Diario de Sesiones 44, de fecha 10/7/2024
Punto 2

11L/C/P-0442 Comparecencia de la señora consejera de Sanidad, sobre los avances experimentados para mejorar la atención a los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria, a petición del Grupo Parlamentario Popular

La señora presidenta: Siguiente comparecencia, de la señora también consejera de Sanidad, sobre los avances experimentados para mejorar la atención a los pacientes con trastornos de la conducta alimentaria. Esta comparecencia se hace a petición del Grupo Parlamentario Popular.

Señora Paniagua, tiene la palabra.

La señora Paniagua Navarro: Gracias, presidenta.

Señorías, si en algo se empeñó este Gobierno desde su inicio es en atender y cuidar la salud mental de la ciudadanía, dada la creciente preocupación por el bienestar psicológico de la población, una preocupación que además aumentó durante la pandemia. De ahí que esta legislatura se haya creado la Dirección General de Salud Mental, yo creo que todos estamos de acuerdo en esta Cámara en que si hay un área verdaderamente relevante es esta.

Una de sus principales tareas, como saben está siendo implantar definitivamente esa ley de salud mental que apenas pudo desarrollarse en los cuatro años anteriores, y se están dando pasos, señorías, sobre todo para dar respuesta, cuidado, atención a las personas que sufren algún tipo de trastorno alimentario aquí en Canarias.

En el archipiélago solo el pasado año se atendió en las unidades de salud mental comunitaria a un total de 1026 pacientes con trastorno de la conducta alimentaria. Aunque la mayoría de los casos, 944, fueron mujeres también se contabilizaron 82 casos en hombres; de las más de mil personas que fueron atendidas en estas unidades, 40 de ellas fueron adultos que precisaron de ingreso hospitalario.

Los trastornos de la conducta alimentaria son patologías de salud mental caracterizados por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria, frente a la comida, y una obsesión continua por el control del peso.

La recuperación no es nada sencilla, porque frente a adicciones como el tabaco o el alcohol la comida no se puede dejar, se necesita para vivir, por ello los tratamientos suelen ser largos, entre cuatro y cinco años, aunque esto va a depender también de cada persona.

Hablamos, señorías, de trastornos como la anorexia, la bulimia, que son los más comunes, y aunque suelen asociarse a la adolescencia no siempre es así. Si nos centramos en la anorexia nerviosa, se trata de un trastorno mental grave cuyo origen de se debe a varios factores, ya sean biológicos, psicológicos y también socioculturales. La persona que la sufre restringe voluntariamente la ingesta de comida, lo que conlleva una pérdida de peso, pero además tiene una imagen distorsionada de su propia imagen corporal, se ven con kilos de más, que la pérdida de peso no es suficiente, y se apodera de ella un miedo irracional a coger kilos.

Si nos centramos en la bulimia, se suele caracterizar por una ingesta importante de comida y en un corto periodo de tiempo, por lo que se tiene la sensación de pérdida de control sobre lo que realmente se ingiere. A todo esto se suman conductas inapropiadas para compensar ese atracón, como purgas, ayuno, toma de laxantes o ejercicio físico, y además una autoestima que viene determinada por el peso.

Según especialistas y asociaciones como Gull Lasègue cada vez son más frecuentes los pacientes menores de 12 años que padecen afecciones como la anorexia o la bulimia. Se han llegado a detectar, señorías -y también me afecta como madre de un niño de 12 años, una niña de 10-, se han llegado a detectar aquí en Canarias casos de niñas de 8 años, 8 años, que sufren un trastorno alimentario en Canarias.

Además, las hospitalizaciones también han ido en aumento, un 22 % en todo el país solo en el último año.

¿En qué inciden los expertos? En aumentar la prevención y prestar mayor atención a los hábitos de nuestros jóvenes, hablamos de hábitos como el uso de las redes sociales y de los patrones físicos a los que se ven expuestos porque se asocia esa idea, señoría, de la delgadez con el éxito, fíjense a lo que están expuestos horas y horas en la tecnología, en las redes sociales, en internet. Ese es el mensaje que bombardea a nuestros niños y nuestras niñas y nuestros adolescentes. Tampoco ayuda, y eso también tenemos que entonar el mea culpa, señorías, los mensajes que nosotros mismos, los adultos, decimos sin pensar y que calan entre los más jóvenes como, tengo que ponerme a dieta, he cogido unos kilos de más.

Bueno, poco a poco en Canarias está creciendo el número de recursos o unidades para tratar estos trastornos de conductas alimentarias que requieren de un equipo multidisciplinar para que la atención al paciente sea integral y su recuperación lo más óptima posible.

Desde el Grupo Parlamentario Popular sabemos, consejera, que se están dando pasos y trabajando en ese sentido, pero espero que en su turno nos detalle lo que se está haciendo desde su consejería para prevenir, tratar a las personas que sufren un trastorno de este tipo aquí en Canarias.

Muchísimas gracias.

La señora presidenta: Gracias, señora Paniagua.

Tiempo de intervención para la señora consejera de Sanidad.

La señora consejera de Sanidad (Monzón Monzón): Muchísimas gracias, señora presidenta.

Señora Paniagua, desde luego la Consejería de Sanidad considera los trastornos de la conducta alimentaria como una prioridad dentro del ámbito de la salud mental. Los trastornos de la conducta alimentaria representan un desafío significativo que requiere de recursos específicos y una coordinación intensa entre diversos dispositivos y profesionales de la salud.

La prevención de estos trastornos es un componente esencial de nuestra estrategia incluyendo iniciativas como están en la plataforma canariasaludable.org y los círculos de vida saludable y también la campaña de hábitos saludables.

Además, el manual de vida saludable para mediadores sociosanitarios proporciona también herramientas valiosas para prevención y promoción de estos hábitos desarrollada por la Dirección General de Salud Pública.

La prevención secundaria se centra en el diagnóstico precoz. Y la adecuada coordinación entre los servicios de salud, facilitando de esta manera una intervención temprana y efectiva.

La atención a las personas con este trastorno se organiza a través de un sistema de varios niveles. En primer lugar, en atención primaria donde pediatras y médicos de familias son los primeros en evaluar y tratar a estos pacientes. En segundo lugar, en las unidades de salud mental, distribuidas por sectores en todas las islas y proporcionando una atención especializada con profesionales muy cualificados. Y, en tercer lugar, para los casos en los que resultan necesarios se dispone de los hospitales de día infantojuveniles situados tanto en Santa Cruz de Tenerife como en Las Palmas de Gran Canaria. Estos centros ofrecen una atención muy especializada de tercer nivel y son referencia para otros dispositivos infantojuveniles. También contamos con unidades de hospitalización de agudos para casos que requieren alguna hospitalización plena.

Por otra parte, disponemos de los recursos específicos provinciales. En Las Palmas recientemente, como bien usted dijo, inauguramos justamente el 10 de junio una unidad de hospitalización para los trastornos de conducta alimentaria que, sin duda, han supuesto un hito y un paso muy importante en esa provincia, ya que hasta ese momento los pacientes que requerían de un ingreso tenían que ser trasladados a Barcelona, siendo esto costoso tanto para las familias como también para el Servicio Canario de la Salud, obviamente, pero sobre todo para la parte emocional del paciente y de sus familiares.

La plantilla de profesionales de esta unidad está compuesta por 23 profesionales, hay un psicólogo clínico, un psiquiatra, hay 9 enfermeros, 9 técnicos auxiliares de enfermería, 1 terapeuta ocupacional, auxiliar administrativo, por supuesto, y a todo ello se le suma también un especialista en endocrinología. Además, esta unidad cuenta con despachos de atención clínica, comedor, terapéuticos, salas de reuniones, sala de terapia. Francamente, les invito a que vayan a conocer el espacio que es muy agradable porque, como sabemos esa parte de la humanización, que tanto critica el PSOE de esta consejera, es fundamental para atender a la salud mental y, desde luego, específicamente a este tipo de trastorno.

Y, por último, desde luego, contamos ese modelo comunitario de atención a los trastornos de la conducta alimentaria que está internacionalmente aceptado y el cual se basa en la continuidad de los cuidados y la coordinación y en esos vínculos sociales.

El protocolo de actuación en los trastornos de la conducta alimentaria, según niveles de intervención de la Comunidad Autónoma de Canarias, establece las bases de atención garantizando personal especializado y programas protocolizados en todos los niveles de atención que anteriormente he mencionado.

Y, desde luego, debo destacar, sin duda, como usted bien ha dicho, el papel relevante que juegan aquí las asociaciones de atención a pacientes con trastornos de la conducta alimentaria, Alavente, aquí en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, y también Gull Lasègue en la provincia de Las Palmas. Y agradezco, desde luego, personalmente su labor que llevan haciendo desde hace muchísimos años y donde nosotros no podemos llegar ellos siempre están. Y también agradezco, desde luego, a los profesionales del Servicio Canario de la Salud su involucración porque realmente tienen una parte vocacional muy importante, se han formado específicamente en este tipo de trastornos y están dando el mejor de los servicios a nuestros pacientes.

Y también, desde luego, mi agradecimiento a estas asociaciones que brindan apoyo a los pacientes y a sus familiares.

Muchísimas gracias.

La señora presidenta: Gracias, señora consejera.

Tiempo de intervención ahora para los grupos no proponentes, Agrupación Herreña Independiente.

El señor Acosta Armas: Gracias, presidenta, y gracias, consejera.

Ya en el pleno de hace dos semanas tuvimos la oportunidad de comentar aspectos relacionados con la salud de los jóvenes, y entre ellos los que tienen que ver precisamente con la salud mental, y en aquel momento ya hablábamos de los trastornos de la conducta alimentaria como uno de los principales problemas que por desgracias tienen los niños y las niñas, pero estos trastornos no solo afectan a los más jóvenes, es verdad que son un sector de la población muy vulnerable a estas patologías pero también se da en adultos. Y creo que ahí radica parte de la dificultad de establecer una respuesta asistencial que sea adecuada para cada tipo de pacientes, y la otra parte de la dificultad también viene dada por el carácter multidisciplinar que debe tener precisamente esa asistencia con la participación de psicólogos, psiquiatras, endocrinos, enfermeras, enfermeros, incluso terapeutas ocupacionales.

Y la unidad de hospitalización, que se presentó hace unas semanas en Gran Canaria, viene ha cubrir efectivamente la demanda de las personas adultas, no solo de esta isla sino también de Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa. Quiero felicitar en este sentido al Gobierno por la entrada en vigor de esta unidad, que va en la línea de ese objetivo tantas veces verbalizado por la consejería, acercar precisamente la sanidad al paciente, y con este nuevo recurso se completa la red para la atención a estos trastornos, una red que empieza precisamente en las consultas de pediatría y medicina de familia de los centros de salud y que luego continúa en una treinta de unidades de salud mental comunitarias existentes en Canarias, ocho específicas para la atención de la salud mental de la población infanto-juvenil y nueve del USM de adultos e infanto-juveniles.

En cualquier caso, consejera, y al hilo también de la denuncia pública de una paciente de hace unos meses sobre la inexistencia de centros residenciales o internamiento de las islas, más allá de estas unidades de hospitalización, me gustaría preguntarle por la posibilidad o la conveniencia de este tipo de establecimientos, porque recordemos también que se da el caso de que alguno de los pacientes residentes, la estrategia también terapéutica, han de ser también derivados a centros de la península, y lo ideal, para ellos y para su propia familia, es que se pudieran quedar lo más cerca posible de casa, y ahí es donde creo que debemos ir, en esa máxima que sea acercar la sanidad al paciente, sobre todo teniendo en cuenta nuestra realidad archipielágica.

Muchas gracias.

La señora presidenta: Gracias, señor Acosta.

Agrupación Socialista Gomera, señor Ramos Chinea, cuando quiera.

El señor Ramos Chinea: Gracias, señora presidenta.

Señora consejera, la realidad es que nuestra sociedad, por eso cánones estéticos que... pues la publicidad o también la propia sociedad nos impone hace que ocurran pues nuevas enfermedades, situaciones como las que vivimos; hablaba la proponente de la iniciativa de la bulimia, de la anorexia, como las más reconocidas, pero es que hay tanto componentes genéticos, biológicos, psicológicos, y, como ya dije, los sociales también, que la diversidad de afectación o de afección que hay de estos trastornos alimenticios puede llevarnos no solo a estos que hablábamos de anorexia y bulimia, también, por ejemplo, la vigorexia, y que lleva también aparejados consumo de productos luego que son muchísimo más nocivos para la salud, o la también la ortorexia, que es consumir productos que tu piensas que son saludables cuando realmente un consumo excesivo de ellos no son nada saludable.

Por lo tanto, yo creo que la atención psicológica es primordial, yo creo que tenemos que hacer campañas de prevención y también de una vida sana, una vida de ejercicio, de comida saludables, de dietas equilibradas, y para eso es importante tener buenos nutricionistas, tener también buenos psicólogos y que nuestra atención primaria o nuestro servicio canario de atención a la salud pueda tener acceso a esos grandes profesionales, porque creo que son fundamentales para hacer un seguimiento exhaustivo y singularizado a cada uno de estos pacientes porque también la disparidad de situaciones que nos llevan a estas enfermedades es variable y podemos decir que cada persona es un mundo y en esta situación es exactamente igual.

Yo sí quiero reconocer también el gran trabajo que hacen las asociaciones y también le impulso, sé que usted se ha reunido con ellas y le impulso a que siga trabajando de la mano con ellas con esos convenios, le nombro, por ejemplo, Alabente o también Gull Lasègue, creo que son asociaciones referentes que están haciendo un gran trabajo en Canarias y llegan a donde nos cuesta llegar a las Administraciones públicas, de ahí que le aliento a que siga con esa cooperación con ellos.

También quiero resaltar un congreso que se hizo hace poco en el Doctor Negrín, con más de doscientos treinta profesionales, y yo creo que estos congresos, estas reuniones, son fundamentales porque ahí los profesionales pueden poner sobre la mesa nuevas terapias, nuevas alternativas, cómo afrontar y ayudar a estas personas, y de ahí que creo que las conclusiones que se sacan en este tipo de congresos tienen que poder materializarse luego y llevarse a cabo. La atención psicosocial a la juventud es fundamental, porque vemos que estas enfermedades cada vez ocurren a edades más tempranas, podemos ver ya a niños con ocho años sufriéndolas, y también la... independientemente del sexo, ocurre tanto con mujeres como está ocurriendo con hombres. Por lo tanto, señora consejera, siga trabajando en esa línea, que yo creo que es la acertada.

Muchas gracias.

La señora presidenta: Gracias, señor Ramos.

Tiempo de intervención ahora para el Grupo Parlamentario VOX.

La señora Gómez Gómez: Muchas gracias, señora presidenta.

Señora consejera, esta es la realidad de una mujer canaria que ha luchado contra esta enfermedad. Con 16 años tuve un diagnóstico de anorexia nerviosa, que, desde entonces y durante años, alterné con crisis de ingesta excesiva de alimentos, derivados también de bulimia nerviosa. Lo cierto es que los trastornos de alimentación que sufrí comenzaron prácticamente dos años antes y desde la pubertad experimenté de manera recurrente deseos e ilusiones de acabar con mi propia vida. Esa enfermedad son una vía más a través de los cuales quienes sufrimos trastorno alimentario nos provocamos un profundo dolor, suprimiendo, en primer lugar, la comida y acompañada de muchas estrategias de autolesión después.

Tras el diagnóstico tuve que afrontar una década, prácticamente, de atención sociosanitaria y médica, contando con el apoyo de psiquiatras y psicólogos para poder hablar de superación o cura. Ello implicó no solo poder alimentarme y tener una relación sana con la comida, sino que también tuve que aprender a descansar y a cuidar de mi cuerpo, a construir otro tipo de relaciones con mi entorno familiar, tuve que aprender a tener otro tipo de relaciones con el trabajo o mi nivel de autoexigencia.

Creo que puedo decir que llevo una vida normal sin autolesionarme y sin tener una relación de amor-odio con la comida o con mi propio cuerpo, sin ansiedad y pudiendo afrontar cambios tales como los embarazos, pérdidas emocionales, conflictos laborales o de otro tipo. Cuando tengo un problema no recurro yo a la comida ni me lesiono, por compleja que sea la situación. Creo que vivo sana y dignamente a pesar de los prejuicios y del estigma social que acompaña a las personas que sufrimos anorexia, bulimia y, en general, cualquier tipo de trastorno emocional o mental del tipo que sea.

Me considero muy afortunada, porque conté con apoyo psicosocial médico durante muchos años, pero también soy consciente de que, sin los recursos económicos adecuados, habría sido muy difícil o imposible salir de la anorexia, al igual que estos trastornos se gestan durante años la recuperación que exige este tipo de padecimiento implica un largo periodo de tiempo lleno de incertidumbres. En mi entorno he visto muchas mujeres a quienes las secuelas de esta enfermedad les ha impedido tener hijos, mujeres que han transitado hacia distintos tipos de adicciones o que, aún recuperadas, tienen importantes padecimientos físicos.

Por todo ello, no acabo de entender cómo a día de hoy la atención integral a la salud mental y emocional de los jóvenes puede ser una de las grandes asignaturas pendientes de nuestro país. No existen recursos públicos suficientes para atender de manera temprana a los adolescentes cuando comienzan a expresar deseos de quitarse la vida. No existen medios suficientes cuando muchos, ante determinados padecimientos emocionales, desarrollan distintas formas de dependencia hacia sustancias adictivas.

Luchar contra esta enfermedad, así como frente a otros padecimientos mentales y emocionales, debería de ser una prioridad para construir generaciones sanas y para evitar un largo sufrimiento que muchos jóvenes se enfrentan con el peligro de recuperarse. Este s un testimonio real (Corte automático del sonido).

La señora presidenta: Gracias, señora Gómez.

Nueva Canarias-Bloque Canarista, señor Caraballo Medina.

El señor Caraballo Medina: Muchas gracias, presidenta.

Consejera, cuando terminas la carrera de enfermería te tocan todos los palos, por los contratos de sustitución, ¿no? Te ves con 24 años en una unidad de agudos de salud mental y ves a una niña de 15 años compartiendo salón, el patio, actividades, con pacientes psiquiátricos con esquizofrenia, con trastornos psicóticos, tú te pones a pensar y dices "esto no me cuadra, este no es el sitio más adecuado ni es el sitio más correcto", entonces yo creo que es verdad que se ha avanzado en estos últimos años, pero yo creo que hay que hacer este camino, este esfuerzo, en la consejería en este tipo de pacientes, que cada vez, como han dicho algunos diputados, es gente mucho más joven, ¿no?, adolescentes que... que lo he dicho en varias ocasiones desde este atril, que hay muchos niños que se encuentran solos, que están presionados por las redes sociales, están presionados por la imagen, por el físico... porque también no tienen el apoyo familiar que podríamos haber tenido nosotros cuando éramos pequeños, que nuestros padres siempre... teníamos a nuestra madre en casa, pero ahora muchos niños están solos, esa soledad no deseada, tampoco tienen el apoyo de las instituciones, no tienen el apoyo de las administraciones...

Por eso es verdad que este tipo de trastornos, aunque es verdad que tienen un factor biológico, genético, pero yo creo que el más importante es el factor social, y ahí tenemos que estar nosotros apoyando y luchando para eso, ¿no? Es muy duro para un padre, para unos padres, tener a un hijo, una hija, que por mucho que lo intentes, por mucho que luches, tienen una distorsión de la imagen, se ven con sobrepeso, tienen medio excesivo a la ganancia de peso e incluso, aunque visualmente los ves que tienen una delgadez extrema, te da miedo que incluso puedan perder la vida, ¿no?

Yo creo que estas unidades son importantes, son muy importantes, porque hacen una asistencia directamente específica a este tipo de trastornos, a este tipo de pacientes, no voy a nombrar otra vez las asociaciones, yo creo que las asociaciones, las dos referentes en Canarias han sido un ejemplo, donde no ha llegado nunca la Administración ellos han dado el callo en este tipo de pacientes, y yo creo sinceramente que hay que apostar por esto. Aunque las asociaciones nosotros vayamos a complementar esa actividad tenemos que reforzar las plantillas, un psicólogo me parece poco un psicólogo para una unidad donde puede atender a lo mejor en una provincia a 500 pacientes con esta alteración, ¿no?, yo creo que hay que reforzar sobre todo las plantillas de salud mental para mejorar esto.

Y luego le voy a proponer una unidad satélite, por ejemplo en el Molina Orosa, una unidad satélite de salud mental, para niños con edad pediátrica que tienen cualquier trastorno de salud mental se pueda... no tengan que ser derivados y puedan estar especialmente tratados en el Molina Orosa.

Y luego un comentario, una reflexión para todos. Cuando nos acerquemos a alguien y le digamos "qué gordo estás, te veo más gordo", tengamos cuidado, no sabemos qué hay detrás de esa persona y le podemos hacer mucho daño.

Muchas gracias.

La señora presidenta: Gracias, señor Caraballo.

Señora Espino Ramírez, tiene la palabra, Grupo Nacionalista Canario.

La señora Espino Ramírez: Gracias, presidenta.

Señorías, cuando hablamos de trastornos de la conducta alimentaria estamos hablando de salud mental y el Gobierno de Canarias se ha propuesto que el tratamiento, la atención de la salud mental sea una de las prioridades en este mandato.

Daban el número de casos, lo hacía la diputada del Grupo Popular, de los 1026 que se atendieron el año pasado y 40 de ellos necesitaron esa hospitalización, pero estamos seguros de que son muchísimos más los casos sin diagnosticar, porque esta enfermedad, cuando comer se convierte en un infierno para muchas personas, es algo que se lleva en silencio, que como se ha explicado se oculta a familiares, a amigos, es muy difícil en muchas ocasiones de detectar. Por eso es importante concienciar, es importante tener debates como estos, es importante poder detectarlos y ponerlos en tratamientos para rescatar a esas personas de ese sufrimiento terrible que están padeciendo y en los casos más extremos incluso salvar vidas.

Por eso desde el Grupo Nacionalista queremos dar la enhorabuena a la consejera Monzón y a su equipo por esa puesta en marcha de la unidad de hospitalización de trastornos de la conducta alimentaria en el Hospital Juan Carlos I, con esos 23 profesionales que van a atender a los pacientes en esos casos más extremos que necesitan de hospitalización.

Sabemos también que durante el próximo año hay previsto poner en marcha una unidad similar en la isla de Tenerife para atender a los casos de esta provincia, como se ha reclamado también.

Y quería recordarle a la consejera la necesidad de atender también estos casos en las islas no capitalinas, para lo que es fundamental seguir implementando esa estrategia de +AP, Más atención primaria, que cuenta o que contempla que en todos los centros de salud podamos contar con un psicólogo, que sin duda es la puerta de entrada al sistema, al Servicio Canario de la Salud para atender estos casos y poder detectarlos a tiempo.

Sabemos que existe la sensibilidad, consejera, me consta, más en su caso, que es usted psicóloga clínica de profesión, nadie mejor que usted va a saber de este asunto, pero ahora lo que es importante es contar con los recursos. Estamos en un momento importante, que es en la elaboración de los presupuestos para el próximo año, y esperamos que se siga fortaleciendo la atención a la salud mental dentro del sistema y que también se siga apoyando a asociaciones como Gull Lasègue, en Gran Canaria, o Alabente, en Tenerife, que hacen un magnífico trabajo para también atender a estas personas.

Y, señorías, una única, una última reflexión. Ningún niño o ninguna niña llega o crece teniendo ningún problema acerca de su imagen corporal, pero a medida que vamos creciendo, a medida que tenemos ese impacto de la sociedad, esto cambia, y eso es lo que nos tiene que hacer reflexionar, y por qué es un 90 % las mujeres que sufren estos trastornos frente a un 10 % de los hombres, porque sobre nosotras hay una mayor presión de la sociedad sobre nuestra imagen, y eso es lo que nos tiene que hacer también reflexionar.

Muchas gracias.

La señora presidenta: Gracias, señora Espino.

Grupo Socialista Canario, señor Pérez del Pino, su tiempo.

El señor Pérez del Pino: Gracias, presidenta.

Señora Monzón, usted debe de pensar que cuando usted dice blanco yo digo negro por decir algo, ¿no? Y la verdad que es que usted me pone en esa tesitura, señora Monzón.

Mire, vamos a contextualizar. El aumento de los TCA tras la pandemia creció estrepitosamente, hospitales de referencia como el Reina Sofía están desbordados, lo estuvieron y lo están a día de hoy.

Es una enfermedad que afecta principalmente a la población infanto-juvenil, como decía la señora Paniagua, afecta directamente en pubertad y adolescencia y principalmente a mujeres, como bien ha dicho con las cifras que ha dado.

¿Usted se acuerda cuando le pregunté hace un par de meses en esta Cámara por una subvención que usted le había dado a Gull Lasègue en este caso? Porque usted decía que había que homogeneizar a las dos provincias en cuanto a asociaciones. ¿Usted quiere que yo le hable a usted de sensibilidad? En vez de coger y bajar la subvención para igualarla las podía haber subido las dos, eso es sensibilidad. Simplemente por dejárselo claro.

Mire, 220 pacientes atiende Gull Lasègue de manera continuada al año, y a usted se le ocurre que la mejor idea, con las cifras que ha dado la señora Paniagua, es invertir en TCA, abrir una unidad de TCA para adultos, ¿a usted no se le ha planteado por casualidad utilizar la economía de escala, que tiene usted el servicio en el Chuimi desbordado de adolescentes, y le da usted un caramelito al señor gerente del Negrín y le monta una unidad de TCA adultos para 40 pacientes al año? Con esto no desmerezco los 40 pacientes adultos que lo sufren, digo que la mayoría de pacientes que se ven afectados son infanto-juveniles y no estamos haciendo foco en el verdadero matiz del problema.

Mire, usted está dando bandazos continuamente con estas cosas y cuando usted habla de poner recursos, cuando usted habla de colocar estos recursos a favor de la gente y de los pacientes se le olvida que el verdadero problema lo tenemos en la población joven, en mujeres principalmente, y el foco que están haciendo es erróneo, no hacen más que dar bandazos, déjense, por favor, de intentar suplir las carencias o las perretas del señor gerente del Negrín, que lo están haciendo continuamente. Ponga usted el foco donde realmente está el problema en la población joven. Tiene usted el servicio del hospital Materno-Insular completamente desbordado, señora consejera, apoye a las asociaciones que son las que realmente están sufriendo la carga desde el tercer sector, no le gusta la subvención súbasela, haga usted aquí, aplique usted la sensibilidad de la que hace alarde en este atril, suba la subvención, aplique más recursos, ejecute su presupuesto donde realmente el problema existe.

Déjese ya, por favor, de venir aquí a contarnos una estrategia que al final no solventa el problema, no atiende a la población y, por supuesto, está poniendo todo el peso de lo que tendría que hacer la consejera de Sanidad en el tercer sector, que es lo que está pasado, ¿cuántas veces hemos hablado de esto en esta Cámara?, creo que ya al menos van tres.

Y yo comparto el discurso de la señora Vidina Espino parcialmente, pero lo que no comparto es que con la Consejería de Sanidad esté haciendo lo que tiene que hacer, enfoque mejor el tiro, señora consejera.

La señora presidenta: Gracias, señor Pérez del Pino.

Iniciamos el tiempo de réplica para el Grupo Parlamentario Popular.

La señora Paniagua Navarro: Gracias, presidenta.

Vamos a ver, señor Pérez del Pino, yo pensé que lo tenía superado ya, es verdad, olvídese del señor Miguel Ponce, no está aquí para defenderse, ya no es portavoz de Sanidad y siento que le moleste y, además, me apena que le moleste que el señor Miguel Ponce esté haciendo un excelente trabajo como gerente del hospital Doctor Negrín.

¿Y sabe qué?, yo no le voy a contestar con palabras sino con cifras y con datos y un día nos reunimos y se los traigo para dejarle en evidencia. Ojalá, ojalá ustedes hubieran tenido más perretas en la pasada legislatura porque las perretas del señor Negrín, como usted dice, se traducen en medidas que redundan en el beneficio y en el bienestar de la salud. Por favor, supérelo, supérelo.

Consejero, como se ha expuesto, uno de los problemas más difíciles de abordar es el reconocimiento de la propia enfermedad diagnosticar el trastorno de la conducta alimentaria, ya que para estas personas perder peso es una manera de sentirse bien. Hay que recordar que estas personas sufren estos trastornos y tienen un problema y un problema grave de autoestima y con la manera en la que se perciben así mismas. Estos trastornos pueden aparecer a cualquier edad, suelen aparecer frecuentemente durante la adolescencia, como ya hemos apuntado todos. Según un estudio de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia el 70 %, o sea, 7 de cada 10 de los adolescentes no se sienten bien con su cuerpo, la mayor incidencia se concentra entre los 12, los 18 años, aunque se están detectando, como ya dijimos, casos más precoces hasta en niñas de 8 años.

Como las cifras son frías e impersonales me gustaría compartir, como ha hecho la diputada de VOX, el relato de una adolescente que contaba a un medio de comunicación hace pocos meses su propia experiencia, 16 años, contaba como en su caso las redes sociales le hicieron un enorme daño, ella llegó a un punto extremo en su situación, aseguraba sentirse atrapada, tenía miedo y, además, estaba débil tanto física como mentalmente, le agobiaba la vida, odiaba todo lo que le rodeaba, incluso su familia, su vida se basaba en castigarse por lo que comía o por el deporte que hacía porque era lo único que le permitía esta enfermedad. Esta joven quería salir de la situación, pero no era capaz de pedir ayuda porque no..., ella consideraba que no había alcanzado su meta, la meta que se había marcado, nunca la alcanzas -relataba- y siempre quieres más, mi madre lo hizo por mí y lo acepté porque no podía más. Ahora esta joven sigue con su recuperación.

Consejera, queremos destacar todos los dispositivos que usted ha detallado que van desde la atención primaria, pasando por las unidades de salud mental, así como los dos hospitales de día infantojuveniles, uno por provincia.

Pero para culminar, señor Pérez del Pino, a principios de junio se abrió esa unidad de hospitalización para trastornos de la conducta alimentaria ubicada en el hospital Juan Carlos I, adscrito al hospital Doctor Negrín, en Gran Canaria, gerente Miguel Ponce. Unidad que cuenta con dos despachos de atención clínica, comedor, sala de reuniones, sala de terapia grupal, ocho camas de ingreso ampliables distribuidas en cuatro habitaciones dobles con baño, control de enfermería y áreas de administración y de servicios. La plantilla de profesionales que conforman este nuevo servicio asistencial está compuesta por 23 profesionales de los que uno es un psicólogo clínico, un psiquiatra, nueve enfermeras, nueve técnicos auxiliares de enfermería, un terapeuta ocupacional y un auxiliar administrativo, a quienes se suma una vez por semana un especialista en endocrinología, un recurso multidisciplinar como se requiere para atender a estos pacientes.

Se sigue trabajando para homogeneizar los recursos asistenciales en ambas provincias, porque la salud mental de nuestros jóvenes debe ser una prioridad para este Gobierno.

Voy a acabar y me gustaría hacerlo con una reflexión personal, permítanmelo señorías, pero, como ya relaté, soy mamá de dos niños, de un niño de 12 años y de una niña de 10 años, cuando hablamos, sobre todo por las noches porque es el momento que tenemos de intimidad, a la hora de dormir, yo siempre les recalco, porque yo creo que los padres somos fundamentales en el cuidado de la salud mental de nuestros hijos, y les digo, además abiertamente, hay que tratar bien al prójimo, hay que tratar al resto de personas las que nos relacionamos como nos gustaría que nos tratasen a nosotros, tenemos que ser generosos con los demás, de verdad, tratar bien a con quien nos encontramos, digo, pero, ante todo, teniendo esa premisa siempre presente, a quien más tienes que querer es a ti mismo, siempre se lo digo a mis hijos, a quien tienes que cuidar por encima de todo es a ti, a ti, porque ustedes, los dos, son perfectos para mamá tal y como son. Yo creo que esa labor pedagógica debemos hacerla todos en conjunto sin ideologías políticas, yendo todos de la mano para cuidar a nuestros jóvenes y nuestras jóvenes porque no saben el daño que hacen las redes sociales, las imágenes a las que están expuestos, niñas y niños que venden su imagen como ejemplo de ir bien en la vida. ¡Están tan equivocados, hacen tanto daño!

Por eso, contrarrestemos todos esos discursos que ven por internet y además demasiadas horas, en eso pecamos mucho, con nuestros discursos de amor al prójimo, a los demás, pero, en primer lugar, a nosotros mismos.

Muchas gracias.

La señora presidenta: Gracias, señora Paniagua.

Finaliza el debate de la comparecencia la señora consejera de Sanidad.

La señora consejera de Sanidad (Monzón Monzón): Muchas gracias, señora presidenta.

No me queda otra que dirigirme a usted.

Yo digo blanco, usted dice negro; yo digo que lo hemos hecho y ustedes no hicieron nada. Y eso está claro, eso creo que no hay una discusión. Nosotros los trastornos de la conducta alimentaria obviamente están presentes en nuestra sociedad desde hace muchísimos años, cierto es que la pandemia hizo mucho daño a la salud mental de la población y que a lo mejor se han podido ver incrementados determinados trastornos, pero lo que sí está claro es que ustedes no los atendieron y nosotros sí, ahora a partir de ahí usted puede decir blanco y yo negro, pero, vamos, la claridad es la unidad específica de trastornos de la conducta alimentaria se ha abierto gracias al esfuerzo de los profesionales del Servicio Canario de la Salud en esta legislatura.

La gestión es muy importante, y no tenemos que dejar pasar las cosas y pensar que se solucionan solas, que fue lo que ustedes hicieron, se centraron solo y exclusivamente en el COVID y pensaron que el resto de las patologías iban a esperar sentadas en una silla y no, el resto de las patologías seguían ahí y seguían incrementando y ustedes hicieron bien poco al respecto. Por lo tanto, una discusión entre blanco o negro o negro o blanco creo que aquí no da lugar hoy.

Desde luego queda muchísimo por hacer y efectivamente le voy a dar la razón en que la población infanto-juvenil es una población en donde hay mucha incidencia de trastornos de la conducta alimentaria, y para eso contamos con las unidades de salud mental infanto-juvenil, que le recuerdo que nosotros también hemos abierto dos en este último año y ustedes, en los cuatro años anteriores, abrieron una, en Gran Canaria.

Por lo tanto, yo creo que no... también son atendidos desde estas unidades de salud mental infanto-juvenil que son muy importantes, y también, por supuesto, desde atención primaria con esos psicólogos que podemos contar hoy en día ya con ellos gracias a la Estrategia +AP, que también fue una estrategia que puso en marcha la legislatura anterior al pacto de las flores. O sea que creo que no hay discusión en que este equipo de gobierno, y desde luego esta consejería específicamente, tiene una implicación al cien por cien con la salud mental de su población porque efectivamente entendemos que sin salud mental no hay salud, es parte de la salud mental. Hace muchísimos años no se hablaba de esto. Hoy tengo yo la suerte de poder ser la consejera de Sanidad en un momento donde la salud mental se defiende a capa y espada y no tenemos ningún complejo en defenderla y donde los psicólogos clínicos formamos parte de ese grupo de trabajo que es fundamental. Y, desde luego, seguiremos trabajando por la mejora de la salud mental, seguiremos trabajando por la mejora de la atención a toda la población.

Y desde luego me gustaría terminar esta intervención para darles las gracias. Yo no pensaba venir aquí a presumir de ese incremento en la subvención que hemos hecho recientemente, en el día de ayer justamente firmé el incremento de la subvención a Gull Lasègue para que no viera mermado sus servicios durante este año.

Y, por lo tanto, ya que usted lo puso de manifiesto, sí hay sensibilidad, bastante más sensibilidad de la que ustedes tuvieron. O sea que muchísimas gracias, y desde luego nuevamente gracias a Alabente y a Gull Lasègue por su labor.

Chao. (Palmoteos).

La señora presidenta: Gracias, señora consejera.