Diario de Sesiones 161, de fecha 14/3/2023
Punto 7

10L/PO/P-3048 PREGUNTA DEL SEÑOR DIPUTADO DON JOSÉ ALBERTO DÍAZ-ESTÉBANEZ LEÓN, DEL GRUPO PARLAMENTARIO NACIONALISTA CANARIO (CC-PNC-AHI), SOBRE INTENTOS DE RECUPERACIÓN DEL DINERO PERDIDO QUE SE HAN REALIZADO RESPECTO AL DENOMINADO CASO MASCARILLAS, DIRIGIDA AL SEÑOR CONSEJERO DE HACIENDA, PRESUPUESTOS Y ASUNTOS EUROPEOS.

El señor PRESIDENTE: Continuamos con las preguntas orales en pleno. En este caso pregunta que formula don José Alberto Díaz-Estébanez León, del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario, sobre intentos de recuperación del dinero perdido que se han realizado respecto al denominado caso Mascarillas, dirigida al señor consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos.

Tiene la palabra, señor Díaz-Estébanez.

El señor DÍAZ-ESTÉBANEZ LEÓN (desde su escaño): Gracias, señor presidente.

Señor vicepresidente, entre las grandes innovaciones en gestión política de este floreado Gobierno está su original técnica para superar crisis, y es que el escándalo grande se come al chico, como los peces, al menos aguantar lo suficiente, unos días, unas semanas, quizás un mes, para que suceda algo tan grave que oculte un poco lo anterior, y de manera que puedan llegar a las elecciones con el menor estropicio político.

Yo lo siento, pero muy a su pesar, porque mire que ha jugado usted a un, dos, tres, al escondite inglés, debo recordarle la plena vigencia y sin ningún viso de resolución de un caso que por ahora, y con permiso del tito Berni y sus alegres compinches, sigue siendo el de mayor quebranto económico a este Gobierno. Nada menos que 4 millones de euros, creo que en intereses debe ir por lo menos otro millón, pagados y desaparecidos, no por arte de magia, sino por arte de mafia.

Y es en este punto, la recuperación del dinero, no tanto en su pérdida, al menos que sepamos, como responsable de la hacienda canaria donde aparece usted. Digo que sepamos, porque la verdad es que usted sabía mucho antes que el resto que algo estaba pasando, al menos desde los primeros requerimientos, que los hace hacienda y no sanidad. Usted confirmará la fecha. Y aún diría más, resulta bastante difícil de creer que aquel tristemente célebre comité de gestión de la crisis, del que usted formaba parte, nadie absolutamente nadie consultara al consejero de Hacienda sobre la disponibilidad de fondos para una compra de cuatro kilos, y no precisamente de mandarinas.

Así las cosas, señor consejero, la duda más que razonable que puede y debe usted despejar, en realidad que el Gobierno ya debía haber despejado hace tiempo, es:

A. ¿Desde cuándo lo sabía usted, señor Rodríguez?

B. ¿Cuándo se hizo el primer intento de recuperación del dinero?, a partir del cual nunca debió negociarse con los estafadores sino ponerlo en manos de la justicia.

C. ¿Cuántos intentos llevan? ¿10, 12, 15, 20? ¿Todos ellos de manera infructuosa?

Y D. Sobre todo y fundamentalmente, ¿qué pasará, qué misterio habrá, quién pagará si no consiguen recuperar el dinero?

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Díaz-Estébanez.

Tiene la palabra, señor vicepresidente.

Adelante.

El señor VICEPRESIDENTE DEL GOBIERNO Y CONSEJERO DE HACIENDA, PRESUPUESTOS Y ASUNTOS EUROPEOS (Rodríguez Rodríguez) (desde su escaño): Señor presidente, señorías, muy buenos días.

Vuelvo a reiterar de forma clara y solemne el compromiso del Gobierno de perseguir cualquier práctica que quiebre los intereses generales, y colaborar con la administración y con la justicia para aclarar cualquier circunstancia que comprometa los intereses generales.

Algunos en esa materia tenemos más autoridad que otros. Mucha más autoridad que otros, señoría.

El señor presidente del Gobierno ha explicado en reiteradas ocasiones en esta Cámara, el señor consejero de Administraciones Públicas, el señor consejero de Sanidad. Cada documentación solicitada y que la legalidad nos la permita la hemos remitido. Y, por lo tanto, vamos a hacer todo lo que esté en mano del Gobierno para que se restituyan los recursos, y los que quebrantaron las normas, al menos presuntamente, lo paguen, señoría. Y ahí van a tener al Gobierno del lado de la Administración y de la justicia.

El señor PRESIDENTE: Gracias, señor vicepresidente.

Tiene la palabra, señor Díaz-Estébanez.

El señor DÍAZ-ESTÉBANEZ LEÓN (desde su escaño): Señor vicepresidente, es que no ha respondido usted ni de cerca, ni se ha acercado. Como era de esperar poco o nada ha respondido, más allá de echar balones fuera, que es marca de la casa. No sé si porque no lo sabe o porque no ha entendido la pregunta. Pero yo no he preguntado por hipotecas en yenes, he preguntado por lo que he preguntado.

En cualquier caso, quede claro que en este caso, como en el caso Mediador, más pronto que tarde se descubrirán no solo los culpables sino los cómplices y los que con su colaboración con su silencio o su cobardía lo hicieron posible.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Díaz-Estébanez.

Señor vicepresidente.

Silencio, señorías. Gracias.

El señor VICEPRESIDENTE DEL GOBIERNO Y CONSEJERO DE HACIENDA, PRESUPUESTOS Y ASUNTOS EUROPEOS (Rodríguez Rodríguez) (desde su escaño): El estilo, las malas artes, la falta de moderación, prudencia y vergüenza..., y vergüenza, forman parte de la cultura y la tradición y del currículum de alguno.

Yo no he visto ningún expediente de tasación del frente marítimo de Las Teresitas por 17 millones y luego pagué 52, señorías, y luego pagué 52 millones. Usted sí, usted sí que hizo esto, señoría, no vio el expediente y, sin embargo, pagó 52 millones.

Afortunadamente, la justicia funciona y se ha restituido, quince años después, veinte años después, veinte años después, aquel descalabro, el escándalo más grande de nuestra historia. Yo estoy convencido que en lo que la Administración canaria corresponde y a la justicia se restituirá también ese quebranto del interés general y para ello va a contar con la absoluta colaboración de este Gobierno, desde su presidente al último funcionario y espero, además de restituir ese dinero, por los procedimientos administrativos y judiciales, que lo paguen los que lo han hecho, como pasó en el caso Las Teresitas, tan cerca de usted, señoría.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.

Silencio, señorías. Ruego silencio, señorías, muchas gracias.

(La señora vicepresidenta segunda, González González, ocupa un escaño en la sala).