Diario de Sesiones 137, de fecha 27/9/2022
Punto 17

10L/PO/P-2766 PREGUNTA DE LA SEÑORA DIPUTADA DOÑA YOLANDA MENDOZA REYES, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA CANARIO, SOBRE LA APROBACIÓN DEL REAL DECRETO LEY DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO DE LAS TRABAJADORAS DEL HOGAR, DIRIGIDA A LA SEÑORA CONSEJERA DE ECONOMÍA, CONOCIMIENTO Y EMPLEO.

El señor PRESIDENTE: Pregunta que formula la diputada doña Yolanda Mendoza Reyes, del Grupo Parlamentario Socialista Canario, sobre la aprobación del real decreto ley de las condiciones de trabajo de las trabajadoras del hogar, dirigida a la señora consejera de Economía, Conocimiento y Empleo.

Tiene la palabra la señora Mendoza.

La señora MENDOZA REYES (desde su escaño): Gracias, presidente. Buenos días, señora consejera.

Una de las imágenes que nos dejó el año 2020 fue que con razón del confinamiento las trabajadoras domésticas acabaron en la calle, sin protección, sin prestación y sin ningún tipo de amparo. Hace unos meses debatíamos también y conocíamos el compromiso del Gobierno de España con la ratificación del convenio 189 de la OIT a velar por los derechos de las empleadas del hogar. Y hace pocas semanas el Gobierno de España respondía a ese compromiso con la aprobación de un real decreto de demanda histórica, justicia social y escudo garantista de las relaciones laborales de nuestro país, el de las mejoras de las condiciones de las trabajadoras del hogar que en Canarias beneficiará a casi diez mil personas.

Este real decreto regula cuestiones tan básicas y elementales como la de igualdad de trato de las empleadas domésticas con el resto de las personas trabajadoras del país. Se regula específicamente el derecho a los descansos, a las vacaciones, a la protección frente al acoso y abuso y violencia en el trabajo y, especialmente, el derecho a la percepción del salario mínimo y un salario digno y el derecho a la protección frente al desempleo, nada más ni nada menos, señora consejera, que dignificar el empleo doméstico.

Lo que se pretende es acabar con la infravaloración histórica de un trabajo que se ha desempeñado mayoritariamente por mujeres y que nunca han visto reconocidos sus derechos y que ha sido un colectivo invisibilizado y con unas condiciones laborales precarias y extremadamente duras. Y hablo de empleadas domésticas, en femenino, porque el último estudio determina que el 93 % del colectivo de empleadas del hogar son mujeres. Por lo tanto, la aprobación de estas medidas nos sitúa, por fin, en el siglo XXI de los derechos jurídicos-laborales de este colectivo.

Pero es que, además, con la aprobación de estas medidas también se rompe con la perpetuación de los estereotipos sexistas, el agravamiento de la brecha salarial y se dignifica el trabajo del hogar garantizando la protección y la salud de las personas al servicio del hogar familiar equiparándolos así a la de cualquier otra persona trabajadora de acuerdo al derecho constitucional a la salud de las personas.

El derecho al desempleo como respuesta a la justicia social y una necesidad ineludible, así como la inclusión de estas personas en la ley de prevención de riesgos laborales o acabar con los estereotipos, frenar la brecha salarial, así como la bonificación empresarial para la contratación de la persona trabajadora hacen que este real decreto sea la respuesta de la petición histórica de una regulación que garantice los derechos laborales inherentes a cualquier relación laboral y que viene dada, como es habitual, por parte de un gobierno progresista.

Señora consejera, me gustaría saber entonces cuál es su valoración de la reciente aprobación del real decreto ley que regula las condiciones laborales de las personas trabajadoras del hogar.

Gracias.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Mendoza.

Señora consejera.

La señora CONSEJERA DE ECONOMÍA, CONOCIMIENTO Y EMPLEO (Máñez Rodríguez) (desde su escaño): Gracias, presidente. Señoría.

Efectivamente, con esta aprobación lo que estamos logrando es que se ponga fin a una injusticia histórica en una actividad protagonizada, fundamentalmente, por mujeres, daba usted el dato, en Canarias el 93 % son mujeres, se logra dignificar la actividad, algo muy importante, hablamos de un trabajo, como pasa con muchas profesiones o sectores altamente feminizados que se encuentran infravalorados y, en este caso, muy más porque son tareas vinculadas al ámbito doméstico, parece que ahí las mujeres nacemos con habilidades a la hora de desarrollar estas tareas, y esta normativa además de, por supuesto, igualar en derecho a los trabajadores y trabajadoras, que las mujeres empleadas del hogar tengan los mismos derechos que tiene usted, señoría, o que tengo yo, como es el caso de cobrar el derecho al paro o cualquier otro subsidio asistencial, reconoce cuestiones tan importantes como todo aquello que tiene que ver con la prevención y la seguridad y la salud en el trabajo.

Y otro aspecto que a mí me parece muy importante y que tiene que ver con esa dignificación de la actividad y con la profesionalización, que tiene que ver con políticas de formación y de acreditación de competencias para las personas en este sector. De esa forma dignificamos, ponemos en valor, profesionalizamos, dotamos de herramientas, acabamos con esos estereotipos que asocian esas tareas domésticas a cuestiones prácticamente innatas y, además, por supuesto, se trata de un compromiso de un gobierno, de un gobierno progresista que durante esta legislatura uno de los sus ejes fundamentales de actuación, y lo ha demostrado con hechos, ha sido mejorar los derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras, como hicimos con la reforma laboral, subida del salario mínimo interprofesional o, en este caso, reconociendo, reparando la injusticia de equiparar, por fin, en derechos a las trabajadoras del hogar al resto de trabajadores y trabajadoras.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora consejera.

(La señora vicepresidenta segunda, Dávila Mamely, ocupa un escaño en la sala).