciado del caso y las circunstancias, tenemos que ser conscientes de que el sistema ha funcionado y que los trabajadores hicieron lo correcto.
Ahora mismo en Canarias estamos hablando de que la población de menores está en torno a los trescientos sesenta mil menores, de los cuales el 0,72 % está declarado en riesgo, unos 2584. De esos 2584 hay 2005 que están bajo medidas de protección: 855 en acogimiento residencial y 1150 en acogimiento familiar. En adopción nacional, hay 45 menores y 14 en adopción internacional; 104 menores extranjeros no acompañados están acogidos en las islas y 923 menores infractores cumplieron medidas judiciales en Canarias.
Nos tenemos que plantear como sociedad qué es lo que queremos hacer y qué mensaje les queremos transmitir a nuestros menores. Toda esa reflexión que podamos hacer conjuntamente en esta Cámara, representante de la soberanía del pueblo canario, así como en las distintas instituciones, el Gobierno va a estar totalmente predispuesto a colaborar, porque es un asunto que nos ocupa y nos preocupa. Pero no solo los que tenemos bajo nuestra tutela, son 360 000 menores, y circunstancias como esas, sin estar bajo la tutela del Gobierno de Canarias, también, desgraciadamente...
La señora PRESIDENTA: Acabó el tiempo, presidente. Lo siento.