Diario de Sesiones 126, de fecha 18/7/2018
Punto 1

9L/I-0036 INTERPELACIÓN, DEL GRUPO PARLAMENTARIO PODEMOS, SOBRE LA APLICACIÓN DEL DECRETO 83/2013, DE 1 DE AGOSTO, POR EL QUE SE REGULAN LA ACTIVIDAD DE COMERCIALIZACIÓN TEMPORAL DE VINO DE COSECHA PROPIA Y LOS ESTABLECIMIENTOS DONDE SE DESARROLLA, DIRIGIDA AL SEÑOR CONSEJERO DE AGRICULTURA, GANADERÍA, PESCA Y AGUAS.

La señora PRESIDENTA: Continuamos con el orden del día de la sesión plenaria y, por orden del día, iríamos a la interpelación, la interpelación del Grupo Parlamentario Podemos...

Señorías, si son tan amables y guardan silencio, por favor.

Interpelación del Grupo Parlamentario Podemos, sobre la aplicación del Decreto 83/2013, de 1 de agosto, por el que se regula la actividad de comercialización temporal de vino de cosecha propia y los establecimientos donde se desarrolla.

Para la defensa de la misma, señor Déniz.

El señor DÉNIZ RAMÍREZ: Buenos días, señora presidenta, señorías.

Aunque no lo parezca, venimos a hablar hoy aquí básicamente de conservación del suelo, de mantenimiento de un sector como la agricultura, de soberanía alimentaria, también de ocio, de cultura y de sostenimiento de un tipo de economía que nos identifica, y creemos que vale la pena hacer un esfuerzo por conservarlo.

Quería darle la bienvenida a unos compañeros y compañeras, dueños de guachinches del norte de Tenerife: el guachinche Eladio; la bodega El Zacatín y su compañera El Churrasco, en lo alto de Santa Úrsula, en La Corujera; también de Juan y Cipriano en lo alto de La Victoria; a Chiqui -que vendrá en un momento-, del guachinche Chiqui, en Tamaide; y algunos periodistas como Ánghel Morales, Lutzardo -que vendrá dentro de un momento- y el compañero Sabaté -que también está al llegar-.

Es decir, nosotros presentamos hoy una moción básicamente para intentar mejorar y adaptar a las nuevas circunstancias la normativa, aquel decreto que a nosotros nos pareció un decreto bastante interesante en el 2013, por el cual se regulaba -2013 en plena crisis, en plena situación bastante conflictiva-.

Tenemos que decir de entrada que la actividad conocida como de los guachinches o venta... comercialización de vino de cosecha propia, pues, se consolida en Tenerife hasta mediados del siglo pasado, básicamente, como una posibilidad de complementar la renta agrícola, y desde nuestro punto de vista es una de las verdaderas joyas de Tenerife que se está extendiendo, afortunadamente, a Canarias y que tiene que ver también con lo que en la Ley del Suelo se está hablando de otros usos del suelo agrícola; para nosotros esta es una actividad que tiene que ver, tiene relación directa y perfecta con lo que nosotros podríamos entender, en consonancia con la ley, otros usos del suelo agrícola. Es, simplemente, en fin, consolidar una serie de establecimientos para sacar el excedente de vino de la cosecha, y eso creo que nos interesa absolutamente a todos.

En primer lugar tengo que decir que también estas familias, que iniciaron y que tienen actualmente estos negocios montados, son auténticos emprendedores, sin cursos ni máster ni apoyo institucional sobre emprendeduría, y es un concepto que hoy estamos manejando mucha gente, pues estas familias vieron la posibilidad de emprender un negocio y consolidar, también, no solamente empleo para su familia sino también para el vecindario. Los que conocemos esa realidad y que estamos relacionados un poco con esa realidad sabemos que genera empleo.

Hubo una época en que en Tenerife se estaba hablando de quinientos establecimientos abiertos, quinientas familias, más parientes cercanos de otras familias y vecinos; estábamos hablando de muchísimo empleo, que, además, en la época dura de la crisis sacó a mucha gente de apuros, porque además significó, sobre todo una época en que se estaba produciendo la desagrarización y una terciarización excesiva de nuestra economía, mucha gente volvió a la tierra, cultivó, arregló huertas abandonadas, ¿verdad?, incluso se comprometió a arrendar nuevas tierras. Es decir, que fue y es simple y ha sido una oportunidad sostenible y también para el sostenimiento familiar. Además, en la época de la crisis significó también una oferta interesante gastronómica, pero también de ocio, de disfrute, para la gente humilde que, en fin, todos lo pasamos mal, unos más que otros, pero también significó una posibilidad de ocio y disfrute.

Desgraciadamente, la crisis esta económica, que, en fin, algunos dicen que estamos saliendo, otros que todavía estamos en ella, pero en fin que le estamos pagando alguna deuda por esta crisis, en las épocas más duras destapó también recelos, insinuaciones y denuncias de competencia. Hubo una crisis profunda en este sector en esta época, en el año 2009 -2008, 2009, 2010-, donde sectores de la restauración -de restaurantes, bares, cafeterías- acusaron a los dueños de guachinches de competencia desleal y, evidentemente, las instituciones se vieron obligadas a intentar regular.

Por eso se aprobó aquella normativa del 2010, que se le vinculaba a otro tipo de ocio de actividades turísticas; porque hay que decir que esta actividad está básicamente concentrada también en las administraciones turísticas, y eso es algo de lo que nosotros vamos a proponer que esto, hombre, hay que modificarlo. Afecta, pero creemos que hay otras instituciones más competentes en este sentido.

Estas denuncias por competencia también obligaron, en definitiva, a establecer la necesidad de una normativa más precisa y por eso se aplica el decreto, que nosotros queremos modificar, de 2013, decreto 83 del Gobierno de Canarias barra 2013, de 1 de agosto. Es decir, es necesario regular esta actividad.

En aquel decreto, que fue un decreto promovido no solamente por el sector vitivinícola sino también por la Administración y sectores de la gastronomía -que ya digo, fue interesante, yo creo que fue un buen punto de partida, aunque algunos en ese momento decíamos que no hacía falta controlar este sector, pero bueno, después se ha visto la necesidad-, en ese propio decreto se decía que si esto no se regulaba proliferarían una serie de establecimientos que no reúnen los requisitos propios definitorios y originales de las bodegas familiares, de los guachinches, de la venta de vino.

Bueno, pues aquella proliferación que se decía en el 2013 hoy está sucediendo y están proliferando una serie de negocios que nada tienen que ver con el decreto; que nada tienen que ver con el decreto, que no se ajustan, que no tienen nada que ver y que además utilizan una publicidad... utilizan el término guachinche, no en relación a lo que dice la legalidad sino lo utilizan cada uno alegremente, y eso está significando varios problemas, entre otras cosas, pues, que mucha gente de los auténticos guachinches, en vista que la ley a ellos les impide, por ejemplo, tener más de tres o cuatro platos o servir más bebida que vino, vean una competencia desleal con otros restaurantes, incluso, a veces, de hasta de dos y tres tenedores, que han puesto la denominación guachinche y pueden vender lo que quieran, y mucha gente está diciendo "pues, para eso, me dedico a montar un restaurante... (ininteligible) y paso y cierro". Y me parece que es una actividad que tenemos que cuidar. Y eso es consecuencia de lo que está pasando.

Aquel decreto lo que vino a plantear es que el vino que se vendía tenía que ser de cosecha propia y elaboración propia, es decir, agricultores y además productores de vino, y además montar ese negocio; eso es lo que decía el primer apartado de ese decreto. Decía, además, que no se podía tener abierto más de cuatro meses; decía, además, que tenía que tener una oferta limitada de tres platos, vino, agua y poco más; lógicamente platos tradicionales, porque es nuestra cocina, pero bueno; y luego, además, también decía que el establecimiento tenía que estar relacionado con el entorno de la vivienda, la bodega o un cuarto de aperos arreglado, en fin, pegado a la zona. Bien, todo eso se está infringiendo actualmente y creemos que la Administración tiene que meterle mano a este asunto, porque es que, si no, va a haber más problemas.

Luego se detectaron problemas menores; el aumento de la demanda de este sector ha hecho que, por ejemplo, muchos guachinches se ven obligados a ofrecer más de tres, cuatro, cinco platos, y eso, por ejemplo, tendríamos que regularlo; no para menos, sino simplemente adaptar.

Pero hay otro problema mayor, que es la desvirtuación del término, es decir, se está utilizando, desde nuestro punto de vista, de modo fraudulento, con publicidad engañosa, el concepto guachinche. ¿Qué es lo que pasa con este concepto? Es un concepto que forma parte ya de nuestra cultura, que no está legalizado a nombre de las instituciones canarias, ni del cabildo ni del Gobierno de Canarias. Hubo un intento una empresa extranjera fuera por patentar ese concepto; el cabildo luego intentó recuperarlo, hubo un problema con el ICCA, al final eso se ha quedado en un limbo legal, que es precisamente lo que está permitiendo este tipo de fraudes y publicidades engañosas; este tipo de engaño. Además, se están produciendo, consolidando, también, zonas de guachinches con ese concepto o palabras parecidas en entornos urbanos, alejados de la producción agrícola, y creemos que eso no puede ser.

Por lo tanto, yo creo que en aras de intentar mantener la rigurosidad y el respeto a la ley -porque a todos nos interesa- tenemos que, en primer lugar, intentar sacar de este limbo legal en el que está el concepto; creemos que la Administración tiene que recuperar el concepto, porque es de interés general.

Porque además se está extendiendo a todas las islas; es verdad que en Tenerife es la isla con mayor producción de este tipo de negocio, pero también es verdad que mucha gente de otras islas viene expresamente a degustar nuestra comida tradicional, en fin, este tipo de ocio y, además, colaboran a la soberanía alimentaria, mantenimiento de la agricultura, etcétera. Yo cuando llamé ayer a los compañeros, ayer -antier, perdón-, a los compañeros y compañeras para que vinieran, estaban todos a las ocho de la noche trabajando en la viña y otros estaban cogiendo papas. Es decir, que es una actividad agrícola que hay que, en fin, mantener y apoyar.

Nosotros entendemos que es importante que desde las instituciones se recupere, básicamente para perseguir el mal uso que de este concepto se está haciendo, pero si nosotros no tenemos claro a quién pertenece este concepto, ¿verdad?, si no lo tenemos definido, lógicamente tampoco podemos decir a los demás que no lo utilicen.

Por lo tanto eso es una tarea que este Gobierno tiene pendiente.

En segundo lugar, bueno, cuatro meses, dos meses, nosotros lo que estamos planteando es que, a veces, y puesto que muchos negocios lo que hicieron fue ampliar su producción, arrendar tierras para satisfacer la demanda, es decir, cultivar más, más terreno de vino, a veces hay años que la cosecha excede las previsiones y, evidentemente, con cuatro meses no damos avío a acabar con todo el vino.

Por lo tanto, creo que sería conveniente también plantearse la posibilidad de ampliación a dos meses más; no más, pero sí este margen de dos meses.

Y, bueno, en una segunda intervención seguimos hablando en este Parlamento de esta actividad que, ya digo, tiene que ver con una actividad económica, social, y... (Corte de sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo).

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Déniz.

Turno ahora para el Gobierno, señor consejero.

El señor CONSEJERO DE AGRICULTURA, GANADERÍA, PESCA Y AGUAS (Quintero Castañeda): Muy buenos días, señora presidenta, compañeros y compañeras, diputadas y diputados.

En primer lugar, saludar a las dueñas y los dueños de los guachinches, que nos acompañan en la tribuna, bienvenidos también al Parlamento. Y agradecer a Déniz esta interpelación que hace hoy aquí porque, evidentemente, yo creo que lo podemos enmarcar en algo fundamental; yo creo que el guachinche, los guachinches en Canarias se han convertido en algo más que meramente en dar comida, se han convertido, evidentemente, en un efecto cultural -ya podríamos decir histórico de Canarias-, pero también en una actividad complementaria. Antes lo decía, cuando en la Ley del Suelo hablábamos de actividades complementarias al sector primario, para generar mayor renta, evidentemente, los guachinches es una actividad complementaria, completamente ligada al sector primario, de hecho, todos conocemos que nacen de la base de la venta del excedente de la producción de vino, es decir, ese es, podríamos decir que es el hilo conductor del guachinche, ahí nace el guachinche, pero estamos hablando de, evidentemente, de mantenimiento de nuestras medianías, recuperar terrenos abandonados para plantar vino... hablando de las zonas rurales, con lo cual estamos completamente de acuerdo que han hecho una función y la hacen.

Yo cuando el señor Déniz decía que el decreto se hacía para regular, yo creo que, también, yo creo que el decreto en su momento fue positivo y no solo se hizo para regular, fíjense, también yo creo que se hizo para regular y proteger a los guachinches, creo que es una manera fundamental también de protegerlos, de lo que acababa de comentar y de lo que está pasando hoy en día. Evidentemente, como todos sabemos, parte de este decreto, de un Decreto 90/2010, que regula la actividad turística -todos sabemos que los guachinches están regulados en la actividad turística-, este decreto de 2010 dice que en un reglamento posterior, en un decreto posterior, se desarrollará su uso; se hace en el decreto que hoy hablamos -83/2013, del 1 de agosto-, que regula el uso de los guachinches en Canarias. Un uso de los guachinches que es verdad que tiene que estar ligado directamente al excedente del vino, al producto local, al producto tradicional canario, y que se regula, como bien ha dicho el diputado Déniz, en una serie de cosas.

Hablemos de las partes que ha preguntado. Yo entiendo que la temporalidad, y así sí me comprometo, la temporalidad hay que modificarla, yo creo que esa es una de las cosas que hay que modificar; estoy completamente de acuerdo, que se puso cuatro meses y yo creo que hay que hablar, hay que abrir un debate, de cinco o seis meses, yo creo que es completamente aceptable y es asumible por este Gobierno y en eso nos comprometemos. ¿Por qué? Porque es verdad que si tenemos más vino, si generamos más vino, si plantamos más, recuperamos más tierras, ¿por qué vamos a limitar a cuatro meses los guachinches? Podemos abrirlos, es verdad que a todo el año yo creo que no sería correcto, pero sí es verdad que lo que se plantea es completamente razonable, con lo cual en esa parte estamos completamente de acuerdo.

También, evidentemente, regular los platos -tres platos como máximo-, regula que solo se puede -el decreto-, que solo se puede vender vino y agua; bueno, yo creo que son partes regulables y adaptables, sin confundirnos, ni para un lado ni para otro, sin confundirnos con que el guachinche se pueda asemejar a un restaurante ni el fraude de que un restaurante se ponga el logotipo de guachinche, porque hoy en día hay otra realidad que la que vivíamos en la crisis. Hoy en día los guachinches no solo generan una actividad cultural, no solo generan una actividad complementaria al agricultor y la agricultora sino que, aparte, los guachinches en Canarias se han convertido en un reclamo turístico, y es una realidad; hoy en día es un reclamo turístico, y eso es positivo, porque es parte de nuestra cultura. Y lo que se está planteando aquí, como decía el diputado, es que existe una intromisión, una intromisión de otros sectores que no son guachinches y que, evidentemente, utilizando la marca, utilizando el nombre, se quieren apropiar y aventajar de algo que los que verdaderamente lo son, históricamente y con el tiempo, han conseguido un prestigio. Con lo cual, en eso creemos que estamos completamente de acuerdo.

Es verdad que, como todos sabemos -y lo saben los que nos escuchan-, es que la actividad de los guachinches es regulada por diferentes departamentos. Es decir, la Consejería de Turismo tiene la competencia de inspección y de sanción; en los últimos años se han hecho unas sesenta inspecciones, se han hecho como catorce sanciones en los últimos cuatro años, pero corresponde al departamento de turismo.

Es verdad que los cabildos insulares tienen gran parte de las competencias, porque es que tienen que registrar, en este caso tienen que registrar los guachinches, son los que tienen, como la actividad, tienen que comunicar a la inspección turística los guachinches que están registrados y tienen que inscribir en el registro general turístico a los guachinches, esto corresponde a los cabildos, como decía antes. A la Consejería de Turismo, como dije, sancionadora.

Hoy en día en Canarias tenemos registrados -guachinches legalmente registrados- cuatro en Gran Canaria, cuatro en Gran Canaria, dos en El Hierro y ciento cincuenta y siete en la isla de Tenerife, que es lo que tenemos hoy en día legalmente registrado.

Queremos, evidentemente, que, en este caso, la modificación del decreto tiene que ser con la participación del sector y de los cabildos, así lo creemos. Ya se han abierto mesas, sabemos, por ejemplo -somos conscientes, porque nos hemos reunido también con el Cabildo de Tenerife-, que se han iniciado una serie de reuniones con el sector de los guachinches en el Cabildo de Tenerife; nosotros, como el ICCA, ya nos hemos reunido con el Cabildo de Tenerife y se han planteado varias cosas que creo que son interesantes.

La primera, hablaba de la marca "guachinche"; es verdad que, como todos ustedes saben, Patentes y Marcas, cuando se solicita recoger el nombre de "guachinches", pues, lo prohíbe porque ya estaba registrado por un privado y no lo (ininteligible). Pero eso no quita que tanto el cabildo como el ICCA tengamos la intención de volver a pedir y a solicitar, con componentes históricos, con componentes culturales, otra vez la marca de guachinche como propia, y volver a solicitarlo para ver si esta vez es posible.

Pero, aparte de eso, también se está hablando de una marca de garantías, que creo que puede ser positivo, porque los guachinches han hablado de establecer una marca de garantías; un sello de garantía que sea fiscalizado, para que solo aquellos que cumplen con el objetivo principal, que es la venta del excedente del vino de la cosecha propia, pues que tengan una marca de garantía y poder identificarlos. Creo que esto que se está hablando ya y estamos trabajando en ello puede ser muy positivo, es decir, puede identificar, tanto los canarios que vamos a los guachinches como el turista, que puedan identificar claramente aquellos establecimientos que cumplen con el decreto; decreto que evidentemente tenemos que modificar y nos comprometemos a hacerlo, creo que, desde un punto de vista, hablando con el sector -evidentemente, si son tres platos, son cuatro, son cinco, si los postres son tradicionales, si son cinco meses o seis; yo estoy de acuerdo en que hay que modificarlo, adaptarlo-, evidentemente, siempre basándonos en el principio fundamental del guachinche que es, vuelvo a repetir, la venta del excedente del vino, que tiene que estar registrado -los que tenemos aquí, los compañeros, todos tienen bodegas, todos tienen registrado su bodega en el registro de embotellado y en el registro industrial también-, con lo cual, tenemos que controlar. ¿Para qué? Para que no pase ese engaño, ese fraude, que se está haciendo al ciudadano y al turista de, bueno, el poder... el intrusismo que están haciendo algunos que no tienen ni vinculación al sector primario -fundamental- ni que no tienen vino de cosecha propia y están utilizando una marca que hoy en día es atractiva, que hoy en día tiene un prestigio y que es reclamada por la sociedad; con lo cual, entendemos que eso se tiene que hacer.

En definitiva, lo que creo que tenemos que hacer -y es muy positivo- y lo que estamos haciendo es, juntamente con el sector, también con los cabildos y el Gobierno de Canarias en sus diferentes departamentos, porque también interviene Sanidad, como interviene en cualquier establecimiento de alimentación, evidentemente, porque hay que recordar que los guachinches -y lo digo aquí- tienen que cumplir todas las normas sanitarias, y lo hacen; es decir, no es que tengan un privilegio por ser guachinches, tienen que cumplir con todas las normas sanitarias también, un establecimiento, evidentemente, que manipula alimentos -tienen que tener carné de manipulador de alimentos, etcétera-, con lo cual, cumplen con la normativa básica de estos establecimientos. Pero sí es verdad que tienen un papel fundamental, que es el ligado a la agricultura.

Con lo cual, nosotros nos comprometemos a modificar el decreto, siempre y cuando tengamos conciencia de que las competencias van a ser compartidas, con lo cual tenemos que hacerlo con los cabildos y con el propio sector para ver hasta dónde podemos modificarlo, qué tenemos que modificar, y siendo una regulación pueda ser una protección con esa marca, bien sea una marca de garantía o bien sea que consigamos esa marca -dentro de Patentes y Marcas- de guachinche. Y si no se consigue -lo vamos a intentar-, por lo menos tener una marcha de garantía que pueda certificar y que se pueda verificar que los establecimientos que tienen esta marca son aquellos que cumplen con el decreto actual y con el futuro una vez los modifiquemos.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor consejero.

Turno ahora para la réplica, el señor Déniz, por tiempo de cinco minutos.

El señor DÉNIZ RAMÍREZ: Bueno, pues bien.

Bastante que me alegro de oírlo, señor consejero, de que estamos abiertos a hacer una serie de modificaciones.

En el Cabildo de Tenerife el compañero consejero Fernando Sabaté -y amigo- presentó una moción, esta es una moción que hemos trabajado con el sector -él, yo, algunas personas más, Ánghel Morales, otros compañeros- y esperemos que se recoja, porque no solamente es el problema de la marca, efectivamente la marca... o sea, tener un guachinche se identifica con la "V", pues, nadie nunca se explicó a santo de qué, eso estaba recogido en la disposición adicional primera del decreto de 2013, ¿no? Y decía, la Administración (ininteligible) pondrá la marca, pero desde luego el que la puso... porque además esto actualmente se confunde con el asunto de la vivienda vacacional, que también es una "V-V", ¿no? Entonces, en fin, eso hay que mejorarlo.

Pero hay otras cuestiones que hay que mejorar, yo creo que la inspección y el control, por ejemplo, eso que usted dijo -y que nosotros lo vamos a proponer- de intentar concentrar la... esto... digamos, la responsabilidad, qué administración es más competente en este asunto.

Yo creo que el Gobierno de Canarias tiene que velar, en el tema de inspección, del concepto y demás; creo que los cabildos tienen... pero los cabildos...; también la Consejería de Agricultura, las consejerías relacionadas con la agricultura; y los ayuntamientos, hombre, también, quizás. Pero, desde luego, el turismo, pues, como que no lo veo mucho, porque además uno de los problemas que ha habido es que aquí el decreto prácticamente se hizo pero después no se vigiló, no se aplicó y se dejó un poco al tuntún, ¿no?

Y lo que está pasando es que muchos auténticos guachinches de gente preocupada por la agricultura han cerrado porque les interesa más estar como bodegones. ¿Qué es lo que pasa? ¿Desde el punto de vista este cuál es el peligro? Que si usted está como bodegón o como restaurante puede vender lo que quiera, no la producción local, y nosotros estamos aquí para vender la producción local, digo yo, para defender la venta de la producción local, y ese es el riesgo que yo veo. Por eso es importante que esto se proteja y se controle, efectivamente, el fraude.

Bien, otra de las cuestiones que a mí me parece que tendría que contemplar esa modificación tendría que ser la posibilidad, y puesto que el cabildo fomentó las bodegas comarcales y los consejos de regulación, mucha gente ¿qué es lo que hizo?, bueno, pues llevó el vino a que se elabore en esa bodega comarcal o en otra bodega con más tecnificación. Yo creo que hay que intentar contemplar un margen para que en los guachinches se venda también no solamente vino que yo produzca y coseche sino también de familiares o de la zona, evidentemente certificado con el consejo pertinente, pero se puede vender vino de la zona. Si no todos los agricultores para sacar el excedente de su vino tienen que convertirse en guachinches, porque hay una cosa que decir, esto requiere mucho trabajo: no es lo mismo vender un garrafón de vino entero, así, te lo vendo, que despacharlo; despacharlo es mucho trabajo, es mucho trabajo y requiere también mucho tiempo.

Por lo tanto, creo que ante este tipo de medidas tienen que intentar mejorar porque el objetivo último es intentar conservar el suelo agrícola, conservar la actividad generadora de empleo, un empleo digno, etcétera, etcétera. Por lo tanto, y bueno, y hablamos también de la soberanía alimentaria.

Por lo tanto, entiendo que no podemos quedarnos solamente con que el Cabildo de Tenerife recoja toda nuestra moción y solamente, digamos, vaya a decir que vamos a modificar la marca o vamos hacer una aplicación móvil; las aplicaciones móviles ya hay -eso está recogido en nuestra propuesta-, lo importante es lo otro: acabar con el fraude, asegurar que el concepto es de todos los canarios y garantizar después qué administraciones es la que está persiguiendo este asunto. Yo creo que es lo fundamental. Y me parece que esto urge, urge porque todo el mundo sabe por la situación grave que estamos manteniendo que cada vez hay más pérdida de la actividad agrícola. Y entonces a mí me parece que esto es básicamente una tarea que su consejería debería iniciar ante de que termine esta legislatura, yo no digo que el decreto termine de modificarse en esta legislatura, pero sí entiendo que es fundamental acelerar esto y que no cunda el desánimo en nuestras medianías, que no cunda el desánimo, porque es que hay mucha desilusión, hay mucha gente que está desencantada con lo que está pasando y nadie sabe a qué atenerse. Por ejemplo, los datos que usted dijo, por ejemplo, cuando nosotros pedimos los datos de cuántos guachinches estaban registrados por la policía turística esta, que nadie sabe exactamente lo que es, no lo saben ni ellos mismos lo que es en el cabildo, dijeron que había quince guachinches en Tenerife, yo: ¿quince?, ¿cómo que quince? Quince hay en una calle de La Victoria. Usted habla, dice, que hay ciento cincuenta y siete, bueno, depende también del momento, ¿no?, unos abren, otros cierran.

En definitiva, creo que hay que proceder a una... a tomarse esto en serio; esto es una actividad que, independientemente de que se relacione con el jolgorio, con el ocio y con el buen vivir o bien vivir, es importante para nuestra economía, para el empleo, para nuestra agricultura y para la soberanía alimentaria de Canarias, que es el objetivo que estamos persiguiendo creo que todos aquí en esta Cámara; por lo tanto, es una cuestión más seria de lo que parece.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Déniz.

Turno para cerrar esta réplica para el Gobierno, señor consejero.

El señor CONSEJERO DE AGRICULTURA, GANADERÍA, PESCA Y AGUAS (Quintero Castañeda): Muchas gracias, señora presidenta. Señorías. Señor Déniz.

Yo creo que en lo básico estamos completamente de acuerdo. Es verdad que yo creo que tiene que partir la modificación del Gobierno, va a partir en lo que yo como consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias me puedo comprometer, evidentemente, que antes de que finalice esta legislatura vamos a iniciar el procedimiento de modificación, entendiendo que tiene que ser una modificación consensuada con el sector, consensuada con las demás administraciones porque, fíjense ustedes, nosotros desde Agricultura la competencia que tenemos, lo saben bien los dueños de los guachinches es no ir al establecimiento, no somos Consumo, no somos Industria, no somos Turismo, solo vamos a las bodegas; es decir, nuestra garantía es que los dueños de los guachinches tengan una bodega asimilada y estén en el registro, tanto industrial como el registro de embotelladores, esa es la competencia que nosotros tenemos. Pero, evidentemente, alguien tiene que iniciar esto; en su momento en 2013 se inició incluso por la Consejería de Presidencia y Justicia un poco, bueno, para velar la parte, aunque la desarrolló la Consejería de Agricultura en el 2013 -fue quien hizo el desarrollo, pero quien lo firma y quien lo tal es la Consejería de Presidencia-; con lo cual, como está el decreto, en este caso el Decreto 83/2013, de 1 de agosto, está en la consejería, nosotros vamos a iniciar el desarrollo, y lo vuelvo a repetir: ya estamos haciendo trabajos, estamos haciendo trabajos, vamos a seguir haciendo trabajos con los diferentes cabildos. En la actualidad, en 2018, existen los registros oficiales que hemos dado -ciento cincuenta y siete en Tenerife, cuatro en Gran Canaria y dos en El Hierro- , evidentemente, pueden haber más guachinches en las otras islas; vamos activar también a los cabildos para que nos digan si tienen o no; y con aquellos que tienen guachinches iniciar un diálogo para tener un consenso de la modificación, tanto las modificaciones del decreto que acabamos de comentar: la temporalidad -que es fundamental, la temporalidad-, es fundamental los platos que se pueden servir o los que no, las bebidas que se pueden servir o las que no. Yo creo que eso es una parte fundamental.

(La señora presidenta abandona su lugar en la Mesa. Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente primero, De la Hoz Fernández).

Otra, ¿quién tiene las competencias, las competencias de verificar? Y otra, que es fundamental y se ha hablado, es el intrusismo, es decir, poder buscar -y lo dije- una marca de garantía o conseguir con Patentes y Marcas que "guachinche" sea la marca oficial que podamos utilizar y con eso certificar -que tendremos que ver quién es competente en certificar- y solo, evidentemente, en vez de una "V" -ya no sé yo qué logo se pondrá-, pero, evidentemente, certificar una marca de garantía o el logo de guachinche, certificar que aquellos que tienen esa marca y ese sello son garantes de tenerlo, primero porque son vendedores de vino de cosecha propia de excedente, y es fundamental... evidentemente podemos hablar de familiar directo, irnos mucho más allá, pueda hasta desvirtuar un poco el tema de los guachinches porque al final el vino puede ser procedente. Evidentemente el producto local está vinculado, el decreto lo dice, tienen que ser producciones locales; lo local puede ser insular e incluso de las diferentes islas, pero producción local... porque lo que estamos favoreciendo es la venta del producto local, evidentemente, autoabastecimiento o, como decía Paco Déniz, soberanía alimentaria.

Con lo cual, en definitiva, nosotros nos comprometemos a seguir trabajando en consenso con el sector y los cabildos para iniciar la modificación del Decreto 83/2013 y aclarar las competencias -quién las tiene-, aclarar y modificar aquellos parámetros que creemos que se tienen actualizar para mejorar. Y, evidentemente, lo que yo creo que fue un éxito en el 2013 -y estábamos de acuerdo-, yo creo que la regulación también puede ser un éxito en este momento, y que sea regulación y protección. Y vuelvo a repetirlo: la regulación no solo es control, la regulación no es control; la regulación, si se hace bien regulada, es protección, un sello de garantía a una marca, de algo que es cultural y es histórico y que conserva nuestro patrimonio, que son los guachinches. Con lo cual, en eso estamos completamente de acuerdo con el diputado que ha propuesto esta interpelación al Gobierno y nos comprometemos a trabajar con el propio sector, con los departamentos que tienen competencias en el mismo para regularla y que en esta legislatura pueda iniciar la modificación de este Decreto 83/2013, de regulación de los guachinches.

(Ocupa un escaño en la sala la señora vicepresidenta segunda, Tavío Ascanio).

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor consejero.