Diario de Sesiones 129, de fecha 12/9/2018
Punto 15

9L/PL-0015 DEBATE DE PRIMERA LECTURA. PROYECTO DE LEY DE BIBLIOTECAS DE CANARIAS.

La señora PRESIDENTA: Pasamos, señorías, ley de régimen jurídico... Vamos ahora al debate de primera lectura; no hay enmiendas a la totalidad.

Intervención del Gobierno para la presentación del proyecto. Sí, señor consejero, diez minutos.

(Rumores en la sala).

Vamos, señorías, venga. No, usted no, señor consejero; era para ver si se callan sus señorías. "Venga" me refería a que se callaran ellos, señoría, perdón.

Señor consejero, cuando quiera.

Señorías, prestamos atención, por favor, si son tan amables. Muchas gracias.

El señor CONSEJERO DE TURISMO, CULTURA Y DEPORTES (Castellano San Ginés): Muchas gracias, señora presidenta. Señorías.

No quiero empezar mi intervención sin expresar mi agradecimiento al viceconsejero de Cultura y Deportes y al equipo técnico que ha hecho posible, en buena medida, que hoy contemos con el texto que vamos a presentar, este proyecto de ley de bibliotecas, que constituye, además, uno de los compromisos adquiridos por el Gobierno y su presidente en el debate de investidura. Quiero saludar, aquí tenemos al viceconsejero, al que quería saludar.

Canarias no podía seguir siendo la única comunidad autónoma que carecía de una norma para el funcionamiento y desarrollo de sus bibliotecas. Para eso hemos trabajado, para terminar con esta situación y contar con una norma que garantice el derecho a acceder a la información y a la lectura en igualdad de condiciones a toda la población, de forma que se promueve la difusión del pensamiento y la cultura y contribuya a la transformación de la información en conocimiento, desarrollo, cultura e investigación.

El proyecto de ley de bibliotecas pretende, así, dar satisfacción a una vieja demanda de los profesionales del sector, y es el penúltimo paso para cerrar el círculo en cuanto a la legislación autonómica en torno al patrimonio histórico y cultural, ya que la ley de patrimonio, espero, recorrerá, próximamente, el mismo camino que este proyecto inicia en el día de hoy.

La norma que hoy se toma en consideración estructura un sistema público de lectura y bibliotecas para el archipiélago, atendiendo una necesidad desde el punto de vista profesional y una demanda desde el punto de vista social. De esta forma, avanzamos en la resolución de asuntos como la profesionalización del personal en el servicio de bibliotecas, la estabilidad y regularidad a las dotaciones bibliográficas, así como el adecuado acondicionamiento de las infraestructuras dedicadas al uso como bibliotecas.

Los objetivos que se han establecido en la norma son la regulación de la promoción de la lectura, la definición del sistema bibliotecario de Canarias, el establecimiento de un régimen de funcionamiento de la red de bibliotecas públicas de Canarias, la regulación del patrimonio bibliográfico de Canarias y su definición, el establecimiento de una estructura orgánica que incluya el Consejo Canario de la Lectura y las Bibliotecas y la Comisión Técnica de la Red de Bibliotecas Públicas de Canarias, la distribución de competencias entre las diferentes administraciones y el establecimiento de un régimen sancionador. Hasta ahora, y pese a que se había establecido un sistema colaborativo, la realidad del archipiélago ha hecho que se haya producido un desarrollo bibliotecario con velocidades distintas en cada una de las islas, algo que tratamos de evitar con esta ley en la que se clarifican también las competencias administrativas.

El ámbito de aplicación de la norma serán las bibliotecas de titularidad pública radicadas en Canarias, así como aquellas bibliotecas de titularidad privada que se incorporen al Sistema Bibliotecario de Canarias; este sistema se conforma por la red de bibliotecas públicas de Canarias, las bibliotecas de las universidades públicas, bibliotecas de los centros de enseñanza no universitaria de Canarias, bibliotecas especializadas, bibliotecas administrativas, centros de documentación y bibliotecas de titularidad privada, a solicitud de su titular y mediante orden departamental.

El proyecto de ley también prevé el establecimiento del directorio de bibliotecas públicas de Canarias y el mapa de bibliotecas, lo que ayuda a tener instrumentos de formación, gestión y planificación de la prestación de este importante servicio. Además, determina que la red será coordinada por la Biblioteca de Canarias, centro superior funcional y técnico que será responsable de recoger, conservar y difundir la producción bibliográfica de Canarias y coordinar el Sistema Bibliotecario de Canarias; del mismo modo, incluye una regulación de derechos y obligaciones de los usuarios.

Una de las cuestiones más importantes es que el texto establece que la lectura debe ser tutelada, promovida y fomentada por las administraciones con competencias en educación y cultura. Además, los planes de promoción y fomento de la lectura deberán tener un contenido mínimo y darán especial atención a los colectivos más vulnerables como una forma de favorecer su integración a la población infantil, juvenil y el aprendizaje continuo.

En lo que se refiere a los recursos humanos se configurarán perfiles profesionales mínimos y las competencias técnicas básicas.

El proyecto de ley define, además, el patrimonio bibliográfico que está constituido por las obras, fondos y colecciones bibliográficas y hemerográficas que por su origen, antigüedad, trascendencia o valor cultural, presentan un interés manifiesto para Canarias; también formarán parte de este patrimonio las obras literarias, históricas, científicas o artísticas de carácter unitario o seriado, en escritura manuscrita o impresa o registradas en lenguaje codificado de las que no conste la existencia, al menos, de tres ejemplares idénticos, así como aquellas obras que puedan considerarse únicas en atención a algunas de las características y aquellas cuya antigüedad supere cien años.

También las películas cinematográficas, discos, fotografías, material audiovisual u otros similares, sujetos a depósito legal, así como las obras de más de cien años de antigüedad con ciertas características.

Para terminar de esbozar este proyecto de ley, que ya han tenido la posibilidad de ver, sin duda, se establece un régimen sancionador con multas de entre quinientos y mil euros para infracciones leves -infracciones como no devolver fondos o tratarlos indebidamente, entre otras cuestiones-; mil euros para las graves -deteriorar de forma dolosa, que se produzca maltrato mobiliario o agresión personal, entre otros-; y tres mil para las muy graves -en este caso comprendidas también en la normativa estatal, así como la pérdida, destrucción o inutilización definitiva de los fondos documentales-.

Creo que hoy damos un importante paso en la promoción de la lectura como una tarea común de toda la sociedad, tal y como refleja la exposición de motivos; una tarea común, fruto de la colaboración entre los responsables de las políticas culturales, sociales, educativas y de comunicación.

Nuestras bibliotecas se conforman en este texto como un sistema que hace posible un mejor aprovechamiento de los recursos con los que contamos y, por lo tanto, una mayor extensión de la cultura bibliográfica en toda su extensión.

Espero, en cualquier caso, que en el debate parlamentario se pueda producir un enriquecimiento de esta norma, que redundará, sin duda, en el avance del conjunto de la sociedad canaria.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor consejero.

Turno ahora para la fijación de posiciones por parte de los grupos, de menor a mayor, Grupo Mixto, señor Ramos Chinea.

El señor RAMOS CHINEA: Gracias, señora presidenta. Buenas tardes, señor consejero.

No cabe duda de que las bibliotecas, tal y como se expone en la propia exposición de motivos, son instituciones públicas imprescindibles para el desarrollo de la sociedad; procurarán de forma efectiva el conocimiento y el manejo de las tecnologías de la información y fomentarán su uso por parte de toda la ciudadanía. Por lo tanto, tenemos que agradecerle, a usted y a su equipo, su consejería, que haya dado luz a este proyecto, y ahora, en este trámite, intentaremos enriquecerlo por parte de nuestro grupo en todo aquello que veamos que debe ser enriquecido y tendemos la mano al resto de grupos también para trabajar conjuntamente y llegar al mejor texto posible final.

(Abandona su lugar en la Mesa la señora presidenta. Ocupa la Presidencia el señor vicepresidente primero, De la Hoz Fernández).

Precisamente en la Comisión de Estudio sobre la situación de la cultura en Canarias pudimos comprobar que específicamente en el ámbito del libro, la lectura y las bibliotecas, durante los años más duros de la crisis la pérdida de peso del sector fue muy significativa. Los datos nos muestran que el escaso número de lectores, donde un 42 % de los ciudadanos declaran no leer o leer muy poco, y las deficiencias de la lectura, cuyos informes del PISA reflejan que la comprensión lectora está 21 puntos por debajo de la media de los países de la OCDE, nos ponen de manifiesto que estos factores inciden en la existencia de una mayor deficiencia cultural y educativa, tanto de la sociedad canaria y española.

También otra de las conclusiones que refleja el informe de la Comisión es que la evolución del sector pasa por incrementar el hábito de consumo lector en Canarias hasta lograr un nivel de hábito equiparable al del conjunto del Estado.

Desde luego, creemos que con esta ley se ayudará a minimizar la última encuesta del Istac que indica que la mitad de los canarios declara no leer. Por tanto, es innegable que estamos ante una ley vital para el desarrollo de la cultura, donde la educación y la formación no son posibles sin la lectura, y en la que, para el sector del libro y la lectura, la estructuración de una red de bibliotecas con diversidad de acciones y actividad es fundamental.

No quiero empezar a desgranar los aspectos que a nuestro juicio son los destacables de la ley sin mencionar la importancia que cobran las bibliotecas públicas en los municipios más alejados y, por ende, con una población dispersa. En estas circunstancias, donde las bibliotecas pasan a ser, en la mayor parte de los casos, el único recurso cultural, es más que necesario el apoyo y la colaboración de todas las instituciones competentes, para lograr, entre otras cuestiones, que las bibliotecas municipales, por ejemplo, cuenten con los recursos necesarios para prestar un servicio adecuado y de calidad, acorde a las demandas de la ciudadanía.

En los primeros artículos quedan claros el objeto, el concepto, la clasificación de las bibliotecas y su servicio, siendo el Sistema Bibliotecario de Canarias, encabezado por la Biblioteca de Canarias, el que define el conjunto de órganos y bibliotecas, estableciéndose, así, en el último apartado, que también podrán integrarse en el sistema las bibliotecas y centros de documentación de titularidad privada, así como aquellas bibliotecas y centros que tengan un fondo bibliográfico de valor singular, sean públicos o privados, conforme a un desarrollo reglamentario, texto que, en su caso, habrá que estudiar en su momento.

Respecto a la creación de la Biblioteca de Canarias como el centro superior, funcional y técnico del sistema bibliotecario, tendrá que estar operativo en un año desde la publicación y, dado que su estructura y funcionamiento se determinarán también por desarrollo reglamentario, habrá que prestar atención a los plazos y a la normativa.

Referente a la bibliotecas de titularidad municipal -y aunque anteriormente lo mencioné de manera general-, insistir nuevamente en la importancia que tiene que en los municipios de menos de cinco mil habitantes la cooperación entre comunidad autónoma y los cabildos sea primordial, para que siempre se preste, al menos, un servicio bibliotecario o similar y estos municipios con menor población tengan también acceso a recursos para el aprendizaje, la formación, la lectura, en definitiva, haya igualdad de acceso al conocimiento.

El directorio de bibliotecas de Canarias, otro de los instrumentos importantes que habilita la ley, permitirá la identificación y la búsqueda por criterios de localización geográfica, órgano gestor o titularidad de la información, de las bibliotecas y centros de documentación, manteniendo actualizados los datos, siendo un órgano que también deberá estar creado en el plazo de un año. Por lo que entendemos, todo se irá desarrollando en paralelo.

El mapa de bibliotecas públicas, concebido como el instrumento de planificación territorial, es un elemento clave que define el tipo de centros bibliotecarios, sus servicios y los parámetros que deben cumplirse respecto a superficie, equipamiento, personal y fondo bibliográfico, entre otros. Por ejemplo, el mapa insular, que corresponde a los cabildos, tendrá que estar elaborado, aprobado y actualizado como mínimo cada dos años; y, en el caso del mapa de bibliotecas públicas de Canarias, que corresponde al órgano competente en la materia de Administración pública de la comunidad autónoma, cada tres años.

Cambios lógicos que se solicitaban desde el informe del Consejo Consultivo ya que cierto es que es necesaria esta temporalidad entre uno y otro, ya que la elaboración del mapa de bibliotecas públicas depende de los datos del mapa insular.

Otro de los órganos en los que hay que esperar a su desarrollo reglamentario, concretamente a su organización y funcionamiento, es la red de bibliotecas, en el que previamente, por parte de la comunidad autónoma, se creará y mantendrá actualizado un registro en el que se inscribirán de oficio las bibliotecas integrantes en la red de bibliotecas. Con esto lo que quiero decir es que habrá que estar pendiente también a otro reglamento, al igual que ocurre con la integración en la red de bibliotecas, cuyos requisitos -que deben reunir las bibliotecas para su integración en la red- se harán por medio de esta normativa, con lo cual, habrá que esperar a ese texto para conocer tales objetivos.

Así mismo, desde nuestro grupo vemos con acierto la creación del Consejo Canario de la Lectura y las Bibliotecas, y que se reúna al menos con carácter anual, no solo por ser un órgano de asesoramiento y consulta sino que están representadas todas las administraciones públicas y sectores implicados, lo que ayudará a que el sector esté continuamente respaldado, con el objetivo puesto en la mejora y en la calidad de los servicios.

Respecto a la comisión técnica de la red, pues, también habrá que esperar para su composición al desarrollo reglamentario, por lo que entendemos que los grupos de trabajo a los que se hace referencia no se podrán establecer aún. Entendemos que la temporalidad para reunirse al menos dos veces al año es debido a la espacialización de estos trabajos.

Por otro lado, aplaudimos los planes de promoción de la lectura; totalmente necesarios para involucrar a edades tempranas y a los más jóvenes los beneficios y buenos hábitos de la lectura, con una política firme desde todos los centros educativos, para que Canarias se convierta en una comunidad donde leer no sea una imposición desde las escuelas, sino que se convierta en una práctica natural y habitual de los jóvenes dentro y fuera de las aulas.

Referente a las competencias de las administraciones públicas, están bien definidas, cuya cooperación entre las tres son clave para potenciar e involucrar una política real y efectiva en la búsqueda del fomento del uso de los servicios bibliotecarios, el hábito de la lectura y el uso de la información, aparte de conservar el patrimonio bibliográfico, legado que debemos cuidar y preservar. En este sentido, cobra especial importancia las labores de conservación y protección desde todas las instancias del patrimonio bibliográfico y para que se promuevan programas para la digitalización, su conservación y su difusión.

Fundamental, como no puede ser de otra manera, la financiación de la red. Y es por ello que deben quedar muy claros los correspondientes convenios de colaboración, especialmente con las administraciones locales, para que haya una adecuada prestación de los servicios bibliotecarios.

Por todo lo anterior, nuestro grupo votará a favor de esta toma en consideración, por lo que esperamos que todos seamos positivos y trabajar en un diálogo en la búsqueda de consensos, para que, con las aportaciones que hagamos todos los grupos en las enmiendas al articulado, mejoremos el texto y consigamos una ley que ayude al desarrollo de la sociedad canaria, a promover la difusión del conocimiento y garantice el derecho a acceder a la información y a la lectura desde todos los ámbitos.

Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Ramos Chinea.

Turno del Grupo de Nueva Canarias, señor Campos.

El señor CAMPOS JIMÉNEZ: Muchas gracias, señor presidente. Buenas tardes, casi noches ya, señorías.

Ya era hora. Ya era hora, porque se anunciaban en el debate de investidura casi cuarenta leyes por parte de este Gobierno; en los primeros tres años apenas tres, cuatro; en el último no treinta y seis, porque ni siquiera el Gobierno va a tener capacidad para presentar lo que dijo en el debate de investidura, pero van a empezar a caer multitud de leyes, lo que significa que no vamos a tener la capacidad, el tiempo, en ocasiones, el número de letrados, para poder desarrollar un trabajo adecuado. Creo que este Gobierno podía haber centrado más su acción en un elemento que es fundamental y de respeto también al trabajo de esta Cámara legislativa.

Ya era hora, porque Canarias, además, centrándonos en la ley de bibliotecas, era la única comunidad autónoma, el único territorio del conjunto del Estado español, que no tenía una ley o un texto normativo en este ámbito, porque es cierto que Asturias tampoco la tiene, pero tiene un decreto bastante bien desarrollado desde ya muchos años; el resto todas sin excepción, de las de derechas y de las de izquierdas, todas, sin excepción, contaban con una ley de bibliotecas aprobadas desde hace años. Ya era hora.

Y eso, lamentablemente, en un contexto en el que Canarias está entre las comunidades autónomas que más bibliotecas han cerrado desde 2014; era necesaria una ley de este tipo. Cierto es que las leyes no garantizan todo, y lo veremos luego cuando empecemos a analizar aspectos de esta, pero contribuye, contribuye a establecer un marco normativo, contribuye a establecer competencias y contribuye a exigir, a sancionar a quien incumple como usuarios, pero también a las administraciones desde el punto de vista de la exigencia del cumplimiento de lo que emana de esta ley.

Además, Canarias es la comunidad autónoma, el territorio, con menor porcentaje de usuarios inscritos en bibliotecas sobre la población total, Canarias ocupa la penúltima posición en porcentaje de lectores de libros en tiempo libre, siendo, además, la única comunidad que no aumentó ese porcentaje, esto aparece en el barómetro sobre hábitos de lectura y compra de libros en el año 2017.

Canarias, además, es la que tiene, desgraciadamente, bibliotecas escolares en activo de los peores porcentajes; Asturias, Galicia y Andalucía por encima del 95 %, ¿adivinan cuáles son las tres últimas o al menos una de las tres últimas?, Navarra, Baleares y Canarias. El Ministerio de Cultura, en el año 2016, en una estadística sobre bibliotecas públicas, tampoco salimos bien parados, ocupamos de las últimas posiciones y, en algunos casos, la última, en parámetros sobre cómo superficie bibliotecaria por cada 1000 habitantes, documento por habitante, adquisiciones por cada 1000 habitantes -población inscrita, como decía con anterioridad-, préstamo por habitante, gasto en colección por habitante y gasto corriente por habitante. Todo esto viene a denotar un problema en nuestra tierra y viene a denotar la necesidad de impulsar, de poner en marcha una ley que sea capaz de canalizar, corregir, fomentar el hábito de la lectura y el uso correcto y adecuado, expansivo, con las nuevas visiones que las últimas leyes, en el ámbito estatal, han sabido incorporar, no solamente como espacios de reclusión, de concentración, de lectura o de búsqueda sino con un aspecto muchísimo más amplio; yo no digo crear discotecas dentro de las bibliotecas pero, afortunadamente, en muchos sitios empiezan a ser espacios mucho más socializadores, espacios muchos más integrados, espacios mucho más abiertos.

También es verdad, además, que las casualidades no existen, que tanto el Ministerio de Cultura como el Gobierno de Canarias cortaron desde el año 2011 las subvenciones para las compras de novedades bibliográficas, sobre todo a ayuntamientos y cabildos, no tanto cabildos pero sí a ayuntamientos y de manera muy especial aquellos que menos recursos tienen. Las casualidades no existen; porque cuando uno luego va a una biblioteca de municipio y se encuentran con que no hay novedades pues no pretendamos que estén llenas a rebosar.

Las bibliotecas democratizan el acceso al conocimiento a toda la sociedad, es quizás de esos espacios, de una manera más amplia y muchísimo más formal, por decirlo de alguna forma, nuestro modelo educativo, pero las bibliotecas han significado siempre ese lugar donde, con independencia de la capacidad económica o del saber intelectual o el nivel cultural de cada persona, podía encontrar ese espacio para seguir enriqueciéndose, para seguir adquiriendo conocimiento, para enriquecerse como ser humano. Y algunos han llegado a definir la biblioteca como el espacio de libertad por antonomasia.

Aterrizando, dejamos un poquito de lado las estadísticas y este último espacio filosófico.

Estamos ante una ley que nosotros ya anticipamos que, obviamente, vamos a votar a favor su tramitación; estamos ante una ley en la que difícilmente encuentras nada que esté mal, pero sí que encuentras muchísimas lagunas y ausencias en las que tenemos que profundizar. Lo digo porque decepciona, decepciona después de que tras tres años llegue a este Parlamento una ley que siendo la última seremos el reflejo y estaremos ante la expectativa de otros muchos territorios para ver qué nivel de avances, qué nivel de innovación introducimos -bueno, ya le adelanto que con respecto a alguna de las que se han aprobado con anterioridad en otros territorios, por ejemplo Castilla-La Mancha, de avance poquito-; por tanto, creo que nos va a tocar en la fase de enmiendas mejorar este texto.

Como digo, está bien lo que hay, falta mucho para tener, después de 35 años, una ley de bibliotecas potente, de última generación, avanzada. Y es una ley que avanza, o sea, recoge muchísimos aspectos, obviamente, el nivel competencial, creo que es bastante clarificador; introduce algunos aspectos para el fomento de la lectura, su promoción, yo creo que escasos; genera ese mapa de bibliotecas absolutamente necesario. A partir de ahí, en ocasiones, es cuando tomamos esa dimensión de qué es lo que tenemos y, por tanto, qué nos falta y en ocasiones no debe ser exclusivamente un elemento estadístico: hay una biblioteca aquí y hay una biblioteca allí, tenemos que entrar a ver en qué condiciones se encuentra cada una de ellas; una de las cuestiones en la que también tenemos que profundizar y en la que quizás esta ley debe de ser más ambiciosa; no es razonable que tengamos bibliotecas, por ejemplo, en uno de sus servicios, en ocasiones esenciales, donde haya fotocopiadoras 3D y haya sitios donde no hay ni papel de calcar.

Estamos ante un territorio, el nuestro, modelo de país, se debe, y las leyes son las que garantizan ese marco unitario, al menos de mínimos. A partir es verdad que siempre nos encontraremos con municipios con mayor o menor flexibilidad; cabildos con lo propio; Gobierno hay uno, de momento, escaso, veremos de aquí en adelante. Y en ocasiones depende de ese concejal o concejala y muchas veces incluso del personal que está al frente de las bibliotecas, la mayoría de las veces, los grandes héroes de la historia que estoy relatando, al menos hasta hoy.

Derechos, obligaciones de los usuarios, esa red de bibliotecas de la que haré luego un comentario también, red de bibliotecas públicas de Canarias, y aborda dos elementos básicos: el sancionador -ese está en todas las leyes, yo ahí no voy a perder nada de tiempo-, pero otro que es esencial y es la financiación. Y en ese sentido empezamos a aterrizar en los aspectos que tenemos que concretar, este es uno de los elementos en los que hay que avanzar en la ley porque es la indefinición absoluta, se financiará adecuadamente en el marco de esta ley, siguiente artículo que, teóricamente, desarrolla este, el marco de la ley lo que dice es que cada, digamos, administración en función de competencias garantizará, pues, que se puedan cumplir los preceptos que esta ley tiene. ¿Sabe qué significa todo esto?, lo que tenemos hasta el día de hoy, poquito más porque a ver cómo somos capaces de calibrar cuánto, cómo, si es mucho o es poco. Y lo digo porque otro de los aspectos que tenemos que mejorar en la ley es que sea menos generalista.

Fíjese, probablemente si nosotros metiéramos en un buscador y analizáramos todas las palabras de la ley -al margen de la de biblioteca, probablemente y de algún artículo tipo "la, el, un"-, las palabras que más se repiten en la ley son palabras condicionadas, "podrá", "fomentará", "proveerá", "preverá", "impulsará". Es otra de las tareas que tenemos que intentar abordar en la fase de enmiendas, niveles de concreción mayores.

En eso coincidimos todos, hay que fomentar, lo que tenemos que trabajar es cómo...

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Un minuto más, señor Campos.

El señor CAMPOS JIMÉNEZ: ... de proveer y de prever todos estos aspectos.

No hay una red de biblioteca clara establecida aquí: lo que aparece es prácticamente es un catálogo único, por tanto, ahí tenemos también que intentar avanzar. Los niveles de coordinación prácticamente son nulos, no se establece ningún criterio de coordinación claro y definió en un elemento tan esencial como este, podríamos avanzar en mejorar los perfiles profesionales. Y, por supuesto, también avanzar muchísimo en el ámbito de las bibliotecas escolares que, como veíamos antes, ocupamos de los últimos puestos. Como ven, hay otras tareas importantísimas en materia de educación, en materia de cultura en el ámbito global en las que este Gobierno tendría que dedicarse, y quizás menos, a otras.

Me gustaría agradecer finalmente a todas aquellas personas que han contribuido a ayudarnos a entender bien esta ley, de manera muy especial a la Asociación de Personal Bibliotecario de Gran Canaria (Abigranca) y reconocer, felicitar y reivindicar, como decía con anterioridad, a todo el personal bibliotecario que con escasos recursos han sido capaces de sacar adelante este hermoso proyecto.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Campos.

Turno del Grupo Podemos, señor Márquez.

El señor MÁRQUEZ FANDIÑO: Gracias, presidente.

Comienzo como terminó el señor Campos, al cual felicito por su discurso, que comparto al cien por cien, la verdad que da gusto cuando se eleva el nivel del debate, se lo agradezco. Y quiero empezar agradeciendo a Abigranca, a la Asociación de Personal Bibliotecario de Gran Canaria, por el interés que han tenido en este proyecto, por el impulso que han dado reuniéndose con todos los grupos parlamentarios, con todos los partidos, con el impulso que han tenido durante años haciéndonos entender lo necesario y lo importante que era tener este proyecto de ley en marcha en Canarias, que llega con treinta años de retraso, como decía anteriormente el portavoz de Nueva Canarias, es la única comunidad autónoma que no tiene normativa, que no tiene legislación al respecto y resulta bastante incomprensible.

A mí me gustaría que nos planteáramos una pregunta muy sencilla y es qué tipo de sociedad queremos, ¿no?, hacia dónde estamos avanzando o hacia dónde queremos avanzar: ¿queremos una sociedad moderna, una sociedad culta, una sociedad con capacidad de emprender, de imaginar, de tener pensamiento crítica, queremos una sociedad especializada, tecnificada y que huye del conocimiento general y del enriquecimiento de la cultura y de la capacidad de apreciar la belleza? Porque si esa es la sociedad que nosotros queremos y que tiene que ver también, de una manera trasversal, con el conjunto de políticas que aplicamos en nuestra tierra -también las medioambientales-, si no somos capaces de apreciar lo de ellos, si no somos capaces de apreciar dónde está el conocimiento, dónde está el avance, cómo se construye la modernidad y qué significa eso, pues, difícilmente podemos tener una tierra sostenible y una tierra que nosotros defendemos.

Los datos que tenemos, y los voy a volver a repetir porque es que creo que tenemos que ser conscientes de ello: en superficie bibliotecaria por cada 1000 habitantes estamos en el puesto catorce de diecinueve en el Estado español; en documentos por habitantes estamos en el último puesto junto a Melilla; en adquisiciones por 1000 habitantes en el penúltimo puesto; en índice de rotación de colección puesto quince de diecinueve; en porcentaje de población inscrita en el último puesto; en préstamos por habitante en el puesto diecisiete de diecinueve; en gasto en colección por habitante en el penúltimo puesto; en gasto corriente por habitante en el último puesto; en habitantes por personal estamos en el primer puesto, y eso quiere decir que tenemos menos trabajadores por habitante que el resto de las comunidades autónoma, trabajadores que, además están desempeñando en condiciones absolutamente precarias. Y eso es una crítica que tenemos que hacernos todas las fuerzas políticas que estamos en esta Cámara.

Ahondando en estos malos resultados, seguimos con que Canarias está entre las comunidades autónomas en las que más bibliotecas se han cerrado desde el año 2014 y en las que menos población usuaria de bibliotecas existe, según el Instituto Nacional de Estadística. Y, miren, Canarias está entre las comunidades autónomas con menor porcentaje de bibliotecas escolares en activo, y aquí me detengo un momento: tenemos el menor número de bibliotecas escolares y, sin embargo, el Gobierno está estableciendo sus prioridades ¿en qué?, en los e-sports. ¿No les da vergüenza? A mí me daría vergüenza, señor consejero. Le agradezco que esté aquí escuchando el debate, pero, sinceramente, a mí me daría vergüenza que, teniendo el menor número de bibliotecas escolares, ustedes estén ahora, además, con esa soberbia, en minoría, intentando llevar adelante un proyecto que está rechazando el conjunto social y también el parlamentario, que es en los e-sports. A mí me daría vergüenza.

El laboratorio de investigación de SECABA-Rank, de la Universidad de Granada, coloca a Canarias en el último lugar del ranking sobre redes de lectura púbicas en España del año 2015; y Canarias ocupa la penúltima posición en porcentaje de lectores de libros en tiempo libre, siendo la única región en la que no ha aumentado ese porcentaje.

Si vemos los datos, que comparamos, por ejemplo, la inversión que ha habido en Canarias en el año 2018 para archivos y bibliotecas son 4 900 000 euros; Castilla-La Mancha, con menor población y PIB per cápita, tuvo un presupuesto, tiene un presupuesto, de 15 millones de euros, y hablamos de una comunidad que no es de las comunidades más ricas de España. Por lo tanto, nuestro esfuerzo, y, además, entendiendo que somos un archipiélago en el que desplazarse es muchísimo más complicado y tenemos un esfuerzo mayor, como lo hacemos en el sistema sanitario de verdad, porque entendemos que tenemos acercar los centros de salud, tenemos que acercar el servicio de salud a los ciudadanos, pues la bibliotecas también, también tenemos que acercar el servicio. Y, por lo tanto, el esfuerzo económico de inversión en infraestructuras debería ser mucho mayor que el de Castilla-La Mancha, entiendo yo. Pues mire: cuatro millones -cinco millones vamos a decir- frente a quince millones.

¿Con qué dinero se va a desarrollar la estructura del sistema bibliotecario? -una de las preguntas que lanzamos-; ¿cuáles son los recursos humanos y materiales de la futura biblioteca de Canarias, aunque sea un servicio descentralizado sin sede física?; ¿con qué presupuesto se pretende formar al personal de la red de bibliotecas?; ¿se podrá remedio a los cierres en fin de semana de la biblioteca pública del Estado de Santa Cruz de Tenerife, por ejemplo, por falta de personal? Hay muchas preguntas que tenemos, en ese sentido, y que deberemos resolver durante la ponencia.

El futuro de las bibliotecas en Canarias pasa por la aprobación de un texto legislativo -nadie lo duda-, pero de nada servirá si la Administración -que debe ser la garante del sistema, en este caso, el Gobierno de Canarias- no se toma en serio este asunto y provee de la financiación necesaria para articular una estructura coherente, eficaz y moderna.

No duden de la importancia de esta ley, ya que regula algo más que un sector concreto; las bibliotecas acompañan durante la educación en sus diferentes etapas, acogen a la comunidad sin discriminación de ningún tipo y forman en valores cívicos, entre otras cuestiones; y coincido en algo que se ha dicho muy parecido, y es que las bibliotecas, especialmente las públicas, son bastiones de la democracia y espacios de libertad.

Tenemos un trabajo arduo por delante los que vamos a ser ponentes en esta ley porque, así como hay cosas positivas y de verdad las valoro, hay muchas deficiencias, y, sobre todo, en el plano económico. Nosotros no vamos o, por lo menos, va a ser muy costoso tener el apoyo de Podemos si no se garantiza una ficha financiera que permita que el texto no sea papel mojado sino que realmente sea un texto legislativo que podamos llevar a cabo, por tanto, es una de las cuestiones en que vamos a insistir. Esta ley tiene que salir del Parlamento con la garantía de que se pueden llevar a cabo los proyectos que aquí queremos desarrollar, y, por tanto, tendrá que tendrá una ficha financiera.

Y, es más, tendrá que haber un compromiso que no ha habido desde los recortes del año 2008 en materia de cultura; no podemos seguir a la cola del Estado español en la inversión de cultura, no podemos seguir en esos datos que nos avergüenzan porque, ya digo, lapidan nuestra intención de generar una sociedad avanzada y moderna, que no solo es manejar un joystick, también es leer libros y también es tener acceso al conocimiento. El acceso a la cultura es fundamental.

Me gustaría también agradecer al Consejo Económico y Social, que ha hecho un análisis, un informe, estupendo, sobresaliente -desde mi punto de vista-, de esta ley, y creo que es una herramienta de la que podemos partir como análisis de base a la hora de desarrollar esas enmiendas y esa ponencia que tenemos que llevar a cabo. Creo que el Consejo Económico y Social, al cual felicito desde aquí, ha hecho un análisis exhaustivo y muy interesante al respecto. Sonríe el señor consejero porque seguramente habrá cosas que no le gusten. Pero cierto es que, además de recriminarles que no le pasaron el texto en tiempo y forma, plantea una serie de cuestiones que a mí me gustaría plantear hoy aquí brevemente.

Dice que este proyecto de ley debería ser más ambicioso en su pretensión y no quedarse solo en una mera norma de carácter organizativo, y disponer de un plan plurianual de inversión para aumentar la infraestructura bibliotecaria y la dotación bibliográfica, y convertir las bibliotecas en verdaderos centros culturales, insertos en las nuevas tecnologías y soportes digitales para ofrecer los diversos servicios culturales que la ciudadanía necesita, en la certeza de que el esfuerzo cuantitativo de la inversión se verá multiplicado, con toda seguridad, en un beneficio social y cultural de mucho mayor efecto a largo plazo.

Por tanto, debemos prever todas estas cuestiones a la hora de desarrollar nuestro proyecto legislativo que, desde mi punto de vista, y siendo el último, partimos con la ventaja de poder recoger aquellas cuestiones que han funcionado en otras comunidades autónomas; y, por tanto, hagamos un buen trabajo, yo creo deberemos centrarnos en esto, como debemos centrarnos en la cultura y de volver la centralidad a este debate, a volver a la centralidad del Parlamento de Canarias y no dejarlo como un mero florero de las políticas gubernamentales.

Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señor Márquez.

Turno del Grupo Popular, señora Luzardo.

La señora LUZARDO ROMANO: Gracias, señor presidente. Señorías. Buenas tardes.

Efectivamente, después de ocho años anunciando este proyecto de ley, hoy, a seis meses de la finalización de la legislatura, por fin llega el momento del debate de primera lectura del proyecto de ley.

Ya en el año 2010 se conoce un borrador de este anteproyecto, y fue precisamente en esta Cámara, en el año 2014, cuando se presentó una PNL, que fue aprobada por unanimidad, que instó al Gobierno de Canarias en aquel momento, 2014, a retomar la tramitación del proyecto de ley, para que lo remitiera a la mayor brevedad posible. Sin embargo, hoy estamos debatiéndolo en el año 2018.

Ya se ha dicho que una de las conclusiones del informe de la Comisión de Estudio sobre el sector cultural fue precisamente este, poner en marcha esta ley.

Señorías, lo que sí es cierto es que la cultura no ha sido una prioridad para los gobiernos de Coalición Canaria. Por el camino se han quedado otras leyes en materia de cultura. Esperemos que en este maratón de leyes de final de legislatura se aprueben, por lo menos, esta y la del patrimonio cultural.

No se ha tenido ningún interés, pese a que el señor Clavijo en la investidura dijo que era un proyecto urgente, la ley de mecenazgo ya nadie la espera. No es urgente, por lo visto, potenciar la creación e impulsar la promoción y la difusión de la cultura con mayúscula.

Señorías, este proyecto de ley sobre las bibliotecas -como pasó también con asuntos sociales- llega deprisa y corriendo, con el único objetivo de que el Gobierno pueda cubrir el expediente y salvar la cara cumpliendo algunos de sus compromisos. Esta parece ser la consigna de las últimas leyes aprobadas por el Consejo de Gobierno minoritario de Coalición Canaria; se llevan rápido para luego pasarlos a los informes preceptivos correspondientes y, además, no se van a desarrollar, son sin ficha financiera, y esa papa caliente, pues, tendrá que resolverla el próximo Gobierno que voten los canarios.

Como es costumbre, nos encontramos con una ley que no pasa, yo creo, que el mínimo examen crítico. Teníamos que partir de qué tenemos, qué falla, qué funciona, qué necesitamos, qué queremos y qué podemos; esta es la cuestión previa a la que debe responder este texto normativo. Debemos evaluar el sistema bibliotecario que existe en Canarias y definir el modelo de servicio bibliotecario que se desea.

Una mala ley complica y perjudica el desarrollo reglamentario de las bibliotecas y de los servicios que estas prestan. Por eso debe partir de la realidad, tener en cuenta a los destinatarios, contar con recursos económicos suficientes y ser flexible para adaptarse al cambio de los tiempos. También deber permitir, por supuesto, la participación de todas las administraciones, tanto en la toma de decisiones -según sus competencias- y también debe establecer cuáles son las responsabilidades de cada una de ellas.

En definitiva, debíamos pensar en una ley para los próximos veinte o veinticinco años sin que pierda la utilidad y la validez.

Señorías, el Grupo Popular se va a implicar en este proyecto, porque supone un punto de partida, malo, pero el único que tenemos en el que apoyarnos para mejorar la situación del sector. Pero ya le advierto y le digo, señor consejero, que nuestro respaldo no será gratuito.

Señorías, esto es lo que va a hacer el Grupo Popular: trabajar en el texto, darle la vuelta, convertirlo -porque hoy no vale más que el papel en el que está escrito- en una norma acorde a las necesidades del sector y, lo más importante, con un presupuesto digno para hacerla operativa desde el minuto uno.

Esto de aprobar una ley y luego ya vendrán otros que la desarrollen, no lo vamos a permitir. A través de las enmiendas parciales mejoraremos y especificaremos las cuestiones que son necesarias para consensuar este texto. No vamos a dar un cheque en blanco, ni vamos a ser cómplices de aprobar un texto que no resuelva el verdadero problema del sector cultural bibliotecario.

Canarias, ya se ha dicho, es la única comunidad que no tiene ley, que además tenemos unos equipamientos que ni siquiera cumplen, a veces, con la accesibilidad mínima y tampoco con los 200 m2 que debe tener una biblioteca.

Pero, bueno, nosotros creemos que todos, en pleno siglo XXI, todos los municipios deben tener -aunque tengan menos de cinco mil habitantes-, deben tener una biblioteca y un servicio de asistencia a domicilio.

Ya se han dado algunos datos, pero yo no me voy a resistir tampoco a ponerlos sobre la mesa: el último informe de PISA en materia de cultura, los datos que dan son demoledores, porque la prioridad de este Gobierno ya se ha dicho, de verdad, después del debate toda la mañana, a mí me dio sentimiento de decir, hemos pasado toda una mañana a debatir sobre los videojuegos y ahora estamos -a veces a lo mejor hasta con un poco de prisa- debatiendo la ley de bibliotecas. Sin embargo, las bibliotecas escolares, efectivamente ¿qué se han hecho en estos tres últimos tres años?, nada, no son importante las bibliotecas escolares.

Es verdad, ya lo han dicho los que me han precedido en el uso de la palabra cuáles son los datos que tenemos sobre la mesa; nosotros lo que queremos es no solo fomentar la lectura, no la queremos tutelada, queremos fomentar y por eso queremos poner en marcha lo mismo que han hecho otras comunidades autónomas. Ya se dijo también que el barómetro de hábitos de lectura y compra de libros 2017, elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España, sitúa a Canarias en la cola de España junto a Extremadura, el 43 % de los canarios no leen y Canarias se sitúa también en este último puesto en la compra de libros no de texto, estos son datos del año pasado. Si a todo esto le añadimos cuál es la situación real de la biblioteca, la verdad es que es para echarse a llorar.

Por cierto, yo quería preguntarle, señor consejero, cuántas bibliotecas se han puesto en marcha, escolares, en estos tres años. También le quería decir que por qué la biblioteca de Santa Cruz de Tenerife, la biblioteca del Estado, la que usted gestiona, sigue estando cerrada los fines de semana, ¿porque no es importante que los fines de semana esté abierta?; y la de Las Palmas está abierta porque se formó un revuelo cuando su antecesora pretendió cerrarla por un problema de personal. Al final todas estas cosas tienen mucho que ver, tienen mucha relación, y si hay canarios, la media se sitúa -de canarios que usan las bibliotecas- en un 20,5 %. Estos son los datos, quizás también nos tendríamos que preguntar por qué no hacemos algo más para propiciar y fomentar la lectura y el uso de la biblioteca. Hay que hacerla mucho más atractiva; se presentaban libros, venían los autores, se hacían comentarios de texto, en muchas bibliotecas había cinefórum. A lo mejor hay que ponerle otro nombre, pero hay que potenciar que la gente vaya de nuevo a la biblioteca y además con todo tipo de edad, no hace falta ser joven solo para ir a bibliotecas o ya estar en la edad de jubilación.

Nosotros consideramos, y además yo quería decirlo muy claro, he mirado muy bien la ley de Castilla-La Mancha y es verdad, o sea, ¿por qué no copiamos lo bueno, que otras comunidades autónomas están en un nivel mucho más alto? Antes se dijo, el presupuesto de la Comunidad de Castilla-La Mancha 15 millones, el de Canarias 4,9; claro, evidentemente en un año no vamos a conseguir eso, pero sí nos tenemos que plantear ser los mejores.

Le voy a dar otro dato, este fin de semana se cierra, ahora, en septiembre, se cierra la biblioteca Josefina Latorre, que está en la playa de Las Canteras, yo estoy segura que si usted le dice al alcalde -le decía, además diciéndoselo yo- que pone sobre la marcha los fondos necesarios para que permanezca abierta durante todo el año, el fin de semana esa biblioteca tiene usuarios, es atractiva, está en la Cícer, está en Las Palmas de Gran Canaria. Yo creo que hay que potenciar mucho más, mucho más la lectura y, sobre todo, hay que implicarse cada vez más en el resultado.

Nosotros vamos a proponer el pacto social por las bibliotecas, tal y como dice la ley de Castilla-La Mancha.

También le voy a decir una cosa: vamos a dejar claro el tema de los recursos humanos, el tema de personal, lo vamos a establecer a través de una disposición adicional porque, claro, esto del artículo 35 de la ley, que luego se desarrollará de manera reglamentaria... no. Lo vamos a poner en una disposición adicional y nos vamos a comprometer, en el texto de la ley, cómo tienen que quedar, de una vez por todas, los bibliotecarios, los bibliotecarios ayudantes, los auxiliares técnicos de bibliotecas, archivos y técnicos de documentación. Este es un tema que lleva, efectivamente, 25 años; pues tenemos que resolverlo de una vez.

Y tenemos también que establecer cuál va a ser la ficha financiera para desarrollar esta norma porque, miren, nosotros no vamos a aprobar una ley que no lleve la ficha financiera correspondiente; primero, porque al final sería un fracaso, yo creo que aquí no estamos para eso sino para comprometernos. Y, además, yo quiero decirles que, y le voy a agradecer también a Abigranca que nos ha aportado a todos los grupos que se han querido reunir con ellos -porque hay algunos grupos parlamentarios que no se han reunido con ellos-, nos han dado toda la información; llevamos desde antes de verano trabajando con ellos, no sé si la consejería ha trabajado con ellos, nosotros y los grupos parlamentarios sí.

Creo que es muy importante que la ley establezca la ficha financiera, resuelva de una vez por todas el problema de personal y, sobre todo, de acuerdo con los informes que se han hecho, tanto el Consejo Económico como el Consejo Consultivo; hombre, deja mucho que desear por ejemplo el tema de digitalización de documentos, lo hace de manera vaga, no establece cuál va a ser la sede de la biblioteca, del sistema canario de bibliotecas...

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Un minuto más, señora Luzardo.

La señora LUZARDO ROMANO: Gracias, señor presidente. Termino.

Yo no sé por qué dice una sede pero no dice cuál es la sede, yo creo que además ahí hay que mojarse y poner explícitamente dónde va a estar la sede de Canarias.

Y en relación al mapa, establecen unos plazos demasiados largos; los mapas insulares los tiene cada cabildo, y no hacen falta dos años para saber lo que cada cabildo tiene en relación al personal, a los servicios, a los fondos bibliográficos, a los equipamientos, y tres años para que luego se desarrolle las bibliotecas públicas de Canarias. Nosotros creemos que todas estas cuestiones tienen que estar claras.

Y termino diciendo que por favor se corrija, que es patrimonio, el título VII, es patrimonio bibliográfico de Canarias, no canario; no es lo mismo el nombre propio que el adjetivo. En esto me hizo mucho hincapié mi compañera de partido, María Isabel García Bolta, por eso lo quiero también resaltar.

Y, señorías, el día 24 de octubre se celebra el día de las bibliotecas, yo espero que este año no tengamos este titular: un año más sin ley de bibliotecas.

Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO (De la Hoz Fernández): Muchas gracias, señora Luzardo.

Turno del Grupo Socialista, señora Hernández.

La señora HERNÁNDEZ PÉREZ: Buenas tardes, tardes. Señorías. Señor presidente.

Hoy en este salón ha habido comentarios, ha habido debates, ha habido distintas disputas y, bueno, de las últimas cosas que recordé, lo que recuerdo, que les recuerdo a ustedes esta tarde, es que se utilizó la frase "miedo a lo nuevo". Miren, realmente, lo que yo tengo miedo realmente es a Coalición Canaria; ustedes han tardado veinticinco años, Lola, veinticinco años, desde 1994 para traer no 60 artículos como traen hoy aquí, eso sí que da miedo, pavor, porque la prudencia con que cinco grupos de seis hemos tratado ese tema de los juegos, que no sé ni cómo se llaman porque es que... no, eso del inglés... prefiero decirlo en castellano, que es "videojuego"; vale, pues de videojuegos nos ha llevado un debate que no coincidimos y que hoy ustedes han sacado una buena, digamos, recomendación en buena democracia por parte de cinco de los seis grupos de esta Cámara.

(La señora presidenta se reincorpora a su lugar en la Mesa).

Mire, yo creo que es bueno, ya que les estoy diciendo que desde el año 1994 se está hablando en esta misma sede, en este mismo Parlamento de Canarias, de la necesidad de la biblioteca de Canarias de nombres propios para que todos los recordemos, hay algunos que probablemente no tengan ni idea quién es, el primero que les voy a nombrar es a Miguel Cabrera Cabrera, a Ángel Marrero Alayón, Dulce Xerach Pérez, Víctor Moreno; aquí tenemos a la diputada María Dolores Padrón, que en el año 2005 y 2008 insistía -porque siempre ha sido una meta, una meta de los socialistas, la ley de bibliotecas-, insistía ante este Parlamento de que se dictara esta ley, se lo agradezco muchísimo porque, además, ahora, está entre nosotros; Isaac Godoy, José Manuel Hernández Aguiar, Milagros Luis. Toda esa gente ha prometido en prensa, en boletín oficial, aquí en este Parlamento, la ley que llega 24 años después de la primera vez que se estuvo hablando. Señores y señoras diputadas, son cientos de profesionales los que están detrás de las bibliotecas, y están detrás de la industria del libro, están detrás de la recepción de la persona que va a buscar un libro, veinticuatro años, veinticinco años me parece demasiado de falta de respeto, total, total. Y ahora los videojuegos estos pues sale en un plis plas, por intereses que algún día la historia los dirá.

Los que me antecedieron hablaron de la asociación Gran Canaria, que no recuerdo exactamente ahora cómo se llama, pero yo tengo que hablar también de una pequeña asociación: de la Asociación de Bibliotecas de Archivos de La Palma, que me han dado muchísima información y que se han reunido mucho conmigo. Ellos me recuerdan continuamente que el único mandato... (Rumores en la sala). (Pausa). Gracias. Que el único mandato que tienen los ayuntamientos en cultura, según el artículo 26, es una biblioteca, y no tiene ningún mandato más en cultura. Es decir, ¿qué ha hecho el Gobierno de Canarias con los ayuntamientos de Canarias? Los ha ofendido, no les ha dado una herramienta para poder trabajar como sería su deseo.

Miren, los que me antecedieron les dieron unas buenas indicaciones que no voy a repetir, y se los agradezco, cuando una habla la antepenúltima, a mí hoy me gustaría hablar después del señor García Ramos, a ver lo que dice Coalición Canaria, pero bueno, este es el tema del Parlamento.

Miren, ¿qué hacemos con este tema? Sinceramente, vamos a tener que trabajar duro porque, en conclusión, en la opinión no solamente mía sino del grupo al que represento y también de las personas que nos han asesorado esta ley, en conclusión, está a falta, es pobre, simple y sin aspiraciones de futuro, sin vida, está que le falta algo.

Un saludo, don Aurelio.

Bueno, yo también les digo otra cosa: el consejero empezó diciendo que era un compromiso del Gobierno. ¡Por favor, señores, por favor! ¿Pero de este Gobierno o de los anteriores? Investidura... Es decir, lo único que proponía el señor Clavijo en cultura era las cuatro leyes, y además era corta y pego, es decir, de la investidura cortó a la nacionalidad y al siguiente año. Nos vamos a quedar, como decía la diputada Luzardo, probablemente, ojalá que no, sin mecenazgo y sin archivo.

Y yo voy a aprovechar a hablar, ya que me queda un momento, de la urgencia de los archivos de Canarias.

Mire, si los socialistas defendemos a los libros, fíjese usted, en la fundación del Partido Socialista, en la Casa del Pueblo, enseñábamos a leer y escribir; y teníamos libros para enseñar a leer y escribir, imagínense si está dentro de nuestros genes lo que es un libro, y teníamos biblioteca en nuestra sede desde hace ciento cuarenta años. Mire, pero los archivos son libros por escribir -recuerde esto que le digo-, los archivos son libros por escribir.

Cada día se pierde en Canarias... no tengo encuestas ni nadie lo sabrá porque nadie del Gobierno o del Parlamento o de quien sea, los culpo a todo el mundo, se habrá molestado en averiguar cuánto, todos los días, cuánto se pierde de archivos bibliográficos, por eso con esos archivos hacemos los libros, estamos protegiendo a los libros.

Mire, esta ley hubiera sido perfecta, en mi opinión -supongo que tendrá quien le haya recomendado lo contrario-, que hubiera sido de archivos y de bibliotecas. De todas maneras, le agradezco que sea usted, pasará a la historia...

Bueno, tengo que decir otra cosa: mire, los datos que he sacado de la historia de 1994 no me los inventé; es tanta historia que está publicado en una monografía de una palmera, que ha estudiado todo lo que ha pasado, todas las promesas incumplidas de Coalición Canaria, todos los desplantes que hacía desde esta tribuna la consejera Milagro Luis a la diputada Padrón, cuántos desplantes y promesas que no se llegaron a concluir.

De todas maneras, el compromiso del Partido Socialista es apoyar, en el sentido de enmendar e intentar mejorar en positivo esta ley.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Hernández.

Para concluir, turno de intervenciones en la fijación de posiciones, por parte del Grupo Nacionalista el señor Ramos, García Ramos.

El señor GARCÍA RAMOS: Gracias, presidenta.

Yo pensaba que el debate de primera lectura de la ley de bibliotecas iba a ser sereno, porque hemos tenido una mañana y un ayer, también, muy movidos, ¿no?

Y yo hasta acusaba a mi portavoz, digo "siempre me metes en asuntos que son muy tranquilos", ¿no?, a mí me gusta, además, la batalla, ¿no? Pero doña María Victoria Hernández, mi querida compañera, pues, me abre la posibilidad de un debate.

Yo no estoy en Coalición Canaria, tengo un acuerdo electoral con ellos, pero Coalición Canaria se sabe defender muy sola, pero los años corren para todos los grupos políticos, doña María Victoria. Y los primeros consejeros de Cultura, y los primeros consejeros de Cultura, desde luego, un magnífico consejero de Cultura fue don Alfredo Herrera Piqué, y no hizo la ley; a don Alfredo Herrera Piqué lo sucedió el señor Pérez Moreno, y tampoco hizo la ley; y, luego, pues, ha venido Coalición Canaria y tampoco ha hecho la ley, eso es verdad. Pero los años corren para todos, los años corren para todos, así que el despiste ha sido generalizado.

El consejero ha hecho una exposición de lo que significa esta ley muy brillante, y yo creo que muy esclarecedora, y yo le agradezco que haya tenido la delicadez y la cortesía de nombrar al representante de uno de sus órganos, de la Viceconsejería de Cultura, a don Aurelio González y González, que se ha empeñado en esta ley desde el principio de sus labores; así que usted ha sido hoy cortés y elegante a la hora de reconocer el trabajo de uno de sus órganos.

Y yoo creo que está todo dicho, está todo dicho; yo creo que una biblioteca... lo que sí me llama la atención es que estamos hablando de libros, y a la vista de la concurrencia de señorías, se ve, como dice Yuval Noah Harari -tan de moda últimamente-, con su 21 lecciones para el siglo XXI, que la disrupción digital y el imperio de lo digital, la disrupción tecnológica y el imperio de lo digital, lo invade todo.

Esta mañana los videojuegos hicieron que todos estuviéramos presentes; ahora estamos hablando de libros y parece que a pocas señorías les interesa. El mundo es así, el mundo está cambiando y, evidentemente, tendremos que cambiar con él.

Pero, bueno, se ha dicho que éramos la única comunidad del Estado que no tenía una norma superior para las bibliotecas. Yo creo que esta ley contempla la parte legislativa de la Constitución española en cuanto a transferencias en cultura en cuanto a transferencias a las comunidades autónomas, también contempla lo que está en nuestro Estatuto de Autonomía en el artículo 33.1 -sobre competencias en cultura y en lectura- y luego también sigue las directrices de la asociación internacional de bibliotecarios, de las normas de la Unesco y las declaraciones, muy importantes, de Alejandría y de Lyon.

Yo creo que es una ley que está muy bien teorizada, y las personas que lo han hecho y con los que han, además, compartido información, debate y, sobre todo, síntesis -la Fecam, la Fecai, los profesionales, aquí se han dicho-, yo creo que han hecho una gran ley.

La ley tiene varios atractivos, tiene muchos atractivos, el consejero los ha enumerado: uno es que tiende a profesionalizar el oficio; uno de mis primeros trabajos cuando aún era estudiante de la facultad fue de ser bibliotecario y sé lo que es eso, ¿no?, pero aquí se exigen unos mínimos, porque muchas veces se ponen al frente de las bibliotecas a las personas menos idóneas y que lo único que hacen es espantar a los lectores. Hay que buscar, profesionalizar, en gran medida, a las personas que atiendan a los lectores, porque los lectores tenemos un gran problema -y aquí se han dicho cosas que también la crítica hay que aceptarla y si no nos autocriticamos no nos superamos-: en 2014 había 199 bibliotecas en Canarias; en 2016 había ya 185; yo no quiero saber las que hay en estos momentos, no tengo los datos, pero es verdad que hemos bajado el número de bibliotecas.

Los informes trienales de la OCDE, de PISA, conocido por PISA, nos dicen que somos de las comunidades con graves deficiencias en dos ámbitos: el primero la lectura y, el segundo, las matemáticas, pero primero la lectura. Por lo tanto, esos dos semáforos rojos nos tienen que alertar de que tenemos que tener mucho cuidado en diseñar una ley y una estructura. Aquí se ha hablado de la red de bibliotecas y del mapa de las bibliotecas, esta mañana yo tenía una cierta confusión después de leer la ley, y me lo aclaró el señor consejero: la red es lo que hay y el mapa es lo que faltaría. Y esto muy de acuerdo con el portavoz de Nueva Canarias, en el sentido de que hay que mirar muy bien dónde situamos las bibliotecas, porque a lo mejor las situamos en sitios que están completamente desiertos y hay que buscar dónde se sitúan. Y, por otra parte también, cuidar -estoy muy de acuerdo con usted- las bibliotecas escolares. Yo creo que ahí está el foco de todo, ahí se vinculan dos ámbitos que son la educación y la cultura. Y lo digo yo, además, que he estado en programas, bueno, dando cuenta de mis libros en muchas bibliotecas escolares y veo el esfuerzo del profesorado por inculcar a su alumnado la tarea de la lectura. Y ahí es donde realmente hay un caldo de cultivo que hay que aprovechar. Las bibliotecas universitarias caminan por su lado. Las bibliotecas especializadas caminan también por su lado. Las bibliotecas de sociedades privadas también tienen... pero las bibliotecas escolares, estoy de acuerdo con usted, señor Campos, hay que hacer un esfuerzo muy decidido.

Yo creo que es una ley también que establece el contacto entre las distintas bibliotecas; hoy el intercambio de información es fundamental y es muy fácil, además, lo digital, además, nos permite todo esto.

Es una ley sencilla, como también se ha dicho, con 9 títulos y apenas diez disposiciones, y establece también una estructura, una estructura que a mí me parece... No hay sedes, señora Luzardo, la Biblioteca de Canarias no va a tener una sede, es un ente, si a usted le gusta, regional -a mí me gustaría decir nacional canario-. Es un ente, por lo tanto, no hay sedes, no vamos a pelearnos ahora por dónde está la sede de la biblioteca canaria, va a ser una sede que está en el ámbito de toda la comunidad. Luego establece también un Consejo Canario de la Lectura y de las Bibliotecas, que a mí me parece también muy importante que los especialistas digan cómo surtimos a las bibliotecas.

También decía el señor Campos, hoy ha estado usted muy sembrado, señor Campos, tengo que decírselo, tiene que decirnos qué libros atractivos ponemos en las bibliotecas porque muchas veces va uno a bibliotecas, a bibliotecas, además, municipales y aquello -el catálogo de novedades- no se ha movido en 20 años, entonces, no le vamos a pedir a un joven que entre y se interese por algo que a lo mejor no está ahí, no están ahí sus expectativas. Por lo tanto, hay que buscar que ese consejo, y yo quiero pensar que todos estos órganos van a tener operatividad, ese consejo va a aconsejar además a los profesionales de cómo tienen que tener surtidas sus bibliotecas.

También se habla de la Biblioteca de Canarias como órgano rector y la red de bibliotecas y del mapa de las bibliotecas. Yo creo que es una ley que, para empezar a hablar, da mucho de sí, está informada por la Fecam, está informada por la Fecai, el Consejo Consultivo, Servicios Jurídicos, Hacienda, lo de la ficha financiera también hay que insistir, es decir, no nos olvidemos de que tampoco todo esto puede ser papel mojado sino que a esto hay que ponerle los cuartos detrás oyendo la conversación. Y, por lo tanto, yo creo que es una ley en que en primera lectura, no tiene enmienda a la totalidad, podemos empezar a hablar, e igual que hemos hecho el trabajo en la Comisión de estudio de Cultura, donde nos entendimos todos tan bien, el señor Márquez lo ha recordado, yo creo que podemos empezar a hablar también con esta ley, y a ver si la sacamos, porque es muy necesario, en este momento, donde la lectura está dando marcha atrás y donde todos sabemos que una biblioteca, como decía o como ha dicho don Emilio Lledó, catedrático de más de... excatedrático de la Universidad de La Laguna, de Filosofía, una biblioteca es memoria, diálogo y luz. Y yo creo que necesitamos memoria, necesitamos diálogo y sobre todo necesitamos luz para lo que alguien dijo aquí también, y no me acuerdo ahora quién lo dijo, para enfrentar el mundo que se nos viene encima tan complejo y tan difícil de entender, como nos sucede a todos nosotros, pero a los que más les sucede es a nuestros jóvenes.

Nada más y muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor García Ramos.

Señorías, hemos sustanciado todo el orden del día, por tanto, se levanta la sesión.

Muchas gracias.

(Se levanta la sesión a las dieciocho horas y cincuenta y nueve minutos).