Diario de Sesiones 40, de fecha 29/7/2020
Punto 5
10L/I-0005 INTERPELACIÓN DEL GRUPO PARLAMENTARIO NACIONALISTA CANARIO (CC-PNC-AHI), SOBRE LAS PREVISIONES DE PLAN DE ACCIÓN EXTRAORDINARIO PARA LA REACTIVACIÓN DEL SISTEMA SANITARIO CANARIO, ASÍ COMO LAS PREVISIONES CONCRETAS DE UN PLAN DE CONTINGENCIA PARA HACER FRENTE A CUALQUIER POSIBLE REBROTE DEL COVID-19, DIRIGIDA AL SEÑOR CONSEJERO DE SANIDAD.
El señor PRESIDENTE: Continuamos con las interpelaciones. En este caso, también del Grupo Nacionalista Canario, sobre las previsiones del plan de acción extraordinario para la reactivación del sistema sanitario canario, así como las previsiones concretas de un plan de contingencia para hacer frente a cualquier posible rebrote del COVID-19, dirigida al señor consejero de Sanidad.
Tiene la palabra, señor Díaz-Estébanez. Adelante.
(El señor diputado hace uso de medios audiovisuales. Se reproduce un fragmento de una intervención, emitida por TVE, del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón Soria).
El señor DÍAZ-ESTÉBANEZ LEÓN: Pues realmente agradezco que los belgas decidan...; no recomienden venir a España es un problema que nos quitan: menos riesgo de importación de casos. Fin de la cita, Fernando Simón, director del centro de emergencias y futuro premio a la excelencia de la promoción turística de España. Uno podrá estar más o menos de acuerdo, decir que dijo además otras cosas, podrá justificarlo, podrá perdonarlo, podrá matizarlo, pero lo que no puede es venir aquí a decir que no dijo lo que dijo, porque la tozuda realidad desmiente ese pataleo.
Y dicho lo anterior, para dejar claro lo de ayer, paso al objeto específico de la interpelación.
Mire, las circunstancias llevan necesariamente a reacciones y actos igualmente extraordinarios, pero, créame, señor consejero, la mejor improvisación es la que requiere una concienzuda preparación. Improvisar es reaccionar, pero no recurrir a ocurrencias de incierto resultado. Las tremendas consecuencias de la pandemia del COVID, desde el punto de vista sanitario, hacen aún más necesario actualizar un plan de acción eficaz y realista que permita no solo atender a esa situación puntual, sino además reactivar todo un sistema que se ha visto prácticamente paralizado en todas sus facetas.
No nos llevemos a engaño, la situación de parálisis de la gestión sanitaria es anterior a la declaración de la pandemia. Tras cuatro semestres continuados de mejoras en todos los parámetros de las listas de espera sanitaria -quirúrgica, de consulta, de tiempos medios de espera, que ayer también se ponía en duda-, dos años continuados de mejoras, el segundo semestre del 2019, el primero de la actual legislatura y anterior, por tanto, a la situación de crisis, supuso el mayor retroceso estadístico en años para la sanidad canaria. Los conflictos con todos los colectivos, profesionales, sindicales, de usuarios y pacientes, que llevó incluso al preanuncio de huelgas generales, salvadas in extremis por la intermediación del presidente del Gobierno en persona, en ese papel de bombero que susurra a los caballos, ese papel que tanto le gusta, no hacían más que poner de relieve la falta de capacidad de gestión de un equipo sin experiencia y sin interlocución, que veían frustradas una y otra vez sus expectativas en cuanto a la carrera profesional, fundamentalmente por incumplimientos en cuanto a las ofertas públicas de empleo.
La enésima rectificación de una consejería, ya en el mes de febrero, respecto a su promesa estrella de ofrecer los datos de lista de espera con carácter mensual, en vez de semestral, como era hasta entonces, era la culminación del momento más esperpéntico, con la publicación de un supuesto informe para analizar la problemática y soluciones a las listas de espera, y lo que hizo fue responsabilizar groseramente a los propios profesionales sanitarios de esos atascos, hasta acusarlos de peseteros. Uso esta expresión porque es la que usaron los propios profesionales en su nota de prensa por lo que consideraron insultante actitud de la consejería.
Pésimos datos en lista de espera, altísima conflictividad laboral, incapacidad para planificar y poner en marcha las ofertas públicas de empleo, problemas internos de gestión en varios centros hospitalarios, retrasos en la ejecución de las infraestructuras sanitarias, planificadas desde la anterior legislatura, este era el balance ya antes de la terrible situación de crisis sanitaria.
Tampoco se fue capaz, sobre todo en un primer momento, y, es cierto, más por culpa de una fallida centralización de compras por parte del Gobierno central que de las autoridades canarias, no se fue capaz, como digo, de dotarse con rapidez y buena distribución de los equipamientos de protección, los EPI, a esos soldados en primera línea de batalla, y resulta evidente que fue un factor decisivo a la hora de los malos datos de Canarias respecto al personal sanitario contagiado.
Incapaz también de articular un sistema coordinado que aunase esfuerzos con los centros privados, con el resto de departamentos del Gobierno y con otras instituciones.
Agotada, en definitiva, la paciencia de prácticamente toda la sociedad, el presidente del Gobierno no tuvo otra opción que cesar a la consejera de Sanidad y nombrar un sustituto provisional, al tiempo que conformar un equipo multidisciplinar con profesionales de acreditada trayectoria y gestión, entre ellos muchos de la tan denostada etapa anterior, para hacer frente a esa difícil situación.
No es creíble, por tanto, ese absurdo relato -se lo he dicho ya algunas veces- con el mito de que todo se hizo bien, sin reconocer un solo error, cuando esta crisis se llevó por delante nada menos que a dos consejeras, la de Sanidad y la de Educación, cosa que no ha ocurrido en ninguna otra comunidad autónoma. Una cosa es agradecer el esfuerzo, y yo el esfuerzo y la buena intención no se la niego a nadie, y otra muy distinta es felicitar por el resultado, como si todos esos ceses hubiesen sido culpa de la mala suerte, una extraña ruleta rusa política donde simplemente hubo que sacrificar a los dioses un par de consejeras a ver si todo esto pasa.
Mire, la medida, aunque dolorosa, por usar el término que empleó el propio presidente del Gobierno, se demostró eficaz en comparación con la situación hasta ese momento y, de hecho, los datos de control de la enfermedad, ciertamente ayudados por la situación de insularidad y lejanía, que esta vez jugaron a nuestro favor, consiguieron dar una tregua a Canarias.
En todo momento el Gobierno de Canarias contó con la colaboración y la aportación positiva de multitud de iniciativas, de ideas, de apoyo de otras fuerzas políticas, muy concretamente de nuestro Grupo Nacionalista, Coalición Canaria-PNC. Ahora bien, lo dije también en otra ocasión, esta posición de responsabilidad no puede tomarse ni debe confundirse con una coartada o justificación a los errores que se han cometido, que no son pocos, y así ha quedado de manifiesto. Y es que además, señor consejero, tengo que confesar mi desconcierto, diría incluso mi asombro, por la actitud que está usted demostrando en apenas estas primeras semanas desde que tomó posesión. Sinceramente, estaba convencido de que su experiencia política le llevaría a intentar recomponer puentes que se habían dinamitado y tejer una especie de red de confianza, esencial creemos nosotros, para aunar fuerzas de cara al tremendo panorama que se nos avecina. En lugar de ello, lo que hasta ahora hemos visto es una primera propuesta de retribución extraordinaria al personal sanitario que dejó fuera injustamente a colectivos como el de urgencias, atención primaria o a los celadores. Supongo que lo rectificará.
No rectificar tampoco el error de un cese injusto y arbitrario del coordinador de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias y, claro, en su intento de justificación lo que hizo fue llevarse por delante el prestigio profesional de todo el personal del centro, hasta el punto de conseguir el enorme mérito de poner de acuerdo a todos los sindicatos -mire que es difícil- para exigirle a usted la rectificación de tan desafortunadas palabras en sede parlamentaria, incluso amenazando con la interposición de una demanda judicial si no lo hace así. Por cierto, hoy tiene una magnífica oportunidad de hacerlo.
Para completar el panorama, según denuncia el colectivo Confluencia de Médicos de Hospitales de Canarias, denunciaron públicamente el tranque, como solemos decir aquí, que usted les dio, un plantón impresentable, a la reunión que tenía prevista con ellos. Una falta de respeto que tendrá respuesta, dijo textualmente este colectivo.
A ello debe sumarse, como hemos reiterado, que el propio sistema sanitario sufre daños colaterales en cuanto a la ralentización, en algunos casos verdadera parálisis o colapso, del tratamiento en otras patologías, que lógicamente se han visto relegadas por la atención prioritaria hacia el COVID. Y ello requiere a su vez que se planifique, se estructure y se dote adecuadamente tanto en medios económicos como materiales y humanos, un programa extraordinario de reactivación del sistema sanitario, para intentar recuperar, en el más breve espacio posible de tiempo, el ritmo de atención anterior a la crisis y con la ambición de mejorarlo progresivamente.
Lógicamente, a esto se añade la necesaria previsión de un plan de contingencia adecuado a una estructura insular, y hacemos especial hincapié en esa estructura de cada isla, en caso de un posible rebrote de la enfermedad.
Como en otras áreas del Gobierno, es cierto, pero muy particularmente en Sanidad, por razones evidentes, una de las primeras cuestiones es conocer si Canarias puede contar con los recursos económicos necesarios para llevar a cabo todas estas medidas. Seguir parapetados en esa cerril posición de que la mejor respuesta presupuestaria a las actuales circunstancias es mantener inalterable el actual presupuesto no solo es irreal sino absolutamente carente de credibilidad, porque fue elaborado, lógicamente, antes y sin tener en cuenta estas circunstancias, y no creo que las dotes de adivinación también adornen al señor vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda.
Hoy tiene oportunidad también, señor consejero, para desgranar y justificar el reparto de fondos extraordinarios provenientes del Gobierno central.
En cuanto a las dotaciones económicas, al menos respecto al criterio estrictamente sanitario, y que aunque algo se ha conseguido mejorar respecto a la nefasta primera propuesta sigue dejando a Canarias muy por debajo de lo que le correspondería, simplemente por el número de habitantes, pensando solo en el gasto efectivamente realizado por número de pruebas, etcétera, pero sin entender que por condiciones objetivas de insularidad y lejanía siempre es mayor ese gasto en Canarias que en territorio continental, y no digamos nada en lo que se refiere a la previsión de pérdida de ingresos y cómo afectará, esta crisis económica, a un archipiélago cuyo principal motor económico es el turismo... Quizá en la segunda intervención podamos abundar específicamente en esta materia con las magníficas declaraciones del señor Simón.
Tampoco conocemos la concreción de la previsión para recuperar el sistema de provisión del personal ni tan siquiera cómo se articulará concretamente la retribución extraordinaria por los servicios prestados durante esta pandemia, cuya propuesta inicial -ya lo hemos dicho- dejaba sangrantes olvidos.
Resulta evidente que son muchas más las incertidumbres que las certezas en cuanto al panorama que se avecina para la atención sanitaria en Canarias.
¿Nos permite un minuto, señor presidente? (La Presidencia le concede un tiempo adicional). Muchas gracias.
Esperamos, por tanto, señor consejero, que dé cumplida cuenta de estas imprescindibles previsiones sobre un plan de acción extraordinario para la reactivación del sistema sanitario canario, tanto en su dotación de medios económicos, materiales y humanos como en su temporalidad para alcanzar los objetivos, así como las previsiones concretas de un plan de contingencia, de acuerdo con nuestra estructura insular, para hacer frente en cada una de las islas si se diera ese brote. Será en función de esas explicaciones de hoy en esta Cámara cuando decidamos, conforme al Reglamento, presentar o no una moción a modo de propuesta de resolución, conforme a lo que usted nos diga.
Es inevitable, señor consejero... (corte del sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo) que a estas alturas tenga esto un cierto aire de evaluación de curso. No le daré un suspenso a este Gobierno en esta materia, le daré un no presentado en muchas de las cuestiones. Señor consejero, es tiempo de actitud y de aptitud, es tiempo de previsión para que, cuando sea estrictamente necesario, salga bien también la improvisación; es tiempo de recomponer puentes y crear esa red de confianza, no de sectarismos estériles y partidistas. Es tiempo, señor consejero, de no perder el tiempo.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Díaz-Estébanez.
Turno para el Gobierno. Adelante.
El señor CONSEJERO DE SANIDAD (Trujillo Oramas): Señor presidente, señorías, buenos días.
Me comentaba en la primera intervención en que estuve en una comisión en este Parlamento, a la toma de posesión, que no nos podían dar cien días de gracia y me parece muy bien, lo que no podemos admitir es que nos dé veinte años para atrás. Porque, por ejemplo, ha hablado de conflictos del personal, de inestabilidad, de OPE, etcétera. Le invito a que usted mire cuál es el nivel de temporalidad, esa figura que está en nuestro acervo, eventual y estructural, que le aseguro que no existe en el derecho laboral, y mire los años en los que está esa situación.
Ha agotado una primera parte de su intervención para hacer una especie de moción de censura o de reprobación a la actuación anterior en esta consejería por parte de nuestra anterior compañera, acusándola de improvisar, le ha endosado los conflictos del personal, que sobre todo versan sobre la estabilidad, y luego una frase, que no sé si es cierta o no es cierta, "todo se hizo bien". ¡Nadie ha hecho nada bien del todo! Cuando habla de improvisar, es que dígame usted un Gobierno, no ya autonómico, cualquiera, de cualquier país, que no haya tenido que estar permanentemente rectificando las medidas ante un reto como el que ha supuesto esta pandemia. De verdad, les invito a que busquen alguno.
Luego, en ese tema de ir marcha atrás, me viene a mí a hablar de la retribución extraordinaria, no propuesta por mí, y que estamos en estos momentos negociando, obviamente, con los representantes de los trabajadores; o el cese del director de Urgencias del HUC, que tampoco tiene que ver con el momento en el que yo tomo posesión y que evidentemente es un asunto a resolver.
Luego comenta una cuestión, esto de un plante a una plataforma. Le invito a que llame al portavoz y dígale que le dé la fecha de cuándo nos volvemos a reunir y de por qué no se pudo celebrar esa reunión. Seguro que cambia el calificativo de "plante".
Y ahora me voy a meter en el objeto de verdad de la interpelación, que es lo que usted viene a contarnos, de que planifique, planteemos una acción extraordinaria para simultanear lo que es la asistencia ordinaria a lo que son las prevenciones para el COVID y que tengamos un plan de contingencia. No me habrá escuchado usted, ha dicho otra frase, hay que mantener inalterable el presupuesto. Ningún presupuesto, ni autonómico ni español ni comunitario, se puede mantener inalterable, es evidente, o sea, quien haya dicho eso desde luego ha cometido un error.
Y yo entro a responderle a lo que usted pide, que en gran medida ya usted conoce. En estos días que hemos estado aquí hemos estado analizando, en esta semana, los mecanismos de vigilancia y prevención en todos sus niveles para la lucha contra el COVID, el plan de contingencia de la Dirección General de Programas Asistenciales, realizado con la colaboración de las gerencias, para ver la dotación de camas, con el máximo nivel de dotación asistencial, que fue una comparecencia expresa; la compra de materiales -le dimos además el dato-, 60 millones de euros, desglosados todos los materiales uno por uno; el volumen de contrataciones que hemos efectuado y las previsiones; los planes de contingencia de Salud Pública, de los servicios de emergencias, hospitalarios y de todos los centros de salud, en definitiva, la atención primaria. Y ayer mismo, en otra comparecencia, hablábamos de los mecanismos para poner en marcha todo lo que es la atención a esa otra parte de la atención sanitaria que se había visto relegada como consecuencia de la aplicación del COVID. Por lo tanto, todo eso ya lo hemos estado manifestando aquí. Evidentemente, en la incertidumbre de qué puede pasar, hemos establecido distintos escenarios para adaptar toda la organización del sistema sanitario en función de la interacción entre la asistencia ordinaria y lo que puede ser el nivel de la pandemia.
Por cierto, todo eso también, y ayer lo comentábamos perfectamente, en un marco donde también se simultanea otro elemento, como va a ser la gripe estacional. Que, por cierto, por darles un dato, muchas publicaciones científicas ya están evidenciando o poniendo como hipótesis básica que los datos, bastante negativos, del ejercicio pasado, de la temporada de invierno pasada, vienen a significar que ya en diciembre teníamos al COVID este, 19, interactuando con la gripe, digamos, estacional.
Hemos elaborado un documento que tiene que ver con esa estrategia, se llama así, para implementar y reorganizar todo el Servicio Canario de la Salud, y ese todavía no lo habíamos visto en esta Cámara, en función de, como digo, los distintos escenarios de la pandemia. Y aquí hay tres indicadores de seguimiento: por un lado, criterios epidemiológicos; por otro lado, elementos que son medidas de contención; y el tercero es la capacidad suficiente del sistema sanitario a nivel de atención hospitalaria y a nivel de atención primaria.
Por decírselo de una manera muy resumida para no agotar todo el tiempo, las acciones a implementar en función de los niveles de la pandemia serán: en primer lugar, un cuadro de mando de indicadores relacionados con el COVID y se deberán recoger no solo los que se enumeran en la Orden de 11 de mayo sino también todo lo relacionado con la presión asistencial hospitalaria.
Segundo, cada gerencia debe asegurar reservas para dar respuesta a la demanda media generada en su máximo valor, con un horizonte temporal -era uno de los elementos por los que usted preguntaba- de al menos tres meses. Es imprescindible que se asegure que los proveedores y productos cumplen con los requisitos de calidad exigidos y marcados por la Unión Europea.
Asegurar la existencia de EPI en todos los centros sanitarios de la comunidad. En este apartado se incluyen también las calzas, las batas quirúrgicas, las batas, delantales, guantes, buzos impermeables, gafas, pantallas faciales, gorros y mascarillas quirúrgicas.
Asegurar el estado del equipamiento de electromedicina de los servicios críticos y urgencias, con especial atención a respiradores y a sistemas de monitorización, tanto en su correcto funcionamiento como en el número suficiente de unidades.
Control del estocaje de medicamentos críticos -es un elemento también que habíamos comentado-.
Formación del personal para poder adaptarse a toda esta nueva realidad. Cada gerencia sanitaria deberá realizar auditorías internas sobre el cumplimiento del protocolo de higiene y desinfección de cada centro.
En materia de recursos humanos, el correcto dimensionamiento de las plantillas en todo momento en función de las demandas que se vayan presentando. Se recomienda, además, tener bolsas específicas de enfermería y de técnicos de cuidados auxiliares de enfermería. Evidentemente, para poder, además, tener presencia de todos estos recursos humanos se tiene que regular de una manera especial todo el tema de las vacaciones para asegurar el mayor nivel de plantillas en todo momento.
Realizar, además, una formación exhaustiva de los técnicos de laboratorio. Otra formación específica a los equipos de atención primaria en materia de triaje. Fomentar los equipos de triaje en las urgencias hospitalarias.
Valorar el adelanto de la campaña -cómo no- de vacunación contra la gripe, que estamos intentando que la cifra sea superior al ochenta por ciento del personal, tanto entre los profesionales sanitarios como en los grupos de riesgo.
Los servicios de urgencias hospitalarias, por su parte, definirán un área de atención a pacientes sospechosos de presentar COVID-19. Los servicios de urgencia también dispondrán en los almacenes locales de equipos de EPI completos para ser utilizados de manera inmediata por los profesionales en cada turno de trabajo. Se considera que, como criterio de mínimos, deben existir gafas, pantallas faciales, batas impermeables, guantes, mascarillas FFP2, en número equivalente el 50 % de la plantilla habitual de un turno de trabajo.
Y estas son las medidas a implementar al resto de los elementos, programas, planes de contingencia, que en estos últimos días hemos estado analizando tanto aquí, en el pleno, como en la comisión.
Todos estos documentos, todos estos documentos han sido remitidos, a través de la comisión interterritorial de salud de España, al ministerio, exactamente igual que las otras comunidades autónomas, por cuanto nos hemos impuesto, cada comunidad autónoma, conjuntamente con el ministerio, elaborar estos planes conjuntamente, con lo que se denomina reserva estratégica, que es lo que hace referencia a los materiales, medicamentos, etcétera, para poder prevenir una nueva oleada de la pandemia.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor consejero.
Señor diputado, Díaz-Estébanez.
El señor DÍAZ-ESTÉBANEZ LEÓN: Gracias, señor presidente.
Señor consejero, en fin, usted con esa tremenda originalidad que caracteriza a este Gobierno cuando contesta, ha acudido a lo de "no pueden pedirnos que den veinte años para atrás". No, no, si nadie le pide que den veinte años para atrás. No, no, no. No, no, no.
Mire, vamos a hacer algo revolucionario en este Parlamento en esta legislatura, algo inaudito: vamos a hacer como que ustedes son el Gobierno y nosotros la oposición, vamos a hacer como que nosotros interpelamos y pedimos cuentas de lo que hacen y ustedes responden de lo que han hecho. Vamos a hacer, no esa especie de caricatura que vemos casi cada pleno, de unas comparecencias que piden los grupos que apoyan al Gobierno para que vengan los consejeros del Gobierno a decir qué guapo es el Gobierno y qué mal lo hizo lo que hoy es la oposición hace tres, cinco, diez o veinte años. Es que en eso consiste la democracia, es algo revolucionario. Yo sé que le va a costar pero inténtelo. A nosotros nos cuesta pasar a la oposición: ¡asuman ustedes que están en el Gobierno!
Mire, cuando dice que llevamos veinte años para atrás, claro que llevamos veinte años; se han tenido mejoras, también cosas peores, luces, sombras, hemos compartido gobierno. Por poner un ejemplo concreto, vayámonos al mandato anterior: Sanidad, dos años con el PSOE, dos años con Coalición; dos años de empeoramiento, dos años de mejora; dos años de peores listas de espera, dos años de mejora en las listas de espera; dos años de catástrofe y de colapso, dos años de acuerdo con los sindicatos. Por cierto, cuando habla usted de esa temporalidad, que es verdad, tenemos todos responsabilidad, pregúnteles a esos colectivos con quién llegaron a un acuerdo antes de las elecciones para planificar las ofertas públicas de empleo. Lo digo porque lo tiene muy fácil, es que el director del Servicio Canario de Salud con que llegó a esos acuerdos está hoy en su Gobierno. Seguro que lo conoce y le puede informar.
Miren, dice: no, es que quien haya dicho que los presupuestos hay que mantenerlos inalterados ha cometido un error. Pues a lo mejor sí, dígaselo a su consejero de Hacienda y vicepresidente del Gobierno. Pero lo que le digo es, dentro de todas esas previsiones... Y creo que algunas de las cuestiones que usted plantea no solo son acertadas sino que lo que hay es que verlas plasmadas en el tiempo, y yo le tengo que dar ese margen de confianza.
Bueno, la temporalidad no ha comentado mucho, pero quiero creer que esta vez sí, que esta vez, cuando dice que está el material previsto, que podemos hacer frente a esa crisis, que está almacenado, yo quiero creer que es verdad y que además esa mancomunidad de información que se está teniendo con el ministerio va a dar como resultado la mayor garantía en esas previsiones. Pero lo siento, voy a volver a ser muy pesado, vuelvo con las mascarillas y vuelvo con los test. Ayer me regateó cuatro veces, porque intervino cuatro veces y me dio cuatro tranques, porque no me dijo al final qué pasa con las mascarillas, no me dice qué pasa con la puesta en marcha de la PNL, no me dice por qué sí o por qué no hay que poner el uso obligatorio. Me volverá a repetir lo que sí han hecho, pero no lo que van a hacer ni por qué, porque estoy convencido de que no lo van a hacer ahora, quizá porque no lo sepan. Y después con lo de los test. Mire, yo hoy me que quedado mucho más tranquilo al leer el periódico y escuchar, por lo menos, a la consejera de Turismo en la línea donde la había escuchado durante todas estas semanas, que es que seguirán luchando por que se hagan test. Y no como escuché a algún portavoz de algún grupo ayer, decir que lo de los test PCR, pues, eso ya... bueno, tampoco es pa tanto, no indica mucho, porque total... No, no, indica mucho, hay que hacerlos, hay que intentarlos hacer en origen, que es lo que vamos a hacer para demostrar esa carta de seguridad que es imprescindible para nuestro desarrollo económico presente y futuro.
Y si no son test PCR, si por ejemplo -y ayer lo pregunté pero lamentablemente también sin respuesta-, si se está estudiando, por ejemplo, el sistema pooling, ese pool testing, que permite, al menos, hacerlos de manera grupal... -supongo que le habrán presentado a usted este proyecto o lo conocerá, porque está avalado, entre otros, por el Consejo de Investigaciones Científicas, hay epidemiólogos del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, en fin, tiene el aval internacional de la Universidad de Columbia-. Y por lo menos estudiar si esa posibilidad de test grupales, que permite, cuando hay bajo nivel de incidencia, descartar grandes grupos y, por lo tanto, dar mayor seguridad, si al menos se está estudiando. Pero es que aquí no nos dicen nunca nada, nos vuelven a decir eso de, bueno, todo va bien, tenemos todas las previsiones... Y, claro, usted ha dicho, "no, yo no he dicho que todo va bien"; no, pero entre el todo va bien y el todo va mal también hay muchos matices. Y no he conseguido todavía arrancar el reconocimiento de un solo error -mire que ha costado hasta tres consejeros en su área-, un solo error de este Gobierno en la crisis de la pandemia, uno (manifestaciones del señor consejero desde su escaño). No, pero cuando dice "claro" es que también me lo decía el señor Julio Pérez, pero cuando le decía dígame cuál, nunca decía ninguno. Entonces hay que decir "claro" y decir algún ejemplo. Yo le he dicho varios aciertos, a usted y a los anteriores, le he reconocido un montón de aciertos, pero es que ustedes hacen una especie de autocrítica etérea donde, sí, reconocemos que hemos cometido errores, y le preguntas "¿pero alguno en concreto?"; "hummm, ¡va a ser que no!".
Gracias, señor consejero.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Díaz-Estébanez.
Turno de cierre para el Gobierno.
El señor CONSEJERO DE SANIDAD (Trujillo Oramas): A ver, yo, si alguien cree que todo se ha hecho bien... Primero, alguien que crea que todo lo hace bien, desde luego yo ya lo pongo en duda, porque el don de la infalibilidad no lo tiene nadie. Evidentemente en una crisis como esta... Ayer mismo ponía yo el ejemplo del comité de científicos, donde además participan las mismas personas que usted comentaba, decían lo que decían, es decir, nosotros, de entrada, la gran mayoría, todas las cosas que vaticinamos fueron... (ininteligible), todas. Y de hecho, cuando todavía seguimos analizando las cuestiones, ellos mismos, quizá porque son los que más saben, van con mucha menos certeza en esta materia que la que oye uno a algún comentarista... Que esto se ha convertido un poco como en el fútbol, ¿no?, todo el mundo entiende y todo el mundo es entrenador, y resulta que cuanto más se relaciona uno con los que saben es mucho más prudente a la hora de pontificar las medidas. Pues es evidente...
Dice, usted quiere conocer algún error. Pusieron aquí como ejemplo el que yo comentara que en un momento dado se compra una serie de máquinas para hacer PCR Bosch. Que son unas máquinas extraordinarias, ¿eh?, extraordinarias, analizan más de diez patógenos a la vez, pero, ante la urgencia de hacer muchos PCR, no era la máquina más adecuada. Ahora vamos a tener un lujo de máquina en todas las zonas de crisis de los hospitales, ¿no?, pero evidentemente no era la apropiada para eso.
Pero no se trata de estar haciendo un relato, porque es obvio. Necesidad de medios materiales que hay que ir a buscar... ¡El mundo entero se fue a China a buscar! Nadie previó, obviamente. Eso es otro error, pero no porque sea de todos, es que es evidente. Esto ha superado prácticamente a todos los sistemas sanitarios del mundo.
A mí no me gusta hablar del pasado, de verdad, y en todas estas cosas siempre hay luces, sombras... Pero, claro, cuando hablamos de la estabilidad, hablamos de los inspectores, de médicos, ¿no?, los inspectores médicos me han enseñado documentos de más de catorce años en esa situación. Por lo tanto, si la inestabilidad y la situación precaria de los inspectores médicos tienen un origen, pues, obviamente no puede ser. Pero no se trata de esto, yo creo que, como le he dicho a usted y a los demás en muchas ocasiones, estamos ante un reto de tal magnitud... Yo, de verdad, me voy siempre de aquí, y no por la materia nuestra, que creo que probablemente seamos los más concienciados, pero, en términos generales, que no se ve con claridad dónde estamos metidos, no se ve, de verdad, para nada. Por favor, es que estamos en una situación tremendamente excepcional, tremendamente excepcional.
Usted me comentaba, ha hecho una referencia a los test y alababa a la consejera de Turismo. Ayer comparecí yo aquí y les mostré que hemos mandado un nuevo paso más, una metodología propia, con el ministerio de Sanidad, para implantar los test en frontera. Somos la comunidad más avanzada. Nos decía el portavoz del PP "es que es tarde". Afortunadamente no es tarde porque no tenemos unos indicadores pandémicos que hagan que esa frase tenga solidez. Pero probablemente, y espero que sí, fíjense que les aseguré -a mí no me gusta asegurar cosas que no son-, les aseguré, probablemente lo hagamos, todavía no está conseguido. Pero hemos dado un paso extraordinario en ese sentido.
Los presupuestos. Todos los presupuestos de cualquier país del mundo están absolutamente, si me van a permitir la expresión, patas arriba, cualquiera. Solamente por la vía de los ingresos, como usted comprenderá... Los presupuestos se hacen con los ingresos y luego los gastos, entre ellos el consolidado. Por lo tanto, claro que todo eso afecta.
Pero le voy a decir una cuestión, usted, más allá de otras cosas, va a tener que convenir conmigo en un tema. Usted nos ha pedido que planifiquemos tanto la asistencia, plan extraordinario para reactivar el sistema sanitario canario, medios económicos, etcétera, entendiendo además la asistencia ordinaria, y un plan de contingencia para hacer frente al COVID. Aquí hemos estado todos estos días hablando de estas cosas, hemos hablado incluso de pesetas contantes y sonantes, totalmente desagregadas, 60 millones de euros en material para estas cuestiones (mostrando un documento a la Cámara). Le voy a contar además la situación presupuestaria, que no es una situación, además, discriminatoria, porque todo hay que verlo en su conjunto. Del fondo de 16 000 millones de euros del Estado nosotros vamos a recibir aproximadamente el 5 %, que son, todo esto son números todavía globales, no me lo tomen, por lo tanto, con esa... (corte del sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo y la Presidencia le concede un tiempo adicional) parte irá para lo que es la merma de ingresos de nuestra comunidad autónoma, otro que tiene que ver con la movilidad limitada. Y yo le voy a decir qué nos va a venir a nosotros, aproximadamente: 240 millones en dos años, básicamente para capítulo I, II y IV. IV, los medicamentos, como usted sabe. En este momento ya, en este momento ya, hemos hecho transferencias del resto del presupuesto de nuestra comunidad autónoma por valor de 70 millones de euros y tenemos un suplemento de crédito añadido de otros 30 millones. Por lo tanto, con esas cantidades, con esas cantidades... (corte del sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo) en material, personal y equipamiento. Y yo, por no, como usted lo que nos pedía era eso...
El señor PRESIDENTE: Vaya concluyendo, señor consejero.
El señor CONSEJERO DE SANIDAD (Trujillo Oramas): Concluyo, concluyo rápidamente, presidente.
Planifique, en definitiva, era la frase que usted dijo. Este es el plan de contingencia del HUC, este es el plan del Negrín, este es el plan del Chuimi (mostrando sendos documentos a la Cámara), y no traje más, donde -y se los pongo a todos a su disposición-, donde verá, medida por medida, con presupuesto que las acompaña, todas las medidas que se están adoptando por la gerencia y las direcciones de área, etcétera, para planificar... (corte del sonido producido por el sistema automático de cómputo del tiempo) que nadie se llame a engaño, de que no va a pasar nada, va a pasar. Lo que tenemos que estar es preparados para poder hacerle frente de una manera adecuada. Y en cualquier momento...
El señor PRESIDENTE: Concluya, señor consejero, por favor.
El señor CONSEJERO DE SANIDAD (Trujillo Oramas): ... vamos a tener que modificar o alterar todos estos planes para reforzarlos u, ojalá, para minusvalorarlos.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor consejero.
(El señor Ponce González solicita la palabra).
Concluimos las interpelaciones.
¿Sí, señor Ponce?
El señor PONCE GONZÁLEZ (desde su escaño): ... interpelación, pero, como el señor consejero ha hecho referencia a mí con un tema que me gustaría aclarar, yo le pediría, si pudiera ser, treinta segundos...
El señor PRESIDENTE: Si ha sido una alusión directa, tiene un minuto.
El señor PONCE GONZÁLEZ (desde su escaño): Sí, gracias.
Señor Trujillo, yo creo que ayer usted me entendió mal, ayer yo dije que la situación era gravísima y hoy vuelve a decirme que yo dije que es tarde. Yo me estoy refiriendo a que es tarde, gravísimo, por la situación turística de Canarias, no estoy diciendo que sea tarde, gravísimo, por la situación sanitaria. Lo que sí digo con la situación sanitaria es que vamos lentos, creo que podríamos ir más deprisa, porque ha salido en los medios hoy. Cuando yo digo gravísima y digo que es tarde, no me refiero a la situación sanitaria, sino turística.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Ponce.
¿Desea responder, señor consejero?
Adelante.
El señor CONSEJERO DE SANIDAD (Trujillo Oramas) (desde su escaño): Agradezco la explicación.
El elemento que nos ha colocado ahora, desde el punto de vista de gravedad económica, que es una materia de la que me gusta a mí hablar, es la adopción que ha tomado el Reino Unido, pero nosotros, a día de hoy, a día de hoy, con ese elemento que esperemos sortear, tenemos un volumen de reservas más que suficiente, para el contexto en el que estamos. Por lo tanto, la situación de reservas turísticas para nuestro archipiélago es muy buena, muy buena. Y aprovecho, por cierto, para añadir un datito que también ayer... Estamos permanentemente analizando cuál es la intensidad con la que tenemos que usar las mascarillas, no les quepa la menor duda; lo haremos.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Trujillo.