Diario de Sesiones 30, de fecha 20/3/2024
Punto 14

11L/AGIV-0001 Solicitudes de creación de comisiones de investigación. De los grupos parlamentarios Nacionalista Canario (CCa), Popular y VOX, para analizar las responsabilidades políticas inherentes a la gestión de la contratación del Servicio Canario de la Salud del Gobierno de Canarias del material sanitario para hacer frente a los efectos de la COVID-19

La señora presidenta: Siguiente punto: solicitudes de creación de comisión de investigación, de los grupos parlamentarios Nacionalista Canario, Popular y VOX, para analizar las responsabilidades políticas inherentes a la gestión de la contratación del Servicio Canario de la Salud del Gobierno de Canarias del material sanitario para hacer frente a los efectos de la COVID-19.

Tiempo de intervención para el Grupo Nacionalista Canario. Señor Díaz-Estébanez.

Les recuerdo que aquí sí que no hay minuto de cortesía; por tanto, nos ajustamos a los tiempos.

Gracias.

El señor Díaz-Estébanez León: Gracias, señora presidenta.

Dicen los cínicos -yo no lo soy- que las tres palabras más hermosas en lengua castellana no son "yo te amo", sino "te lo dije". Yo no lo creo así, soy más romántico que cínico, pero permítanme ese sarcástico dicho para decirles "te lo dije". Sin alegrarme, sin un ápice de satisfacción personal por todo lo que supuso, pero te lo dije. Se lo dijimos alto y claro y no pueden alegar, por tanto, desconocimiento, sorpresa o, como alguno dijo de forma tan teatral, que estaba estupefacto. Se lo dijimos de forma colectiva y también personal, se lo dijimos en público y en privado, se lo dijimos en los medios de comunicación y en las instituciones. Les advertimos que eran muchas las irregularidades y de tal gravedad y consecuencia que se hacía imprescindible ofrecer explicaciones y asumir responsabilidades, que lejos de ser meros indicios eran auténticas certezas, avaladas no solo por informaciones periodísticas, sino por investigaciones policiales que cristalizaron en querellas en Fiscalía Anticorrupción, posteriormente pasadas a la Fiscalía Europea, e informes previos de la Audiencia de Cuentas, inexplicablemente censurados. Se lo dijimos de la forma más explícita y argumentada en una solicitud de comisión de investigación hace quince meses, que ustedes no solo se negaron a aceptar, sino que amordazaron de forma indigna adoptar el acuerdo, sin precedentes, de no debatirla, ni siquiera de leer su explicación, su exposición de motivos en este salón de plenos. Pero se lo dijimos también de forma particularizada a varios miembros del Gobierno en razón de su competencia directa en la materia. Yo mismo realicé más de una docena de intervenciones en pleno y comisiones, interpelando directamente al anterior consejero de Sanidad, a su antecesor en el cargo en el momento de las nefastas operaciones en cuestión o al consejero de Hacienda en cuanto a aspectos económicos.

¿Y qué respuestas recibí? Nada, absolutamente nada de información en ningún momento que aportase ni una sola coma a lo que previamente publicaban ya los medios de comunicación. Es más, lo que sí recibí fue una buena reacción de prepotencia y de desprecio, cuando no directamente de descalificaciones personales. Y hoy produce aún más sonrojo que cuando pronunciaban aquellas palabras afirmando con rotundidad que no había caso, que todo se hizo bien, que no pasó nada, que la gestión había sido total y absolutamente -escúchenme bien- impecable, que todo respondía, bueno, fruto de mi frustración personal -palabras textuales-, que todo respondía a mis malas artes y falta de vergüenza -palabras textuales-. Y eso lo decía alguien que respondía sabiendo de todo, pero no respondía a nada.

Y para guinda del esperpento las recientes declaraciones de otra consejera, exconsejera, afirmando sin pudor que ella sí, que ella tuvo dudas sobre la comisión de investigación y por eso se ausentó de la votación. Si hubiera que creerla -yo no lo hago-, sería apabullante el autorretrato de su cobardía, dejando a los pies de los caballos a sus propios compañeros, llamándoles no sé muy bien si ingenuos, sumisos o directamente estúpidos -yo desde luego nunca lo haría-, por cumplir las directrices de un partido que ella lideraba.

Y solo así, con este panorama de ocultación y de connivencia o de cobardía, se entiende en realidad lo que pasó y cómo pasó. Solo ya con esto, por sí mismo, merecería la asunción de responsabilidades políticas, más allá de las judiciales, porque sí, ustedes, todos y cada uno de ustedes, porque el voto de uno solo de los grupos del pacto de las flores hubiera revertido la situación, hubiera hecho posible aquella comisión de investigación, ustedes lo hicieron posible.

¿Y qué es lo que hicieron posible? Pues lo que entonces y ahora se denominó caso Mascarillas, pero que no se circunscribía, ni entonces ni ahora, a aquella funesta operación de compra, mejor dicho, de pago -porque la compra indica que has recibido algo a cambio-, el pago, digo, de 4 millones de euros a cambio de unas mascarillas que nunca llegaron ni se recuperó el dinero, a una empresa sin experiencia en gestión sanitaria, sin capacidad técnica, sin solvencia económica y sin más aval que ser amigo de o recomendado por. Un robo, una estafa, un ejercicio como mínimo de descontrol y despilfarro que dio lugar a una querella de la Fiscalía Anticorrupción por -escúchenme bien- delitos de malversación de fondos públicos, prevaricación y tráfico de influencias -es decir, corrupción, con todas las letras-, además de estafa agravada y blanqueo de capitales, con la colaboración necesaria de particulares y empresas.

¿De verdad que alguien es incapaz de ver el evidente paralelismo en el modus operandi del denominado caso Koldo, o caso Ábalos o llámenlo como ustedes quieran? El marco jurídico extraordinario utilizado como patente de corso, las llamadas y recomendaciones a empresas no cualificadas, los sobreprecios respecto al valor de mercado, la no certificación de estar homologado como material sanitario, la prontitud en pagar frente a la tardanza en reclamar las devoluciones, la derivación a fondos europeos, la deliberada ocultación de todas estas operaciones cuyo episodio más clamoroso fue la censura política de un informe previo de la Audiencia de Cuentas que precisamente cuestionaba estas prácticas.

Y más allá de la repugnancia que produce cualquier caso de corrupción es imposible sustraerse a la realidad de que estamos hablando del momento más terrible de la pandemia, cuando toda la sociedad se debatía entre la incertidumbre, el miedo y la muerte. Y ese fue el contexto elegido por un puñado de miserables, de aprovechados sin escrúpulos que maniobraron para hacer caja, para lucrarse con beneficios obscenos y desmedidos, usando ese marco normativo de extraordinaria emergencia como patente de corso.

Sabemos muchas cosas más de lo que pasó, incluso asistimos cada día a un nuevo episodio de esta escabrosa serie de Netflix, ojalá lo fuese. El penúltimo -no me atrevo a decir lo último porque no he visto el teléfono en los últimos diez minutos- es el curioso caso de un contrato de 1,3 millones de euros a una empresa que ni siquiera estaba constituida en ese momento y, por tanto, emitió facturas falsas. Pero es que hace una semana estábamos hablando de denuncias por supuesta sustracción de pruebas de dispositivos móviles con material sensible, documentos, conversaciones y fotografías en la mismísima sede de la Policía Nacional; y hace dos semanas estábamos hablando de posibles delitos fiscales y societarios con beneficios obtenidos por estas operaciones de suministros sanitarios; y también hablábamos de adjudicación directa por más de cinco coma tres millones de euros para test sanitarios; y hablábamos del caso Royal, que tiene que ver con conexiones en adjudicaciones inmobiliarias millonarias e incumplidas con los mismos comisionistas.

¿Y cuál ha sido hasta ahora la ejemplar asunción de responsabilidades del PSOE? Aceptar una dimisión -nunca aclararon siquiera si fue una dimisión o un cese- de un director del Servicio Canario de Salud que ni siquiera lo era cuando se produjeron los hechos y que nunca dijo de quién serían las directrices.

Ni transparencia ni responsabilidades ni nada de nada, no nos engañemos. Impidieron y obstaculizaron todo lo que pudieron dar cualquier explicación, amordazaron y abortaron aquella comisión de investigación simplemente porque podían hacerlo y lo único que ha cambiado para que cambien de opinión ahora es que ya no tienen la mayoría suficiente para impedirlo, y yo no tengo dudas de cuál sería el sentido de su voto si tuvieran treinta y seis diputados a su disposición.

¿Y qué es lo que no sabemos, porque ese es el principal objeto de la comisión de investigación? Pues quién llamó, quién recomendó aquellas contrataciones. No en genérico, no el ministerio, los empresarios, unos amigos; no, con nombres y apellidos, porque a los teléfonos no llama un ministerio. ¿Quién lo autorizó, quién lo ordenó y con qué título habilitante, quién lo pagó, de qué manera, quién lo ocultó, quién lo sabía y desde cuándo? Cuando ya eran operaciones fallidas, estafas, ¿quién decidió renegociar con los estafadores en lugar de denunciarlos y reclamarles el dinero? ¿Qué papel jugaba cada uno en este caótico quién es quién?, ¿el consejero, los consejeros de Sanidad, el director, los directores del Servicio Canario de Salud, los miembros de aquel famoso y tristemente célebre comité de gestión, sin acta de constitución, sin acta de las reuniones, sin acta de sus decisiones? ¿Quién autorizó pagos completos y por anticipado? ¿Quién permitió pagos superiores a 2 millones de euros sin estar habilitado por el Consejo de Gobierno? ¿Quién dio instrucciones a los miembros de la Audiencia de Cuentas para impedir la aprobación de aquel informe previo, que hoy sabemos que sí, que se ajustaba a la realidad? ¿Quién dio instrucciones a los centros hospitalarios para que no respondiesen a los requerimientos sobre el material inútil, obsoleto o fuera de uso sanitario acumulado, pagado y aún en sus almacenes? ¿Quién y cuándo se intentaron los reintegros? ¿Se ha recuperado un solo euro o hay esperanzas de hacerlo? ¿Qué consecuencias puede tener la supuesta utilización de fondos europeos en estas operaciones? ¿Podríamos no solo perder aquel dinero, sino incluso ser sancionados o impedirnos el acceso a nuevas convocatorias? ¿Les parecen pocos los motivos, las dudas, las cuestiones que hay que resolver?

Miren, una comisión de investigación sin límites, sin cortapisas, con capacidad de convocar a todo aquel que considere que puede aportar información valiosa y necesaria, sin convertirla en una guerra de trincheras ni en una piñata para golpear a los adversarios políticos, pero dispuesta a arrojar luz, a encontrar la verdad y asignar responsabilidades políticas si las hubiera, sin intentar suplantar a los tribunales de justicia ni interferir con otras comisiones que se puedan constituir en el Congreso, en el Senado o en otras comunidades autónomas, porque en eso también podemos intentar dar ejemplo de un modo canario de hacer política, responsable y alejado de la crispación y de la bronca, evitando la frustración de una ciudadanía escandalizada por lo ocurrido y en buena medida descreída -yo también confieso mis propias dudas- sobre en realidad el papel que puede tener una comisión de investigación. Pero ¿cuál es la alternativa?, ¿no hacer nada?, ¿dejarlo impune?, ¿no poner medios para que no vuelva a ocurrir?

Ya no es el caso Mascarillas o, mejor dicho, es eso y es mucho más. Ya no es un caso o una compra o dos o tres o diez, ya es en Canarias hora de dar explicaciones, de saber la verdad, de asumir responsabilidades por quien tenía la capacidad y el deber de decidir quién, qué, cómo, cuándo y cuánto se contrataba, y no solo los suministros de material sanitario, sino el conjunto de una gestión durante la pandemia sumida en la sospecha de haberse convertido en una sistemática de descontrol e ineficacia que hizo posible lo que efectivamente ocurrió, las grietas para que se colase la corrupción.

Ojalá, esta vez sí, por vergüenza o por responsabilidad, sea del apoyo unánime de toda esta Cámara.

La señora presidenta: Gracias, señor Díaz-Estébanez.

Grupo Parlamentario Popular, su tiempo.

La señora Reverón González: Gracias, presidenta. Buenas tardes ya, señorías.

Señorías, hoy asistimos en esta sesión a un ejercicio de transparencia y de calidad democrática, porque por fin vamos a poder explicar lo que otros nos impidieron hace un año y medio, lo impidieron los partidos que conformaban el pacto de las flores, que apostaron por la opacidad y por mirar hacia otro lado. Ahora volvemos a tener la oportunidad de crear una comisión de investigación para esclarecer las responsabilidades políticas que se puedan derivar de las irregularidades en la compra del material sanitario durante la pandemia de la COVID que hizo el Gobierno de Ángel Víctor Torres, porque, aunque hoy algunos pretenden darnos lecciones de adalides y de ser los más transparentes y digan que ellos no tienen nada que esconder, les tengo que recordar a sus señorías que hace apenas -lo vuelvo a decir- año y medio no solo votaron en contra de la creación de la comisión de investigación, sino que en un debate de censura -por cierto, propio de tiempos predemocráticos- nos negaron la posibilidad de justificarlo en esta sede parlamentaria.

De eso también estamos hablando hoy, señorías. Creo que nosotros pero también los canarios necesitan una explicación de por qué aquel 23 de noviembre del año 2022 votaron que no. Y ahora pueden votar que sí, pero ¿por qué?: ¿un ataque repentino de transparencia?, ¿cargo de conciencia?, ¿presión social?, ¿o son ya esos continuos cambios a los que nos tienen ya acostumbrados de opinión? O quizás la respuesta es más sencilla y evidente y nada tiene que ver con la coherencia: ahora las mayorías parlamentarias son otras y esta vez van a tener que aceptar que con su voto en contra o con su voto a favor la comisión de investigación parece o todo apunta que se va a crear. Por eso, señorías, que el actual ministro Ángel Víctor Torres, máximo responsable político del anterior Gobierno, en el que se gestó esa presunta trama de irregularidades en la compra de material sanitario durante la pandemia, haya dicho que no tiene nada que esconder como mínimo se nos antoja anecdótico, porque jamás explicaron nada. O, por ejemplo, ¿por qué impidieron que el informe de la Audiencia de Cuentas viera la luz sobre su gestión en la pandemia? Menos mal que no tenían nada que esconder.

Como tampoco contestaron a las solicitudes de documentación que les hizo mi grupo parlamentario, concretamente yo también se las hice, sobre el material sanitario que se había adquirido. Mire, además solicitábamos una cosa muy clara: quiénes fueron las empresas que suministraron ese material y cuál fue su coste. Creo que las preguntas eran las que había que hacer, creo que eran preguntas sencillas, preguntas claras y preguntas objetivas. Y, señorías, no eran preguntas nada capciosas, no eran preguntas con ningún tipo de valoración, sin ningún afán de montar un relato y mucho menos sin hablar de testaferros con derecho a roce. ¿Y qué obtuvimos? La callada por respuesta. ¿Tenían algo que esconder? Porque ahora queda muy bien decir que no, ahora queda muy bien colgarse ese pin de transparencia y alardear de que no tenían nada que esconder, pero la realidad y la hemeroteca son tozudas y, por mucho que quieran vender que ustedes son transparentes, lo cierto es que nunca contestaron. Vuelvo a preguntar: ¿tenían algo que esconder?

Ahora que las mayorías parlamentarias son diferentes, y al margen de las posibles responsabilidades que se puedan derivar de los asuntos que se encuentran ahora en el ámbito judicial, volvemos a exigir luz y taquígrafos, mal que le pese a la bancada de Ángel Víctor Torres, por su falta de voluntad política de aclarar el supuesto cúmulo de irregularidades, que ha costado a las arcas públicas canarias alrededor, a día de hoy, de cuarenta y seis millones de euros. Porque no nos podemos olvidar de la famosa existencia de 3 millones de unidades de material sanitario inservible, por valor casi de seis millones de euros, que se encuentra almacenado en los hospitales que dependen del Gobierno de Canarias; los 4 millones de euros pagados a la empresa RR7 por un millón de mascarillas que no se sabe dónde están; los 12 millones de euros adjudicados a los recomendados por el hombre de paja del Ministerio de Transportes; los casi veintitrés millones de euros de material sanitario vendido al Gobierno de Canarias y que en este momento está siendo investigado por la Fiscalía de Las Palmas de Gran Canaria; los 3,1 millones de euros con cargo a la Dirección del Servicio Canario de Salud para comprar las pruebas PCR y los antígenos gratuitos para la detección de la COVID de los residentes canarios que venían de la península y venían aquí, a Canarias; o, de lo que nos acabamos de enterar, los 1,3 millones de euros para la adquisición de mascarillas, por cierto, a una empresa que no existía, una empresa que se constituyó después de haber hecho el contrato. Millones de euros gestionados sin control y en muchos casos asignados a dedo para empresas que son de amiguetes o recomendados por compañeros del Partido Socialista en beneficio de comisionistas.

Otro ejemplo más de esta forma de gestionar el dinero público fue la adjudicación de una oferta, la más cara, 6,5 millones de euros, para reformar el antiguo cine Royal como sede de la Agencia Tributaria Canaria.

Miren, si ya en el año 2022 el caso Mascarillas era necesario, ahora, con la ramificación del caso Mediador, los favores de la empresa de una trama conocida como Koldo, las adjudicaciones de obras sospechosas y la adquisición del material sanitario con facturas falsas, ya es un clamor. Con estos nuevos datos, unidos a los que ya conocíamos, va quedando bastante claro el empeño de Torres por enterrar esa negligente gestión, oponiéndose a toda costa a las peticiones de transparencia realizadas por mi grupo parlamentario en la pasada legislatura. Y es que día tras día va saliendo a la luz un escándalo tras otro. Y, a pesar de que el ministro Torres dice que él lo hizo todo legal, ahora nos enteramos de que fueron alertados reiteradamente por los técnicos, tanto del Servicio Canario de Salud como de la Consejería de Sanidad, sobre esa forma de operar que tenían y, consciente o inconscientemente, no hicieron nada para frenar el pelotazo de las mascarillas, que supuso un saqueo a las arcas públicas de nuestra comunidad autónoma.

Dicho esto, en nuestra opinión nos enfrentamos a unos hechos gravísimos, que lamentablemente no son un caso aislado, sino una prueba más de una forma muy particular que tenían ustedes de entender la gestión del dinero público. Por tanto, presuntamente, nos podemos encontrar ante el Gobierno más deshonesto y despilfarrador de la historia de la democracia de Canarias.

Para el Partido Popular, ya lo hemos dicho, no nos encontramos ante el caso Mascarillas o el caso Koldo, nos encontramos ante el caso Torres.

Con la creación de la comisión de investigación, que parece que hoy, como he dicho, parece que se va a aprobar, vamos a aportar, como ya dije al principio de mi intervención, luz y taquígrafos, vamos a averiguar quién hizo qué y por qué y vamos a depurar las correspondientes responsabilidades políticas a las que hubiera lugar, porque es incomprensible, es incomprensible que a estas alturas y ante las dimensiones que está adquiriendo este escándalo el expresidente Torres siga callado sin dar las explicaciones correspondientes, porque lo máximo que ha hecho, eso sí, es echar balones fuera y acusar a los demás de tener cara. ¿En serio? Pero hablar de esta trama y de cómo llegó Canarias a ser el mejor cliente del caso Koldo, de eso ni mu.

Como he dicho, cada día que pasa conocemos algo nuevo y el silencio atronador de Torres es cada vez más injustificable. Su silencio ante el caudal de irregularidades que estamos conociendo solo acrecienta el fantasma de la sospecha.

Miren, por poner solamente un ejemplo de toda la información que estamos conociendo y para que ustedes analicen cuál es este contexto, lo dije antes, ayer conocíamos que la consejería, bueno, que el Gobierno de Canarias compró mascarillas por 1,3 millones de euros con una factura falsa de una empresa, como he dicho, que no existía, que se constituyó después de ese contrato. De verdad, señorías, que con esta situación yo creo que al menos merece una explicación.

Con la aprobación de esta comisión de investigación, ahora podemos tener la oportunidad de oír las explicaciones de unos gestores que con su incompetencia llenaron los bolsillos de unos impresentables en plena pandemia y esperamos tener la oportunidad de que, ahora sí, el ministro Torres venga y dé la cara.

La señora presidenta: Gracias, señora Reverón.

Grupo Parlamentario VOX, su tiempo de intervención.

Perdón, señor Acosta, es que es proponente (refiriéndose al señor Acosta Armas, que hace manifestaciones desde su escaño).

Cuando quiera.

El señor Galván Sasia: Buenas tardes.

El pasado 12 de marzo fue el cuarto aniversario de aquel día en que se decretó el confinamiento por la COVID. Seguro que todos somos capaces de recordar cómo vivimos ese día y los siguientes. Pudimos ver el miedo en mucha gente, temor como nunca se había visto en varias generaciones. Será imposible olvidar lo que les pasó a nuestros mayores en las residencias. También vimos mucha valentía, mucho coraje, mucha generosidad y mucha solidaridad. Es justo el reconocimiento, y nunca será suficiente, a nuestros sanitarios, a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, al personal de limpieza, a los trabajadores de los supermercados, a los empleados de banca... Todas esas personas se consideraron personal esencial y estuvieron en primera fila defendiendo y ayudando al resto de los compatriotas.

Aquellos meses sacaron lo mejor de la mayor parte de la sociedad, y digo la mayor parte porque, por desgracia, en esos momentos hubo un grupo de personas que se aprovecharon de esa situación, presuntamente, para enriquecerse de forma ilícita. No existen palabras para describir su miseria moral y el asco que nos producen.

VOX es un firme defensor de la lucha contra la corrupción y confiamos plenamente en los jueces y fiscales, que a pesar de los múltiples problemas a los que se enfrentan realizan una labor encomiable. Pero, más allá de posibles ilícitos penales, se añade la ofensa de humillar a los ciudadanos en aquellos trágicos momentos, por lo que en un caso de corrupción de tal calado resulta necesario que también se depuren responsabilidades políticas, por lo que es fundamental la creación de esta comisión.

El PSOE nos tiene acostumbrados a esos actos de corrupción. En la memoria de todos está el caso de los ERE, que deja en nada a cualquier otro.

Señorías, hay motivos suficientes para activar la creación de esta comisión de investigación, cuyo objetivo principal es analizar las responsabilidades políticas y trazar los medios que sirvan para prevenir futuros actos de corrupción de este u otro partido.

Aunque la propuesta de crear esta comisión partió de VOX y posteriormente el Partido Popular y Coalición Canaria decidieron presentarla sin nuestro grupo, nosotros nos hemos adherido y estaremos ahí, porque de lo que se trata es de destapar todas las corruptelas, con independencia del color de una bandera.

Señorías del PSOE, la realidad es que miembros de su partido en el peor momento de la pandemia y con los españoles encerrados en su casa se valían de su privilegiada situación para enriquecerse con comisiones adjudicadas a dedo y pactadas. Es una trama que asciende a 52 millones de euros, de manera que cuando pisar la calle implicaba una sanción el Partido Socialista hacía caja y se llenaba los bolsillos. Algo, por otro lado, nada nuevo. Y ahora pretenden hacernos creer que todo lo ideó un simple asesor y que todos esos contratos cerrados con varios ministerios del PSOE y con dos gobiernos autonómicos del PSOE no tienen nada que ver con el PSOE.

En 2020, VOX preguntó al Gobierno de la nación cuáles fueron los criterios para coger esa empresa y ustedes nos contestaron que cumplía con todos los requisitos para ser contratada. Hoy siguen ocultando cómo se llegó hasta ese proveedor. Pero no solamente lo denunciamos nosotros, también lo ha hecho la Fiscalía Anticorrupción.

Les dimos la oportunidad de dar explicaciones y no las dieron, ahora las van a tener que dar, pero delante de un juez. Nosotros seguiremos luchando cada día por el bien común de todos los canarios y para que la verdad se abra paso, denunciando la corrupción del PSOE y los problemas que nos acechan, como es la corrupción, el aumento de la inseguridad, la inmigración ilegal o la pobreza.

La corrupción política daña de forma directa a la sociedad, hace a la sociedad más vulnerable y, a su vez, destruye el estado del bienestar y la credibilidad del sistema democrático, tan en entredicho en los últimos tiempos. Se deben tener en cuenta las nefastas consecuencias que trae la corrupción: debilitamiento del Estado, merma del sistema democrático y vulneración de los derechos fundamentales. Toda corrupción política, señorías, recuerden, deriva en totalitarismo. Es necesario, por tanto, una colaboración total en la lucha contra la corrupción para salvar nuestra democracia, nuestra economía y nuestra sociedad. En este camino es crucial sostener un sistema judicial fuerte, ágil e independiente. Sería preocupante que nuestra democracia desarrollara una metástasis incontrolable de corrupción y que se cumpliera esa frase de "cuando la alternativa a un Gobierno corrupto es otro igualmente corrupto, ya no puede seguir hablándose de democracia".

Desde el Grupo Parlamentario VOX, consideramos que estos argumentos son más que suficientes para crear esta comisión de investigación, con el fin de estudiar el caso presente y establecer también medios que aseguren una prevención de posibles actos o tramas de corrupción. Hay que mirarnos en el espejo de otros países de nuestro entorno en su lucha contra la corrupción y plantearse por qué nos quedamos callados o miramos a otro lado cuando se presenta la fiscalización política y el estudio de las responsabilidades políticas. Aquí no cabe un posicionamiento de abstención cuando la lucha es clara contra un hecho delictivo que trasciende colores y banderas y que, además, tiene el agravante de aprovechar una situación de indefensión de la sociedad como ocurrió en los tiempos de la COVID-19.

La presunción de inocencia siempre irá por delante, como no podía ser de otra manera, y deberán ser activados los mecanismos y garantías de la preservación de los derechos de los imputados, pero no hay que olvidar la responsabilidad que tiene el servidor público ante el ciudadano. El servidor público fácilmente puede convertirse en un tirano y olvidarse de que su cargo fue un cargo otorgado por los ciudadanos para servir y no para servirse.

Hay que analizar cómo lo están haciendo los países que tienen éxito en la lucha contra la corrupción y suavizando el delito de malversación, eliminando la sedición y amnistiando a corruptos y delincuentes para alcanzar el poder en el mayor acto de corrupción que puede hacer un político desde luego que no.

Resulta importante, en razón de la legalidad, la justicia y la moral, tomar en serio esta comisión, plantear una línea de trabajo que exija responsabilidades políticas a quienes se les deban exigir y asumir que solo de esta manera se cumple con el deber social que tiene el servidor público o político.

Señorías, es inaceptable que en medio del confinamiento, durante la peor fase de la pandemia, miembros del PSOE hayan aprovechado su posición privilegiada para enriquecerse mediante contratos amañados y preacordados, desviando fondos públicos. En un momento crítico para nuestra sociedad, ¿dónde queda la ética y la responsabilidad hacia los ciudadanos?

Es hora, señorías, de aclarar que el caso Mediador, el caso Mascarillas, el caso Koldo, el caso Damco, distintos casos de presunta corrupción con un denominador común en todos: el PSOE y su Gobierno de la pasada legislatura.

Desconocemos ahora si el PSOE y sus antiguos socios de gobierno apoyarán o no esta comisión, pero realmente ahora sus votos son irrelevantes. Bajo los votos del PP, Coalición Canaria y VOX podemos sacar adelante esta comisión. Sin embargo, hace poco más de un año, cuando la aritmética parlamentaria era otra y sí que resultaban imprescindibles sus votos para aprobar la creación de esta comisión, votaron en contra. ¿Por qué?, ¿qué tenían que esconder? ¿La apoyarán ahora porque ya no les queda opción de bloquearla o lo hacen porque ya no está entre ustedes el culpable?

Es hora de dejar de esquivar la responsabilidad y de intentar dirigir la atención a otros asuntos. Esta comisión, señorías del PSOE, revelará la corrupción oculta, no la podrán eludir. Que venga Ángel Víctor Torres, que venga quien tenga que venir y se enfrente a la ciudadanía canaria, sin rodeos, solo con la verdad y reconocer y asumir responsabilidades.

Es esencial que la transparencia y la rendición de cuentas prevalezcan en todos los ámbitos políticos. La sociedad canaria y el conjunto de España merecen conocer la verdad sobre estos actos de corrupción que han salido a la luz. La creación de esta comisión es un paso crucial para avanzar hacia la claridad y la responsabilidad en la gestión política.

Muchas gracias.

La señora presidenta: Gracias, señor Galván.

Señor Acosta, Grupo Parlamentario Mixto-Agrupación Herreña Independiente, cuando quiera.

El señor Acosta Armas: Muchas gracias, presidenta. Señorías.

Mi partido apoya la creación de esta comisión de investigación porque está firmemente comprometido con la legalidad, la ética y la transparencia en el ejercicio de la política y en el manejo de los recursos públicos y, cuando se denuncian hechos de esta gravedad, en los que pueden quedar en entredicho algunos de estos principios por miembros de la Administración pública de la comunidad autónoma, es nuestra obligación activar todos aquellos mecanismos que tengamos a mano para intentar aclarar las cosas. Hablamos en términos políticos, no somos jueces, o al menos yo no pretendo serlo, ni tampoco podemos diferenciar lo que debe hacer un juez y lo que se debe hacer aquí, en sede parlamentaria, pero sí que todos formamos parte de una asamblea que tiene entre sus funciones la tarea de fiscalización del Gobierno y la de establecer en su caso las responsabilidades políticas, que es lo que nos compete, a las que hubiera lugar por estos eventuales comportamientos que como poco son impropios. De modo que no hay alternativa. Como representante de la ciudadanía, me siento en la obligación de apoyar cualquier iniciativa que pretenda establecer todo lo sucedido con la adquisición del material sanitario durante la pandemia, hechos que se produjeron en unos momentos muy dolorosos para todos los ciudadanos y estresantes para todos los profesionales que se implicaron en salvar vidas a diario. Precisamente por eso creo que debemos a toda esa gente, a los que fallecieron, a sus familiares, pero también a los sanitarios, que se desvivieron por ayudar, un comportamiento responsable y digno, un comportamiento que esté a la altura, porque, señorías, con esta comisión buscamos la verdad, no votos, y mi partido estará justamente en esta posición y en ninguna otra.

Entre la presunción de inocencia y el descrédito de estos casos de corrupción tenemos que dibujar una mediana, donde impidamos la ignominia pública que supone cualquier tipo de ilícito, pero máxime en estos que se investigan, donde dentro de los elementos del tipo del delito el dolo y el ánimo de delinquir lucrándose son claros y motivan la comisión de estos delitos. Una comisión por comisión u omisión del especial deber de garantes que tienen los responsables públicos en aquel momento, porque, en el mejor de los casos, esos responsables públicos fueron unos incompetentes que no se dieron cuenta del business y de los delitos que cometían sus subalternos y los que estaban a su disposición, pero, en el peor de los casos, serán cómplices o serán responsables de lo que determine la justicia en sede penal.

Por lo tanto, tenemos que actuar desde un punto de partida político donde podamos establecer no solo unas consecuencias políticas, sino también preguntarnos qué tenemos que hacer para evitar que casos como estos, que deslegitiman a las administraciones públicas y a los representantes públicos, no se vuelvan a suceder. Tenemos herramientas, tenemos mecanismos, pero, aun así, se sigue dando este tipo de corruptelas, aprovechando subterfugios como fue una pandemia. Pero esto nos tiene que hacer reflexionar e ir un poco más allá. Tenemos que ser un ejemplo para la ciudadanía porque, si no, con nuestra falta de actuación, nuestra falta de diligencia y la permisividad con la que se ha actuado durante estos años, hará que el descrédito sea aún mayor.

Tenemos la obligación en este Parlamento de ser responsables y escrupulosos con lo que esta comisión vaya a determinar para poner no solo los responsables políticos la cara que se merecen, sino también proponer qué hacer de cara al futuro para evitar que esto vuelva a suceder.

La señora presidenta: Gracias, señor Acosta.

Tiempo de intervención ahora para la Agrupación Socialista Gomera. Señor Ramos Chinea, tiene la palabra.

El señor Ramos Chinea: Gracias, señora presidenta.

Bueno, recordaremos todos el episodio de la pandemia, quizás uno de los momentos más críticos, más negros al menos de la reciente historia de nuestro archipiélago, donde sufrimos una crisis pandémica, una crisis sanitaria en la que murieron lamentablemente muchísimos canarios y canarias. También esto trajo consigo una crisis económica que tuvo que tener medidas especiales para poder salir de ella.

La verdad es que es lamentable que ocurrieran situaciones como las que podemos ver en prensa a diario. Vemos que cada día sale una noticia diferente, cada vez más grave, y, la verdad, creo que es responsabilidad también de este Parlamento tomar cartas en el asunto. De ahí que respaldemos que se ponga en marcha esta comisión de investigación, dejando claro, eso sí, que para nuestra formación política este es un asunto que está en manos de la justicia. Es precisamente un juez quien tiene que dictar sentencia, no lo podemos hacer nosotros, y eso creo que tenemos que tenerlo bastante claro.

Yo espero que esta comisión sirva también para recuperar la fe de las personas en la política, porque vemos como cada vez hay un mayor rechazo, mayor creencia en la población sobre los temas políticos y es verdad que noticias y situaciones como esta no ayudan. Por eso yo espero que esa comisión sea también un rechazo unánime de este Parlamento precisamente a la corrupción. Y tengamos en cuenta, señorías, que cuando hablamos de corrupción no hablamos de partidos políticos. Lamentablemente hablamos de personas que acaban metiéndose en política por intereses personales, pero no podemos tildar de corruptos a ninguno de los partidos que forman parte de esta Cámara o de cualquier otra institución.

Como ya dije, debe ser la justicia quien llegue hasta el final y determine si existieron conductas delictivas o no. Espero que el trabajo que llevemos a base, en esa comisión de estudio, no se inmiscuya en este trabajo que tiene que llevar a su término la justicia.

Y a mí la verdad es que no me gusta dar nombres, como se han dado hoy aquí, porque yo creo en la presunción de inocencia. Cuando emitimos juicios y damos nombres, quizás estamos creando un grave perjuicio a personas que, finalmente, pueden resultar inocentes. Por tanto, yo creo que eso es algo que tenemos que tener en cuenta. Cuando hacemos daño a una persona, no se lo estamos haciendo a ella, también seguramente se lo estaremos haciendo a su familia y creo que nadie quiere pasar por ese tipo de daño. Y espero que seamos consecuentes en esa comisión de estudio, que no la usemos como un círculo para "y tú más", como ya decía también el portavoz de mi grupo parlamentario hace poco en el debate del estado de la nacionalidad. Espero que esta vez seamos todos consecuentes, luchemos todos contra esa corrupción y que consigamos tener unas comisiones de estudio, unas ponencias en las que realmente todos persigamos lo mismo, que no es otra cosa que esclarecer los hechos y luchar contra la corrupción. Bastantes problemas tenemos ya también en nuestra tierra para seguir sumando muchos más.

Por tanto, creo que, como ya dije, vamos a votar a favor de que se cree esta comisión de investigación y por parte de nuestro grupo no tenemos ningún problema en colaborar en todos los aspectos que ello requiera.

Muchas gracias.

La señora presidenta: Gracias, señor Ramos.

Tiempo de intervención para Nueva Canarias-Bloque Canarista.

El señor Campos Jiménez: Gracias, presidenta. Buenas tardes, señorías.

Debatimos la creación de la comisión de investigación sobre lo que venimos conociendo en los últimos días y una de las críticas recurrentes ha sido cuál fue la posición de quienes conformábamos el Gobierno en la legislatura pasada, los grupos que apoyábamos al Gobierno, sobre la petición de comisión de investigación en aquel instante. Yo no voy a hablar por el resto de grupos, cada uno explicará su posición, yo voy a hablar de cuál ha sido la posición histórica de Nueva Canarias sobre las comisiones de investigación. Nunca apoyamos ninguna, nunca, ni cuando teóricamente podría llegar a afectarnos ni cuando teóricamente podría afectar a otros. Nunca. ¿Y saben por qué? Porque, desgraciadamente, y aunque somos conscientes de que es una figura, es una herramienta, es un instrumento que está contemplado dentro del ámbito parlamentario, en su funcionamiento, como mecanismo de control, como mecanismo de fiscalización, no solo del Gobierno, sino de quienes se dedican a la actividad pública, la realidad es que siempre se pervierte. Y por eso nunca las hemos apoyado, no las apoyamos en la legislatura pasada, pero tampoco las apoyamos en la anterior, cuando se acercaron a nuestro grupo y nos pidieron, porque eran imprescindibles al menos dos grupos en aquel momento, que apoyáramos una comisión de investigación a quien en aquel momento presidía el Gobierno de Canarias, y dijimos que no. Fíjense si nosotros teníamos un interés enorme por defender a según quién, pero éramos coherentes. Y decíamos que no porque era un tema que estaba judicializado y entendíamos que esas cuestiones se tienen que dirimir en el ámbito de la justicia, y que nosotros no íbamos a contribuir a convertir al Parlamento de Canarias en un circo. Afortunadamente, en aquel caso, años más tarde, la persona por la que se dirigieron a nosotros para que creáramos una comisión de investigación aquí y nosotros, confiando en la justicia y en la presunción de inocencia de esa persona..., se archivaron sus causas porque era inocente. Y a lo mejor nos encontramos con que, a pesar de todos los aspavientos y las palabras que estamos escuchando en el día de hoy o llevamos escuchando durante meses y en la legislatura pasada, las personas, que se dejaron la vida literalmente en la peor circunstancia posible y que ahora se les señala de una manera a veces tan miserable, de repente también serán inocentes. Y, como fuimos coherentes en esa primera ocasión, lo fuimos en la segunda ocasión, no es según cuando me toca.

Y decía que no creemos mucho en la eficacia de esas comisiones de investigación, pero no porque sea un convencimiento propio, sino porque es lo que hemos visto aquí, en el Congreso, en el Senado. ¿O de verdad ha habido comisiones de investigación donde, más allá del ruido, de la criminalización de unos a otros, se haya sacado algo en claro? Ojalá fuera así.

Yo estoy de acuerdo con la intervención del señor Acosta: yo creo que debemos venir si hay una comisión de investigación con ánimo de transparencia, de buscar toda la información, de aprender los temas y si hay algo que sea recriminable, por supuesto, del tipo penal, que yo no tengo dudas, para eso que actúe la justicia y contundencia total, pero si también, desde el punto de vista político, si tienen que asumirse consecuencias, que se haga.

Pero el problema, y por lo que nosotros históricamente hemos estado en contra de eso... Mire, yo voy a poner dos o tres ejemplos. Aquí hubo gente a la que le faltó tiempo en la legislatura pasada y en esta para solicitar la comisión de investigación, le faltó tiempo, pero cuando se las pidieron en las comunidades autónomas donde ellos gobiernan por el mismo tema votaron en contra. Vamos a ver, o las comisiones de investigación son un ejercicio de transparencia, de democracia, donde los partidos políticos..., o no lo son.

Es que pidieron una comisión de investigación, porque les faltó tiempo desde que sonó por ahí el caso Koldo, registrándola en el Senado, donde tengo mayoría, se pide en el Congreso y voto en contra. La misma herramienta desde el punto de vista jurídico. Si de verdad creemos en ese principio, apliquémoslo en todos los sitios, pero cuando lo aplicamos en función de si sí o si no, si gobierno o no, entonces lo que hay detrás realmente es una instrumentalización de una herramienta que podría ser muy eficaz, como decía el señor Acosta, pero desgraciadamente sirve, para algunos, para dictar sentencia desde el minuto uno.

Un claro ejemplo es que cuando se registra esta solicitud de comisión de investigación, en la rueda de prensa, el titular, porque sale así, y hoy se ha repetido aquí, es el caso Torres, alguien que ni siquiera está investigado, con un nombre en el que ya claramente se ha dictado sentencia. Son los mismos que luego, cada día, van apareciendo más en la foto en las ruedas de prensa, primero eran dos, luego son cuatro, ahora ya están los congresistas, los senadores y senadoras, vendrán los eurodiputados, para reclamar la dimisión de Torres de manera clara, porque ya han dictado sentencia -no, no estoy hablando de usted, ténganlo claro, señor Estébanez. En otras cosas sí, pero no en esto-.

Por eso digo que, desgraciadamente, una herramienta que podía ser muy válida, cuando se malutiliza y se pervierte, no funciona. Y esa fue nuestra posición histórica.

Y porque creemos que siempre es importante, muy importante, que los parlamentos funcionen y la comisión de investigación es verdad que es una medida si se aplicara bien. Pero no significa que, el que en la pasada legislatura no hubiera una comisión de investigación, hubiera ausencia de la fiscalización del Gobierno con ese tema. Es que es verdad, es que no hubo pleno durante meses en que, cuando no era el presidente del Gobierno, era un consejero, cuando no el otro, en comisiones, en preguntas, en interpelaciones, en solicitud de documentación, una tras otra, tras otra, se estuvo precisamente fiscalizando esa labor. Yo sé que a algunos algunas de las respuestas no les gustarían, porque yo no sé qué pretendían. Sí, soy culpable, oiga, no, es que si no eres culpable tú lo que planteas es, mire, hemos hecho estos procedimientos, hemos hecho esto, cuando detectamos que la mascarilla no está, iniciamos a través de la Agencia Tributaria todo el procedimiento para recuperar los fondos, etcétera, etcétera, etcétera. E incluso llegó a haber responsabilidades políticas, porque las hubo.

Por tanto, da la sensación de que, no habiendo comisión de investigación, en este Parlamento, durante cuatro años, la opacidad fue total y aquí no se habló nunca de las cuestiones de las mascarillas, y no fue así.

Y luego hay un elemento que para nosotros es esencial y yo pido, de verdad... La comisión va a salir adelante y nosotros vamos a apoyarla y estaremos colaborando al máximo y de manera absolutamente decidida en este tema, pero yo pido dos cuestiones. Una, de verdad, al margen de algún chascarrillo, algún titular de estos..., vamos a trabajar en la línea del señor Acosta. No traigamos el clima que está ya en Madrid instalado a esta Cámara, lo dije en el debate del estado de la nacionalidad, no traigamos ese clima, porque nunca fue nuestro estilo. Y creo que se puede ser tremendamente contundente y, si hubiera algo, exigir todas las responsabilidades, pero vamos a hacerlo desde el rigor que siempre en esta Cámara tuvimos. Y, entre otras cuestiones, también, y fundamental, prevaleciendo el principio de inocencia, es lo menos que se puede esperar, como hicimos nosotros hace ocho años. Un principio de inocencia que a mí me preocupa porque, ya digo, aquí se están exigiendo dimisiones y se ponen títulos a determinadas operaciones con personas que ni siquiera están investigadas en este instante.

Y luego, llegados a este punto, yo creo que es importante que recordemos las circunstancias en que sucedió todo esto, porque, de verdad, me sorprende escuchar algunas intervenciones, aquí y fuera de aquí. Y no digo que toda la gestión fuera ejemplar, ni aquí ni fuera de aquí, pero creo que es importante que recordemos el contexto en el que sucedió esto. Aquí no estábamos en un contexto absolutamente normalizado, con todos los funcionarios trabajando sin problemas, nos saltamos la Ley de Contratos porque, bueno, quisimos, teníamos todas las advertencias y quisimos... No, no había ni una mascarilla, ni una mascarilla, todos los proveedores oficiales del Servicio Canario de Salud de estos materiales, todos sin excepción, dijeron "no tenemos material", aquí y fuera de aquí. Y entonces tocaba buscar soluciones, porque esas soluciones salvaban la vida de la gente, y todos empezamos a ver quién tenía algún contacto, da igual dónde, para conseguir mascarillas, EPI o respiradores, que salvaban la vida de la gente. Y cuando lo conseguíamos, alguien en China que se dedicaba a vender jamones o zapatillas deportivas pero tenía a alguien que conocía en China, y lográbamos eso y, cuando llegaron, es que los recibíamos, vamos, con la televisión, el avión en el aeropuerto, y retransmitíamos cómo luego se pasaba rápidamente a un helicóptero para distribuirlo entre islas, porque salvaba vidas. Ese fue el contexto.

Digo todo esto porque creo que a veces se es injusto con algunos de los planteamientos que se hacen, como que se han malversado cuarenta y pico, 50, ya va por 60 millones de euros. La inmensa mayoría de esos recursos que están planteando, algunos ni siquiera judicializados, llegaron, se distribuyeron y salvaron vidas. Hubo algunos en que se está peleando para recuperar los fondos y hay algunos que en el medio, en el camino metieron la mano. Pero, hombre, me sorprende que digan que el señor Torres o cualquiera de los que estaban aquí tenían que conocer claramente lo que hacía el señor Koldo y alguna en algunos territorios, como en Madrid, no sabe ni lo que hacía su compañero. ¡Un pizco de rigor, un pizco de rigor!

Por tanto, vamos a apoyar esta iniciativa. Confianza, por supuesto, en la justicia y también en este Parlamento y en su talante.

(Aplausos).

La señora presidenta: Gracias señor Campos.

Finaliza el debate el Grupo Socialista Canario. Señor Franquis Vera.

El señor Franquis Vera: Presidenta, señorías.

Bueno, hemos apreciado aquí lo que es el modo canario en la política del día a día.

Miren, he estado sentado en el banquillo intentando contenerme, porque quiero evitar, de verdad, quiero evitar esto de empezar a nombrar cuestiones, porque aquí llega uno dando lecciones al Partido Socialista como si aquí no hubiera pasado nada. Sí, sí, estoy mirando para ahí, claro que estoy mirando para ahí. Sobre todo a los que aplauden. ¿No se oye?, ¿solo oyen lo que les interesa? (Palmoteos). (La Presidencia abandona su lugar en la Mesa y ocupa la Presidencia el señor vicepresidente segundo, Matos Expósito).

Miren, cada grupo político en esta sala es heredero de lo que ocurrió en el pasado, absolutamente heredero. El otro día en el debate del estado de la nacionalidad a algunos les sorprendió, por lo visto desagradablemente, que yo, como miembro del Partido Socialista, en mi intervención hablara de la corrupción. ¿Pero qué les molesta a ustedes que hable de la corrupción?, ¿es que ustedes tienen el derecho a hablar solo de la corrupción? Sí, sí, claro que les molestó. ¿Tanto les molesta que el Partido Socialista haya dicho públicamente que vamos a apoyar la comisión de investigación?, ¿tanto les molesta eso? Antes les molestaba que decíamos una cosa y ahora que decimos otra. ¿Tanto les molesta? Lo que hemos intentado hacer, explicar en mi intervención, en el estado de la nacionalidad, era la coyuntura que estábamos viviendo. Por cierto, ni a usted ni a la portavoz del Partido Popular les oí decir en sus diez minutos la palabra "pandemia", en ningún momento decían la palabra "pandemia", lo que estábamos viviendo en aquellos momentos.

Miren, lo dije el otro día y lo vuelvo a repetir hoy en esta Cámara, cualquier fuerza política que esté en el Gobierno puede tener casos de corrupción en su Gobierno, cualquiera, y el ejemplo lo tenemos en el paisaje político español; la diferencia está en cómo se actúa cuando se tiene un caso de corrupción. Esa es la enorme diferencia de unos y de otros, esa es la enorme diferencia de ustedes y de nosotros.

En este Parlamento se han constituido o se han propuesto doce comisiones de investigación en sus cuarenta años de historia, al menos de la legislatura pasada, desde que tenemos datos e información de cuándo se han ido proponiendo estas comisiones. De esas doce se han aprobado cinco comisiones de investigación, cinco; en el resto han ido votos en contra. Muchas de esas son herederos de esos escaños, de cuando manifestaron su contrariedad a que la comisión de investigación se llevara a cabo en los diferentes asuntos que ha tenido esta comunidad a lo largo de estos cuarenta años.

Miren, yo sé que a ustedes les molesta, pero el Partido Socialista es incompatible con la corrupción y cuando hay un caso de corrupción en el Partido Socialista asumimos inmediatamente la responsabilidad y exigimos responsabilidades públicas de forma inmediata, y en los últimos casos ha sido absolutamente claro.

Dicho esto, cuando la ha habido, se ha actuado con absoluta rotundidad. Tengo que decir, como decía hace una semana, que en Canarias no hay ningún militante del Partido Socialista que esté investigado en este momento, ninguno, ¡ninguno! No hay ningún responsable del Partido Socialista que esté acusado en este momento, ¡ni uno! ¿Hay responsables políticos que están hoy investigados en Canarias por corrupción? ¡Sí!, y no están precisamente en esta bancada, no están en este asiento, y todos sabemos dónde están o dónde se sentaban hace algunos años atrás. (Rumores).

El señor vicepresidente segundo (Matos Expósito): Señorías, ruego silencio, por favor, y respeto a la intervención, que ha sido la tónica general en el resto de las intervenciones.

Muchas gracias.

Continúe, señor Franquis.

El señor Franquis Vera: ¿Por qué estamos de acuerdo en crear la comisión de investigación? Porque somos los primeros interesados en que se investigue hasta el fondo, hasta el fondo, con todas sus consecuencias, y si se descubre que hay alguien que ha metido la mano donde no debe, que asuma sus responsabilidades políticas de inmediato. Seremos los primeros que las vamos a exigir. No tenemos nada que esconder, absolutamente nada que esconder. (Se reincorpora a su lugar en la Mesa la señora presidenta).

Cuando se plantea la comisión de investigación hace un año y medio solo había sobre la mesa y sobre el debate político un caso que se estaba en aquel momento debatiendo, el caso de las mascarillas. ¿Qué ha ocurrido desde esa fecha hasta el día de hoy? Ha habido cuatro casos más. Que, por cierto, ustedes no los mencionan todos, solo mencionan los que les interesan, y me extraña que ustedes solo mencionen los casos que les interesan. ¿Por qué no mencionan todos los casos que se están investigando en nuestra comunidad autónoma?, ¿por qué?, ¿por qué? Están ocurriendo en el mismo proceso de tiempo, durante la pandemia, por contratos de la misma manera: ¿por qué ocultan unos y otros no?, ¿por qué señalan a unos y a otros no?

Miren, el señor Torres tiene, como todo el mundo, errores y aciertos en su gestión política, errores y aciertos. Ahora, lo que no se le puede señalar en esta comunidad autónoma -y lo saben ustedes tan bien como yo, porque lo conocen como yo- es que el señor Torres en su actuación de responsabilidad política en Canarias cometiera un acto de corrupción en esta comunidad. (Aplausos y palmoteos). ¡Lo saben tan bien como yo, lo saben tan bien como yo! Sí, sí, sí. Y sobre todo esas personas que se suben a esta tribuna señalando y acusando, como aquí se ha dicho anteriormente, señalando y acusando, algunos han puesto titulares ya a esta comisión de investigación de hace un mes, la comisión Torres, del caso Torres. Lo han dicho, lo han vuelto a repetir aquí hoy. Esa es la intención de esta comisión, a ustedes les interesa para nada investigar, absolutamente para nada, quieren utilizar la comisión para lo que la utilizan, para hacer daño político, para acorralar al adversario político. El señor Torres no tiene nada que esconder, porque es sobre todo un hombre honrado. Y no es que lo diga el Partido Socialista, lo sabe la mayoría de la sociedad canaria. Y no tiene nada que esconder, vendrá a la comisión de investigación a hablar y a responder a todo lo que se le pregunte, a investigar de todos, de todos, no lo que les interesa a ustedes, de todos, de todos.

Yo puedo decir en esta Cámara con claridad que yo no he mandado ningún mensaje a nadie diciendo o proponiendo que se contrate a una empresa o a otra. ¡No sé si gente en esta Cámara puede decir lo mismo que estoy diciendo yo! (Aplausos).

Lo que quiero decir con esto es que estamos dispuestos a llegar hasta el fondo, a que se investigue todo, absolutamente todo, porque no tenemos nada que esconder, absolutamente nada que esconder, somos los primeros interesados en que se investigue hasta el fondo. Pero lo que sí pedimos... -y en eso agradezco las palabras del representante de AHI, como del señor de asamblea socialista de La Gomera, como de Luis Campos, su forma de entender y de afrontar esta comisión de investigación-. Vamos a investigar hasta el fondo. Si hay responsabilidades políticas, que se asuman, con absoluta claridad, seremos los primeros que vamos a exigirlas. Y además vamos a investigar para, si es posible, que en el futuro no ocurra lo que nos pasó en la anterior etapa, que es una pandemia, una pandemia, con una enorme fragilidad de las administraciones públicas en España, en toda España, también en Canarias, también en Canarias.

Y también discutiremos la gestión sanitaria durante la pandemia, la de Canarias comparada con otras administraciones públicas de este país, porque las cosas hay que compararlas con otras para saber el nivel de trabajo que se hizo en esta Comunidad Autónoma de Canarias, que si la comparamos con otras veremos la enorme diferencia de gestión de esta comunidad a las otras.

Miren, yo no voy a estar con el "tú más", no lo voy a estar, aquí se retrata cada uno lo que es, se retrata cada uno lo que es. Ya lo ha dicho claramente Luis Campos: unos apoyan aquí una cosa y en otros sitios ponen exactamente lo contrario, como si la cosa no fuera.

Digo, seremos los primeros interesados en que se investigue en esta comisión, hasta las últimas consecuencias, para que se sepa toda la verdad. Somos los primeros interesados, porque estamos convencidos de que cuando acabe esta historia, cuando no haya nada que publicar, más de uno tendrá que pedir disculpas por lo que han estado haciendo en todo este tiempo, de estar acusando a personas honradas, que cometen errores sin duda alguna, pero son honradas, que no meten la mano donde no tienen que meterla, como han hecho otros históricamente o muchas veces en nuestra propia comunidad autónoma.

Por tanto, van a colaborar, el Partido Socialista estará colaborando con todos ustedes, con esta comisión, con este Parlamento, para llegar hasta el final y con todas las consecuencias. Solo pido responsabilidad, responsabilidad política, porque el daño, insisto, se lo estaremos haciendo al conjunto de la clase política de esta comunidad, y eso es lo que tenemos que asumir como responsabilidades políticas. Y lo digo aquí, en esta Cámara, donde ha habido personas que han estado encausadas en determinados procedimientos y han sufrido las consecuencias de que finalmente se declaran de forma inocente, como ha pasado en muchos de esos casos. Por eso me sorprenden algunas de las intervenciones que he escuchado en el día de hoy.

Insisto, y para acabar, contarán con el Partido Socialista, con los veintitrés diputados, para llegar hasta el final de las consecuencias. Transparencia absoluta, asumir responsabilidad absoluta, pero todo el respeto al trabajo de las personas que se ha hecho en los últimos años.

Gracias.

La señora presidenta: Finalizado el debate, llamamos a votación. (Suena el timbre de llamada a la votación. Pausa).

Estamos todos sentados, pues, votamos. (Pausa).

Si les parece, vamos leyendo la certificación del secretario general del Parlamento.

De conformidad con los acuerdos de la Mesa de la Cámara de 13 y 18 de marzo de 2024, en el plazo establecido a tal fin, las señoras diputadas doña Natalia del Carmen Évora Soto, del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario; doña María Isabel Saavedra Hierro, del Grupo Parlamentario Popular, y doña Yaiza López Landi, del Grupo Parlamentario Socialista Canario, han emitido el voto anticipado para la votación en la sesión plenaria en la jornada del 20 de marzo de 2024, solicitud de creación de comisión de investigación.

Sentido del voto: doña Natalia del Carmen Évora Soto, Grupo Nacionalista Canario, "sí"; María Isabel Saavedra Hierro, Grupo Popular, "sí"; doña Yaiza López Landi, Grupo Socialista, "sí".

Por tanto, queda la votación: 66, sí; ninguna abstención; ningún voto en contra.

Por tanto, queda aprobada por unanimidad.

Finalizado el orden del día, se levanta la sesión.

Gracias.

(Se levanta la sesión a las quince horas y treinta y ocho minutos).