Diario de Sesiones 120, de fecha 23/5/2018
Punto 1

9L/AGCE-0005 COMISIÓN DE ESTUDIO SOBRE LA REFORMA DEL SISTEMA ELECTORAL CANARIO: DICTAMEN DE LA COMISIÓN.

La señora PRESIDENTA: De conformidad, como habíamos acordado en la Junta de Portavoces, lo hacemos con el dictamen de la Comisión de estudio sobre la reforma del sistema electoral canario.

Como saben (rumores en la sala), es un turno único de diez minutos para...

Yo les agradecería que me escucharan, señorías, si son tan amables, porque hemos empezado la sesión.

Les decía que es un turno único, de diez minutos.

Señorías, les decía que es un turno único, de diez minutos. Una vez la intervención de menor a mayor, como marca el artículo 83, pasaremos primero a votar el voto particular por orden de registro del Grupo Mixto, seguidamente el voto particular del Grupo Nacionalista y luego el voto del dictamen. ¿De acuerdo, señorías? Como tiene que ser, ¿verdad, don Antonio? Así es.

Bueno, pues, señorías, comenzamos. Grupo Mixto, de menor a mayor. Diez minutos.

Señorías, por favor, guarden silencio, vamos a intentar empezar bien.

Muchas gracias.

Señorías, si son tan amables, señor consejero, por favor, si es tan amable, para que el señor Curbelo pueda empezar.

Muchísimas gracias.

Cuando quiera, señor Curbelo.

El señor CURBELO CURBELO: Muchas gracias, presidenta.

Señorías, muy buenos días a todos y a todas.

Me gustaría hoy comenzar diciendo que este Parlamento hiciera algo muy importante, como dicen los toreros cuando van a abrir la puerta de los toriles, que ha llegado el momento de la verdad.

Pero no sería cierto si hicieran esta afirmación, porque este es el momento de la mentira, es el momento de una gran mentira, la reforma que estamos debatiendo hoy tiene los pies de barro y, en vez de ser aprobada en Canarias, va a ser impuesta, o va a tener que ser impuesta a Canarias desde Madrid, para vergüenza de todos los que dicen creer en la autonomía.

Esta reforma se ha construido, además, sobre una falsedad. Sus promotores dijeron que había que cambiar el sistema electoral por criterios poblacionales porque en Canarias había cambiado la población. Su argumento es que, al crecer la población de las islas mayores, había crecido la desproporción del voto a favor de las islas no capitalinas. Pero eso es falso, señorías, lo saben todos, ya lo hemos denunciado una y otra vez porque, cuando se creó el sistema de la triple paridad, las dos islas mayores tenían mayor porcentaje de población con respecto a las no capitalinas de lo que tienen hoy. Y, sin embargo, en esos momentos se diseñó un sistema que nos igualaba a todos: un sistema que discriminaba en favor de los más débiles, porque los que fundaron esta autonomía, y fueron muchos, conservadores, socialistas, centristas, comunistas, nacionalistas... lo hicieron desde la realidad de la isla, que es sobre la que se construye Canarias, les guste o no.

Aquellos que fundaron Canarias querían una autonomía conquistada, y no otorgada, y lucharon para conseguir los máximos niveles de autogobierno que nos igualara a las autonomías del artículo 151 de la Constitución. Aquellos políticos canarios se morirían hoy de vergüenza al ver cómo en esta Cámara legislativa canaria, por la que tanto lucharon ellos, se está pergeñando una operación para que a Canarias se le imponga el sistema electoral decidido en Madrid, señor Antona.

Los criterios poblacionales son una falsedad, pero no importa, porque en realidad la reforma del sistema electoral de Canarias se hace por interés político, ningún otro interés. Señorías, vamos a llamar las cosas por su nombre, el impulso para la reforma electoral se ha producido en los partidos políticos liderados desde Gran Canaria, y se ha producido por dos razones: una, para que... o porque hay algunos que piensan que es la manera de echar a Coalición Canaria del poder y, otra, porque hay partidos que quieren amortiguar la pérdida de diputados con la entrada de nuevas fuerzas políticas en el Parlamento de Canarias. Yo creo que para lo primero no hace falta una reforma electoral, gánese en las urnas, y, lo segundo, es una desvergüenza, lo saben todos, porque si con 60 diputados en esta Cámara hemos demostrado que no podemos ponernos de acuerdo en casi nada, no sé en qué va a mejorar que seamos diez diputados más, ¡como no sea para que haya diez nuevos sueldos en nómina! -aunque no le guste a algunas de sus señorías-.

Los fundadores de la autonomía canaria hicieron una discriminación positiva de las islas no capitalinas, y las protegieron dándole un nivel de sobrerrepresentación política. Y la Academia Española de la Lengua dice que la discriminación positiva es una "protección de carácter extraordinario que se da a un grupo social históricamente discriminado". Hay grupos que han traído a este Parlamento una reforma que le quita la protección a las islas no capitalinas, a las islas más pobres, a las menos desarrolladas de Canarias. Sí, a las más pobres y las menos desarrolladas de Canarias y, por tanto, quieren romper, quieren arrebatar esa paridad, esa igualdad y esa capacidad de representar a todos por igual que, por cierto, en la isla de La Palma, los portavoces incluidos, Podemos, Partido Popular, Partido Socialista, del cabildo han decidido defender la triple paridad. Ustedes aquí hacen una cosa y allí en las islas hacen otra, allá ustedes con sus responsabilidades. Y quieren consumar este atentado con las minorías sin haber logrado el consenso de todos los grupos políticos, como no logran aprobarlo aquí, quieren hacerlo que venga impuesto desde Madrid. Pero si algo resulta especialmente doloroso, señorías, es que haya fuerzas de izquierdas, fuerzas progresistas, que se hayan unido a la derecha en la liquidación de la protección política de las islas no capitalinas.

Me duele que la izquierda participe de una reforma que va contra los más débiles de Canarias porque fue la izquierda la que luchó para conseguir la descentralización política de este país; y fue la izquierda la que defendió en pie de igualdad a las islas mal llamadas menores; fue la izquierda la que nos defendió, y es la izquierda la que hoy nos abandona. Qué pena.

Pero por eso me quiero dirigir de una manera especial a mis compañeros y compañeras de las islas no capitalinas, a las diputadas y los diputados electos de esas islas, a los diputados que hemos sido elegidos por el pueblo de esas cinco islas: lo que les están pidiendo sus partidos es que voten contra ese gente, contra su gente, que voten en contra de su conciencia, en contra de un sistema que hacen iguales a los desiguales y que hace más fuerte a los más débiles y más débiles a los más fuertes. Les están pidiendo que voten contra un sistema de paridades que ha funcionado durante cuatro décadas, un sistema en el que nadie está por encima de nadie porque todos estamos en situación de permanente equilibrio. Les están pidiendo que voten una reforma histórica que se hace sin consenso, por la puerta de atrás, sin mayoría suficiente en Canarias, y que va a tener que ser impuesta al más puro estilo del centralismo. Lo que se practica hoy aquí, señorías.

Quiero recordarles que hay diputados de algunos grupos políticos que se han marchado de este salón de sesiones para no votar iniciativas mucho menos importantes que esta, se han ausentado para no tener que votar en contra de sus grupos para expresar disconformidad con lo que la disciplina les obliga hacer.

Quisiera pedirles, por última vez, a mis compañeros representantes de las islas no capitalinas que no traicionen a su gente, que no firmen con su voto la destrucción de la igualdad y la paridad de estas islas, que salgan por esa puerta antes de votar en contra de su tierra y de su gente.

Si lo que quieren es consumar este atentado contra la unidad de Canarias, que lo hagan en Madrid, señorías, que nos lo impongan, si quieren, como en antiguas épocas, vulnerando la autonomía y el autogobierno de Canarias, pero que no cuenten con el voto de los representantes de las islas no capitalinas porque no existe disciplina que esté por encima de la conciencia y no se le puede pedir a las víctimas que colaboren con sus verdugos.

Señorías, en este sentido, es de sentido común que en cualquier acuerdo para reformar Canarias tendría que surgir de Canarias y tendría que ser aprobado por los propios canarios. Cualquier otra medida es una maniobra para sortear la autonomía legislativa del pueblo canario. No estamos ante una iniciativa cualquiera, estamos ante una reforma estructural del sistema electoral de las islas, que es uno de los pilares de nuestra comunidad. Una propuesta como esta tendría que ser consultada por el pueblo de Canarias, tendría que ser refrendada por todos los ciudadanos de Canarias. ¿Por qué no se ha sometido a votación de los ciudadanos de Canarias esta reforma electoral? ¿Es que les parece a sus señorías menos importante lo que se está planteando que las prospecciones petrolíferas se lleve a consulta electoral y no esta? ¿Por qué no les preguntamos a los ciudadanos si quieren diez diputados, en este Parlamento, más? Y yo les diré por qué, porque saben perfectamente que le van a decir que no. Los ciudadanos están hartos de una política que solo se ocupa del interés de los políticos y la reforma del sistema electoral de Canarias no es una necesidad de los ciudadanos, al contrario, les va a costar más dinero a cambio de nada, a cambio de resolver los problemas de algunos partidos que, como van a perder escaños, quieren compensarlos creando diez nuevos diputados. Esta es una reforma oportunista, coyuntural, utilitaria.

Acabo, señorías, además de todo lo anterior lo que se está produciendo es una chapuza política, están creando ustedes dos tipos de diputados con dos legitimidades distintas.

Están planteando una reforma que viene a complicar a los canarios creando dos sistemas distintos de elección popular para una misma institución.

Yo anticipo, aquí y ahora, que si sale adelante esta reforma en las Cortes, vamos a protagonizar momentos de descrédito ante los ciudadanos de estas islas, porque se quiere cambiar un sistema eficaz y equilibrado por otro confuso y oportunista, otro que ni está pensado ni está aplicado, y sobre el que ni siquiera se han puesto de acuerdo los propios partidos políticos, que proponen la reforma para debilitar a las islas no capitalinas.

Desde la Agrupación Socialista Gomera defendemos la razón de los débiles, lo hacemos con lealtad. Si nadie nos escucha y perdemos esta batalla, que así sea seguro, con nosotros perderán las islas olvidadas y maltratadas por el centralismo político de Canarias, y ustedes habrán conseguido que las dos grandes islas tengan más poder para seguir imponiendo sus propios intereses, para seguir acumulando instituciones, inversiones y población.

Pero, con la poca fuerza que nos queda, con la poca fuerza que nos dejan, seguiremos aquí sin desfallecer, porque, como dijo Unamuno, ustedes han vencido...

La señora PRESIDENTA: Un minuto más, señor Curbelo.

El señor CURBELO CURBELO: Estaba diciendo... Gracias, presidenta.

Estaba diciendo finalmente que, como dijo Unamuno, ustedes nos han vencido, pero no nos han convencido.

Podríamos haber hecho otra cosa que no fuera exactamente la que se hizo. La pluralidad de esta Cámara viene con las bajadas de las barreras electorales que, lógicamente, nosotros inclusive, éramos más generosos, no bajarla en la regional del 6 al 3 sino, al 4, perdón, como plantean, sino del 6 al 3.

Por tanto, yo creo que todavía están a tiempo de rectificar, al menos los diputados de las islas no capitalinas, porque, seguramente, el discurso que ustedes están haciendo aquí no lo van a mantener después en ninguna de las islas, estoy completamente seguro; ya en La Palma se produjo esa reacción, y lógicamente se producirá en el resto de las islas del archipiélago en la defensa de los más débiles. Por favor, háganlo también ustedes, los representantes de las islas no capitalinas.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Curbelo.

Turno ahora para el Grupo Nueva Canarias, señor Campos.

El señor CAMPOS JIMÉNEZ: Buenos días, señorías.

Estamos en el momento de la verdad. Después de más de dos años de trabajo, después de muchísimos años de reclamación para avanzar hacia un sistema democrático más avanzado, y acorde con la realidad que Canarias vive en este momento, distinta de aquella realidad del año 79 o de la del 82, que pudo justificar el actual sistema electoral, por supuesto distinta de la que pudimos vivir en el siglo XIX y en el XVIII y en el XVII... Estamos en el XXI, y se lo recuerdo a alguno. Estamos en el momento de la verdad, y algunos con mentiras y falacias intentan construir un discurso absolutamente distinto.

Pero permítanme que antes de continuar sitúe el momento que estamos viviendo en esta presente legislatura con los hitos más importantes que se han ido produciendo hasta llegar al día de hoy. Esto que estamos debatiendo hoy fue la primera iniciativa registrada en el Parlamento de Canarias en esta legislatura. Tres grupos políticos, con ideologías absolutamente diferentes en cuanto a lo estatal y a lo nacionalista, en cuanto a las visiones ideológicas de derecha e izquierda, fuimos capaces de articular una primera iniciativa, desde el consenso, para promover en esta Cámara la posibilidad, después de treinta y cinco años de una reforma de nuestro sistema electoral.

Partido Popular, Podemos y Nueva Canarias lo hicimos, primer día, la primera iniciativa. Algunos se sumaron después, intentando negarlo durante algún tiempo, pero se sumaron después ante la evidencia de que era imparable, ante la presión también de los medios de comunicación y también de la población. De la población, del conjunto de la población, no solamente la de algunas islas, la de todas las islas. Por tanto, quería resaltar ese tema.

Quería felicitar también a todos aquellos que han participado en este proceso intenso de más de dos años de trabajo. Expertos promovidos por cada una de las fuerzas políticas que aquí nos encontramos. Felicitar también a los partidos políticos extraparlamentarios que vinieron a darnos su opinión, su visión, sobre la reforma del sistema electoral. Y de manera especial me van a permitir también un agradecimiento y un reconocimiento a una organización cívica, que ha trabajado durante más de una década, para que esto hoy sea una realidad como Demócratas para el Cambio.

Este ha sido un recorrido de consenso, de trabajo, de mucho trabajo, de esfuerzo, de escuchar, algunos hemos escuchado bastante hasta el punto de entender algunas de las razones que sustentan el actual sistema electoral. Cuando comenzó esta comisión, yo recuerdo que no estaba de acuerdo y además no lo entendía, fui capaz de entenderlo después de algunas intervenciones. Pero, como digo, en esta vida todo avanza, todo evoluciona, y Canarias tiene que avanzar y su sistema democrático también. Y lo que vamos a presentar hoy como dictamen es precisamente reflejo de la sociedad en la que vivimos en Canarias, distinta de aquella del 79 y del 82, como comentaré en breve.

Es una propuesta además de alcance limitado. Y ese alcance limitado es el que ha hecho posible el consenso de las cuatro organizaciones políticas, renunciando a cada una de nuestras posiciones. El que no sea la reforma de ninguno de nosotros es lo que ha hecho posible que sea la reforma de todos -o de casi todos-. Porque en esa cesión, en ese retroceder hacia una propuesta de alcance limitado, ha estado siempre presente el incluirlos a ustedes, y lo saben, sobre todo aquellos que han estado presentes tanto en la comisión como, fundamentalmente luego, en la fase de ponencia.

Esto es falso y es mentira que sea la reforma contra Coalición Canaria. Es una reforma para los canarios y canarias de esta tierra, para los 2 100 000 personas que viven en esta tierra. Hemos tendido el brazo y hemos hecho oferta tras oferta para traer a esta propuesta, y que se aprobara aquí, se aprobara aquí, a Coalición Canaria y a la Agrupación Socialista Gomera. Y son dos fuerzas las que han imposibilitado, ustedes, que eso se aprobara aquí, y por tanto tener que ir a Madrid, al Congreso de los Diputados, a través de la legítima, absolutamente legítima, reforma del estatuto de autonomía.

Voy a hacer alguna particularidad con respecto a los votos particulares que se han presentado.

Algunos nos acusan de promover reformas por razones espurias, malvadas intenciones, cálculos electoralistas... Mientras que ellos defienden que, mantener el sistema actual, lo hacen exclusivamente desde una posición de amor desprendido, incondicional, sin ningún tipo de interés, es más, incluso nos harán creer que la actual reforma, la actual, el actual sistema, les perjudica, frente al que proponemos nosotros. Son así de desprendidos, no han tenido en cuenta ni un solo segundo, no se les ha pasado por la cabeza, lo que supone para la posición que ocupan, en este momento, en algunos escaños, muchos diputados. ¡Qué va! ¡Eso es imposible! Somos nosotros a los que solo nos mueven razones espurias.

Hablan de desprotección de las islas y de discriminación positiva. No puede construir un relato en base a falsedades. ¿Discriminación positiva que se elimina ahora? No se ha tocado ni un solo diputado, ni un solo diputado, en ninguna de las islas. Da la sensación de que, a partir de ahora, la mayoría de islas se han quedado sin diputados, y Gran Canaria y Tenerife van a estar representados con 70. Una absoluta falsedad. No solo no se ha quitado ni un solo diputado o diputada a ninguna isla, sino que se incrementó a Fuerteventura, una de las llamadas también islas no capitalinas, y luego el incremento de nueve a través, para combatir la desproporcionalidad en tanto a los votantes con respecto a lo que aquí, finalmente, se ve reflejado a través de una lista autonómica.

Canarios de primera y de segunda. Lo decía el otro día. Si hay algo que justifica eliminar el actual sistema basado en la triple paridad, es precisamente los argumentos que hemos escuchado durante tres años a aquellos que viven en las islas no capitalinas, hablando de lo mal que está, y usted acaba de hacerlo hace apenas diez minutos, de las enormes desigualdades. Pues si después de treinta y cinco años con este sistema electoral, basado en triple paridad, estamos en esta situación, yo digo que es necesario cambiar el sistema electoral basado en la triple paridad, aunque solo sea por ver si con otro sistema conseguimos cambiar esta realidad.

Le recuerdo además que eso que usted acaba de comentar, de que estos malvados que vamos a ir a Madrid, a espaldas del pueblo canario, a aprobar este sistema, le recuerdo que el sistema que usted defiende, que algunos defienden en esta Cámara, está aprobado en Madrid porque aquí no tenemos ley. Lo digo por si alguno no lo sabe. No tenemos ley en Canarias. Está basado y aprobado en un Estatuto de Autonomía, lo mismo que vamos a hacer nosotros, y aprobado en Madrid, lo mismo que ha sustentado este sistema durante treinta y cinco años -aunque algunos les convenga retorcer la realidad-.

Desde Nueva Canarias también creemos en una Canarias construida desde la isla. Nosotros creemos en el hecho insular, por eso no hemos quitado ni un solo diputado a ninguna isla. Pero también lo hacemos desde otra convicción, desde otro hecho que nos resulta fundamental: para construir Canarias hay que hacerlo desde el hecho insular, pero hay que hacerlo también desde un hecho absolutamente real, y es el hecho de los isleños y de las isleñas, de los 2 100 000 isleños e isleñas que viven en estos territorios, en cada uno de estos territorios, y que tienen una desproporción absolutamente enorme en el voto. Nosotros nunca hemos defendido una persona, un voto. Nunca. Y no lo haremos.

Nosotros creemos que todos los territorios deben de estar muy bien representados, una representación territorial potente, muy potente, pero no a costa de 2 100 000 habitantes. Porque si hay un hecho que es objetivo, por mucho que se intente, absolutamente objetivo, por mucho que intenten cambiarlo, es que en este instante 350 000 personas están representadas por 30 diputados, y 1 700 000 por otros 30 diputados. Por tanto, hablar de que es falso el que existe un desequilibrio poblacional, esto es una absoluta falsedad. Plantearlo en esos términos una absoluta falsedad.

Nosotros proponemos hacer a los débiles más fuertes y a los fuertes más débiles. Pero nosotros no hablamos de islas, hablamos de personas. Y cuando usted va a Gran Canaria o a Tenerife también le puedo hablar de realidades de débiles. Le puedo hablar de miles y miles de gente pobre. Le puedo hablar de gente que no tiene recursos ni vivienda, que lo pasa peor que en muchas otras islas no capitalinas. Pero a pesar de eso, sigo creyendo que es fundamental que todas y cada una de las islas, por muy poca población que tenga, siga manteniendo el nivel de representación que ha tenido hasta este momento, porque es importante escuchar su voz, pero nosotros defendemos que hay que escuchar también la de 1 700 000 personas, entre las que hay muchísimos pobres y muchísimos débiles. Por eso hemos hecho una propuesta que rebaja barreras, que incrementa el número de diputados sin coste, como hemos dicho, y haremos lo necesario para que se produzca de esa forma, que mejora la proporcionalidad entre el voto emitido y los representantes que aquí se sientan; que mejora y soluciona el problema de la isla de Fuerteventura, que está representada con un diputado menos teniendo más población, que otra isla en similares circunstancias, y eso a través de una lista de nueve diputados y diputadas autonómicas.

Y aquí quiero agradecer a los cuatro grupos políticos que han hecho posible esta realidad con posiciones ideológicas antagónicas; ha sido difícil llegar a este punto de encuentro...

La señora PRESIDENTA: Un minuto más, señor Campos.

El señor CAMPOS JIMÉNEZ: ...al Partido Popular, al Partido Socialista, a Podemos y a Nueva Canarias. Se ha hablado aquí, y no es verdad que nunca lleguemos a acuerdos, es difícil llegar a acuerdos, muy difícil, sobre todo cuando algunos son capaces de moverse desde sus posiciones de partida. Los cuatro grupos nos hemos movido de nuestras posiciones de partida, y hemos sido capaces de tener altura democrática y capacidad de consenso para ofrecer lo que hoy traemos aquí.

Quiero reivindicar el papel de nuestra organización en todo este proceso. Nueva Canarias, desde el minuto uno, ha seguido en sus posiciones para intentar siempre articular los procesos cuando la negociación se volvía compleja y difícil. Con los cuatro que han apoyado el sistema, y con los dos que finalmente han decidido no hacerlo. Y lo respeto profundamente, pero no estoy dispuesto a aceptar -ni nuestra organización- que unas posiciones son mejores que otras.

Éxito. Desde nuestro punto de vista, no hablamos de fracaso, sino de un éxito al consensuar posiciones y hacer posible que, a través del sistema electoral, haya cambio. (El señor Curbelo Curbelo pide la palabra).

La señora PRESIDENTA: Muchas gracia, señor Campos.

Turno ahora... sí, dígame, señor Casimiro.

El señor CURBELO CURBELO (Desde su escaño): Sí, señora presidenta, por alusiones y falsedades quería intervenir.

La señora PRESIDENTA: Si le parece, vamos a escuchar todas las intervenciones, porque seguramente a lo largo del debate va a haber muchas...

El señor CURBELO CURBELO (Desde su escaño): Pero puede ser...

La señora PRESIDENTA: ...Alusiones o contradicciones, yo, al final, cuando termine, le daré la palabra a todos los que me la piden e intentaré moderar el debate. ¿De acuerdo, señor Curbelo?

El señor CURBELO CURBELO (Desde su escaño): Muy bien.

La señora PRESIDENTA: Cuando acaben todas las intervenciones, si le parece, y lo haré con todos ustedes.

El señor CURBELO CURBELO (Desde su escaño): Perfecto. Muy bien.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.

El Grupo Parlamentario Podemos. Ah, está aquí, señora Santana.

La señora SANTANA PERERA: Hace tres años que entramos en este Parlamento, y estamos absolutamente convencidas, desde nuestro grupo parlamentario, que una de nuestras prioridades iba a ser cambiar este perverso sistema electoral que está vigente en nuestra tierra. Que íbamos a trabajar para tener un sistema electoral más justo, más solidario y más democrático. Uno que representara muchísimo mejor de lo que lo hace este la voluntad del pueblo canario en las urnas.

Un sistema, como este, que permite que alguien con 5000 votos pueda secuestrar las decisiones de este Parlamento, mientras otro grupo con 50 000 votos se quede fuera de la Cámara, es a todas luces... no es un sistema electoral democrático ni justo.

Un sistema electoral donde algunos votos valen 17 veces menos que otros. La gente nos lo estaba demandando. Lo vimos en las calles, con las numerosas movilizaciones que se dieron hace tres años, especialmente en las islas más afectadas por este sistema electoral, la isla de Gran Canaria, y la isla de Tenerife. Nosotras recogimos ese guante que nos lanzaba la ciudadanía. El mandato era claro.

Nosotros lo hemos peleado en las instituciones, lo hemos peleado en los medios, lo hemos peleado en la calle. Empezamos la legislatura, como bien recordaba el señor Campos, abriendo una comisión sobre la reforma del sistema electoral. Todas éramos conscientes de esta necesidad, por eso la comisión salió adelante por una mayoría aplastante de esta Cámara. Salió adelante tan solo con la abstención de la Agrupación Socialista Gomera, qué casualidad, oye, que este grupo sea el gran beneficiado del sistema electoral vigente.

Mire, don Casimiro, si alguien tiene miedo, es el que pierde los privilegios: que es usted (rumores en la sala). Todos los partidos partíamos de posiciones muy diferentes, desencontradas, muy alejados los unos de las otras, a pesar de ello, hemos trabajado, durante estos tres años, para que esta reforma sea una realidad, conscientes de la responsabilidad política que cargábamos sobre nuestros hombros.

Es evidente que Podemos tenía la más alta de las aspiraciones, la más alta de las pretensiones, con un fin muy claro, y nosotros aquí sí que creemos, señor Campos, que debemos seguir esa premisa de una persona, un voto. Un empeño del cual nuestro grupo parlamentario no desiste. Pero desde el primer día, y para cualquiera que sepa sumar, resultaba obvio que con la fragmentación actual que hay en el Parlamento de Canarias, todos y todas debíamos ceder, para que en el año 2019 tuviéramos un sistema electoral más justo.

Es que las cuentas son claras. Nos encantaría que Podemos tuviera una mayoría suficiente que nos ayudara y que nos permitiera sacar adelante nuestra propuesta inicial, que era dos diputados o diputadas por lista insular, y el resto por una lista regional, archipielágica.

También nos hubiera encantado que la reforma del sistema electoral se hubiera podido promover desde Canarias a través del desarrollo de una ley electoral canaria, pero hacían falta 40 votos de los 60 para poder impulsarlo. Las cuentas otra vez son claras.

Gracias a la apertura de esta comisión para la reforma del sistema electoral, pudimos escuchar a todos los partidos que se habían visto afectados históricamente por este injusto sistema electoral. También pudimos escuchar a la sociedad civil organizada, desde aquí también quiero mandar nuestro agradecimiento al Foro Demócratas para el Cambio, porque gracias a ellos, hoy por hoy, este pasito adelante es una realidad.

Y también escuchamos a muchos expertos, con puntos de vista ideológicos completamente diversos, pero todas las voces tenían un punto en común, y la conclusión fue que hay que avanzar hacia más democracia en nuestra tierra, que el actual sistema electoral no funciona.

Pasada esta fase, y sabiendo que si permanecíamos en posicionamientos inmovilistas no habría reforma, abríamos una ponencia para buscar eso: consenso, que permitieran puntos de encuentro entre las distintas fuerzas políticas.

El primer objetivo era que tuviera el apoyo unánime de toda la Cámara, de todos los grupos presentes en este Parlamento, y que no hiciera falta llegar al Congreso de los Diputados en Madrid. Eso queríamos que se hiciera en nuestra tierra.

Sin embargo, hubo quien se negó taxativamente a buscar consensos. Ahora que no se quejen si esquivamos sus obstáculos yendo al Congreso de los Diputados, aquel al cual no les importó usar para elevar las barreras electorales en Madrid cuando a ustedes les hacía falta.

No hay otra: o consensos o la nada. Y quien se niegue a aceptar los consensos tal vez está incapacitado para hacer política.

Nuestro grupo se sumó al acuerdo tras realizar una consulta en la que participaron más de 2000 personas, y sí, señor Casimiro Curbelo, ojalá esto se pueda someter a la votación de toda la ciudadanía canaria, de hecho, nuestro grupo parlamentario lo pidió en la primera comisión cuando nos reunimos, que se sometiera al referéndum del pueblo canario. No recuerdo lo que usted votó, pero lo veremos en los vídeos a ver si usted votó en contra de esa propuesta.

2000 personas participaron y dijeron que sí, que adelante, que llegáramos a acuerdos, también nuestros órganos internos, nuestro consejo de coordinación, nuestro consejo ciudadano autonómico, son favorables a llegar a consensos. Por desgracia, la reforma en Canarias no ha sido posible, nos chocamos con una dura realidad de dos grupos que se niegan a reformar el sistema, que se niegan a avalar el dictamen: Coalición Canaria y Agrupación Socialista Gomera. Vuelvo a repetir: los más beneficiados por el sistema actual. Una reforma que supone disminuir barreras.

Y aumento de diputados, ojo, que lo contempla el actual Estatuto de Autonomía, pero eso sí, que sean elegidos por una lista regional. Sabemos que puede ser una medida impopular, y por eso viene acompañada de un mandato, que este aumento de los diputados no suponga ningún coste adicional para la ciudadanía. Poner el argumento espurio de que hacen más cara nuestra democracia es un argumento falso y demagógico.

En el dictamen además se asegura que no va a ser así, hay el compromiso de los cuatro grupos parlamentarios, así que es una excusa propia del que quiere que nada cambie. Hay varias fórmulas que nos lo permitirían hacer, reformulando las asignaciones que recibimos en concepto de dietas y asistencias, así como los complementos derivados de nuestros cargos cuando somos portavoces, presidentes, miembros de la Mesa; bajando las asignaciones que reciben los grupos parlamentarios; disminuyendo la cantidad de diputados y diputadas en las comisiones y el transporte que suponen, amén de la dieta; utilizar las nuevas tecnologías y videoconferencias, como ya se hace en otros parlamentos autonómicos y como ya se hace en la junta de portavoces en esta misma Cámara.

Así que, miren, si entramos en este juego tan demagogo de que la democracia es cara, entonces... ¿qué es lo suficiente para ustedes?, ¿que haya 40, 20, 10 diputados?, ¿que hagamos una dictadura, que así nos sale más baratita?, porque a lo mejor para ustedes no hace falta que haya aquí una Cámara con diputados y diputadas.

El futuro de Canarias se juega en este tablero, salir del caciquismo que algunos están jugando a favor propio para trabajar por una Canarias unida, una Canarias cohesionada, un proyecto archipielágico para nuestra tierra.

Con el cierre de esta comisión y el veto que hemos encontrado se vuelve a demostrar una cosa, Coalición Canaria es un problema para la democracia de este país y un problema para la democracia de esta tierra. Cuando un partido pone por delante sus intereses a los intereses de la ciudadanía para permanecer en el poder eso es trabajar en contra de la democracia.

A pesar de estos esfuerzos que hemos hecho para alcanzar consensos en Canarias, la reforma del sistema electoral parece que se tendrá que dilucidar en Madrid dentro de la reforma del estatuto de autonomía. Ahí, estoy segura, de que nuestros diputados y diputadas, las diputadas de Podemos, pelearán de nuevo por una reforma más ambiciosa, pero que también van a trabajar para lograr consensos, consensos que logren al menos algo, que no nos quedemos en la nada. Asumamos la realidad, si no cambiamos algo en este año no vamos a cambiar nada nunca. Es imposible cambiar el sistema electoral como a muchos demócratas nos gustaría, pero si no damos un primer paso, que aunque parezca insuficiente ya es algo, es esto o la nada...

La señora PRESIDENTA: Un minuto más, señora Santana.

La señora SANTANA PERERA: Sí, gracias.

Es esto o la nada, no nos equivoquemos.

Y perdonen que se los diga, pero si yo tengo que elegir bando, entre el bando de la nada o el bando de hacer algo, entre el bando de los inmovilistas, entre el bando de Coalición Canaria y del señor Casimiro Curbelo, perdónenme, pero me voy al otro bando; en este bando que no cuenten conmigo.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Santana.

Turno ahora para el Grupo Popular, señora Navarro (rumores en la sala).

Señorías. Señorías, ruego silencio, por favor.

Cuando quiera, señora Navarro.

Señorías, silencio, por favor. Gracias.

La señora NAVARRO DE PAZ: Gracias, presidenta.

Señorías, comparezco en esta tribuna para defender el dictamen aprobado por la Comisión de Estudio para la reforma del sistema electoral de nuestra comunidad autónoma y para fijar la posición de mi grupo con respecto a los votos particulares presentados al mismo.

Pero, antes de referirme a ello, quiero agradecer al resto de los grupos parlamentarios, tanto a los que respaldan como a los que no respaldan este dictamen, su tono dialogante, su voluntad de cooperación y su buen talante durante los meses de trabajo que ha llevado la elaboración del dictamen.

Y también quiero reconocer la labor de todos los que han comparecido en las sesiones de la comisión, expertos, formaciones políticas extraparlamentarias y organizaciones civiles, por sus aportaciones que, sin lugar a dudas, nos han ayudado a elaborar este dictamen.

Señorías, las elecciones han de ser un reflejo fiel de la voluntad de los ciudadanos, y por eso los sistemas electorales deben posibilitar el que esa voluntad popular se traduzca en una representación política proporcional a los votos obtenidos.

Sin embargo, el extravagante, sí, señorías, el extravagante y peculiar sistema electoral canario que ha venido rigiendo hasta ahora se ha caracterizado, aunque algunos lo nieguen torticeramente, por su representación desproporcional y por la desigualdad del voto. Su carácter atípico le viene dado por los dos elementos más relevantes que lo componen, que son el doble umbral electoral del 30 % insular y el 6 % autonómico, y la distribución de escaños excesivamente desviada con respecto a la población existente en cada una de las islas, y su peculiaridad por los efectos directos e indirectos que producen, a saber: una alta desproporcionalidad y una enorme cantidad de votos perdidos por las altas barreras electorales.

Y este es el sistema electoral que hoy en día tenemos aquí, en Canarias, el que todos conocemos como el de triple paridad y en lo que a designación de escaños se refiere. Con este sistema, señorías, el principio de proporcionalidad se tambalea dando lugar a fenómenos de sobrerrepresentación e infrarrepresentación con el resultado que todos conocemos, y que no es otro que el 13 % de los electores elija el 50 % de los diputados de este Parlamento, y el 87 % restante, a la otra mitad. Esta peculiaridad provoca además que el valor del voto de un elector de una isla no capitalina llegue en algunos casos, señor Curbelo, a ser 17 veces superior al que emite un elector de una isla capitalina. Esta es la realidad, esta es la verdad.

Señorías, tras treinta y cinco años de vigencia, entendemos, desde mi grupo, el Grupo Popular, que ha llegado el momento de reformar los déficits democráticos evidenciados por un modelo electoral que nació, como todos sabemos, como transitorio al comienzo de la andadura autonómica de nuestra comunidad. Ha llegado el momento de abordar una reforma electoral inaplazable para la calidad democrática de nuestra comunidad e imprescindible para la ciudadanía. Una reforma, que para mi partido, el Partido Popular, no es nueva ni nació, como algunos creen, en el 2015. Nosotros ya la defendimos en la pasada legislatura, fue durante el debate de investidura en julio del 2011 y entonces expusimos abiertamente la necesidad de abordar, sin más dilaciones, la reforma de un sistema electoral que, elección tras elección, había puesto en evidencia sus graves déficits democráticos. En esa sesión, a la que estoy refiriéndome, esbozamos una propuesta de reforma, que bajo nuestro punto de vista, debía ceñirse a tres principios fundamentales:

Primero, que en democracia la decisión de las mayorías es la que hay que respetar, por lo que habría que avanzar en un mayor pluralismo y proporcionalidad. La reforma electoral ni podía ni debía comportar un mayor coste para el contribuyente, ya lo decíamos nosotros en el 2011. Y con el nuevo sistema ninguna isla podía perder representatividad respecto de lo que hoy tienen en esta Cámara: eso lo decíamos en el 2011. Y, fíjense ustedes hoy, siete años después, la propuesta que se contiene en el dictamen que hoy defiendo en nombre de mi grupo, el Grupo Popular, se ciñe escrupulosamente a esos tres principios.

Nuestra apuesta por la reforma fue seria y decidida; y nuestra intención de entonces fue la de propiciar un diálogo para que nos llevara a las elecciones, que se tenían que celebrar en el 2015, a un nuevo sistema electoral. Pero, lamentablemente, la aventura de democratizar nuestro sistema electoral murió antes de nacer. La mayoría de gobierno de entonces truncó la raíz la posibilidad de reformar este sistema electoral al vetar la toma en consideración de la misma. Los grupos tenían en aquel momento su propia reforma y otra vía para implantarla: la reforma del Estatuto de Autonomía que se tramitaba en el Congreso de los Diputados.

Pero, afortunadamente, las cosas han cambiado, y han cambiado hasta el punto de que la propuesta de reforma del sistema electoral, que contiene el dictamen que ahora defiendo, está avalada por cuatro fuerzas políticas -Partido Socialista, Nueva Canarias, Podemos y Partido Popular- que, en conjunto, señor Curbelo, representamos a más del 62 % del electorado canario. Por el contrario, quienes apuestan por una reforma de mínimos, que yo la reconozco, una reforma de mínimos, eso sí, para que en la práctica todo siga igual, apenas representan el 18,5 % de los votos emitidos en las últimas elecciones autonómicas.

Por eso, señorías, mi grupo, el Grupo Parlamentario Popular, no va a apoyar los votos particulares al dictamen de la comisión pero, sobre todo, no lo vamos a apoyar porque no podemos perpetuar el desajuste del actual sistema electoral. No puede ser, señorías, que el tercer partido en votos vuelva a ser el primer partido en escaños. No puede ser, señorías, que algunas formaciones políticas con el respaldo de más de cincuenta mil canarios se vuelvan a quedar fuera del Parlamento, mientras que otras opciones políticas -igualmente legítimas, que quede claro-, vuelvan a obtener tres y dos diputados con el respaldo de algo más de cinco mil y dos mil canarios, respectivamente.

Esta situación, señorías, es un fiel exponente de lo que queremos cambiar todos los grupos que la apoyamos con nuestra propuesta. Una propuesta de reforma que, reconozco, no es la reforma del Partido Popular -claro que no-, pero es la única posible en estos momentos.

En el Partido Popular, señorías, no queríamos, ni podíamos, enrocarnos en posturas partidistas, y dejar pasar la oportunidad de acabar con el déficit democrático de nuestro sistema electoral. Estamos en un momento trascendental para que Canarias pueda contar en las próximas elecciones del 2019 con un sistema más representativo y más solidario, y puedan estar seguros todos ustedes, señorías, y los canarios que me están escuchando, que por nosotros, por el Partido Popular, no va a quedar; el Partido Popular no va a faltar al compromiso que adquirimos con la ciudadanía, por nosotros no va a quedar, y Canarias, aquí o allí, tendrá un acuerdo que le permitirá paliar los tres déficits de nuestro sistema electoral: la baja proporcionalidad, la elevada restricción de acceso al escaño y la enorme desigualdad en el valor del voto entre ciudadanos de un mismo cuerpo electoral.

En este sentido, la propuesta que todos ustedes conocen, para la que pido el respaldo de este Parlamento, señorías, suma, no resta; mejora la proporcionalidad y la pluralidad, y nadie, ninguna isla, pierde representación con respecto al sistema actual.

Por ello, creo, sinceramente, que más allá de prejuicios ideológicos y enconamientos personales -que veo mucho de ello-, esta propuesta, señorías, puede ser perfectamente asumida por la totalidad de este pleno ya que incorpora las sensibilidades de todas las islas y da respuesta al clamor de una sociedad que reclama, cada vez con más fuerza y con más insistencia, acabar con el déficit democrático de nuestro sistema electoral.

Yo no me resisto. Señorías nacionalistas de Coalición Canaria, señorías del Grupo Socialista de La Gomera, les pido que estén a la altura de las circunstancias y no formen parte de un nuevo fracaso colectivo de esta Cámara para reformar por unanimidad el sistema electoral.

En definitiva, me atrevo, eso sí, humildemente, a pedirles responsabilidad, e insisto, altura de miras. Ahora, también debo decirles, alto y claro y mirándoles a los ojos, y lo hago en nombre de mi grupo, que, con ustedes o sin ustedes, Canarias contará con un nuevo sistema electoral, y lo va a hacer en el 2019.

Muchísimas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Navarro.

Turno ahora para el Grupo Socialista, señora Corujo.

Ruego silencio, señorías, por favor.

Señorías... Gracias.

Cuando quiera, señora Corujo.

La señora CORUJO BERRIEL: Gracias, presidenta. Señorías.

En nombre del Grupo Socialista, en primer lugar, queremos reconocer el trabajo desarrollado por todos los grupos parlamentarios y por los servicios, también de la Cámara, para sacar adelante los trabajos de esta comisión y de la ponencia. Un reconocimiento y un agradecimiento que hago extensivo a todas las fuerzas políticas extraparlamentarias, que han estado presentes en la comisión, así como a los expertos y a las expertas que han comparecido y han contribuido a enriquecer el debate. Por último, también, a Demócratas para el Cambio, por su participación, aportaciones y tesón para impulsar unos cambios que algunos veníamos reclamando desde hace mucho tiempo.

Más allá de momentos puntuales de tensión -que los ha habido-, los trabajos de esta comisión se han venido desarrollando en un ambiente correcto, constructivo, como corresponde, dada la importancia de la tarea que tenía encomendada. Porque hoy salimos de aquí con un convencimiento profundo: la extraordinaria importancia que para la salud democrática tiene la regulación electoral.

Desde el primer momento en el que se decide iniciar los trabajos, el Partido Socialista abogó por aunar el mayor consenso posible, con un objetivo común: reforzar nuestro sistema electoral para mejorar la proporcionalidad territorial y poblacional.

El sistema vigente establece un régimen de proporcionalidad francamente mejorable y que ofrece unos resultados que distorsionan la realidad manifestada por los electores y las electoras, canarios y canarias, al depositar su papeleta. Y eso estaba produciendo, como saben, un profundo desapego de la ciudadanía hacia la política.

El Partido Socialista iniciaba los trabajos de la comisión con un hándicap importante, éramos el único grupo parlamentario que había puesto negro sobre blanco cuál era nuestra propuesta. Por lo tanto, éramos la formación política más sensible a ver rechazada sus postulados. Desde el principio fuimos conscientes, y asumimos nuestro rol -como siempre- con responsabilidad. Estábamos dispuestos a hacer concesiones -y de hecho, las hicimos-. Pero no podemos sino mostrar nuestra satisfacción porque la propuesta finalmente elevada se acerca mucho a la propuesta de máximos del Partido Socialista, que ha venido defendiendo en los últimos años: lista regional, circunscripciones insulares, bajada de topes, aumento de escaños, proporcionalidad de representación entre Fuerteventura y La Palma y, sobre todo, consenso.

Para el Partido Socialista la lista regional es algo más que un criterio posibilista para propiciar el acuerdo. Forma parte del núcleo duro de nuestra propuesta desde el principio, venimos defendiéndola desde hace años, en los que nadie hablaba de la reforma electoral. Creemos que la circunscripción autonómica va a contribuir y contribuirá a articular una Canarias que sea mucho más que la mera suma de las islas que la integran. La lista regional ayudará a superar el concepto limitado de Canarias que, en ocasiones, genera la excesiva focalización de la realidad insular. Por eso queremos compartir nuestra satisfacción y mostrar nuestro agradecimiento al resto de las fuerzas que la van a apoyar.

Los Grupos Nacionalista y Mixto, a pesar de las diferencias, son conscientes; son conscientes de los esfuerzos que hemos hecho desde el Grupo Socialista, Popular, Podemos y Nueva Canarias para que se integraran en nuestro acuerdo.

Cuando se votó la decisión de constituir la comisión, el Partido Socialista todavía estaba integrado en el acuerdo de gobierno, y el que fuera portavoz del Grupo Socialista por aquel entonces, dijo unas palabras que hoy cobran un mayor significado y que quiero transcribir. Decía el compañero Iñaki Lavandera: es necesario que aprovechemos la comisión de estudio para hacer un esfuerzo de concreción y que sean cuales sean las conclusiones que alcancemos respetemos la voluntad de la mayoría, divergiendo si se quiere, pero no demonizando los resultados que se alcancen.

Se da una circunstancia paradójica, tras la configuración de Canarias como comunidad autónoma, señorías, este será el primer gran acuerdo político en el que Coalición Canaria no formará parte. Desde el Partido Socialista no vamos a cejar en nuestro empeño de sumarles hasta el último minuto, pero tienen que tener una cosa bien clara, y es que ustedes no hayan querido, o no hayan podido, formar parte de la misma, no les resta ni un ápice la legitimidad de nuestra propuesta. Pueden mostrar su desacuerdo, pueden recabar nuevas mayorías que sustenten una distinta, pero lo que será del todo absolutamente insostenible es que pretendan dilatar la aprobación de un nuevo régimen electoral haciendo un uso torticero de los mecanismos previstos en el Estatuto vigente.

No se puede considerar cambios sustanciales sobre la voluntad emanada por este Parlamento aquellas modificaciones que se introduzcan en la tramitación del estatuto en Madrid a propuesta de este Parlamento. Quiero recordar que la propuesta que está tramitándose en este momento en las Cortes Generales contó con la participación de dos grupos parlamentarios, y el voto favorable de 36 diputados y diputadas, que representaban el 44,5 % de los votantes. Y la propuesta que hoy aprobaremos vendrá respaldada por los cuatro grupos parlamentarios, 39 escaños, y el 62 % de los votantes. Si eso no es hacer cambios en Canarias, señorías, no sé lo que es.

Además, las hemerotecas están ahí para consultarlas. Yo aquí puedo enseñarles el Boletín Oficial del Senado del 22 de noviembre del año 96, y en su página 33 pueden leer una enmienda que presentó el señor Victoriano Ríos, que modificó el régimen transitorio del Estatuto -que aún sigue vigente-, la presentó, la aprobó en Madrid, y no en Canarias.

Una modificación que durante dos décadas ha tirado a la basura centenares de miles de votos que no han valido para acceder al Parlamento. Por lo tanto, no hemos venido, y no hemos propuesto hacer nada, que ustedes ya no hubieran hecho. Solo hay tres diferencias -y creo que hay que matizarlas- entre lo que ustedes hicieron, y lo que nosotros proponemos hacer:

La primera de ellas: que lo hemos hecho, señorías, con luz y taquígrafos; constituyendo primero una comisión, y articulando un gran acuerdo, y no con nocturnidad, con una enmienda que se saltaba los acuerdos que dieron pie, como saben, a la reforma del 96.

La segunda gran diferencia: que nuestra propuesta facilita el acceso al Parlamento de todas las sensibilidades políticas canarias, y ustedes, las que ustedes llevan intentando y limitando durante dos décadas.

Y la tercera gran diferencia es que Coalición Canaria, por primera vez, se ha quedado fuera. Ha perdido la centralidad, y parece -solo parece- que se está respirando por la herida.

Señorías, desde el Grupo Socialista también queremos hacer una segunda reflexión: igual que no se puede considerar un cambio sustancial las modificaciones que hoy estamos planteando sobre la reforma del sistema electoral, tampoco se deberían aprovechar otras modificaciones, introducidas ya en la ponencia en el Congreso, para dilatar la aprobación de un nuevo estatuto en Canarias con el objetivo de que el nuevo sistema electoral no esté vigente de cara al 2019.

Señorías, en política, como en la vida, a veces se gana y a veces se pierde. Aquí la partida no ha terminado, hay un solo, hoy, solamente estamos dando un paso, un paso importante, pero solo el primero de un largo camino. Desde el Partido Socialista exigimos a todas las formaciones políticas presentes -o no- en esta Cámara, lo que siempre hemos ofrecido: responsabilidad y altura de miras.

El propio presidente del Gobierno de Canarias decía el otro día que no va a entorpecer la tramitación del estatuto por la reforma electoral. Esperemos, señor presidente, que por una vez podamos confiar en su palabra.

Y permítanme, llegados a este punto, una última reflexión: a lo largo de este proceso nos han acompañado un representante de la ciudadanía, 16 expertos y 5 representantes de fuerzas políticas sin representación en esta Cámara. Un total de 22 personas. De ellas, tan solo dos mujeres, y de entre ellas, una sola experta, en condición de experta, por cierto, propuesta por el Grupo Socialista.

Asumo, como portavoza socialista, la parte, la parte que nos corresponde de haber promovido, o permitido, una convocatoria de expertos que cuanto menos aspirara a ser igualitaria.

Finalizo compartiendo con ustedes mi convencimiento de que, quizás, estemos tardando demasiado, otra vez, en crear una comisión capaz, de formular las líneas maestras de un gran pacto por la igualdad real y efectiva, y, por último, termino...

La señora PRESIDENTA: Un minuto más, señora Corujo.

La señora CORUJO BERRIEL: Gracias, presidenta.

Y, por último, termino como empecé, agradeciendo en nombre del Grupo Socialista al Grupo Popular, al Grupo Podemos, al Grupo de Nueva Canarias su disposición, su trabajo, su empeño, su generosidad y su responsabilidad; así como volviendo a mostrar nuestra absoluta disposición a integrar a más fuerzas políticas en este acuerdo que hoy hemos alcanzado y que hoy votaremos.

Y miren, señorías, el Partido Socialista tiene muy presente, y tiene muy claro, cuál es la visión que tenemos de Canarias, y se lo dice una diputada elegida por un circunscripción insular de las mal llamadas islas menores. Por tanto, decirle también al señor Casimiro, para finalizar la intervención, que estoy convencida de que todos los gomeros y gomeras, que son más los que viven en la isla de Tenerife que de La Gomera, estarán encantados de votarle a usted, si se presenta en la lista regional.

Gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Corujo.

Turno ahora para el Grupo Parlamentario Nacionalista Canario, señor Ruano (rumores en la sala).

Señorías, silencio por favor. Señorías. Señorías. Gracias.

Cuando quiera, señor Ruano.

El señor RUANO LEÓN: Muchas gracias, señora presidenta.

Señorías, buenos días.

Creía que íbamos a mantener el tono de respeto que a lo largo del tiempo que ha... durante el cual ha funcionado la comisión de estudio hemos mantenido, a pesar de las discrepancias de fondo, que se han estructurado en la comisión misma.

Pero es difícil, cuando se dice que se intenta sumar a otros, y paralelamente te dan en la espinilla. O sea, es difícil. Creo que podemos coincidir en eso mis compañeros y yo en la mañana de hoy.

Empezando por algunas lecciones de democracia de quienes terminan hablando de bandos. De bandos. Porque los bandos, lo que yo recuerdo en la historia de España, se refieren al conflicto civil más importante que hemos padecido en la historia, y eso es lo que usted ha venido a decir hoy como ejemplo de su planteamiento democrático, doña Noemí.

Y como ejemplo de su planteamiento democrático, me gustaría también leerle una cosa, sin dispersarme, sobre algunas cuestiones que tengo que defender, sobre los plebiscitos en clave de farsa. Dice: el autoritarismo no está forzado con las urnas, incluso en ocasiones utiliza el voto para legitimarse, ahí está el plebiscito de Hitler para anexionarse Austria en 1938, o el del 34 para convertirse en jefe de Estado.

También De Gaulle recurrió a las consultas para fortalecer su poder como presidente de la V República, pero el ejemplo clásico es el de Luis Napoleón, sobrino de Bonaparte, que abolió la democracia para transmutarse en emperador mediante sendos plebiscitos.

Algunos hoy tienen algún plebiscito en marcha respecto de sus incoherencias, sus palabras, algunos sobre sus viviendas, sobre sus préstamos... esas son las lecciones de democracia que de Podemos no vamos a recibir nunca, nunca recibiremos de Podemos, que representan, desde el punto de vista ideológico, lo que se conoce en el siglo XX como el llamado centralismo democrático, que es que manda uno. Ese es el fundamento de la democracia de Podemos y, por tanto, de Podemos no recibimos lecciones de democracia.

Dicho eso, señorías, me gustaría referirme al tema que nos trae, en definitiva al voto particular, con relación al dictamen que han suscrito diversos grupos de la oposición parlamentaria, ¿y cuál es el planteamiento? El planteamiento por nosotros es conseguir definir cuál es modelo de Canarias que se persigue con él. Algunos han olvidado, olvidan, algunas cuestiones que dijimos en febrero de 2016 sobre la historia, el intento de construir Canarias está plagado de..., en nuestra historia, desde el siglo XIX, principios del siglo XX, y lo más reciente, decíamos entonces, repetimos ahora, es, precisamente, la creación de los equilibrios que sustentaron el acuerdo por una autonomía, por la creación de la comunidad autónoma y, entre otros, el principal de aquellos equilibrios, más allá del reparto de sedes, Santa Cruz, Las Palmas, en fin, todo eso que conforman... que tienen raíces en la historia -nos gusten las raíces o no nos gusten-, se definió con arreglo a una fórmula que se conoció como la triple paridad. Esa fórmula ha funcionado y funciona como un modo de equilibrio entre poblaciones que residen en diferentes islas, en las diferentes islas, y ese método ha sido un método que ha conseguido, a lo largo de la historia, construir equilibrios; construida sobre los principios de equilibrio y de solidaridad, una comunidad que se siente única gracias, precisamente, a valores fundacionales como la triple paridad, que nos hizo, y nos hace posible, que hoy estemos aquí representando al pueblo canario, cualquiera que sea el origen de las islas por las que hemos sido elegidos.

Ese es el marco, señorías, que define nuestro modo de entender Canarias, el modelo de Canarias. Y en el modelo de Canarias sí que el sistema electoral debe definir, debe conseguir, como algún autor señala, un marco de estabilidad política, parlamentaria, social... que sea capaz de representar a una tierra única, pero a la vez, diversa.

Y ese es el sentido de un archipiélago. Y esto está más que reconocido. Y está, no solo en nuestro documento, sino también en el documento de dictamen, que el Tribunal Constitucional, cuando valora el recurso de inconstitucionalidad en el año 98, que se produjo sobre el sistema electoral del 96, hace valoraciones sobre la proporcionalidad -no solo sobre las barreras, que se refieren a lo que es una comunidad insular-.

Por tanto, me parece que estas cuestiones han quedado suficientemente acreditadas a lo largo del trabajo. Y creo que don Casimiro ha puesto de manifiesto que las diferencias poblacionales que existían en el año 82 eran mucho mayores que las que existen hoy; y, por tanto, no alcanzamos a ver, no se alcanza a ver la razón por la cual se pretende sobrepasar, no ya la triple paridad, sino los principios que sustentan la triple paridad -que son los de equilibrio y solidaridad-, con una propuesta como la que se ha formulado -y menos mal que no fueron ustedes a la propuesta original que tenían, a la que ahora me referiré-.

Decía en la comisión el profesor Villar Rojas que de lo que estamos hablando es realmente un tema que todo el mundo conoce. Estamos conjugando, en una única Cámara, la población y el territorio; pero, a su vez, cuando conjugamos en la Cámara canaria la población y el territorio, estamos hablando de población que reside de forma desigual en las islas del archipiélago -dos islas superpobladas, tres islas medianamente pobladas y dos islas pequeñas poco pobladas-.

Y, señora Corujo, yo lo que quiero es que viva más gente en La Gomera, yo lo que quiero es que la gente no se vaya de La Gomera, o sea que eso es lo que... esa es la cuestión.

El sentimiento, en definitiva, de conformar un sistema electoral es cómo somos capaces de seguir con la construcción; y la construcción se basa en pilares. Es como cuando usted dice: voy a tirar una pared; bueno, y te dicen: cuidado que no sea una pared de carga -porque no todas las paredes se pueden tirar, y esta es la cuestión que estamos debatiendo-.

Porque, miren, como decía el profesor Villar, hablamos de población mayoritaria y población minoritaria y, por tanto, el sistema lo que ha buscado es compensar las desigualdades del modelo de vida haciendo, estableciendo principios que sustentan ese establecimiento en las diferentes islas, esta es la cuestión de base.

Hablar de bandos, hablar de democracia, en fin, me parece, no solo extemporáneo, sino una falta de respeto innecesaria, en estas alturas del debate, teniendo en cuenta el trabajo que se ha realizado en la comisión que ha sido un trabajo serio, bien dirigido, bien coordinado, en fin, creo que todo eso se ha más que debatido.

Nosotros, señorías, creemos en un modelo solidario y de cohesión social; un modelo que se basa en la fórmula de la triple paridad, y no es verdad que hayamos estado en un marco inmovilista, -ahora hablaremos de eso si puedo-.

En las nueve convocatorias electorales celebradas en Canarias desde el año 83, de las nueve convocatorias, cinco han sido ganadas por Coalición Canaria-PNC, cuatro por el Partido Socialista. El sistema electoral no ha dado la mayoría absoluta a ninguna formación política, es el parlamentarismo que sustenta la relación Gobierno-Parlamento lo que ha construido mayorías suficientes para gobernar, no es el sistema electoral el que da el éxito a Coalición Canaria, es la presencia en todas y cada una de las islas la que da la victoria a Coalición Canaria, cuando lo ha tenido, o es la que ha dado la victoria al Partido Socialista, cuando la ha tenido el Partido Socialista; estar presentes en todas las islas y luchar, trabajar en cada una de las islas para hacer posible el sentimiento común de identidad única.

Y una cuestión a la señora Navarro, que ha expresado... le agradezco el tono de respeto general que ha mantenido, pero, ojo con algunas comparaciones que se hacen desde el punto de vista numérico cuando se refiere, señoría, al tema de los porcentajes.

Mire, las generales de 2016, -en el sistema español, no el canario-, el Partido Popular obtuvo 7 000 900 votos y 137 escaños; Ciudadanos obtuvo 3 123 000 votos y 32 escaños. Ojo con las referencias a la proporcionalidad, porque el territorio forma parte de la identidad de un Estado, igual que forma parte de una comunidad insular como la canaria, donde la isla es la base necesaria, la base natural, en la cual se conjuga la necesidad de desarrollar ese nivel de compromiso con un modelo.

Nosotros hicimos un esfuerzo, no es verdad, ustedes han preferido ir a Madrid; pero, además, han preferido ir a Madrid para tomar un atajo, porque el atajo, si ustedes reforman, si el sistema electoral se reforma en Madrid, se reforma lo que hemos enviado desde aquí; esta es la cuestión. No lo hemos hecho nosotros, lo han decidido ustedes; y hay otras modificaciones sustanciales, no las hemos hecho nosotros las han hecho otros y, por tanto...

La señora PRESIDENTA: Un minuto más, señor Ruano.

El señor RUANO LEÓN: ...finalmente regresa aquí, y obtienen ustedes la mayoría, y ratifican ustedes, ustedes controlen los tiempos; son ustedes los que han decidido acelerar, lo único que, cuando uno acelera, se puede tropezar, y son ustedes los que lo tienen que saber hacer.

Por nuestra parte, nosotros no vamos a contribuir nunca, nunca a una propuesta que se toma, que toman de nuestras instituciones fuera de aquí, porque la mayoría de dos tercios es una exigencia que el Estatuto originario previno para nosotros y lo previno también para REF; y son ustedes los que lo están vulnerando, no somos nosotros. Nosotros hicimos una oferta concreta para tener un sistema electoral, propusimos la bajada de las barreras e, incluso, fuimos más allá, mejorando un poco la proporcionalidad de forma moderada. Ustedes han ido a un sistema, además, inaceptable en estos momentos socialmente. La gente no quiere que se suban los escaños de este Parlamento, y esta es una decisión cuya única responsabilidad corresponde a los que suscriben este dictamen.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Ruano.

Señor Curbelo, vamos por partes. Señor Curbelo, tiene un minuto.

El señor CURBELO CURBELO (Desde su escaño): Muchas gracias, presidenta.

No he escuchado ni un solo argumento por parte de los grupos que pretenden la reforma de nueve para decir que no le quieren quitar la voz a las islas no capitalinas. No les he escuchado ningún argumento, es más, todo lo contrario (rumores en la sala). Los argumentos, los argumentos...

La señora PRESIDENTA: Señor Curbelo, señor Curbelo, el minuto es por alusiones que usted me ha pedido.

El señor CURBELO CURBELO (Desde su escaño): ¿Pero, por qué se enervan?

La señora PRESIDENTA: Entonces, señor Curbelo, escuche, si me reabre el debate tengo que dar un turno general de un minuto a todos los intervinientes, y no tengo ningún problema en hacerlo, se lo aseguro, porque el tema es lo suficiente importante y ha habido alusiones de todos hacia todos, entonces, no tengo ningún problema; doy un minuto a todos los portavoces que han intervenido, y cierro porque si no van a pedir, y lo veo que va a ser así, con lo cual, un minuto a todos los portavoces y ya está, señorías.

El señor CURBELO CURBELO (Desde su escaño): Me interrumpieron nada más comenzar, señoría (rumores en la sala).

La señora PRESIDENTA: Venga, vamos, señor Curbelo, venga todos.

El señor CURBELO CURBELO (Desde su escaño): Me gustaría escuchar argumentos, señorías, para pensar que ustedes no le quieren quitar la voz a las islas no capitalinas; y no me digan que no se la quieren quitar porque es verdad que le mantienen la circunscripción insular, pero le ponen diez que van a depender de los partidos políticos para elegirlos de Gran Canaria y de Tenerife, y de ninguna, y de ninguna isla más, lo saben todos ustedes.

Segundo; miren, no se equivoquen, que el acuerdo del año 79 que llevó al Estatuto fue un acuerdo de equilibrios, y por esa razón está hoy el Parlamento en Tenerife, y por esa razón los canarios estamos pagando las sedes de las consejerías en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria, todo se lo han repartido entre Gran Canaria y Tenerife, y lo saben, y fue parte de aquel acuerdo, pongan ustedes todas cartas encima.

El centralismo político es lo que lleva a la pobreza, y en las islas no capitalinas los ciudadanos canarios se han podido defender gracias al papel de los cabildos, no al papel de los partidos políticos a nivel regional, que todo lo quieren para sí mismos y para donde lo han llevado siempre... (La señora Navarro de Paz hace manifestaciones desde su escaño).

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Curbelo. Se acabó su tiempo.

Señor Campos.

La señora NAVARRO DE PAZ (Desde su escaño): (Sin micrófono).

La señora PRESIDENTA: Voy a dar un minuto a todo el mundo, señora Navarro.

La señora NAVARRO DE PAZ (Desde su escaño): (Sin micrófono).

La señora PRESIDENTA: Bueno, ha habido alusiones para todos y me lo están pidiendo. Lo he planteado, ha habido alusiones para todos. Yo intento ser lo más justa posible.

Señor Campos.

El señor CAMPOS JIMÉNEZ (Desde su escaño): Desde el máximo respeto, durante diez minutos, once minutos tuve la oportunidad de expresar la posición de nuestro grupo.

Yo respeté los argumentos, aunque no los compartí, incluso llamándonos mentirosos a aquellos que tenemos una posición distinta. Me parece bien este último intento de alegato para intentar defender su posición, la que yo respeto, espero que sea capaz de respetar la de los que representamos aquí a casi setecientas mil personas también.

Ya si entramos en otro tipo de argumentaciones, como usted planteaba, y como decía el señor Ruano, durante treinta y cinco años con este sistema algunas islas no capitalinas frente a las capitalinas es verdad que ha atemperado, digamos, el desequilibrio poblacional, pero hay que identificarlas -Lanzarote y Fuerteventura-, La Gomera ha perdido población, desde ese instante hasta el día de hoy, con treinta y cinco años de sistema basado en triple paridad.

Creemos en la reforma y vamos a seguir defendiéndola.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Campos.

Señora Santana.

Señor Curbelo, por favor, vamos a seguir en el tono del debate (el señor Curbelo Curbelo hace manifestaciones desde su escaño).

Señora Santana.

La señora SANTANA PERERA (Desde su escaño): No voy a bajar al lodazal ni a la bajeza de su discurso político, señor Ruano, solo le voy a decir que hay una cosa que se llama democracia real participada.

A mí me gustaría que esta reforma del sistema electoral, es más, la reforma del estatuto de autonomía, se votara por todas y todos los canarios, de hecho lo presentamos en nuestras resoluciones en el debate de la nacionalidad canaria. Y ustedes no quieren, ¿por qué?, porque tienen miedo a no seguir perpetuados en el poder.

La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Santana.

Señora Navarro. Señora Navarro, señora Navarro.

La señora NAVARRO DE PAZ (Desde su escaño): Gracias, presidenta.

Mire, yo, sinceramente, como se dice vulgarmente y si me lo permiten, con todo el máximo respeto: paso, paso de esta intervención porque creo que no hay necesidad de intentar que un debate tan serio como el que estamos llevando a cabo quede totalmente desdibujado por las -con también todo el respeto- barbaridades que se están afirmando.

Por lo tanto, eso sí, señora presidenta, he pedido la palabra por inexactitud por parte del representante del Grupo Nacionalista, que me gustaría que después me la diera.

La señora PRESIDENTA: Era el momento ahora pero...

La señora NAVARRO DE PAZ (Desde su escaño): ¿Es ahora?

La señora PRESIDENTA: Era el momento ahora.

La señora NAVARRO DE PAZ (Desde su escaño): Bueno, pues le pido la palabra por inexactitud por parte del portavoz del Grupo Nacionalista para decirle al señor portavoz que el Partido Popular ganó, ganó las elecciones aunque usted hoy lo calle y no quiera que se sepa, por lo visto. Ganamos en el 2011, y le recuerdo, para que vea usted si está justificada la reforma que planteamos, que obtuvimos 60 000 votos más que ustedes, y el mismo número de escaños.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Navarro.

Grupo Socialista, señora Corujo.

La señora CORUJO BERRIEL (Desde su escaño): Gracias, presidenta.

Bueno, hablo en nombre del Grupo Socialista y del partido que ganó las elecciones, y el único partido que tiene representación en las siete islas, por eso creo que tenemos la legitimidad para apoyar una propuesta que, curiosamente, en la pasada legislatura, es cierto que hablamos de otra Coalición Canaria, donde apoyaban, en la modificación en el estatuto de autonomía, que se está tramitando en el Congreso, la posición de la lista regional.

Miren, yo creo que... lo que quiero plantear es el agradecimiento, el resultado absolutamente democrático, y mayoritario, porque yo no hablo de la gente como si la gente fuera una propiedad, hablo de lo que está representado en esta Cámara legítimamente, y donde estoy convencida y espero y deseo que el portavoz de Coalición Canaria no haya dicho que va a hacer algún tipo de maniobra o estrategia para impedir la reforma del sistema electoral de cara al dos mil...

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Corujo.

Señor Ruano.

El señor RUANO LEÓN (Desde su escaño): Muchas gracias.

Eso lo han dicho ustedes, no nosotros.

Yo lo que he dicho es que háganlo bien, si quieren tenerlo así aprobado para las elecciones del 2019. Lo que digo, a su vez, es que yo soy grancanario y hace más de treinta años que vivo en esta isla, en Tenerife, no necesito, por tanto, lecciones acerca del nacimiento y estas cosas, soy canario por encima de todo, y por encima de todo defiendo este modelo de Canarias, que se construye desde cada isla -hacia arriba no desde arriba, hacia abajo-, porque ese modelo es un modelo fabricado, prefabricado, que no responde a la realidad del archipiélago.

Lo que he querido decir, en resumen, es que nosotros vamos a defender, naturalmente, el estatuto de autonomía, que es nuestro estatuto de autonomía, hemos batallado por ese estatuto de autonomía. Llevo año y medio, en nombre de mi formación política, en el Ministerio de Administraciones Territoriales defendiendo nuestro estatuto de autonomía. Y, naturalmente, vamos a defender nuestro estatuto.

Les he dicho a ustedes que tenían la oportunidad de reformar el sistema electoral con una propuesta moderada. Y ustedes han optado por una vía contraria, por una vía de...

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Ruano.

Señorías, vamos a votar. Llamo a votación.

(La señora presidenta hace sonar el timbre de llamada a la votación) (pausa).

Señorías, por favor, ruego silencio y presten atención.

Votamos en primer lugar, señorías..., votamos en primer lugar el voto particular del Grupo Parlamentario Mixto. Señorías, votación del voto particular del Grupo Parlamentario Mixto. Comienza la votación, señorías (pausa).

Señorías, 57 sí, 21 no, 36 abstenciones... (rumores en la sala). Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón.

57, perdón, 57 votos emitidos; 21 sí, 36 no y ninguna abstención.

Votamos ahora, señorías... (rumores en la sala). Señorías, por favor, votamos ahora el voto particular del Grupo Parlamentario Nacionalista. Señorías, comienza la votación (pausa).

57 votos emitidos; 21 sí, 36 no y ninguna abstención.

Votamos, a continuación, señorías, el dictamen, con la significación de la modificación por una subsanación que han presentado los cuatro grupos proponentes por el tema de género, donde pone "diputados", "diputados"; "diputados y diputadas". Con esa significación, comienza la votación del dictamen, señorías (pausa).

Señorías, 57 votos emitidos; 34 sí, 21 no y 2 abstenciones.

Quedan, por tanto, rechazados los votos particulares y aprobado el dictamen con la votación que le decimos.

Muchas gracias, señorías. Y continuamos el siguiente punto del orden del día. (Aplausos en la sala).